Reg.: A y S T 250 p 341/346. En la ciudad de Santa Fe, a los cuatro

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Reg.: A y S T 250 p 341/346.
En la ciudad de Santa Fe, a los cuatro días del mes de junio del año dos mil trece se
reunieron en acuerdo los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia,
doctores Rafael Francisco Gutiérrez, Mario Luis Netri y Eduardo Guillermo Spuler con la
Presidencia del señor Ministro decano doctor Roberto Héctor Falistocco a los efectos de dictar
sentencia en los autos caratulados "MANSILLA, Alberto Fernando -Concurso preventivo (hoy
Quiebra) - (Expte. 262/07) sobre RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. C.S.J. nro.
126, año 2012). Se resolvió someter a decisión las siguientes cuestiones: PRIMERA: ¿es
admisible el recurso interpuesto?; SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente?; y TERCERA: en
consecuencia, ¿qué resolución corresponde dictar?. Asimismo, se emitieron los votos en el orden
que realizaron el estudio de la causa, o sea, doctores Spuler, Gutiérrez, Netri, Falistocco.
A la primera cuestión -¿es admisible el recurso interpuesto?- el señor Ministro doctor
Spuler dijo:
1. Surge de las constancias de autos -en lo que es de estricto interés al caso- que en
fecha 14 de marzo de 2006 la Jueza de Primera Instancia de Distrito de la Décima nominación de
la ciudad de Santa Fe declaró la quiebra de Alberto Fernando Mansilla. Presentado por el síndico
el informe final y proyecto de distribución de fondos, se regularon sus honorarios y los de la
apoderada del fallido, tomando como base el activo realizado ($11.400). Con fundamento en el
artículo 267 de la ley 24522 se fijaron como honorarios globales el 12% de ese activo, esto es la
suma de $ 1.368, distribuidos en la forma indicada en ese pronunciamiento.
Contra dicha regulación interpuso el síndico recurso de apelación. Al expresar
agravios solicitó que se haga lugar al recurso y -en lo que es de estricto interés al caso- se
disponga regular los honorarios tomando como monto total el equivalente de tres sueldos de
Secretario de Primera Instancia. Pide a su vez formación de Tribunal Pleno.
Ante dicha solicitud, la Sala entiende en definitiva que tal pedido refiere al honorario
mínimo, previsto en el artículo 267de la LCQ, postulando la revisión del fallo pleno dictado en
“Camarassa Lombardi y Cía. S.A.”, por lo que estimó procedente tal requerimiento.
El día 7 de junio de 2011 se reunió la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial en
Tribunal Pleno (art. 28, ley 10.160) con el objeto de unificar jurisprudencia respecto de la
interpretación del artículo 267 de la ley 24522, resolviendo que “en el caso de quiebra liquidativa si
el mínimo de tres sueldos de Secretario de Primera Instancia supera el máximo del 12% del activo
realizado, este último deberá ser tenido en cuenta para proceder a la regulación de los honorarios
de los funcionarios y demás profesionales intervinientes en el proceso falencial”.
En fecha 19 de agosto de 2011 la Sala Segunda resolvió la apelación, rechazando -en
lo que nos interesa- el agravio vinculado con el artículo 267 de la ley 24522, con fundamento en lo
resuelto por el Tribunal Pleno y sin perjuicio de la opinión personal de los integrantes de esa Sala.
2. Contra dicho pronunciamiento interpone el Síndico recurso de inconstitucionalidad
(fs. 351/359) con fundamento en los supuestos previstos en los incisos 2 y 3 del artículo 1ro., de la
ley 7055.
Aclara que el déficit constitucional que afecta el fallo atacado no es propio ni autónomo,
sino que necesariamente remite a la doctrina consagrada en el Pleno. Dice que ese decisorio
consagra, mediante una dogmática e insuficiente interpretación y aplicación de normas de derecho
común, una violación a los derechos constitucionales de propiedad y de ejercer una actividad,
función o profesión lícita en las condiciones que establecen las leyes que reglamentan su ejercicio.
Entiende que la negativa a aplicar el mínimo retributivo establecido por mandato
expreso de la ley (art. 267 LCQ) configura una lesión constitucional que habilita la apertura de la
instancia intentada.
Afirma que el fallo Pleno que funda la decisión de la Sala se atiene a fundamentos de
orden axiológico que no son válidos, pues asigna a la reforma concursal de 1995 en la materia el
único objeto de reducir los costos del proceso, obviando que junto a este propósito incorpora una
institución novedosa cual es una pauta regulatoria mínima, independiente de su vinculación
porcentual con el activo liquidado en caso de quiebra, cuyo objetivo es garantizar una retribución
mínima y razonable que persiga la dignidad de la función y justifique el empeño del legislador por
lograr una mayor excelencia en su ejercicio.
Sostiene que para arribar a una conclusión que torna ilusoria la efectivización de un
derecho consagrado en texto legal (honorario mínimo) omite la consideranción de otras normas y
principios contenidos en la misma ley concursal, tales como las del orden prelativo de los
acreedores y colisiona en su aplicación con la operatividad de otras normas también concursales,
como el artículo 232, al punto de tornarlas abstractas.
Insiste que del análisis constitucional del fallo Pleno surge que el voto mayoritario,
mediante una desafortunada hermenéutica legal, niega la aplicación del instituto vinculado al
reconocimiento del honorario mínimo, lesionando así derechos de orden constitucional.
Puntualiza que lo resuelto en el caso resulta arbitrario al acarrear una solución
notoriamente irrazonable e injusta, fundandose en una interpretación artificiosa y puramente
formal del texto legal que instituye un honorario mínimo independiente de toda proporcionalidad
con el activo liquidado.
Invoca la existencia de un interés supraindividual que trasciende los límites de este
proceso e involucra a aquéllos contadores públicos que ejercen la sindicatura concursal; asevera
que la coexistencia en la Provincia de dos fallos Plenos con contenido diferente genera un
gravamen a la seguridad jurídica y administración de justicia; añade que la mantención del criterio
sustentado en el Pleno torna no operativos institutos concursales tales como el de la clausura de
los procedimientos por falta de activo.
Afirma, por último, que concurren en el caso múltiples circunstancias que justifican la
intervención de esta Corte.
3. Mediante pronunciamiento de fecha 10 de abril de 2012 la Sala concedió el recurso
de inconstitucionalidad interpuesto por entender que las hipótesis de arbitrariedad articuladas
guardan con la realidad del caso la conexión mínima y elemental requerida para viabilizar el
recurso, como así también ante el riesgo de afectar derechos y garantías de rango constitucional.
En el nuevo examen de admisibilidad que impone el artículo 11 de la ley 7055,
efectuado con los autos principales a la vista, he de propiciar la rectificación del criterio sustentado
por la Alzada en oportunidad de conceder el recurso extraordinario, en concordancia con lo
dictaminado por el señor Procurador General a fojas 375/376 vto., por considerar que el recurso
excepcional aquí analizado resulta inadmisible.
Ante todo cabe señalar que corresponde desestimar de plano la causal invocada con
sustento en el artículo 1ro., inciso 2, de la ley 7055, dado que, como ha resuelto invariablemente la
Corte provincial, tal disposición requiere que se hubiere cuestionado la inteligencia de un precepto
de la Constitución local y la decisión haya sido contraria al derecho o garantía fundado en él, lo
que no ha acontecido en el caso. Siendo ello así, corresponde subsumir la totalidad de los
planteos impugnativos en el inciso 3ro. , esto es: "violación del derecho a la jurisdicción" desde
cuya óptica serán examinados (cfr. "Albertengo", A. y S. T. 67, p. 454; "Ustares", T. 97, p. 9; T.
139, pág. 12; T. 185, pág. 87, por todos).
Aclarado ello, debo afirmar que los cuestionamientos del compareciente -a pesar de su
esfuerzo recursivo- no logran traspasar el umbral de la admisibilidad del remedio excepcional
intentado al traducir tan sólo su mera discrepancia en torno a cuestiones interpretativas vinculadas
con el derecho aplicable al caso concreto, las que fueron resueltas por los jueces ordinarios en
ejercicio de funciones eminentemente propias, sin que éste logre demostrar con lo alegado la
configuración de alguno de los supuestos de arbitrariedad que invoca, lo que sella la suerte
adversa del recurso deducido (vide A. y S., T. 62, pág. 366; T. 65, págs. 40 y 116; T. 83, pág. 112,
T. 92, pág. 221; T. 93, pág. 449; T. 95, pág. 400; también, Fallos, 300:65; 302:333, entre otros).
En efecto, la presente causa guarda similitud con lo que fue materia de tratamiento y
resolución por parte de esta Corte en en fecha 28 de junio de 2006 en la causa “Bella” (A. y S. T.
214, pág. 240), cuyo “thema decidendum” estuvo vinculado a si el mínimo regulatorio de los
honorarios de los funcionarios y profesionales establecido por el artículo 267 de la ley 24522
estaría constituido por los tres sueldos del Secretario de Primera Instancia de la jurisdicción en
que tramita el concurso aunque con ello se sobrepase el 12% del activo realizado o si, en cambio,
debe prevalecer la pauta del 12% como topo insuperable, resolviendo en dicha oportunidad la
Sala a través de la aplicación del criterio surgido del fallo Pleno dictado por la Cámara de
Apelación en lo Civil y Comercial de Santa Fe en autos “Camarassa Lombardi”, que hizo
prevalecer la segunda postura interpretativa, o sea el tope del 12%.
De allí que, en el caso, al seguirse el mecanismo previsto en el artículo 28 de la ley
10.160 para unificar jurisprudencia y habiendose ratificado, en el fallo Pleno dictado para la
presente causa, el criterio del anterior de fecha 9 de febrero de 2001, fundando en dicho criterio la
Sala su decisión de desestimar la apelación intentada por el Síndico contra el auto de regulación
de honorarios de fecha 06.09.2007, corresponde reiterar algunos conceptos vertidos por la Corte
en oportunidad de resolver la causa “Bella” citada, en orden a desestimar los agravios aquí traídos
por la sindicatura, dado que resultan de total aplicación al presente.
En dicho antecedente se señaló que al analizar la temática debatida, el Tribunal aplicó
la doctrina judicial del Pleno por expreso mandato de la ley 10160 en tanto consagra la
obligatoriedad de esos fallos para todos los jueces de cámaras y los jueces inferiores con idéntica
competencia material siendo su apartamiento causal de nulidad del pronunciamiento (art. 28, ley
10.160).
De manera que, -se aclaró- no estando cuestionado constitucionalmente este
mecanismo, sino la interpretación asignada a la disposición concursal por el mencionado fallo
Pleno, el hecho de que la propia norma (art. 267 LCQ) haya sido motivo de éste como
consecuencia de la jurisprudencia discordante entre salas en punto a ella, coloca a lo decidido por
el A quo en la zona de la interpretación posible u opinable del precepto que no excede el abanico
de posibilidades razonables que ella brinda.
También se puntualizó que la circunstancia de que se haya convocado y decidido en
fallos Plenos -tanto en Rosario como en Santa Fe- la interpretación que cabe asignarle al artículo
267 de la Ley Concursal con resultados exegéticos diametralmente opuestos entre sí, demuestra
claramente los distintos alcances que pueden conferírsele a la norma sin incurrir en absurdos
normativos.
En todo caso -se dijo-, la disparidad jurisprudencial podría ser -eventualmente- objeto
de convocatoria de un fallo Plenario a fin de unificar los criterios interpretativos en todo el ámbito
de la Provincia de Santa Fe, pero de manera alguna puede dar lugar a habilitar esta instancia
extraordinaria por arbitrariedad de sentencia.
Y se insistió en que no puede perderse de vista que si el alcance asignado por los
jueces de la causa versa sobre una temática discutible formando parte de una de las corrientes de
opinión que razonablemente pueden surgir del texto legal, no es arbitrario (vid. "Saborido", R. A. y
S., T. 182, pág. 230; "Imola", T. 203, pág. 66).
Por ello, tal como sucedió en dicho precedente, el criterio interpretativo seguido por la
Alzada en el presente caso es en definitiva el que había adoptado el Pleno de la Cámara en lo
Civil y Comercial de la ciudad de Santa Fe en la presente causa en fecha 7 de junio de 2011,
manteniendo el criterio del anterior de fecha 9 de febrero de 2001; y no habiéndose demostrado
por la recurrente que la interpretación dada al artículo 267 de la Ley de Concursos resulte
irrazonable o ilógica a punto tal de merecer reproche constitucional, cabe concluir -una vez másque la Sala no ha hecho más que obedecer lo establecido por el artículo 28 de la ley 10160,
aceptando la obligatoriedad de aquel fallo Pleno a pesar de que algunos de sus miembros tuvieran
una postura disímil a la tesis mayoritaria.
En suma, el planteo queda reducido a la mera disconformidad interpretativa del
recurrente para con el criterio sustentado por los jueces de la causa en torno a la suerte de lo
decidido, lo que no depara caso constitucional idóneo para franquear el acceso a la instancia
extraordinaria intentada.
Voto, pues, por la negativa.
A la misma cuestión, los señores Ministros doctores Gutiérrez y Netri y el señor
Ministro decano doctor Falistocco expresaron idénticos fundamentos a los vertidos por el señor
Ministro doctor Spuler y votaron en igual sentido.
A la segunda cuestión -en su caso, ¿es procedente?-, el señor Ministro doctor Spuler
dijo:
Atento el resultado obtenido al tratar la cuestión anterior no corresponde pronunciarse
sobre ésta.
Así voto.
A la misma cuestión, los señores Ministros doctores Gutiérrez y Netri y el señor Ministro
decano doctor Falistocco expresaron idéntico fundamento al vertido por el señor Ministro doctor
Spuler y votaron en igual sentido.
A la tercera cuestión, -en consecuencia, ¿qué resolución corresponde adoptar?- el
señor Ministro doctor Spuler dijo:
Atento el resultado obtenido al tratar las cuestiones anteriores corresponde declarar
inadmisible el recurso interpuesto. Con costas a la vencida (art. 12, ley 7055).
Así voto.
A la misma cuestión, los señores Ministros doctores Gutiérrez y Netri y el señor Ministro
decano doctor Falistocco dijeron que la resolución que correspondía adoptar era la propuesta por
el señor Ministro doctor Spuler y así votaron.
En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede la
Corte Suprema de
Justicia de la Provincia RESOLVIÓ: declarar inadmisible el recurso interpuesto. Con costas a la
vencida.
Registrarlo y hacerlo saber.
Con lo que concluyó el acto firmando el señor Ministro decano y los señores
Ministros por ante mí, doy fe.
FDO.: FALISTOCCO GUTIÉRREZ NETRI SPULER FERNÁNDEZ RIESTRA
(SECRETARIA).
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