La Educación Física en la Jornada Extendida

Subsecretaría de Educación. Dirección Provincial de Enseñanza.
Dirección de Educación Física. Provincia de Buenos Aires.
1936 – 2006. 70ª Aniversario.
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La Educación Física en la Jornada Extendida
En el marco del “Plan Educativo 2004-2007, La nueva escuela”, se propone como una de
las acciones estratégicas la creación de escuelas de jornada extendida para la ESB.
En estas instituciones se promoverá la organización participativa y la comprensión
junto con la resolución de problemas, como ejes del programa a los que se contribuirá
tanto desde la Educación Física como desde todos los espacios curriculares.
El aumento de la carga horaria de Educación Física constituye una oportunidad para
que púberes y adolescentes provenientes de sectores desfavorecidos optimicen sus
aprendizajes motores y alcancen las expectativas de logro formuladas para esta Área
en esta etapa.
Ante un mundo de cambios, de transformaciones constantes, de permanente
desarrollo científico y tecnológico, la Educación Física asume el compromiso formativo
de contribuir al desarrollo de las potencialidades del ser humano para la conquista y
construcción de su disponibilidad corporal y motriz, propiciando su integración al
contexto socioeconómico y cultural y promoviendo su acción transformadora. Tal
disponibilidad corporal y motriz es síntesis de la disposición personal para la acción y
la interacción con el medio natural y social1.
La corporeidad2 y la motricidad constituyen dimensiones significativas de las
personas, porque son indisociables en la existencia humana y a través de ellas el
1 DGCyE, CGE, Diseño Curricular para la Educación Inicial, Educación General Básica. (2001) Tomo I y II.
Buenos Aires, Emede.
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“[...] Este cuerpo que somos es motricidad potencial, simbólica. Para acoger el estudio científico del
cuerpo humano no es suficiente un paradigma disgregador, que diferencie entre ciencia natural y ciencia
social; es necesario aproximarse a un paradigma emergente que recoja la totalidad humana (pensamiento,
sentimiento, sociedad, naturaleza, movimiento). Quizá la diferenciación entre cuerpo material y cuerpo
existencial (corporeidad), fruto del dualismo defendido de una u otra manera por Platón, Leibniz, Malenbrache,
Descartes, ha motivado toda la guerra antropólogica-filosófica entre la importancia dada al cuerpo y al espíritu.
La palabra “cuerpo” presenta 20 acepciones en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). La
primera o genérica define cuerpo como “lo que tiene extensión limitada y produce impresión en nuestros
sentidos por calidades que le son propias”. Se presenta así un cuerpo como objeto, animal o cosa que ocupa
un espacio y por ende se puede percibir por los sentidos. La segunda acepción nos dice “en el hombre y en
los animales, materia orgánica que constituye sus diferentes partes”. Una de las acepciones, identifica cuerpo
con cadáver. ¿Puede ser este cuerpo el objeto de una ciencia del hombre?. “Mientras que el animal se agota
en su ser corporal, el hombre lo excede o lo supera. porque él no es solamente cuerpo, no sólo vive como
cuerpo, sino que también se experimenta a sí mismo como cuerpo y vive su cuerpo como suyo; conoce su
cuerpo, toma posturas frente a él, puede distanciarse de él: puede disponer de su corporeidad” (Gruppe,
1976: 42). La persona se manifiesta a través y con su cuerpo, pero esas manifestaciones -emociones,
sentimientos, pensamientos son parte de ese cuerpo (científicamente ya se ha encontrado la localización
cerebral de los sentimientos, Damasio 1995). Hablar del cuerpo en toda su amplitud es trascender del sistema
orgánico, para entender y comprender al propio “humanes”. El ser posee un cuerpo, pero no es un cuerpo
exclusivamente objetual, es un cuerpo que vive, que es expresión. El Humanes ya no sólo “posee” un cuerpo
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hombre exterioriza sus necesidades, deseos, motivaciones, cogniciones, afectos, se
comunica, se relaciona, conoce y se conoce, aprende a hacer y a ser.
Se parte de una concepción de hombre como unidad, como totalidad en constante
interacción con su medio y los otros. Se entiende la conducta humana como un
conjunto organizado de manifestaciones, de acciones, y la Educación Física propicia
una acción pedagógica, integral y sistemática mediante la intervención intencionada
sobre los aspectos motores.
Por esencia, la práctica de la Educación Física pertenece al dominio de la acción. En las
acciones motrices, los adolescentes manifiestan, mediante sus actitudes, los valores
asumidos. A través de la interacción con los contenidos, esta área promueve la toma
de conciencia y la estima de sí.
Las experiencias sensoperceptivas, afectivas, cognitivas y motrices constituyen la
base del conjunto de conocimientos, vivencias, habilidades y actitudes que una persona
tiene sobre su propio cuerpo a lo largo de su existencia y desde los que construye su
identidad corporal.
Por consiguiente, los aprendizajes de los saberes específicos relacionados con la
corporeidad y motricidad, con los objetos, con los otros y el medio sociocultural y
natural en situaciones significativas, contribuyen a su desarrollo personal.
Los saberes del área referidos a experiencias vinculadas con el medio natural, las
actividades expresivas, las gimnasias, los juegos, los deportes y las actividades
acuáticas constituyen medios relevantes debido al interés que convocan y al placer que
despiertan en púberes y adolescentes.
La enseñanza de la Educación Física promueve la formación de los alumnos, priorizando
el desarrollo integral, de modo que puedan aprender, disfrutar, ser reconocidos en su
singularidad, con sus intereses, posibilidades y limitaciones, para lo cual se toman en
cuenta sus diversas potencialidades y puntos de partida.
La profundización curricular en el área pondrá énfasis en la realización de proyectos
deportivos y en experiencias vinculadas con el medio natural.
En tal sentido, se procurará avanzar en la integración del accionar pedagógico que
lleva adelante la Educación Física con los propósitos y la tarea educativa de la
institución escolar, potenciando su acción formativa a través de la articulación con
otras áreas curriculares.
Se espera, de este modo, ofrecer oportunidades valiosas de aprendizaje que permitan
a los alumnos elegir las propuestas de actividades motrices que más los beneficien y
(qué sólo hace), sino que su existencia es corporeidad, y la corporeidad de la existencia humana implica
HACER, SABER, PENSAR, SENTIR, COMUNICAR Y QUERER.” (Rey; Trigo; 2001)
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agraden, que lleguen a ser practicadas más allá de la obligatoriedad escolar, en el
marco de una educación concebida como un proceso integral y permanente.