¿Realmente ejerzo libertad? Dr. Enrique Domville* Pregunta que me hago después de considerar, desde muchos aspectos, lo que significa libertad, el conocimiento de la misma y el porqué de las decisiones tomadas, me gustaría tomar como ejemplo a Spinoza con el siguiente pensamiento: “La libertad no es más que ignorancia, desconocimiento de las causas reales que nos influyen”. Todos los días usamos nuestra capacidad para tomar decisiones de las que somos responsables, pero no consideramos realmente qué nos lleva a tomarlas; por ejemplo las automáticas: viene un auto a toda velocidad, nos quitamos, no es libre está condicionada a sufrimiento físico o hasta la muerte y la respuesta condicionada a un tercero que tomó la decisión de ir a gran velocidad, en un sitio en que existe la posibilidad de transeúntes o incluso otros vehículos y la libertad de todos estará restringida a su manera de actuar. Por lo que en realidad la Libertad está en el interior de la persona y sólo condicionada a su manera de tomar decisiones en cuanto son correctas o no; hablando desde el punto de vista de lo aprendido moralmente de lo que es bueno o malo, pero incluso esta realidad estará supeditada a la experiencia vivida o aprendida, por lo que uno de los problemas más importantes de la sociedad es el uso de la Libertad (interna) y que su aplicación conlleva siempre ejercer sobre otro lo que pensé y decidí sin considerar mi afectación, al grupo familiar o social. De manera que el ejercicio también está condicionado a la responsabilidad de la decisión por lo que se pone más en juego la supuesta libertad. Si consideramos nuestras capacidades físicas, la libertad está restringida a lo que podemos o no podemos hacer, sólo unos cuantos entrenados podrán correr el maratón y la anécdota de chiflar y comer pinole se hace presente, la condición física me lo impide, pero el pensar en hacerlo es mi libertad, la cual queda en el terreno de la imaginación y estos pensamientos libres se pueden relacionar al deseo de obtención de premios, sorteos, recompensas, sin tener una base formal para esperarlos, lo cual difiere cuando un pensamiento se convierte en idea, se planifica, se estructura de una manera consciente en el cual los factores de la recompensa esperada me permiten renunciar a mi libertad de tiempo, pues adquiero un compromiso y el uso de mi pensamiento, acciones físicas y compromiso me obligan no a renunciar a mi libertad, pero sí a un cambio de objetivos, lo cual de una manera consciente elijo y estoy haciendo uso de mi libertad de manera positiva y propositiva. En la historia encontramos datos fatalistas relacionados a que todo está predestinado y a esperar lo que nos toque, luchar contra algo o alguien que representa en mi imagen bloqueo a mi libertad. Existe una anécdota en la Revolución Rusa: se le pregunta a Lenin -¿Cuándo el pueblo ruso será libre? él contestó: “Y para qué” con sólo una vez más veremos que todo está relacionado a lo físico, político, económico, social, pero también relacionado a un mundo espiritual interior, propio, íntimo que accede a relacionarse con otros de las mismas ideas y formar grupos, los cuales cuando se tornan extremistas lastiman y hieren a iguales con otros pensamientos, también está sucediendo con las diversas posturas en relación a los avances tecnológicos en el área de reproducción donde las decisiones siempre afectan a un tercero quien no tiene la capacidad de responder o de aquellos adultos o niños que también no tienen facultades para responder, aparece un responsable quien tomará, de acuerdo a su conveniencia, educación y experiencia, la decisión del tercero, no siendo analizada y considerando consecuencias; si hablamos de un sistema estas decisiones están relacionadas con leyes, esta enorme responsabilidad recae en el Juez quien basado en estudios y experiencias hace uso de su libertad y dicta sentencia. Existe libertad de pensamiento cuando no afecte a terceros y pensando en las consecuencias de los mismos, regla de oro en la familia, en el trabajo y el convivir socialmente, ¿Por qué entonces no lo hacemos? la respuesta es múltiple, pero en realidad parecen escusas de conveniencia, egoísmo o simplemente porque no. Problema humano. Comisionado Estatal de Bioética de Oaxaca. Emilio Carranza No.1221 Col. Reforma, Tel. (951) 50 26588, Email: [email protected]