DOCUMENTO DE DIAGNÓSTICO LIBERTAD DE EXPRESIÓN La libertad de expresión es un derecho fundamental que engloba a todas las personas, es por eso que nunca un hombre es más inmensamente humano como cuando lucha por la consolidación de esta libertad. Con mucho acierto afirmaba Jean Jaques Rosseau que “renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad”. Promover la libertad de expresión pone de manifiesto el ejercicio pleno de una verdadera democracia, que no es más que el gobierno de la opinión pública, que se fundamenta en la libre exposición de nuestras ideas y pensamientos, así como también en la libre recepción de opiniones ajenas. Por lo tanto, los mandatarios que están en el poder, se deben al pueblo que es el mandante, cuya voluntad es la base fundamental de cada uno de los estamentos políticos que conforman la estructura de un Estado. El ser humano por esencia y naturaleza propia, siente la necesidad de darse a conocer a los demás; es ahí donde interviene la labor de la libertad de prensa y de los medios de comunicación en todas sus formas, los cuales deben estar al servicio de la comunidad, fomentando el debate público en igualdad de oportunidades. La libertad de expresión es, en efecto, un don que nos regala Dios; pero el problema de muchos regímenes es que no admiten que al lado de la libertad está la responsabilidad, ya que aquélla no consiste en hacer siempre lo que nos plazca, sino en tener la potestad de hacer en cada momento lo que debemos hacer. Varios son los casos en que constatamos cómo periodistas lustrosos y un sinnúmero de intelectuales de América Latina han sido torturados, detenidos, incluso hasta asesinados por tratar de expresar sus ideas, justamente porque algunos medios periodísticos se encuentran manejados por poderes públicos y burócratas políticos que, encubiertamente, imponen su ideología, censurando todo aquello que se vaya en contra de sus intereses particulares. En los últimos años muchas organizaciones están luchando por hacer prevalecer la libertad de prensa, esto permite que la obligación de respetar los derechos del hombre y del ciudadano pueda ser más controlada. Es justo y también necesario que todos luchemos y trabajemos constantemente por hacernos escuchar, dejando a un lado todos los miedos y reprochando todos aquellos actos que vayan en contra de la dignidad y el libre pensamiento de cada uno. Recordemos que dentro del marco jurídico de cada país deben establecerse los derechos y garantías que permitan expresarnos sin temor a represalia alguna, dado el caso; actualmente muchas constituciones de los países latinoamericanos contemplan y consagran con carácter de inviolable el derecho a la libre expresión y la libertad de prensa. No permitamos que apaguen nuestras voces, ya que sólo éstas harán temblar los gobiernos y obligarán a cambiar el rumbo de nuestras naciones. FIRMAN EL DOCUMENTO DE DIAGNÓSTICO Andrea Rada. Universidad Católica de Guayaquil/Ecuador Augusto Verduga. Universidad Católica de Guayaquil/Ecuador