La importancia de medir y conocer la Cultura Organizacional

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 La importancia de conocer y entender a la Cultura Organizacional Habitualmente decimos que la Cultura Organizacional es el patrón general de conductas, creencias y valores compartidos por los miembros de una organización. Edgar Schein la define como “un modelo de presunciones básicas –inventadas, descubiertas o desarrolladas por un grupo dado al ir aprendiendo a enfrentarse con sus problemas de adaptación externa e integración interna-­‐ que hayan ejercido la suficiente influencia como para ser consideradas válidas y, en consecuencia, ser enseñadas a los nuevos miembros como el modo correcto de percibir, pensar y sentir esos problemas”. (Schein, 1982) Este “modo de ver” las cosas que ocurren en una organización tiene manifestaciones visibles: cómo vestimos en el trabajo; cómo nos dirigimos a nuestro jefe o a nuestros colaboradores, la forma en que se distribuye el espacio físico (quién tiene la oficina más amplia, baño privado y piso alfombrado). A esto lo denominamos “artefactos culturales. A medida que comenzamos a vivir la cotidianeidad o como observadores de esa cultura, nos acercamos a aspectos ligados a las formas de gestión, los estilos de conducción y liderazgos predominantes: paternalista, apático, burocrático, entre otros. A esto se suman los valores de la organización como la concepción de si uno es empleado, un funcionario o un colaborador o si para la organización es importante el balance entre vida personal y laboral. Y también manifestaciones no visibles,: son reglas no escritas e incuestionables sobre lo que “está bien y está mal” dentro de una organización (“en esta empresa no se cuestiona cómo hacer las cosas”, “siempre se hizo así”, etc.) Frente a los cambios que enfrentan las organizaciones, nos encontramos con la incómoda sensación de que lograr afrontarlos no será tan fácil, ya que se requieren cambios profundos, no solo de las personas individualmente, sino de la cultura organizacional. Para esto, lo principal es comenzar por el principio, es decir, midiendo e identificando la cultura actual. Es recién desde ese dato, que podemos definir los cambios y acciones que nos lleven a alcanzar la cultura requerida. Hoy en día, tenemos disponibles distintos métodos, el que elegimos desde Compass es la Encuesta Denison de Cultura. Nos ofrece una mirada sobre 4 dimensiones de la realidad organizacional y su comparación con un modelo de cultura exitosa integrando dos perspectivas: externa e interna. Esta información es la clave que nos permite identificar agentes claves, puntos críticos para mejorar y también las fortalezas de la organización. Conocer y medir para actuar. Es la formula con la que ayudamos al éxito de nuestros clientes. 
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