Es un momento del año donde nos planteamos La celebración de fin de año deberá adaptarse a la cultura de la organización y a la de cada uno de sus miembros, tomando en cuenta su edad y sus gustos. Cómo celebrar junto a nuestros empleados un período nuevo de objetivos cumplidos. Cada año nos esforzamos porque sea un encuentro que se adapte a nuestra cultura, a nuestras expectativas y a las de nuestros miembros. El éxito en el resultado radica, sin dudas, en el éxito de cada equipo de trabajo por lograrlo. Alcanzamos esta época del año donde los balances, las evaluaciones y los análisis toman un rol fundamental tanto en el área personal como en el profesional. No podemos separar estos dos ámbitos, ya que se retroalimentan en muchos aspectos. Es imposible no evaluarnos ni repensar nuestros objetivos si no los elevamos al ámbito profesional, no sólo porque dependen de muchos de nuestros proyectos personales, sino porque también tenemos un círculo personal dentro de ese ambiente, que compartimos y generamos como es la cultura organizacional. En este sentido, establecemos relaciones y lazos dentro de un clima y una cultura que forman parte del lugar donde trabajamos y nos desempeñamos como profesionales. Partiendo de la base de que cada organización tiene una cultura formal y una informal, una cultura que viene establecida por los fundadores, sus valores y costumbres; y otra que se forma con lo que sucede en la realidad; es posible encontrar un equilibrio entre ambas para alcanzar un nivel de satisfacción y motivación que genere también un buen clima interno. Según el modelo de Schein, autor del libro Cultura organizacional y liderazgo, la cultura organizacional se diferencia en tres niveles: producciones, que es el nivel más visible e incluye el espacio físico, la conducta observada en los miembros de una organización, se compone de todos aquellos elementos que pueden captarse con los sentidos. valores, los que la organización y sus miembros piensan que deben ser, en función de lo cual actúan de una u otra manera. presunciones, formado por cuestiones indiscutibles y asimiladas por el personal, que piensa que determinadas cosas son así porque no pueden ser de otro modo. Cada uno de nuestros equipos de trabajo se desenvuelve diariamente en estos niveles y establece sus propios conceptos, alineándose con los propios a la cultura formal, estableciendo sus objetivos por cumplir, las metodologías que seguir y los logros para alcanzar. Llegada la época del año donde todos nos encontramos para celebrar, los logros grupales, personales y organizacionales se unen y chocan ambas culturas. La celebración de fin de año deberá adaptarse a la cultura propia de la organización con la de cada uno de sus miembros, tomando en cuenta su edad y sus gustos, enfrentándolo a aquello que durante todo el año se refleja en la empresa. No podemos dejar de tener estos factores en cuenta, forman parte de la empatía, del compromiso, de la responsabilidad y de la creatividad que esperamos de nuestros miembros a lo largo de todo el año. Por eso, motivarlos sabiendo que pensamos en ellos para cerrar el año y celebrarlo es un excelente modo para iniciar un nuevo año, convencidos de que el trabajo en equipo y los valores y costumbres que cada uno aporta suman al mejor rendimiento de una organización. http://www.buenosnegocios.com/notas/1527-celebrar-fin-ano