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TRATAMIENTO DE LAS DIFERENCIAS
DE CAMBIO EN EL IMPUESTO A LA RENTA
Escribe: Cra. Leticia Nicola (*)
La evolución decreciente del tipo de cambio del dólar en los últimos años
obliga a replantearse el tratamiento fiscal de las diferencias de cambio (DC)
generadas en el ejercicio a los efectos de la liquidación del Impuesto a las
Rentas de la Industria y Comercio (IRIC) y del Impuesto a las Rentas
Agropecuarias (IRA), así como en el Impuesto a las Rentas de las Actividades
Económicas (IRAE) hacia el futuro.
 Habitualmente las DC generadas, en escenarios de tipo de cambio
creciente del dólar (principal moneda extranjera de utilización en el país), eran
positivas cuando provenían de activos y negativas cuando lo hacían de
pasivos, determinando, respectivamente, ganancias y pérdidas por tal
concepto. Sin embargo, el decrecimiento del tipo de cambio de dicha moneda
invierte esta situación de tal modo que los activos y pasivos pueden llegar a
generar, respectivamente, pérdidas y ganancias por DC, que denominaremos
como “DC de signo contrario” y cuyo tratamiento nos proponemos analizar en
esta nota.
Previo a ello, conviene destacar que el tratamiento tributario general de las
diferencias de cambio está establecido en el artículo 578 de la Ley 17.276
posteriormente reglamentado por el decreto 49/001, que establece que los
contribuyentes del IRIC y del IRA pueden deducir los gastos directa y
exclusivamente afectados a actividades, bienes o derechos que originen
rentas gravadas. Se establece asimismo que los gastos financieros no pueden
deducirse en forma directa sino que será necesario aplicar el coeficiente que
surge del promedio de los activos generadores de rentas gravadas (AGRG)
sobre el promedio del total de activo valuado según normas fiscales. Es decir,
que una vez aplicado este coeficiente a las DC generadas y determinada la
porción que proviene de AGRG, ésta es íntegramente deducible.
Entrando específicamente al caso de las “DC de signo contrario”, un primer
aspecto a analizar consiste en definir si el tratamiento fiscal, debe
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determinarse en base a considerarlas como un resultado independiente o
como un resultado corrector o regularizador de aquellos otros que, hacia el
pasado y quizás hacia el futuro, se verifiquen con el signo adecuado o
esperable.
La respuesta a dicha interrogante depende, en definitiva, de evaluar si la
sobrevaluación que registra el peso con respecto al dólar en los últimos
tiempos es normal y estable o si la misma es transitoria y atípica,
respectivamente.
Entendemos que una y otra postura tiene consecuencias diferentes a la hora
de determinar el tratamiento de tales “DC de signo contrario”. En particular, la
segunda postura, por la cual, en principio, nos inclinamos, conduce a proponer
para tales DC un tratamiento simétrico y de signo contrario al que tendría el
caso del tipo de cambio creciente.
No obstante ello, en el siguiente cuadro intentaremos resumir el tratamiento
que correspondería atribuir a tales DC considerando también las normas
dictadas al respecto y los posibles criterios fiscales al respecto, conforme a
cada tipo de activo, pasivo y si la DC es positiva o negativa:
DIFERENCIA DE CAMBIO
PROVENIENTE DE:
POSITIVA
NEGATIVA
Activo Generador de Renta
Gravada (AGRG)
Gravada
Deducible íntegramente
Activo Generador de Renta
No Gravada, excepto
proveniente de Deudores
por Exportaciones gravadas
(AGRNG)
No gravada; se le deben imputar
gastos de administración y
financieros
No deducible (1)
Deudores por Exportaciones
gravadas
No gravada; solo se le deben
imputar gastos de administración
Deducible íntegramente (2)
Gravada (3)
Junto a los intereses
perdidos resultan deducibles
en la proporción que AGRG
+ Ds. por Exportaciones
gravadas representan en el
activo fiscal total
Pasivos
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(1) En aplicación de un criterio simétrico al caso de tipo de cambio (TC) creciente, podría
plantearse la pertinencia de hacer incidir este resultado en la imputación de gastos
administrativos y financieros, paliativamente en base a cifras de este ejercicio.
(2) Este tratamiento está regulado por el decreto 409/05 y como se aprecia, el mismo
constituiría una alteración del criterio de simetría aludido, priorizando, tal como el mismo lo
manifiesta, la adopción de medidas “…que coadyuven a mejorar las condiciones de
competitividad del sector exportador”.
(3) En aplicación de un criterio simétrico al caso de TC creciente, podría plantearse gravar
estas DC únicamente en la proporción que los AGRG + Ds. por exportaciones gravadas
representan en el activo fiscal total
Situación ante el IRAE
Aún cuando el IRAE resulta aplicable únicamente para ejercicios iniciados a
partir del 1/7/07, conviene destacar que el mismo no presenta cambios
respecto al tratamiento de las DC que ha sido descrito. Lo establecido por el
artículo 578 de la Ley 17.276 ha sido recogido por el artículo 25 del actual
Título 4 y por el inciso primero del artículo 62 del decreto 150/007. En tanto
que el tratamiento particular de la DC generada por deudores por exportación
ha sido recogido en el artículo 61 del decreto 150/007.
Envíe sus consultas al e-mail: [email protected]
(*) Integrante del Departamento Tributario del Estudio Rueda, Abadi & Pereira
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