Señal Coparmex 84 – Lic. Gerardo Gutiérrez Candiani Alternativas para derogar el IETU y comenzar la Reforma Hacendaria 04 - Julio - 2011 Coparmex sostiene que urge sentar las bases de una reforma hacendaria integral, por lo cual hace un llamado a las autoridades fiscales y a los legisladores federales para que deroguen el IETU, dejando solamente un ISR reformado, que incorpore los aspectos rescatables del otro gravamen, a fin de evitar los vacíos y excepciones que previamente limitaban el potencial recaudatorio. Desde el principio, cuando se estableció al IETU como impuesto de control complementario al ISR, se consideró como transitoria la permanencia de ambos impuestos. Ahora se dan señales de que ambos deben permanecer. Estamos revisando a detalle el diagnóstico que presentó el viernes pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a tres años de la implementación del régimen fiscal vigente. Sin embargo, consideramos que las razones para modificarlo son contundentes y existen alternativas viables para hacerlo sin perjuicio de las finanzas públicas. Nuestra solicitud responde a una demanda ampliamente extendida entre nuestros socios, las empresas y los contribuyentes en general, que ven afectadas de manera importante sus operaciones y potencial de desarrollo a causa del IETU La recaudación por concepto de IETU, por sí sola, represento en el 2010 el 0.34% del PIB, lo que equivale a 45,067 millones de pesos. En el análisis que muestra la Secretaría de Hacienda se señala que de la combinación de ISR-IETU, los recursos que se esperan obtener en el 2011 ascienden a 108 mil millones de pesos (61 mil millones por IETU y 47 mil millones por el efecto indirecto del IETU en el ISR. Los ingresos de 108 mil millones de pesos, pueden ser substituidos con diferentes acciones, tales como las siguientes: 1. En materia de impuestos al consumo, tan solo gravando entre 2 y 5 por ciento los productos que actualmente tienen tasa de 0%, se aumentaría la recaudación en hasta 40 mil millones de pesos, lo que equivale a un 0.28% del PIB. 2. En los tres niveles de gobierno deben emprenderse esfuerzos para mejorar la eficiencia recaudatoria. Las entidades federativas deben asumir el compromiso de alcanzar con ello un 0.40% del PIB adicional en los ingresos tributarios. 3. Como una medida que conlleve a fortalecer los ingresos públicos, los municipios deben hacer más eficiente el cobro del Impuesto Predial. Actualmente la captación por este concepto representa aproximadamente 0.20% del PIB, uno de los niveles más bajos en la OCDE y América Latina. Podría elevarse en 0.28 puntos porcentuales del PIB adicionales, es decir, 40 mil millones de pesos. Nuestro sistema de coordinación fiscal debe otorgar mayor relevancia al esfuerzo recaudatorio de las entidades y municipios. En los tres órdenes de gobierno, pero sobre todo en las entidades federativas, se deben implementar medidas que nos lleven a un mejor uso de los recursos públicos, con transparencia y rendición de cuentas que genere confianza en los contribuyentes. Hay disciplina fiscal, pero tener un gasto público eficiente sigue siendo una tarea pendiente y generadora de grandes ahorros. Una política tributaria promotora de la inversión y del crecimiento económico, se verá reflejada en un aumento de la recaudación. Hay una relación estrecha entre crecimiento y captación de ingresos, se necesitan crecimientos sostenidos del PIB. Hay que revisar y reformar el ISR a efecto de fortalecerlo en su captación de ingresos y que sea promotor de la actividad económica La simplificación contribuye a la competitividad de las empresas y la economía en su conjunto, lo cual incide a mediano y largo plazos en una mayor recaudación tributaria. Coparmex propone la autonomía del SAT y revisar a fondo toda la tramitología, a fin de facilitar el cumplimiento puntual de las obligaciones fiscales. 4. 5. 6. 7. Eliminar el IETU sin perjudicar a las finanzas públicas es perfectamente factible. Las razones para tomar la decisión no pueden desatenderse. El IETU provoca distorsiones que afectan la competitividad, la liquidez, la inversión y la creación de empleo: Duplica la carga administrativa para empresas y personas físicas con actividades empresariales y profesionales. Los más afectados son las Pymes, así como pequeños arrendadores y miles de contribuyentes que perciben sus ingresos por honorarios, en el sector privado y el público. Es sumamente complejo determinar una base para el ISR conforme a lo devengado y otra para efectos del IETU de acuerdo con lo efectivamente cobrado-pagado. Genera inequidades para varios sectores, al no permitirles deducciones vitales para sostener una dinámica de crecimiento. Es el caso de aquellos cuya principal erogación corresponde a pago de regalías y empresas que se financian con préstamos de terceros que generan intereses, lo cual desalienta la inversión. Restringe en alto grado la deducción de sueldos, salarios y contribuciones de seguridad social, a pesar del crédito correspondiente contra el IETU a cargo. Esto repercute en las empresas de servicios y todas aquellas cuyo principal costo es el de personal, lo cual va directamente en contra de la necesidad de generar más empleos. En el caso de la venta de activos fijos y terrenos adquiridos con anterioridad a la entrada en vigor del IETU, no se permite deducción alguna. Contrario al Impuesto al Activo, no es un gravamen complementario del ISR, que sea susceptible de recuperarse: representa un costo sin beneficio alguno para el contribuyente. No se puede acreditar inversiones por montos mayores a los ingresos gravables para el ISR del ejercicio. Otro freno a la inversión productiva. Se requiere de apertura a las inquietudes y propuestas de los contribuyentes, así como voluntad política para llegar a acuerdos sobre las alternativas viables, que están disponibles en diversas iniciativas de reforma impulsadas desde el sector productivo, incluyendo la de Coparmex, así como por la academia, gremios especializados, partidos políticos y en el Congreso de la Unión. El llamado que hace Coparmex a la Secretaría de Hacienda y a los legisladores federales es a tener sensibilidad y sentido de oportunidad, con una visión integral y no limitada al corto plazo. En la eliminación del IETU, para dejar un ISR equitativo y que funcione tanto en términos de recaudación como de eficiencia económica, tenemos una gran oportunidad para avanzar en la reforma hacendaria de fondo que urge para todos: los contribuyentes y el Estado; las empresas y los más necesitados; los gobiernos de hoy y del futuro, independientemente del partido político.