220-31368, mayo 15 de 2003 Ref: Quórum y mayorías asamblea general de accionistas sociedades anónimas cerradas. Se recibió su comunicación radicada bajo el número 074660, mediante la cual en su calidad de miembro de la junta directiva de una sociedad anónima de familia, mediante la cual solicita se respondan los siguientes interrogantes: 1. 2. 3. 4. Si es obligatorio que la junta directiva se reúna cada mes y si en caso contrario, el Presidente de la junta al no citar a reuniones está incumpliendo los estatutos. Los estatutos de esta compañía datan de antes de la ley 222 de 1995 y el máximo órgano social, nunca se ha pronunciado sobre las nuevas mayorías establecidas en la ley. Los estatutos actuales contemplan una mayoría calificada del 70% para reformas estatutarias. En punto a este aspecto, solicita se le informe si se puede modificar la periodicidad de las reuniones de la junta directiva a cada dos o tres meses, por mayoría simple o si ésta reforma requiere una mayoría calificada. En vista de las continuas discrepancias en la confección de las actas, ha solicitado se le permita el uso de grabadora para documentar lo ocurrido en las reuniones para así evitar la manipulación de la información por parte de la mayoría, derecho que la ha sido negado, por lo que solicita se le informe si es legal que se lo impidan. Que al ser miembro de la comisión para revisión del acto y no estar de acuerdo con algunos de sus apartes porque omiten cuestionamientos contra la administración, frente a la negativa de los otros dos miembros para hacer los cambios respectivos, qué procedimiento debe seguir pues no está dispuesto a firmar el acta en esas condiciones. Al respecto, los interrogantes planteados se responderán en su orden así: 1. Al tenor de lo dispuesto por el artículo 1602 del Código Civil, en concordancia con el artículo 4 del Código de Comercio, las estipulaciones de los contratos válidamente celebrados preferirán a las normas legales supletivas y a las costumbres mercantiles, presupuesto que determina la obligación del Presidente de la Junta Directiva para citar a los miembros a reunión por lo menos una vez por mes, sin perjuicio de que pueda sesionar por convocatoria de ella misma, del representante legal, del revisor fiscal, o de dos de sus miembros que actúen como principales. (artículo 437 del Código de Comercio). 2. El alcance de lo dispuesto por el artículo 68 de la ley 222 de 1995, está contenido en el oficio 220-60732 del 27 de 1996, proferido por esta Superintendencia que en su parte pertinente se transcribe:. “ Para el caso de las sociedades que tienen inscritas sus acciones en el registro que lleva la Superintendencia de Valores y las negocian en bolsa, la disposición que se analiza en materia de quórum establece como regla general, que este será la mitad más una de las acciones suscritas y permite sólo la posibilidad de pactar estatutariamente un quórum inferior; de manera que bajo ninguna circunstancia en tales sociedades podrá exigirse un quórum superior al indicado, como si podrán hacerlo las sociedades anónimas distintas de las mencionadas. Por consiguiente, salvo estipulación estatutaria que fije un quórum inferior, en este tipo de compañías habrá de darse aplicación a lo dispuesto por la ley sobre el particular. Por su parte en lo que a mayorías decisorias concierne, la norma es imperativa al determinar que en dichas sociedades las decisiones deberán tomarse por mayoría de los votos presentes, excepción exclusivamente hecha de los asuntos a que se refieren las disposiciones legales que la norma indica, lo que en primer lugar implica que a diferencia de las sociedades que no negocian sus acciones en el mercado público de valores, aquellas no pueden estipular ninguna mayoría decisoria diferente y en segundo, que en todos los casos es forzosa su aplicación.” En lo atinente a la mayoría que corresponde para la aprobación de las reformas estatutarias, debe reiterarse que la ley taxativamente precisó las decisiones que siendo competencia de la asamblea general de accionistas requieren para su adopción una mayoría decisoria deferente a la mayoría absoluta, excepción que no contempló las reformas estatutarias, por lo cual es obvio que éstas como cualesquiera otra decisión distinta a las que consagran los artículos 155, 420 numeral 5º y 455 del Código de Comercio, se han de aprobar con la mayoría de votos presentes en la respectiva reunión. Ahora bien, tratándose de sociedades cerradas, es decir aquellas que no negocien sus acciones en el mercado público de valores, debe tenerse en cuenta que la regla a la que se ha hecho alusión opera por vía subsidiaria o supletiva, toda vez que la disposición que la contiene deja en libertad a los particulares para estipular contractualmente mayorías decisorias superiores a la indicada. Esta circunstancia sumada al principio que consagra el artículo 39 de la Ley 153 de 1887 y según el cual, en todo contrato se entenderán incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración, lo que se traduce en que las nuevas leyes no pueden alterar las relaciones contractuales, salvo los casos exceptuados por la misma ley, implica que si en sociedades de tal naturaleza constituidas con anterioridad a la expedición de la ley 222, se hallan estipuladas cláusulas que exijan un quórum o mayorías decisorias especiales para casos distintos a los que recientemente determinó la norma en cuestión, o simplemente en su momento se guardó silencio sobre el particular acogiendo implícitamente disposiciones legales pertinentes, serán dichas cláusulas o normas legales las que deban aplicarse, hasta tanto la voluntad de las partes expresada a través del máximo órgano social decida modificarlas. Así mismo, en las sociedades de este tipo que con posterioridad a la expedición de la Ley se constituyan, se dará aplicación a lo dispuesto por el artículo 68 en materia de quórum y mayorías decisoria, salvo que en los estatutos se estipulen condiciones diferentes.” En consecuencia, si la sociedad a la que hace referencia su consulta, es una sociedad anónima cerrada, por no tener inscritas sus acciones en bolsa, el quórum y mayoría para realizar cualquier modificación estatutaria, de acuerdo con lo expuesto, son los previstos en los estatutos para adoptar reformas estatutarias. 3. 3. La inquietud correspondiente a la posibilidad de grabar las reuniones de asamblea, también fue por este Despacho en sentido afirmativo mediante oficio 220-000773 del mes de enero de 2002, documento que podrá consultar en la pagina de internet de esta superintendencia, www.supersociedades.Gov.co, en el que en su parte pertinente se transcribe: “ Basta con reparar en el hecho de que los socios tienen derecho a impugnar las decisiones sociales y en que las decisiones a impugnar constan en las actas, para concluir sin mayores esfuerzos que cuando se pretende discutir judicialmente la fidedignidad del acta, cuestión de común ocurrencia en las sociedades, por conflictos entre socios o entre grupos de éstos, resulta evidente que la documentación individual con que uno de ellos quiera verificar lo que consta en un acta, puede ser uno de los medios de prueba más relevantes a considerar, partiendo de un supuesto básico, a saber, que la discusión judicial acerca de la veracidad o fidedignididad de un acta se refiera a aspectos relevantes de la reunión desde el punto de vista del contrato social, como corresponde al ejercicio serio y legítimo, esto es, no abusivo, del derecho a impugnar judicialmente las decisiones sociales o a controvertir la confiabilidad de las actas” . 4. En cuanto al procedimiento a seguir cuando no se esta de acuerdo con algunos apartes debido a que se omiten algunas intervenciones, es preciso acudir a los artículos 189 y 431 del Código de Comercio, disposición esta última que alude a la materia, autor y contenido del acta. A este respecto conviene transcribir el encabezamiento del esta última norma, en donde se lee: “ Lo ocurrido en las reuniones de la asamblea se hará constar en el libro de actas” , de tal manera que si el documento no refleja fielmente lo ocurrido en la reunión podrá no ser suscrito.