220-83545 Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad

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220-83545
Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 378545, en la cual alude a la sociedad
NOVALAR S. A., y manifiesta que por la difícil situación económica que atraviesa la misma, se ha convocado a
varias reuniones extraordinarias a la asamblea general de accionistas, con el fin de tomar una decisión relacionada
con su disolución y liquidación, pero que no se han podido llevar a cabo por falta de quórum.
Hace mención del artículo 15 de sus estatutos que prevé la mayoría calificada del 70% para realizar reformas, se
refiere también a los artículos 31 y 32 y con base en ellos consulta "si por tratarse de Asamblea Extraordinaria de
Accionistas puede ser válida la decisión mayoritaria de los presentes y no la mayoría calificada del 70% establecida
en los estatutos de la sociedad".
Sobre el particular, en cuanto hace relación al quórum y mayorías decisorias, incluyendo en ellas las que son
necesarias para llevar a cabo reformas estatutarias en las sociedades por acciones (artículo 68 de la Ley 222 de
1995), esta Superintendencia se ha pronunciado en diversas oportunidades, por lo cual y con el fin de dilucidar su
inquietud, me permito transcribir las partes pertinentes:
"… Dada la precisión del tenor literal de la disposición contenida en el inciso segundo del artículo 68 citado que
establece de manera categórica la mayoría decisoria para el caso de las sociedades anónimas que negocian sus
acciones en el mercado público de valores, sin permitir que ésta pueda ser objeto de variación por los particulares,
estima este despacho que sin necesidad de acudir a otros modos de interpretación, de ella se desprende que su
carácter es eminentemente imperativo y por lo mismo independientemente del querer de los destinatarios, de
obligatorio cumplimiento".
"… En lo atinente a la mayoría que corresponde para la aprobación de las reformas estatutarias, debe reiterarse
que la ley taxativamente precisó las decisiones que siendo competencia de la asamblea general de accionistas
requieren para su adopción una mayoría decisoria diferente a la mayoría absoluta, excepción que no contempló las
reformas estatutarias, por lo cual es obvio que éstas como cualesquiera otra decisión distinta a las que consagran
los artículos 155, 420 numeral 5 y 455 del Código de Comercio, se han de aprobar con la mayoría de los votos
presentes en la respectiva reunión".
"Ahora bien, tratándose de sociedades cerradas, es decir aquellas que no negocian sus acciones en el
mercado público de valores, debe tenerse en cuenta que la regla a la que se ha hecho alusión opera por
vía subsidiaria o supletiva, toda vez que la disposición que la contiene deja en libertad a los
particulares para estipular contractualmente mayorías decisorias superiores a la indicada".
"Esa circunstancia sumada al principio que consagra el artículo 39 de la Ley 153 de 1887 y según el
cual, en todo contrato se entenderán incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración, lo
que se traduce en que las nuevas leyes no pueden alterar las relaciones contractuales, salvo los casos
exceptuados por la misma ley, implica que si en sociedades de tal naturaleza constituidas con
anterioridad a la expedición de la ley 222, se hallan estipuladas cláusulas que exijan un quórum o
mayorías decisorias especiales para casos distintos a los que recientemente determinó la norma en
cuestión, o simplemente en su momento se guardó silencio sobre el particular acogiendo
implícitamente el quórum o las mayorías decisorias que para entonces determinaban las disposiciones
legales pertinentes, serán dichas cláusulas o normas legales las que deban aplicarse, hasta tanto la
voluntad de las partes expresada a través del máximo órgano social decida modificarlas. Así mismo, en
las sociedades de este tipo que con posterioridad a la expedición de la ley se constituyan, se dará
aplicación a lo dispuesto por el artículo 68 en materia de quórum y mayorías decisorias, salvo que en
los estatutos se estipulen condiciones diferentes".
"No sucede lo mismo en el caso de las sociedades con acciones inscritas en el mercado público de valores, pues
como atrás quedó expresado, la disposición que a ellas concierne en tratándose de mayorías decisorias, tiene un
indiscutible carácter imperativo que impone su obligatoria aplicación, aún sobre la voluntad de los contratantes".(
Oficio 220-60732 del 27 de diciembre de 1996).
En este orden de ideas, teniendo en cuenta que la sociedad NOVALAR S. A., se constituyo antes de entrar en
vigencia la ley 222 citada y partiendo de la base de que no negocia sus acciones en el mercado público de valores,
es claro entonces que la mayoría decisoria indispensable para que la Asamblea General de Accionistas pueda
proceder a realizar una reforma estatutaria, es la consagrada en el artículo 15 de los estatutos sociales, cual es "el
voto de un número plural de personas que represente al menos el setenta por ciento(70%) del capital suscrito"
(Artículo 31, literal c),
Es de anotar, que la mencionada mayoría es de carácter eminentemente imperativa y por lo tanto de obligatoria
aplicación, la cual se predica en cualquier clase de reunión, independientemente de que la misma tenga carácter
ordinaria, extraordinaria o especial, hasta tanto el máximo órgano social, reunido conforme las normas legales y
estatutarias pertinentes decida lo contrario, mediante la modificación del contrato social.
Ahora bien, en el evento en que en reunión extraordinaria citada para ese fin, no se hubiere conseguido la mayoría
requerida para modificar los estatutos, en lo que concierne con la disolución de la compañía y teniendo en cuenta
lo afirmado en su comunicación, en el sentido de que la sociedad afronta una difícil situación económica, es
pertinente que se determine si la misma se encuentra incursa en la causal de disolución contemplada en el
numeral 2 del artículo 457 del Código de Comercio, esto es "Cuando ocurran perdidas que reduzcan el patrimonio
neto por debajo del cincuenta por ciento del capital suscrito".
De darse esa situación, no se requeriría la mayoría referida pues en ese caso la disolución no es una reforma
estatutaria, consecuencia de la voluntad autónoma del órgano social, sino el reconocimiento de un supuesto de
hecho que la ubica en esa circunstancia, en cuyo caso los asociados deberán declarar disuelta la sociedad por
ocurrencia de la causal mencionada, para posteriormente proceder a elevar a escritura pública dicha situación e
inscribir el documento respectivo en el registro mercantil.
"No obstante, los asociados podrán evitar la disolución de la sociedad adoptando las modificaciones que sean del
caso, según la causal ocurrida y observando las reglas prescritas para las reformas del contrato, siempre que el
acuerdo se formalice dentro de los seis meses siguientes a la ocurrencia de la causal" (artículo 220 ibídem).
En los anteriores términos se ha dado contestación a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del
presente pronunciamiento son los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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