Manzanelli_Carne vacuna argentina

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Carne vacuna argentina: conservar la marca
Durante décadas Argentina fue reconocida por dos aspectos: ser el mayor consumidor
de carne vacuna del mundo y, al mismo tiempo, ser uno de los principales exportadores
mundiales de este producto. Sin embargo, actualmente solo logra conservar uno de estos
títulos, ya que ha ido perdiendo relevancia en el comercio internacional de carnes
debido a diversos factores, principalmente internos. En los siguientes párrafos
describiremos el efecto negativo de las regulaciones gubernamentales sucesivas que ha
sufrido la cadena y las oportunidades que se presentan a partir de la evolución que han
experimentado los sistemas de comercialización, las primeras experiencias de
integración y la llegada de nuevos operadores mundiales del negocio cárnico (bien).
Estructura del sector
El stock ganadero argentino está compuesto por unas 50 millones de cabezas (FAO
Statistic, 2008), distribuidos especialmente en la región pampeana y el NEA, al tiempo
que la agricultura sigue desplazando a la ganadería principalmente hacia provincias
como Santiago del Estero, Salta y Formosa. Es hacia estas provincias donde se
direccionan las nuevas grandes inversiones ganaderas extensivas; sin embargo en la
zona pampeana las inversiones ganaderas se orientan especialmente hacia los
confinamientos (feedlots).
Anualmente se faenan unas 13,5 millones de cabezas, produciéndose unos 3 millones de
toneladas de carne (FAO Statistic, 2008). Solamente el 15% se destina al mercado
externo, lo que permite mantener los aproximadamente 70 kg que se consumen por
habitante. Las exportaciones argentinas superaron en 2009 las 420.000 toneladas,
generando ingresos por 1.600 millones de dólares. La industria frigorífica argentina
emplea a más de 30.000 personas en todo el país (Mercado de la carne vacuna en
Argentina, INTA, 2003).
Entre los principales exportadores mundiales de carne vacuna, actualmente Argentina
ocupa el quinto o sexto lugar, en un ranking liderado por Brasil, Australia, India,
Estados Unidos y Uruguay.
Desde hace algunos años el Mercosur viene posicionándose como una de las regiones
con mayores posibilidades de abastecer una demanda creciente de carne. Esto se apoya
en factores como: los límites de capacidad productiva de Australia y Nueva Zelanda, la
aparición del BSE en Estados Unidos y Canadá; y la baja producción de la Unión
Europea, la cual se ha convertido en importador neto de carnes. En línea con esto,
arribaron en los últimos años al país los grandes jugadores mundiales del procesamiento
de carne (JBS, Marfrig, Cargill), los cuales coexisten ahora con los frigoríficos y
matarifes nacionales, la mayoría de ellos orientados al mercado doméstico.
En ambos grupos (orientados al mercado domestico o externo) ante un escenario de
avance de la agricultura y de baja rentabilidad y desaparición de productores ganaderos,
es notable la tendencia al autoabastecimiento a través de confinamientos propios
(feedlots) proceso que se intensificó gracias a través de un mecanismo de subsidios,
ahora sin efecto.
Regulaciones
Para simplificar el análisis, las regulaciones podrían dividirse en dos grupos:
comerciales y sanitarias y actualmente, corresponden al ámbito de aplicación de dos
organismos de contralor: la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario
(ONCCA) y el Servicio de Sanidad Agroalimentaria (SeNaSA).
Existe en Argentina un doble estatus sanitario, según sea el destino final del producto
(consumo interno o exportación). En este punto resultan de particular relevancia (y
diferencia) los sistemas de trazabilidad del producto.
En cuanto a las regulaciones comerciales, la situación se torna más compleja. El
gobierno nacional ha recurrido frecuentemente a tomar medidas intervencionistas sobre
este mercado, debido a cuestiones de tipo culturales que rodean al alto consumo de
carne vacuna en el país. Actualmente el gobierno ha venido alternando entre
prohibiciones temporarias de exportaciones (abril/mayo 2006), cupos de exportación
(2006, 2007 y principios de 2008), incorporación de licencias o ROE (Registro de
Operaciones de Exportación), exigencia de encaje productivo exportador desde 2008,
entre otras.
Logística y coordinación de la cadena
Aproximadamente el 80% de las plantas frigoríficas se encuentran ubicadas en las
provincias pampeanas, que concentran casi el 90% de la faena del país. Es por ello que
resultan de importancia los movimientos de hacienda que se efectúan entre las distintas
provincias, ya sea directamente para su faena (del campo al frigorífico) o para su
comercialización y posterior reenvío a la planta (Mercado de la carne vacuna en
Argentina, INTA, 2003).
La faena total se caracteriza por un alto grado de atomización ya que el 10% de la
misma la efectúan 5 empresas y el 20% corresponde a otras 10, el perfil de estas últimas
es netamente exportador.
La comercialización de la hacienda en pie se realiza a través de remates ferias (9%),
directa estancia con o sin intervención (60%), consignatario directo (4%) o a través del
Mercado de Concentración de Hacienda Liniers, donde confluye la oferta y la demanda
de hacienda con destino al consumo interno y se fija el precio de las distintas categorías.
Este luego será utilizado como referencia en los distintos canales de comercialización y
en la hacienda con destino de exportación.
La comercialización tradicional de carne en el mercado interno se basó durante décadas
en el traslado de la media res salida de la planta faenadora y transportada hacia cada
boca de expendio en camiones refrigerados. Sin embargo la comercialización sufrió
grandes cambios, las carnicerías en los grandes centros urbanos han disminuido y se han
incorporado nuevos operadores, como las carnicerías integradas y los supermercados.
Ambos han afianzado el producto con marca tanto en las góndolas como en algunos
restaurantes especializados.
Capítulo especial merecen los supermercados, quienes, ya sea con sus propias plantas
faenadoras o como usuarios, detentan hoy un gran poder de negociación sobre los
distintos actores de la cadena. Estará en la capacidad de los managers de la cadena
diseñar estrategias para enfrentar este nuevo escenario.
Referencia
a
la
tabla?
Tabla 1: Algunos métodos para controlar el riesgo en el precio (Robert E. Taylor, El
Sistema de comercialización, Revista Hereford, 1998)
Método
Comentarios
Buenas prácticas de
manejo
Obtener una combinación de costos bajos y mayor productividad,
logrando así precios de equilibrio más bajos. Los productores con
precios de equilibrio menores pueden obtener rentabilidad inclusive
cuando los precios del mercado son relativamente bajos.
Compra y venta continuas
durante el año
El productor obtiene un precio cerca del promedio para todo el año.
Evita vender solamente en mercados deprimidos.
Comprar y vender en el
mismo
El productor conoce más a fondo los costos y mercado.
Beneficios de comercialización. Cuando se usan varios mercados por
primera vez, siempre surgen variables desconocidas.
Distribución geográfica de
la hacienda
Los precios del mercado varían en las distintas regiones de Estados
Unidos. Los mercados altos y bajos permiten alcanzar un promedio;
también reducen los riesgos que impone el clima.
Sociedades
Distribuye el riesgo en dos o más segmentos de la industria de la carne,
pero también permite que los productores compartan más beneficios
potenciales.
Propiedad retenida
El productor puede sacar ventaja de la superioridad genética en cuanto a
mayor peso más allá de la fecha corriente de venta.
Tratos contractuales
El precio se fija al hacer el
contrato.
Base establecida - precio a
opción del cliente
Proporciona un precio de mercado en una fecha futura de modo que se
pueda calcular el beneficio neto antes de la entrega de la hacienda.
Uso de futuros
Uso de opciones
Modalidades de comercialización sin desarrollo en Argentina para
mercados ganaderos.
Comentarios finales
La cadena de ganados y carnes, debido al carácter de bien-salario de la carne, ha
enfrentado recurrentemente periodos de intervención gubernamental. Lo anterior ha
venido disminuyendo la previsibilidad para todos los actores y ha afectado la
rentabilidad del sector. Estos efectos tienen una especial trascendencia en una cadena
que, además de involucrar elementos biológicos, tiene un ciclo particularmente largo
(prácticamente entre 2 y 3 años pensando en sistemas eficientes).
Las experiencias de integración de la cadena se encuentran en una fase primaria, pero el
arribo de los nuevos operadores mundiales del procesamiento de carnes seguramente
estimulará distintos tipos de acuerdos, principalmente con los ganaderos. Tal vez sea
esta la manera de salvar y compartir los riesgos ante un escenario nacional inestable,
consolidar los sistemas de producción en las nuevas áreas colonizadas (despidiéndose
de los lugares donde la agriculturización ganó espacio) y responder a las crecientes
demanda interna y externa.
Así, seguramente serán las alianzas estratégicas las que permitan superar aquellas
ineficiencias que se detectan en la cadena donde se unen productores y procesadores,
generando un nuevo paradigma en la comercialización del producto carne que pasa de
ser un commodity a un speciality, reafirmando “la marca” del país productor de la mejor
carne vacuna del mundo.
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