Los sofistas eran unos pensadores griegos que estaban vinculados con Atenas, su actividad se desarrolla en los últimos años del siglo V a.C mientras la guerra del Peloponeso se desarrollaba. Juntos nos formaban una escuela, pero sí comenzaron juntos una revolución intelectual en la que se dejó de lado la Physis (deidad primordial de la naturaleza) y el cosmos, adentrándose en el estudio filosófico del hombre. Los sofistas más destacados y estudiados actualmente son; Protágoras, Pericles y Gorgias. Estos pensadores, entran en la Areté política, más concretamente en el estudio de la democracia, a través de la educación, la virtud, la retórica, el hombre, la ciencia, las convenciones sociales, etc. En cuanto a la forma de enseñanza y de utilización el conocimiento, los sofistas no creían en el ideal de la verdad absoluta y priorizaban el concepto de utilidad, es decir, utilizaban el conocimiento o la información según les convenía en ese momento, por eso su filosofía derivó en el escepticismo y en el relativismo subjetivo, para ello utilizaban el carácter funcional del lenguaje para conseguir la razón en todo momento, lo que era llamado como la erística o el arte de persuadir, ya que esta práctica podía equivaler a que una causa injusta pareciera justa Sócrates, fue contemporáneo de lo sofistas, y considerado por la sociedad como uno de ellos, vivió en Atenas durante toda su vida, se dedicó a la reflexión filosófica y a su enseñanza pública, esta actividad centrada en la crítica rigurosa y libre, molestó a muchos por ello fue acusado de corrupción ideológica y condenado a muerte, su pretensión era justamente superar la sofista y recuperar el respeto por la verdad; Sócrates se empeñó en difundir la posibilidad de una ética edificada sobre el cimiento de la virtud. Sobre su pensamiento, no sabemos prácticamente casi nada sino aquello que sus alumnos dejaron plasmado, ya que no dejó ninguna obra escrita, Sócrates identificaba la virtud con el conocimiento, es decir, no se puede hacer lo justo si no se conoce, pero también es imposible dejar de hacer lo justo una vez que se conoce, él, anima a sus discípulos a la virtud porque esta es el bien supremo para el ser humano sin el cual no podemos ser felices, en definitiva, no existe felicidad sin virtud; y la virtud es la condición necesaria y suficiente para la felicidad. En cuanto a la relación con la actualidad, podemos ver reflejados los principios de los sofistas en el ámbito político, sobre todo en el español, donde los gobernantes, realizan diversos discursos y campañas intentando hacer comprender a la sociedad que ellos son los adecuados para encargarse del poder y liderar al país, muchos incluso, consiguen hacer creer a una parte de la sociedad que son los adecuados o que sus políticas han cambiado desde el año anterior prometiendo soluciones que nunca cumplen, al igual que pensaba Sócrates esto ocurre o la gran desinformación que existe, sobre todo de parte de los más adultos, ya que muchos continúan votando al mismo partido político que sus padres o al mismo de toda la vida porque “más vale malo conocido que bueno por conocer” esto hace que la situación española no cambie, y ahora mismo cuando el cambio es más necesario que nunca ya que llevamos desde 2008 metidos de lleno en una crisis económica que ha conseguido que el país se vea desfavorecido en todos sus ámbitos dejando a muchas familias sin ingresos. Actualmente se da un situación en la que se busca el bien personal de cada uno, sin ver si realmente es justo o no, los políticos no piensan en la comunidad ni en la mejoría de esta, sino en su propio bien, un caso reciente es el famoso caso Cifuentes, donde la alcaldesa de la Comunidad de Madrid, ha falsificado un documento sobre sus propios estudios, donde establecía que había realizado un máster llamado “Administración Pública y Dirección de Empresas”, el cual nunca cursó, pero tras estas acusaciones, la presidenta Cifuentes, no se retira del cargo, sino que permanece en él hasta que ha salido a la luz un vídeo en el que se muestra como la entonces dipitada madrileá que ocupaba el cargo de vicepresidenta primera de la Asamblea de Madrid cogió dos botes de crema, los cuales no habían sido pagados, tras esto, la presidenta renunció a su cargo público; este caso, nos enseña como es más importante la reputación de uno que una mentira que ha sido utilizada para llegar a un cargo público como es la Presidencia de la Comunidad de Madrid, que además es la capital del país, podemos observar entonces que actualmente sólo se busca una buena reputación personal como hacían los sofistas y no el bien de toda la comunidad como quería Sócrates.