No todo «más» corresponde al magis La celebración anual de la festividad de San Ignacio de Loyola, fallecido hace 460 años, nos ofrece un marco propicio para analizar uno de los aspectos más relevantes de la vida y la espiritualidad del fundador de los jesuitas. Carlos Julio Cuartas Chacón* Izquierda Ícono de San Ignacio de Loyola, tarjeta, Robert Lentz, Bridge Building Images, Inc. actualidad Derecha Ilustración de autor desconocido publicada en jesuitinstitute.org 12 E s indiscutible la importancia que han alcanzado las redes sociales en la cultura actual. No solo tienen poder sobre amplias poblaciones, afectan el pensamiento de las personas, sus comportamientos, sino que pueden también consumir mucho tiempo y llegar a crear dependencias que resultan preocupantes. Sin embargo, como en los grandes supermercados, a veces uno encuentra, en medio de multitud de productos, cosas que valen la pena y que no estaban en la lista de aquello que buscábamos. Así me sucedió con una referencia que hallé sobre el magis, esa palabra en latín, asociada estrechamente a san julio 2016 Ignacio de Loyola y su espiritualidad. Se trataba de una nota breve, que apareció originalmente en el sitio web de los jesuitas de España, sobre el escrito del P. Darío Mollá, S.J., “El «más» ignaciano: tópicos, sospechas, deformaciones y verdad”, publicado en la serie de cuadernos de Cristianisme i Justícia (No. 78, Barcelona, 2015). Dicho comentario empezaba así: “La palabra magis, en latín, significa «más». Es una palabra muy típica de la espiritualidad ignaciana pero también es uno de los conceptos que más se ha prestado a confusión o tergiversación”. Esta afirmación, por supuesto, era una invitación obligante a la lectura del texto citado, que por fortu- na se encuentra disponible en internet (www.jesuitas.es), y en el cual se hace una revisión, en el contexto de la espiritualidad ignaciana, del genuino sentido del vocablo, reducido a veces a una idea equivocada de excelencia o superioridad, porque no todo «más» corresponde al magis. Lo primero que hace el Padre Mollá al iniciar su reflexión, es plantear claramente su cuestionamiento al respecto. “Cuando mi madre comunicó a sus amigas y vecinas que yo iba a entrar a la Compañía de Jesús, -recuerda el autor-, abundaron dos comentarios: «Esos son los que más saben, los más listos…» y «Esos son los que más dinero tienen…”. A estas frases que sirven de epígrafe al primer apartado, le siguen unos planteamientos con los cuales el autor describe la “percepción popular” o los “tópicos” que no sin razón, dice él, se han arraigado entre la gente: “Los «más» en el orden de los conocimientos, los «más» en el orden del poder económico… También se pensaba y se piensa Hoy en la Javeriana Textos Ignacianos - EE. 20. Postal – audiprol (España, 1991) Carátula de la publicación de Cristianisme i Justicia – Colección EIDES No. 78, con el ensayo del P. Darío Mollá (Barcelona, 2015). Con su escrito, el Padre Mollá, según él mismo lo indica, trata de responder a una pregunta concreta: “¿Cuándo, cómo y por qué el «más» ignaciano dejar de ser el de la radicalidad evangélica e ignaciana y se pervierte en el «más» de un proyecto mundano, voluntarista, autocentrado y orgulloso?”. La lectura de su texto puede servirnos para tener “la comprensión verdadera del «magis» ignaciano”, que se fundamenta en “el amor a Cristo como fuente y alimentación, el discernimiento como criterio de aplicación, y el servicio como horizonte”. De ese magis se habla hoy en día, incluso en las redes sociales. Es el mismo que conocieron los contemporáneos de Ignacio de Loyola, que germina una y otra vez en los Ejercicios Espirituales y da vida a la Compañía de Jesús. Cuatrocientos sesenta años después de la muerte del “Fundador y General”, ocurrida el 31 de julio de 1556 a los 65 años de edad, su luz orienta el camino de millones de personas que viven esparcidas por todos los rincones del planeta *Asesor del Secretario General. 13 actuali dad por muchos, entonces y ahora, que los citas de los Ejercicios Espirituales y las jesuitas somos los «más» influyentes… y Constituciones en las cuales, junto a también los «más» maquiavélicos… En lo la palabra «más», aparecen otras como bueno y en lo malo, los «más»… Incluso «solamente» y «todo» que evidencian la cuando en épocas relativamente recienradicalidad en las opciones de san Ignates perdimos influencia el comentario cio. Es importante subrayar que, como era «es que ya no son lo que eran»… Palo afirma el autor, “la espiritualidad rece que está unido ignaciana es una es“La palabra magis, en piritualidad fuerte… inevitablemente al latín, significa «más». Es que se toma en seser jesuitas el ser los una palabra muy típica de rio el seguimiento «más» y que cuando la espiritualidad ignaciase pierde el «más» se de Jesús…, que pide na pero también es uno de pierde identidad de los conceptos que más se que la persona ponjesuitas”. ha prestado a confusión o ga todo su empeño y Es bueno recordar todas sus posibilidatergiversación”. de dónde proviene des (las que sean) en la idea o el concepto del «más» ignajuego en lo cotidiano de su vida. Y una ciano. De todos es conocida la sigla espiritualidad que cree en el proceso y AMDG formada a partir de la expreen el progreso de las personas, y que, sión en latín Ad maiorem Dei Gloriam, por lo tanto, no se resigna al conformisreconocida como lema de la Compañía mo y al estancamiento”. de Jesús, que en español corresponde a En su trabajo, el Padre Mollá, no solo “A la mayor gloria de Dios”. Pues bien, plantea algunas “dificultades y sospeel Padre Mollá nos ofrece una serie de chas que suscita el «más»”, sino que también enuncia sus tres “notas más auténticas”. Afirma el autor que “el «más» ignaciano nace y se alimenta del agradecimiento; tiene horizonte y referencia: Jesucristo; y pide una mediación imprescindible: el discernimiento. A continuación, formula cuatro aclaraciones, así: “El «más» ignaciano no es voluntarismo, sino respuesta agradecida; no es hacer «más», sino hacer más gratuitamente; es «más» identificarse con Cristo y sus valores; es priorizar a los «más» pequeños”.