REVISIÓN DE TEMA Cirugía de cáncer de seno: pasado, presente y futuro Mauricio Tawil* Alberto Escallón** Lilian Torregrosa*** * Profesor titular de cirugía, Departamento de Cirugía, Pontificia Universidad Javeriana. Correspondencia: Hospital Universitario San Ignacio, oficina 718, Teléfono: 232 1823 ** Profesor emérito de cirugía, Departamento de Cirugía, Pontificia Universidad Javeriana. *** Profesor instructor de cirugía, Departamento de Cirugía, Pontificia Universidad Javeriana. RESUMEN La cirugía constituye uno de los pilares fundamentales del tratamiento del cáncer de seno; las resecciones radicales han disminuido cada vez más y, paralelamente, las alternativas de tratamiento complementario han tomado mucha más fuerza. El siguiente artículo ilustra la evolución en el tiempo de conceptos básicos en la terapia del cáncer mamario y la influencia que estos nuevos conceptos han tenido sobre el tratamiento de las pacientes del Hospital Universitario San Ignacio. Palabras clave: cáncer de seno, historia, tratamiento, cirugía. EL PASADO Era prehastediana Las descripciones de cáncer de seno, desde la más temprana literatura médica conocida, indican que la enfermedad ha sido una entidad relativamente común a lo largo de la historia. La primera referencia se encuentra en el papiro de Smith (3000 - 2500 a.C.); posteriormente, aparecen observaciones acerca de la enfermedad en los trabajos de Hipócrates (460-370 a.C.) quien diferenciaba entre tumores benignos y malignos, y de Galeno (31-203) quien atribuía la enfermedad a una manifestación local de la “melancolía” causada por exceso de bilis negra en el cuerpo y recomendaba la remoción completa de la glándula afectada, en la primera descripción histórica de una cirugía para el tratamiento del cáncer. El griego Leonidas, de la escuela de Alejandría, realizó la primera descripción detallada de una mastectomía, técnica que fue utilizada ampliamente durante los siguientes mil quinientos años. Ya en 1296, Lanfranc, el padre de la cirugía francesa, popularizó la mastectomía en las escuelas de medicina europeas como el estándar de manejo de los tumores mamarios. Para la época, los tumores se presentaban en estadios muy avanzados con ulceración e invasión ganglionar extensa. Los riesgos de la cirugía sobrepasaban los de la enfermedad y, por esto, gran número de pacientes fueron manejadas con “soporte constitucional” sin recibir ningún tratamiento quirúrgico. En el Renacimiento se emplearon métodos brutales y mutilantes de tratamiento quirúrgico; durante los siglos XVI y XVII se diseñaron instrumentos para comprimir la base del seno con el fin de facilitar su amputación y se describieron múltiples técnicas, algunas de las cuales implicaban remoción digital del tejido mamario a través de una incisión en la piel (figura 1). Figura 1. Instrumentos utilizados en las amputaciones mamarias. (Tomado de “The breast” Kirby I. Bland, Edward Copeland III). Durante el siglo XVIII y hasta los albores del siglo XIX, un gran conservatismo y pesimismo prevalecía en la literatura médica y en la práctica de los cirujanos de la época con respecto al cáncer de seno. A pesar de ello, se desarrollaron los principios técnicos de la mastectomía y del vaciamiento ganglionar. En 1865, Richard von Volkmann (Alemania) propuso la resección amplia del seno con piel, fascia y músculo, y sir Charles Moore del Middlesex Hospital de Londres describió la técnica de la mastectomía radical en 1867, apoyado en los conceptos de importantes cirujanos de la época como Joseph Lister y Samuel Gross. Vinieron, entonces, el desarrollo de la anestesia general, la antisepsia y el microscopio, el nacimiento de la patología celular y las descripciones del comportamiento de las células malignas y su origen en los epitelios, hechos fundamentales que permitieron aplicar la observación histológica del tumor a la cirugía de seno y elevaron la práctica de esta última a una disciplina científica. La evolución de un método estandarizado, efectivo y mundialmente aceptado para el tratamiento del cáncer de seno sólo se logró con los esfuerzos de William S. Halsted (figura 2) quien estructuró la cirugía como una disciplina científica aplicada a una rigurosa metodología de procedimientos, por lo cual se le considera el fundador de la cirugía moderna. Los fundamentos de la “escuela halstediana” permanecieron vigentes hasta finales del siglo XX. Figura 2. William S. Halsted. (Tomado de “The breast” Kirby I. Bland, Edward Copeland III). Era hastediana La primera mastectomía radical se llevó a cabo en Glasgow por Joseph Lister (1867) quien extirpó un tumor de seno a su hermana. Posteriormente, en 1882 William Halsted a quien se considera el pionero de la cirugía en cáncer de seno, inició la práctica rutinaria de la mastectomía radical, técnica que por primera vez mejoró en forma significativa la supervivencia de las pacientes y el control de la enfermedad. Halsted fue seguido de cerca por Willy Meyer (figura 3) quien inició el empleo rutinario de la técnica nueve años después (1891); los dos publicaron su experiencia con la técnica de la mastectomía radical el mismo año (1894) por lo que aún se mantiene la polémica entre historiadores sobre quién merece el crédito de ser quien desarrolló dicha técnica. La supervivencia a 10 años era de 10% pues los tumores se encontraban generalmente muy avanzados. Figura 3. Willy Meyer (Tomado de “The breast” Kirby I. Bland, Edward Copeland III.). La mastectomía radical fue conocida en la época como el prototipo de cirugía oncológica en la que lo esencial era la extirpación amplia de todos los tejidos afectados por tumor o las áreas sospechosas. La remoción de los ganglios axilares durante el procedimiento se basaba en el concepto de que la diseminación del cáncer de seno ocurría en forma escalonada: primero a los ganglios axilares y, de allí, a la circulación sistémica. La descripción original de la técnica incluye la remoción de toda la glándula mamaria afectada en un solo bloque con el músculo pectoral mayor y el contenido ganglionar de la axila (figura 4), seccionando el músculo pectoral menor y cubriendo el defecto en piel con un colgajo. Figura 4. Cáncer de seno avanzado En 1951, J.A. Urban del Memorial Sloan Kettering de Nueva York amplió la operación a la mastectomía radical ampliada la cual incluía la pared torácica anterior a nivel de la cadena mamaria interna. Umberto Veronesi del Instituto Nazionale per lo Studio e la Cura dei Tumori de Milán fue un importante ponente del método, hasta que los resultados de un importante estudio internacional demostraron la ineficacia del mismo. A partir de este momento, este cirujano se convirtió a la cirugía conservadora del seno de la cual es hoy en día uno de sus más notorios defensores. Entre 1953 y 1956, los doctores Wangesteen y Lewis de la Universidad de Minnesota realizaron un procedimiento aún más radical que los anteriores conocido como mastectomía suprarradical o ultrarradical el cual incluía la disección de la base del cuello, de ambas cadenas mamarias internas y de los ganglios mediastinales. Este procedimiento elevó la mortalidad operatoria a 13%, sin beneficiar la supervivencia de las pacientes por lo cual rápidamente cayó en desuso. Con la implementación de la mastectomía radical en 1894, se elevó la supervivencia de 4 a 29% (a 5 años), por lo cual fue la modalidad preferida de tratamiento hasta pasada la mitad del siglo XX. La mastectomía radical modificada fue descrita hacia la mitad del siglo XX por Patey del Middlesex Hospital de Londres (1948). La técnica preservaba el músculo pectoral mayor buscando un mejor resultado estético pero conservando los principios de cirugía oncológica. Esta operación fue acogida por Handley del mismo hospital y, por eso, se reconoce como la mastectomía radical modificada de Patey-Handley. En 1963, Auchincloss del Presbyterian Hospital de Nueva York describió una modificación técnica que consistía en una mastectomía simple con disección axilar de los niveles inferiores de la axila, respetando el ápice y la grasa que rodea los vasos axilares y los músculos pectorales. La operación de Patey y Auchincloss son las técnicas empleadas actualmente en casos de tumores avanzados. George Crile, Jr., de la Clínica Cleveland planteó la mastectomía simple con actitud visionaria quirúrgica en la década de los sesenta y, posteriormente, la mastectomía segmentaria acompañada de radioterapia y vaciamiento axilar; esta triple combinación se denomina “tratamiento conservador del seno”. Veinte años más tarde, en 1980, U. Veronesi de la escuela europea propone la mastectomía conservadora y la cuadrantectomía; empiezan a aparecer estudios en Londres, Milán, Francia y Estados Unidos con resultados comparables en cuanto a recurrencia y supervivencia entre la cirugía radical y la cirugía conservadora. El mayor de estos estudios es el de Bernard Fisher del National Cancer Institute (1991) quien inicia el protocolo B-06 del National Surgical Adjuvant Breast and Bowel Project NSABP en el que se concluyó que las pacientes podían ser tratadas en forma segura con cirugía conservadora del seno y radioterapia. Este concepto derrumbó finalmente el paradigma halstediano vigente por más de 100 años. Radioterapia En Europa aparece la primera propuesta de radioterapia en cáncer de seno, la cual nace en la Fundación Curie de París en 1930 y es adoptada por parte de la comunidad científica europea acompañando la cirugía conservadora, cuando en América aún se consideraba que el método ideal de tratamiento era la mastectomía radical modificada. El concepto de cirugía radical perduró en América hasta la década de los ochenta, momento en que se incluyó la radioterapia como parte del tratamiento conservador del cáncer de seno. Quimioterapia En la década de los setenta se empezaron a utilizar agentes quimioterapéuticos en pacientes con cáncer metastásico de seno y, poco a poco, se empezaron a ver resultados favorables en cuanto a supervivencia. Esta primera modalidad se denominó quimioterapia paliativa. Aparecieron después otras modalidades utilizando los nuevos agentes disponibles; en casos de enfermedad localizada temprana, la quimioterapia adyuvante (postoperatoria) y en casos de tumores avanzados, la quimioterapia neoadyuvante (preoperatoria), que persisten hasta la fecha. Hormonoterapia Se ha utilizado desde hace más de cien años, cuando se publicaron los primeros casos de ooforectomía en pacientes con cáncer metastásico de seno. En las últimas décadas se han sintetizado sustancias que logran una castración farmacológica sin necesidad de una intervención quirúrgica. Al identificar la expresión de receptores de estrógenos y progesterona en las células mamarias, se desarrollaron bloqueadores competitivos de los mismos que han permitido la manipulación hormonal de las pacientes con cáncer de seno. Figura 5. Mastectomía radical de Halsted (Tomado de “The breast” Kirby I. Bland, Edward Copeland III). M.R.M. 1980 M.R. 1960 Figura 6. Mastectomía Bilateral (radical y radical modificada) EL PRESENTE Resecciones mamarias La tendencia actual en el manejo de tumores mamarios está enfocada a preservar el tejido mamario sano, realizando resecciones que sean oncológicamente seguras. La cirugía conservadora se ha implementado paulatinamente a nivel mundial, predominantemente en los países que cuentan con programas de tamizaje mamográfico lo que permite una detección de tumores más pequeños, susceptibles de manejo conservador (figura 7). Figura 7. Cirugía conservadora del seno (derecho) En estadios tempranos I y II, los resultados de los estudios internacionales publicados en noviembre de 2002 con seguimiento de 25 años no muestran diferencia significativa en la supervivencia a largo plazo entre la cirugía conservadora y la mastectomía radical modificada. Sin embargo, en tumores avanzados T3 y T4, la mastectomía sigue siendo la modalidad terapéutica de elección. Vaciamiento axilar Así como la cirugía conservadora busca preservar el seno disminuyendo las implicaciones estéticas de la cirugía de cáncer, se ha desarrollado una línea de investigación centrada en la utilidad diagnóstica y terapéutica del vaciamiento axilar. Se busca utilizarlo en aquellos casos en que es completamente necesario; para identificar ese subgrupo de pacientes que realmente se benefician de la extracción ganglionar, se ha propuesto el método del “ganglio centinela”. Este método se basa en el concepto de que el ganglio centinela es el primer ganglio que drena un tumor primario y su detección mediante colorantes o radioisótopos permite extraerlo y analizarlo en busca de metástasis que, de estar presentes, indicarían la necesidad de vaciamiento axilar, pero si están ausentes evitarían un procedimiento innecesario que conlleva una morbilidad tan alta como de 30%. A nivel mundial, la técnica se encuentra en fase de implementación y algunos grupos la están utilizando de forma rutinaria en pacientes con tumores tempranos T1. Reconstrucción mamaria Durante muchos años, los procedimientos reconstructivos se realizaban en un segundo tiempo quirúrgico y se limitaban a las pacientes que insistían en mejorar su estética corporal. El concepto de que la reconstrucción inmediata podría “enmascarar” o dificultar la detección de una recidiva tumoral desapareció debido a que los estudios no mostraron diferencia en la recurrencia local y regional entre las pacientes con y sin reconstrucción. Esto hizo que la reconstrucción inmediata se convirtiera en el estándar de manejo actual de las pacientes mastectomizadas que desean el restablecimiento de su anatomía mamaria. La reconstrucción inmediata tiene las ventajas de realizarse durante una misma hospitalización y tiempo quirúrgico lo cual disminuye los costos totales de atención; además, disminuye el impacto psicológico y social cuando se comparan estas pacientes con las llevadas a reconstrucción tardía (figura 8). Figura 8. Reconstrucción mamaria inmediata con colgajo de dorsal ancho. Mastectomía con preservación de piel Inicialmente la remoción de la glándula se acompañaba de resecciones amplias de piel y colgajos de espesor muy fino lo cual producía un pobre resultado estético. Posteriormente, las incisiones fueron disminuyendo y al aparecer evidencia de que la cantidad de piel sana resecada no afectaba en mayor grado la recurrencia local, se empezaron a proponer técnicas para preservarla. Hoy en día, la técnica de mastectomía con preservación de piel se ha convertido en el procedimiento de elección para pacientes con diagnóstico de cáncer de seno temprano, lo cual permite minimizar el sacrificio de piel sin compromiso de tumor con lo cual se obtienen resultados estéticos muy favorables al facilitar la reconstrucción inmediata del seno (figura 9). Es un procedimiento oncológicamente seguro que no aumenta los riesgos de recurrencia local ni regional, ni interfiere con la terapia adyuvante postoperatoria. Figura 9a. Mastectomía con preservación de piel. Figura 9b. Reconstrucción completa después de mastectomía con preservación de piel. Radioterapia La radioterapia se utiliza actualmente en todos los casos de cirugía conservadora y después de mastectomía radical modificada cuando las pacientes cumplen uno o más de los siguientes requisitos: tumor inicial mayor de 5 cm, más de 4 ganglios axilares positivos o bordes de sección comprometidos o cercanos al tumor (menos de 5 mm). La braquiterapia, que constituye un método de radiación localizada, se utilizó por primera vez en el Centro Javeriano Oncológico en el 2001. Las características operativas se describen a continuación. Proceso para el tratamiento con braquiterapia Implementación de la técnica La colocación de las agujas debe ser realizada por personal entrenado que conozca la anatomía del sitio que se va a irradiar; a veces esto se hace con la ayuda de imágenes diagnósticas. En nuestra institución se ha implementado la técnica utilizando moldes en gelatina que copian la anatomía del sitio por irradiar, ideados por los doctores Tawil y Torregrosa (figura 10). Figura 10. Moldes de gelatina utilizados en la planeación de la inserción de agujas de braquiterapia. Planeación Tiene como objetivo el cálculo de la dosis y la localización de los implantes, ya que una vez que se administre la radiación, el tratamiento no se puede rectificar, debido a que el material no se metaboliza. El procedimiento incluye: • realización de tomografías las cuales deben ser axiales y secuenciales, con el objetivo de planear la localización de los catéteres con respecto a la masa y al tejido perilesional; • reconstrucción de imágenes en tercera dimensión, y • simulación con una fuente ficticia con el propósito del calcular las dosis por suministrar al tejido tumoral basado en el tipo histológico, tamaño y estructuras adyacentes, delimitándose los órganos de interés y los sitios de riesgo (figura 11). Figura 11. Simulación de la braquiterapia en TAC Es importante delimitar el volumen del tejido que va a ser irradiado, que se considera como el volumen tumoral o blanco. Éste se compone de: 1) volumen del tumor neto; 2) área que está en riesgo por posible extensión regional del tumor, y 3) margen adicional que corresponde al de los movimientos del paciente. El volumen está dado en las tres dimensiones del espacio, por lo que el cálculo se realiza con la reconstrucción de imágenes que es llevada a cabo en un equipo simulador. Aplicación del tratamiento Inicialmente se colocan las rejillas y catéteres en el sitio por irradiar. Este procedimiento se lleva a cabo en las salas de cirugía o en la sala de braquiterapia con anestesia local o regional, teniendo en cuenta los cálculos preoperatorios de la localización de los catéteres en relación con el tejido enfermo. Posteriormente, las agujas se cambian por catéteres de plástico que se conectan a la fuente de radiación (robot) que utiliza iridio como isótopo. Finalmente, se realiza la activación de la fuente y la administración de la dosis calculada (figura 12). Figura 12. Administración del tratamiento a través de los catéteres Utilidad de la braquiterapia Las aplicaciones actualmente documentadas en cáncer de seno son: • en recidiva local después del tratamiento conservador; • en pacientes que se niegan a tratamiento quirúrgico; • en neoplasias localmente avanzadas después de radio y quimioterapia; • como único método de radioterapia en pacientes seleccionadas; • en pacientes en protocolos prospectivos de cirugía conservadora que comparan la radioterapia de toda la mama con la radioterapia perilesional. Quimioterapia y hormonoterapia Inicialmente la quimioterapia se limitaba a las pacientes con ganglios axilares positivos; posteriormente se amplió su uso a la gran mayoría de tumores y actualmente está indicada en todos aquellos mayores de 1 cm. Los parámetros de quimioterapia neoadyuvante y adyuvante están basados en protocolos estrictos del Centro Javeriano Oncológico. El tamoxifeno se utiliza ampliamente en pacientes que expresan positividad de receptores hormonales; ha sido especialmente útil en pacientes posmenopáusicas, pobres candidatas a quimioterapia. Imágenes diagnósticas Indudablemente uno de los mayores avances en el diagnóstico del cáncer de seno viene de la detección precoz de los tumores, la cual ha sido facilitada por la mamografía de tamizaje. Su uso ha sido extendido en Norteamérica pero en Colombia no es aún obligatorio. El diagnóstico de tumores en estadios tempranos se ha dado por el hallazgo en la mamografía de microcalcificaciones sin masa, cuya extirpación puede hacerse por vía quirúrgica o estereotáctica. El complemento de la ecografía ha sido otra ayuda fundamental para diferenciar la naturaleza sólida o quística de las lesiones, permitir el seguimiento de nodulaciones benignas y para evaluar pacientes con senos densos o pacientes menores de 40 años. La resonancia nuclear magnética ayuda a diferenciar lesiones indeterminadas o zonas cicatriciales confusas mamográficamente. Es útil, además, para evaluar el tejido glandular de pacientes con prótesis mamarias. COLOMBIA En Colombia, la primera mastectomía fue practicada por José Tomás Henao en 1888 en Manizales. La mastectomía radical fue implementada en el Instituto Nacional de Cancerología por Juan Jacobo Muñoz. Hospital Universitario San Ignacio El doctor Alberto Escallón fue pionero de la cirugía mamaria en el Departamento de Cirugía del Hospital San Ignacio, cuya estadística quirúrgica refleja claramente los conceptos sobre cáncer de seno que predominaban en el momento (tabla 1). Tabla 1 Tipo de cirugía Mastectomía radical Mastectomía radical modificada Mastectomía simple de limpieza Cuadrantectomía Tumorectomía con vaciamiento axilar Resección de fibroadenoma Enfermedad fibroquística Hospital San Ignacio 21 21 7 4 1 67 103 Otros Total hospitales 83 29 21 2 1 97 134 104 50 28 6 2 164 237 Debido al pobre desarrollo de las imágenes diagnósticas mamarias, se practicaban resecciones de todas las masas o nodulaciones que aparecían en el seno, gran parte de las cuales eran benignas. En cirugía de cáncer, predominaba la mastectomía radical de Halsted. La mastectomía simple o de limpieza constituía un método paliativo para mejorar las condiciones de vida de las pacientes con tumores extremadamente avanzados quienes se presentaban con lesiones ulceradas malolientes, infectadas y muy dolorosas. El pobre desarrollo del concepto de cirugía conservadora se ve reflejado en el escaso número de cuadrantectomías con vaciamiento axilar. Mastectomía radical modificada A finales de los años setenta (1975) cambió el concepto halstediano de cirugía radical y se adoptó la técnica de la mastectomía radical modificada, lo cual tuvo como consecuencia una disminución en la morbilidad operatoria. Desde ese momento, no se volvieron a presentar en el servicio los antiguos casos de linfedema incapacitante secundario al vaciamiento radical de la axila. Durante veinte años, las operaciones de cáncer mamario estuvieron limitadas a resecciones completas del seno; infortunadamente, la información acerca del seguimiento de estas pacientes es escasa, ya que muchas de ellas eran enviadas a otras instituciones para el tratamiento complementario. 1995 - 1999 Durante estos años se realizaron 145 cirugías para cáncer mamario, en las que predominó el uso de la mastectomía radical modificada debido a que la mayoría de las pacientes se encontraba en un estadio avanzado de la enfermedad (estadio III). El seguimiento de estas pacientes fue completo en 35% de los casos y se encontró 92% de las pacientes en remisión completa de su enfermedad. A partir de la creación del Centro Javeriano Oncológico el cual permite ofrecer un tratamiento integral con quimioterapia, radioterapia, psicología y soporte psicosocial, se ha logrado iniciar un registro de pacientes que permitirá un seguimiento más cercano de las mismas. Cirugía conservadora A partir de 1980 se iniciaron los primeros casos de cirugía conservadora (cuadrantectomía y vaciamiento axilar acompañados de radioterapia), la cual constituyó el 10% de la cirugía mamaria hasta 1999. A partir de 2000, momento en que se constituye la Clínica de Seno, se ha implementado el uso de la cirugía conservadora siguiendo la tendencia mundial. Hoy en día, estas operaciones corresponden al 28,4% de las cirugías del servicio (tabla 2). Tabla 2 Estadística actual MR Dr. Escallón MRM Cuadrantectomía Reconstrucción Total 104 50 6 0 1995-1999 0 2000-2002 0 160 104 6 11 121 98 39 13 150 La cifra en aumento refleja las características de las pacientes que últimamente han consultado al hospital, quienes acuden con tumores más pequeños, detectados precozmente, lo cual es consecuencia del uso creciente de las campañas de tamizaje y prevención en el país. Esta cifra refleja, además, los estrictos criterios que rigen la selección de pacientes para este tipo de tratamiento. Los cuales son: tumores en estadios I y II, relación seno/tumor favorable, posibilidad de radioterapia postoperatoria, ausencia de multicentricidad y cosmética aceptable. Reconstrucción mamaria Se ha implementado el uso de la reconstrucción mamaria, que inicialmente se hacía en un segundo tiempo quirúrgico, y que actualmente se ha incorporado como la parte reconstructiva de la cirugía inicial y se realiza en el mismo acto operatorio. Mastectomía con preservación de piel La técnica quirúrgica se ha implementado a partir de 2001, momento en que la literatura mundial mostró la seguridad oncológica de la misma. Se han intervenido 15 casos, todos ellos con reconstrucción mamaria inmediata utilizando tejido autólogo y, en algunos casos, prótesis adicionales. Esta operación constituye una alternativa alentadora para aquellas pacientes que requieren mastectomía debido a las características del tumor que presentan, ya que el resultado estético es superior al de la mastectomía convencional seguida de reconstrucción. Los criterios actuales para la selección de pacientes a este tipo de tratamiento incluyen: tumores en estadios T1 y T2 e indicación de mastectomía. Ganglio centinela Esta línea de investigación fue creada en 1997, con la utilización de azul de metileno para buscar el ganglio centinela. Durante cuatro años se implementó la técnica utilizando la inyección peritumoral en cuatro cuadrantes con colorante al 3% y a partir de 2000 se inició la curva de aprendizaje con la técnica de inyección periareolar subdérmica en la que últimamente se emplea azul de metileno al 5% con resultados comparables a los encontrados en la literatura mundial con el azul de isosulfán y el “azul patente” cuyos costos y disponibilidad han limitado su uso en nuestro país. Se va a completar la experiencia utilizando la técnica combinada de tinción y marcación con radioisótopos, con lo cual culminaría la fase de aprendizaje y se iniciaría la aplicación clínica de la técnica en pacientes seleccionadas (figura 13). Figura 13. Ganglio centinela. Clínica de seno En los últimos años se ha desarrollado la Clínica de Seno, proyecto que ha incorporado al manejo del cáncer de seno los siguientes aspectos: • Manejo multidisciplinario por las especialidades quirúrgicas (cirugía general, cirugía plástica, ginecología), oncología radioterapia, psicología, enfermería, clínica del dolor y rehabilitación; este concepto refleja la tendencia mundial a tratar estas pacientes en un centro de alto nivel de complejidad en el que se cuenta con todos los recursos para la atención integral del cáncer; • Desarrollo y participación en protocolos de investigación locales e internacionales; • Examen genético y consejería genética; • Registro de cáncer y seguimiento de las pacientes a largo plazo, y • Continuo soporte y colaboración científica del Breast Health Center, Barnes Jewish Hospital de la Universidad de Washington (St. Louis) y el grupo de cirugía oncológica de la Universidad de Arizona (Tucson). EL FUTURO Vinieron a comienzos de los noventa: adelantos fundamentales en el conocimiento de la biología molecular del cáncer de seno, desarrollo de agentes quimioterapéuticos y de técnicas de irradiación. El desarrollo de la hormonoterapia, inmunoterapia y terapia génica que han predominado a final de la década, se perfilan como el futuro del diagnóstico, prevención y tratamiento de estos tumores. En ningún otro cáncer se ha realizado tanta investigación y se han completado tantos esfuerzos clínicos como en el caso del cáncer de seno; en 2003 se completarán 45 años de ensayos clínicos al respecto. Los conceptos terapéuticos evolucionan con gran rapidez y es difícil vislumbrar la modalidad estándar de tratamiento en el futuro; sin embargo, ciertas tendencias se plantean desde ahora: • Optimizar las estrategias de tratamiento utilizando técnicas mínimamente invasoras para predecir respuesta y pronóstico. • Técnicas quirúrgicas cada vez más conservadoras. • Detección más temprana de los tumores por popularización de las modalidades de tamizaje. • Uso selectivo del vaciamiento axilar. • Uso selectivo de la radioterapia después de tumorectomía y cuadrantectomía. • Uso extenso de quimioterapia en todos los tumores invasores. • Desarrollo de marcadores pronósticos propios del tumor que guíen la terapia sistémica. • Desarrollo de nuevas medicaciones para adyuvancia sistémica (hormonoterapia). • Popularización de medidas profilácticas para pacientes de alto riesgo. • Utilización de perfiles de expresión génica. Actualmente gran número de pacientes reciben terapias adyuvantes que les ofrecen poco o ningún beneficio y tienen conocidos efectos adversos (fisiológicos, psicosociales, financieros). El objetivo futuro es identificar los pacientes que realmente se benefician de tratamiento adyuvante y para lograrlo será fundamental la información obtenida de las investigaciones en los campos de: • Evaluación in vivo de la respuesta tumoral al tratamiento. • Análisis genético. • Detección de micrometástasis (ganglio centinela y médula ósea) con nuevas técnicas que no sólo emplean hematoxilina-eosina sino inmunohistoquímica y RTPCR. BIBLIOGRAFÍA 1. Carlson G. Skin sparing mastectomy: anatomic and technical considerations. Am Surg 1996; 62: 151-5. 2. Carlson G, Bostwik J, Toncred M. Skin sparing mastectomy: oncologic and reconstructive considerations. Ann Surg 1995; 225: 570-85. 3. Kroll S, Schusterman M, Tadjalli H, Singletary E. 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