39 - Unión de Periodistas de Cuba

Anuncio
El periodismo en Cuba: La Revolución (Cap. 39)
Segundo Congreso de la
Upec/1966
Juan Marrero
Presidido por el pensamiento de Fidel Castro de
que “Los intereses del periódico deben estar
subordinados a los intereses de la Revolución”,
se efectuó los días 25 y 26 de noviembre de
1966 en el salón Sierra Maestra del Hotel
Habana Libre el Segundo Congreso de la Upec.
Asistieron 310 periodistas, 281 de ellos
delegados con pleno derecho en representación
de 59 delegaciones de todo el país.
Al pronunciar las palabras de apertura, en
nombre de la Comisión de Orientación
Revolucionaria del Partido Comunista, José
Fuertes señaló que en los tres años
transcurridos desde la celebración del Primer
Congreso la Upec no había lograr plenamente
cumplir con su papel social. Lo atribuyó a
métodos incorrectos de trabajo en la dirección
de la Upec, a un alto grado de apatía en las
delegaciones y de cierta manera también en la
masa periodística hacia su organización. Llamó por ello a los delegados a analizar
profundamente el pasado y sacar las experiencias necesarias para el futuro. No se trata, aclaró,
de destruir o liquidar a ninguno de los compañeros que de una u otra forma tuvieron la
responsabilidad de dirigir esta organización. De lo que se trata es de nuestra proyección hacia
el futuro, lo que debe ser la Upec, el trabajo que debe realizar, y junto a ello la selección de los
cuadros que estén en condiciones de realizar este trabajo.
Fuertes explicó que la Comisión Organizadora del Congreso había analizado detenidamente los
métodos democráticos que se aplicarían para la elección de la nueva dirección de la Upec.
Cada una de las delegaciones –dijo—hará las propuestas de los compañeros que en su criterio
reúnen las condiciones revolucionarias para estar al frente de la Upwx. Tomadas tales
propuestas por una comisión que al efecto se cree, se integrará la candidatura con 20
compañeros, de los cuales los delegados sólo podrán votar por 15 de ellos, es decir que en la
decisión de la asamblea estará la oportunidad de escoger, de entre los que la asamblea
proponga, aún de esas proposiciones, los que estimen con mejores condiciones, los que
estimen con posibilidad de realizar el mejor trabajo.
En manos de esta asamblea –agregó el funcionario partidista—está la decisión de quienes
deben dirigir a los periodistas, y estamos seguros de que saldrá la dirección que asegure los
métodos de trabajo correctos para llevar adelante las importantes tareas que la Revolución
encomienda a la Upec.
Como presidente de la Comisión
Nacional Organizadora del Segundo
Congreso, la cual estuvo integrada
por 18 compañeros, seis de ellos de
provincias, Ernesto Vera pidió
inicialmente a los delegados rendir
homenaje al periodista Marcos
Behmaras, quien había perecido en
un accidente durante una misión de
trabajo en la región oriental.
Behmaras muere a los 40 años de
edad y ya tenía acumulados
muchos méritos profesionales como
destacado periodista y humorista,
escritor de la radio y la televisión y
en funciones de dirección en
medios como Radio Progreso, Radio
Habana Cuba y el Instituto Cubano
de Radio y Televisión. “Marcos,
todos seguramente lo conocíamos de un modo u otro, unía características muy definidas que le
hicieron ganar el respeto y el cariño de nosotros. Era un compañero que había entregado su
vida a la Revolución desde muy joven y tenía un talento extraordinario para ese difícil género
de la sátira política que utilizó antes y después del triunfo revolucionario al servicio de la
Revolución”, expresó Vera.
Crítico y autocrítico resultó el Informe Central presentado al Congreso por la Comisión
Organizadora. Aludió a la carencia de experiencias en la creación de una organización
periodística con un contenido nuevo, a la inexistencia de recursos financieros, los que
dependieron sólo de la cotización de sus miembros, a la ausencia de un trabajo sistemático, a
diversas circunstancias que fueron contribuyendo a que ni siquiera la dirección efectuase sus
reuniones. “En esas condiciones –explicó Vera--, vencidos los mandatos y en la necesidad de
cumplir con los deberes impuestos de convocar al Congreso, además de asumir diversas
responsabilidades de carácter internacional que apremiaban, asumimos la presidencia de la
UPEC y fue tomada la decisión de disolver el Consejo Directivo y el Buró Ejecutivo, con el
propósito de poder incorporar a nuevos compañeros en las tareas de Dirección y de
organización de este evento”.
Vera detalló las múltiples tareas
internacionales que había tenido
que enfrentar la Comisión
Organizadora del Segundo
Congreso, entre ellas la Reunión del
Comité Ejecutivo de la Organización
Internacional de Periodistas (OIP)
efectuada en Trebon,
Checoslovaquia, en septiembre y el
VI Congreso Mundial de la OIP,
efectuado en Berlín del 10 al l5 de
octubre.
En esta etapa los vínculos de
colaboración entre la Upec y la OIP
se fortalecieron. Por vez primera,
un profesor cubano, Heriberto
Cardoso, de Santiago de Cuba, y
dos alumnos, Armando Boudet y
Luis Pérez, de Adelante y el
periódico Granma, respectivamente, participaron en Budapest en un curso del Centro
Internacional de la OIP. Cuba comenzó a cumplir sus deberes como afiliada a la OIP. Esta
organización comenzó a remitir a Cuba cámaras fotográficas, máquinas de escribir y otros útiles
necesarios para el trabajo periodístico que se vendieron a los periodistas cubanos. La iniciativa
cubana de proponer al venezolano Fabricio Ojeda como Premio Internacional de Periodismo
Julios Fucik fue acogida por la OIP y aprobada por su VI Congreso. La OIP se comprometió, por
otra parte, a auspiciar junto a la Upec y Prensa Latina la celebración en La Habana de un
Seminario de Periodistas Latinoamericanos. Cuba llevó la propuesta al VI Congreso de la OIP
de celebrar el siguiente en La Habana, lo que fue aprobado por todas las delegaciones.
Vera planteó asimismo ante los delegados al Segundo Congreso de la Upec que “el estímulo
externo nos ayudará en lo interno, pero consideramos indispensable que el esfuerzo nacional
garantice el éxito de nuestras tareas internacionales. Es una acción recíproca indisolublemente
unida”. Llamó, por ello, a crear la estructura ejecutiva y operativa que facilite impulsar el
trabajo de la organización.
“Cuando fue creada la Upec –dijo—se consideró innecesario el trabajo profesional de su
ejecutivo o de algunos de los cargos de éste. La vida nos ha demostrado que esto fue un error.
No es posible garantizar un trabajo sistemático, con una dirección compuesta exclusivamente
por compañeros que, con mayor o menor responsabilidad, deben trabajar cuando menos 8
horas diarias en otras funciones. ¿Puede la Unión de Periodistas de Cuba basar su trabajo
exclusivamente en un grupo de compañeros que le dan unas horas cuando pueden,
quitándoselas al sueño, al descanso, a la familia? Creemos que no. Por otra parte, ¿estamos en
condiciones de elegir un ejecutivo en que todos sus miembros pasen al trabajo profesional de la
organización? Creemos que no, también.”
Importantes decisiones adoptó este
Segundo Congreso sobre la vida
interna de la organización; entre
ellas:
*La profesionalización de los cargos
de Presidente y Secretario de
Organización
*Creación de delegaciones
provinciales con jurisdicción sobre
las delegaciones de base en sus
respectivos territorios.
(Entonces, se constituyeron buróes
provinciales en Oriente Norte,
Oriente Sur, Camagüey, Las Villas,
Matanzas y Pinar del Río).
*Los secretarios generales de los
buróes provinciales de oficio
formarán parte del Consejo Directivo Nacional.
*Cada afiliado cotizará un peso mensual a la organización.
*Se considera con derecho a pertenecer a la UPEC a todo aquel que se encuentre laborando en
actividades periodísticas en los momentos de la celebración del Segundo Congreso.
*Rebajar a un año de experiencia periodística continuada la condición para poder aspirar a ser
miembro de la UPEC en lo sucesivo.
El Segundo Congreso también aprobó la forma en que se procedería a elegir a 15 miembros del
Consejo Directivo, que se completarían con los seis secretarios generales de los buróes
provinciales.
Otro asunto planteado fue lo impropio del local de la sede central de la Upec, situado en la casa
ubicada en la calle 24 número 378, esquina a la avenida 23, en el Vedado. Aparte de su lejanía
de los principales centros periodísticos, esa casa no tenía las condiciones para el desarrollo de
la organización. Pocos días después del Congreso este asunto quedó resuelto y la organización
se instaló en la casa situada en 23 e I, cerca de La Rampa.
Temas como los planes de estudio de la Escuela de Periodismo y la superación de los
periodistas en activo tuvieron especial atención en el Segundo Congreso. La Comisión
Organizadora había ya efectuado discusiones con la Universidad de La Habana para coordinar
esfuerzos en ambos temas. Quedó establecido, a partir de entonces, que debían escucharse los
criterios de la Upec en lo concerniente a los estudios de periodismo en la Universidad de La
Habana y que este alto centro de estudios, a la vez, debía aportar profesores de las distintas
Facultades y Escuelas para organizar la superación de los periodistas en activo.
El Segundo Congreso aprobó una nueva Declaración de Principios y nuevos Estatutos.
La Declaración de Principios subraya que “los periodistas cubanos (…) afirmamos nuestra
decisión de superarnos ideológica, cultural y profesisonal”, y, en el orden internacional, expresa
el apoyo a las luchas de liberación nacional de todos los pueblos contra el imperialismo, el
colonialismo y el neocolonialismo, así como la solidaridad con todos los periodistas
democráticos y progresistas que luchan por la liberación nacional de sus pueblos, sin distingos
de ideologías o creencias religiosas. También expresa la defensa y apoyo a los derechos de los
periodistas latinoamericanos a decir la verdad a sus pueblos por todos los medios, incluso la
prensa y la radio clandestinas.
Por la Organización Internacional de Periodistas (OIP) asistieron al Segundo Congreso como
invitados el colombiano Marcos Tulio Rodríguez y el alemán Seep Fisher, secretarios de esa
organización. Ambos intervinieron en las sesiones del evento.
El Congreso adoptó otros acuerdos:
*Resolución especial de condena a la agresión del imperialismo norteamericano en VietNam y
de solidaridad con la lucha de ese pueblo para liberar el Sur, y defender y edificar el socialismo
en el Norte y reunificar su territorio. El Congreso hizo suyas las palabras de Fidel Castro de “Por
VietNam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre”.
*Resolución de apoyo a la Primera Conferencia de solidaridad de los pueblos de Asia, Africa y
América Latina (la Tricontinental), efectuada en La Habana en enero de 1966. También una
resolución de apoyo a la OSPAAAL, nacida durante la referida conferencia.
*Se pronunció por promover el intercambio de periodistas de la capital hacia las provincias y
viceversa, como vehículo de superación técnica y profesional.
*Instituyó la Orden Félix Elmuza para concederla a aquellos hombres cuya actitud al servicio de
la libertad, la justicia y la lucha contra el imperialismo y la explotación de los hombres, lo
merezcan. (Años después, al regularse por el Consejo de Estado el sistema de órdenes y
distinciones, la Félix Elmuza se convirtió en Distinción).
*Creó distintos premios periodísticos, entre ellos “Marcos Behmaras” (de humorismo),
“AngelBoán” (reportajes internacionales), “Juan Manuel Márquez” (trabajos relacionados con el
desembarco del Granma o cualquier hecho de la lucha del pueblo cubano por su liberación),
“Fernando Chenard” (trabajos fotográficos) y “José Martí” (trabajos literarios).
El Segundo Congreso eligió la siguiente directiva:
Buró Ejecutivo: Ernesto Vera, presidente, José Felipe Carneado, vicepresidente; Ramón
Perdomo, secretario de Organización; Eduardo Yassels, secretario de Relaciones Exteriores;
Mirta Rodríguez Calderón, secretaria de Educación y Cultura;Renaldo Infante, secretario de
Finanzas; y Roberto Agudo, secretario de Propaganda.
Integraron además el Consejo Directivo Ronal Suárez, José González Rivas, Juan Varela Pérez,
Aurelio Arteaga Marín, Mérido Gutiérrez Rippe, Rolando Castillo, Heriberto Cardoso, Santiago
Alvarez, Rodolfo Casals, Roberto Pavón Tamayo, Lázara Rodríguez Alemán, Elmer Rodríguez,
Aurelio Silverio y Edel Suárez.
Pronunció el discurso de clausura Raúl García Peláez, miembro del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y responsable de la Comisión de Orientación Revolucionaria.
Descargar