46 - Unión de Periodistas de Cuba

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El periodismo en Cuba: La Revolución (Cap. 46)
Foto de una sesión plenaria.
V Congreso de la Upec /1986
Juan Marrero
En medio del proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, se realizó en el Palacio
de Convenciones el V Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, los días 24, 25 y 26 de
octubre de 1986, con la participación de 540 delegados e invitados.
El lema del V Congreso, que contó con la presencia de Fidel Castro, fue «Por un periodismo
crítico, militante y creador».
Se discutió el documento «El periodismo en Cuba: situación actual y perspectivas» que fue
objeto de consideración en el IV Pleno ampliado de la Upec, efectuado en mayo, y del cual algo
contamos en el capítulo anterior. Ese documento fue posteriormente enriquecido y aprobado
en asambleas en todos los 93 colectivos periodísticos existentes en el país.
En el documento final, presentado al V Congreso, destacaba que las tareas de la prensa cubana
en el momento eran inseparables del empeño en que estaba enfrascada la sociedad, bajo la
dirección del partido, de rectificar errores, extirpar males y perfeccionar nuestro socialismo.
“Debemos contribuir a ese empeño –se expresó por el comité nacional preparatorio en la sesión
inaugural–, consagrándonos como nunca antes al trabajo, por medio de la orientación y
movilización de la opinión pública, al tiempo que nos transformamos en nosotros mismos, con
plena conciencia de las limitaciones, deficiencias e insuficiencias que aún tenemos. Seremos
más rigurosos con nuestras propias faltas que con las faltas ajenas, y eso fortalecerá nuestra
moral para abordar la crítica revolucionaria de la gestión social».
Fidel en medio de un grupo de delegados e invitados al Congreso.
La correcta aplicación de la política de cuadros en el sector, el trabajo de formación y
superación de los periodistas, la coordinación más estrecha de la prensa con todos los
organismos estatales y políticos, un intento para definir el papel y el lugar de la información en
nuestra sociedad, y una labor de dirección cada vez más calificada, precisa y exigente,
figuraban entre los puntos del documento discutido por el V Congreso.
«Junto a estos factores –se exponía en el documento central–, resultará siempre decisivo el
talento personal de cada periodista, su espíritu creador, la valentía, la inconformidad y la
decisión de indagar y poner los resultados de su trabajo al servicio de los intereses del pueblo».
El congreso se pronunció por hacer un periodismo de opinión más profundo y crítico, de
manera tal que no hubiese posibilidad de retroceso. «Será preferible ir despacio, pero con
pasos firmes, consolidando cada avance, con irrevocable voluntad de llevar esta labor hasta sus
fines superiores [...]. Todo el pueblo ha de ver que nuestros medios, como exponentes de la
revolución, no se quedan en la superficie de los problemas y son capaces de encararlos a
fondo, en forma constructiva, pero a la vez enérgica y sin más compromisos que con la verdad
y los principios», expresaba el documento
Al abordar el tema de cómo acrecentar el volumen y elevar la calidad de la información al
pueblo acerca de la obra de la revolución y de las dificultades y problemas en torno a su
ejecución, el documento central hizo, ente otros, los siguientes planteamientos:
• Nuestro periodismo debe informar y, al mismo tiempo, estimular la reflexión y el análisis.
• Continuamos adoleciendo de la falta de una sistemática política de divulgación de los
principales asuntos y acuerdos en la gestión legislativa y ejecutiva del estado que deben ser
informados al pueblo, lo que aconseja se designen voceros en la Asamblea Nacional del Poder
Popular, el comité ejecutivo del Consejo de Ministros, el grupo central y en cada organismo de
la administración central del estado. Los voceros tendrían la responsabilidad de informar a la
prensa nacional sobre cualquier asunto que requiera pronunciamiento público. A ellos compete,
de igual modo, asegurar el flujo de información a los corresponsales extranjeros acreditados o
en tránsito por nuestro país de modo regular.
Gabo en el V Congreso. Dialoga con Fidel, Magaly García Moré y Juan Marrero.
[La comisión número 1, que discutió este documento en presencia del Comandante en Jefe
Fidel Castro, cuyas observaciones y apreciaciones, en diálogo constante con los participantes
contribuyeron decisivamente al esclarecimiento y orientación de los numerosos asuntos
abordados, tomó el acuerdo, en relación con la recomendación sobre la designación de cuadros
especializados como voceros, que se continuara estudiando esta medida a fin de determinar en
qué instituciones resulta adecuado su establecimiento y obtener experiencias al respecto en
determinados organismos antes de proceder a su generalización].
• Lo real es que la mayoría de los ministros y jefes de organismos con mayor o menor cortesía,
evaden a la prensa y nadie habla tampoco en nombre de la institución.
• Subrayamos, por otra parte, la necesidad de que se desarrolle una política informativa
sostenida que permita dar cuenta de manera natural y no traumática, como suele suceder hoy,
de los movimientos de cuadros que se producen en el país.
• Insistimos en la participación más frecuente de dirigentes de organismos e instituciones, tanto
de proyección nacional como en provincias, en espacios radiales y televisados donde se
confronten con paneles de periodistas sobre temas específicos, en los que no se pretenda,
como ha señalado críticamente el compañero Fidel, someterlo a un examen exhaustivo de toda
su gestión. Estos espacios deben caracterizarse por su franqueza, su real interés, su carácter
analítico y por la seriedad de su preparación y ejecución.
• La cobertura de un evento, reunión o actividad de un organismo estatal o de una organización
política, social o de masas, es siempre una decisión de la dirección del órgano de prensa, y solo
a él compete decidir su publicación, con la exclusiva excepción de las cuestiones concernientes
a la defensa y la seguridad del país.
Respecto a cómo formalizar y profundizar la vinculación de los periodistas con el aparato del
estado, el documento central expuso lo siguiente:
• El vínculo entre los periodistas y las instituciones estatales debe dejar atrás la práctica de
«cobertura de un sector o un organismo» y también a proceder a la acreditación formal de
periodistas ante los organismos de la administración central del estado. Por acreditación
entendemos su participación habitual en reuniones internas, consejos de dirección o visitas de
control.
• Necesidad de considerar en especial la participación permanente de los directores de los
órganos de prensa nacionales en las reuniones del Consejo de Ministros, del comité ejecutivo y
del grupo central, así como la participación eventual en estas reuniones de los periodistas que
atienden determinados organismos. Su participación no tendría como objetivo informar
necesariamente sobre los acuerdos o decisiones de cada reunión, sino de dotar a estos
compañeros del necesario bagaje para su labor de dirección o para su análisis periodístico.
El documento debatido planteó también algunas medidas para mejorar el nivel de información y
especialización de los periodistas. Entre ellas:
• Encuentros al menos mensuales de los primeros secretarios de los comités provinciales del
partido y del comité municipal con los directores de los órganos de prensa provinciales y jefes
de corresponsalías nacionales y, trimestralmente, con todos los periodistas de la provincia.
• Informar a los directores de órganos nacionales sobre los principales temas discutidos por el
buró político y el secretariado que resulten de su interés.
• Organización de actividades de superación y especialización de los periodistas con
participación de los departamentos del aparato auxiliar del partido.
En relación con el ejercicio de la crítica en los medios de información se señaló que el objetivo
principal es que la crítica, en tanto que método de análisis y enjuiciamiento, aparezca y fluya de
modo natural en nuestra información periodística, como parte y estilo de esta. «El ejercicio de
la opinión y del criterio en la prensa –acordó el V Congreso– requiere dirección, orientación,
establecimiento de prioridades temáticas y adecuación a los perfiles de los órganos de prensa;
exigencia de exactitud y responsabilidad […]. Requiere también, y de modo muy particular,
pleno dominio de la coyuntura internacional y de la situación nacional en la que se enmarca el
fenómeno enjuiciado, de manera que nuestro trabajo no le haga el menor servicio al enemigo».
El documento en cuestión reprodujo unas palabras de Fidel sobre este tema: «Ningún enemigo
nos va a criticar mejor que lo que nos criticamos nosotros. Porque nosotros sabemos mejor que
nuestros enemigos dónde están nuestros problemas. Ellos ni lo saben. Incluso al enemigo le
quitamos las armas, lo dejamos sin armas. La Revolución no se ha debilitado en estos días con
motivo de las fortísimas críticas que se han emitido, no se ha debilitado, al contrario, yo creo
que la revolución se fortalece en procesos de esta índole en que rectifica errores».
Mucho énfasis se hizo en tal aspecto durante los debates del V Congreso. Ante el fenómeno del
llamado síndrome del misterio o mentalidad de mordaza motivados por la agresión, las
amenazas y el bloqueo imperialista contra Cuba, se consideró que eran preferibles los errores
de una comunicación amplia a los sinsabores del silencio.
Tener o no una ley de prensa, es decir, un instrumento jurídico, fue otro de los temas que se
trataron en el V Congreso. Se consideró continuar los estudios sobre si era o no necesario tener
una ley de prensa.
Julio Garcia Luis asumió la presidencia de la Upec.
Varias delegaciones de organizaciones de periodistas mundiales y regionales participaron en las
sesiones del V Congreso, entre ellas la de la Federación Latinoamericana de Periodistas,
encabezada por su secretario general Luis Suárez. También en las sesiones del Congreso estuvo
el escritor y periodista Gabriel García Márquez, entre otras personalidades invitadas.
El V Congreso eligió por el voto secreto una nueva Presidencia, que la encabezó Julio García
Luis, y de la que formaron parte Lázaro Barredo Medina, como vicepresidente, y Miguel Ángel
de la Guardia, Eduardo López Morales, Eduardo Yassels Ferrer , Juan Marrero González,
Guillermo Cabrera Álvarez, Cristóbal Martínez Hernández , Dolores Estévez Pérez , Miguel Rivero
Lorenzo*, Virgilio Martínez Gaínza , Sonia Franco García, Carlos Pildaín Prats*. Evaristo Sardiñas
Vera y Georgina Jiménez Villa . Otros 76 periodistas integraron el Comité Nacional de la Upec.
(*Tiempo después abandonaron el periodismo revolucionario).
Dado la importancia de este V Congreso, en el próximo capítulo ampliaremos sobre su
desarrollo y, en particular, las conceptualizamos expuestas por Fidel Castro en varias
intervenciones durante ese encuentro de los periodistas cubanos.
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