sumario EUROPEAN JOURNAL OF obstetrics & GYNECOLOGY AND REPRODUCTIVE BIOLOGY European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 Original La descarga de barorreceptores por oclusión carotídea no aumenta la frecuencia cardíaca en fetos ovinos Hobe J. Schrödera,b, Christian Rybakowskib, Klaus Eisermanna, Mikhail Tchirikova, Stephany Ostermannb Abteilung für experimentelle Medizin, Martinistr 52, 20246 Hamburgo, Alemania. a Universitäts-Fraueklinik, Martinistr 52, 20246 Hamburgo, Alemania. b Aceptado: 15 noviembre 1999 Resumen La descarga de barorreceptores por oclusión de la carótida no aumenta la frecuencia cardíaca en fetos ovinos. Objetivos: Valorar la hipótesis de que la reducción de la presión del seno carotídeo por oclusión de la carótida aumenta la frecuencia cardíaca en fetos ovinos. Diseño del estudio: Fetos ovinos (edad gestacional 121-132 días) se instrumentaron crónicamente con oclusores carotídeos bilaterales, catéteres y electrodos (ECG) para medir las presiones arteriales sistémica y del seno carotídeo (PSC) y la frecuencia cardíaca. Resultados: La oclusión bilateral de la carótida (OBC) aumentó la presión arterial media desde 46 ± 7 mmHg a 53 ± 8 mmHg (media ± DE), mientras que la PSC se redujo desde 44 ± 7 mmHg a 17 ± 7 mmHg. La frecuencia cardíaca fetal se redujo significativamente durante la oclusión, desde 186 ± 3,4 LPM a 159 ± 26 LPM (n=20). La infusión de adrenalina (8,5-20 µg/min/kg) o metoxamina (60-200 µg/min/kg) aumentó la presión arterial media desde 44 ± 6 a 61 ± 9 mmHg y la frecuencia cardíaca fetal se redujo desde 186 ± 30 a 132 ± 31 LPM (n=12). La OBC aumentó la presión arterial sistólica a 70 ± 11 mmHg, mientras que la presión del seno carotídeo se redujo a 31 ± 13 mmHg. Sin embargo, la frecuencia cardíaca media no aumentó significativamente (136 ± 18 LPM). Conclusión: Concluimos que, al contrario que en adultos, la oclusión de la carótida del feto ovino con la posterior descarga de barorreceptores no aumenta la frecuencia cardíaca, incluso cuando el valor reflejo ha sido activado por la hipertensión arterial. Es probable que la estimulación de los quimiorreceptores de la carótida evite la respuesta esperada de la frecuencia cardíaca mediada por los barorreceptores. © 2000 Elsevier Science Ireland Ltd. Reservados todos los derechos. Palabras clave: Feto ovino; Barorreceptores; Oclusión bilateral de la carótida; Adrenalina; Metoxamina; Barorreflejos. Introducción Se ha demostrado frecuentemente en fetos ovinos que los aumentos de la presión arterial sistémica (revisión en [1, 2]), por medio de vasoconstrictores (por ejemplo, adrenalina [3-7], metoxamina [3-8], angiotensina [2, 9, 10], vasopresina [8, 11] o mediante con balón intraaórtico [3, 12]) provoca una reducción de la frecuencia cardíaca fetal. Por el contrario, los descensos de la presión arterial (por nitroprusiato sódico [5]) o el bloqueo mecánico de la vena cava [13, 14], generalmente, pero no siempre, aumentan la frecuencia cardíaca fetal. La denervación simultánea de los cuerpos aórticos y de los senos carotídeos (que destruye las vías aferentes de los reflejos barorreceptores y quimiorreceptores) evitaron el descenso de la frecuencia cardíaca fetal, después de la inyección de fenilefrina [15] y tras la infusión de nitroprusiato aumenta la frecuencia cardíaca [14]. Se concluyó a partir de estos estudios que las decelaraciones de frecuencia cardíaca después de elevarse la presión se generan por grupos de barorreceptores, localizados principalmente en ambos senos carotídeos y en el arco aórtico. Se espera y se ha confirmado en adultos [16, 17] que la oclusión carotídea, que descenderá la presión del seno, aumente la frecuencia cardíaca. En el feto ovino, sin embargo, Wood [18] encontró que la oclusión bilateral de la carótida reducía la frecuencia cardíaca, lo que atribuyó a la posible activación de los quimiorreceptores carotídeos Schröder HJ, Rybakowski C, Eisermann K, Tchirikov M, Ostermann S. Unloading of baroreceptors by carotid occlusion does not increase heart rate in fetal sheep. European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology 2000; 92: 265-272 (usen esta cita al referirse al artículo). 148 H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 (cuerpos carotídeos). Esto indica que hay una interacción opuesta entre barorreceptores y quimiorreceptores en la región carotídea con una presión arterial sistémica normal. Nosotros quisimos investigar este efecto con presiones sistémicas elevadas, cuando los barorreflejos hayan sido activados por infusión de α-miméticos en la circulación fetal. Métodos Procedimientos quirúrgicos Se anestesiaron 21 ovejas gestantes (edad gestacional 121-132 días) mediante inyección intravenosa de barbitúricos (Trapanal®, 0,5 g/15 ml solución salina) y se mantuvieron anestesiadas después de la intubación mediante ventilación con 1-2% de halotano-oxígeno-N2O. Se realizó la intervención en condiciones estériles. La oveja se colocó en posición supina y se abrió el abdomen en la línea media. Se realizó una uterotomía simple (13 animales) cercana al hombro fetal y se exteriorizó una extremidad fetal. Se expuso la arteria media, se insertó un catéter PE (D.O. 1,0 mm) y su extremo se introdujo en la aorta para medir la presión arterial sistémica y las concentraciones de gases en sangre. Se adhirió un catéter del líquido amniótico a la piel del feto, como referencia de 0 de presión, y se colocó un electrodo de ECG subcutáneamente para registrar la frecuencia cardíaca. Se cerraron las heridas de la piel y se devolvió la extremidad al útero. A través de la misma incisión uterina se extrajeron la cabeza y el cuello fetal. En ocho animales (seis del grupo C, ver a continuación) se alteró el procedimiento anterior y se realizaron dos histerotomías para insertar catéteres en la arteria y vena femoral, respectivamente, en vez de insertar los catéteres en la extremidad. Para la preparación de las arterias carótidas y de la región del seno carotídeo se realizaron otros procedimientos quirúrgicos diferentes con mayores niveles de intervención quirúrgica. Esto se hizo para valorar la posibilidad de que los resultados se alteraran por la gravedad del procedimiento quirúrgico, especialmente por la ligadura de una arteria occipital (ver Discusión). En el grupo A (seis fetos), las arterias carótidas comunes de ambos lados se aproximaron lateralmente a nivel de la laringe. La superficie de las arterias carótidas expuestas (al menos a 0,5 cm proximales a la arteria lingual) se limpiaron con una torunda empapada con etanol al 96% para destruir las fibras de los nervios simpáticos perivasculares, que podían ser estimuladas mecánicamente por el inflado del oclusor. Se colocó un oclusor inflable (In Vivo Metric OC4A) alrededor de cada arteria. En un lado se diseccionó la vena yugular externa y se introdujo un catéter PE (D.O. 15 mm) en la vena cava superior. Los catéteres se fijaron a la piel, se cerraron las heridas y se devolvió la cabeza al útero, después de colocar un electrodo de ECG subcutáneamente en el cuello fetal. En el grupo B (cinco fetos), el procedimiento fue idéntico al descrito para el grupo A, con la única excepción de que se insertó otro catéter (PE, D.O. 1,0 mm) en la arteria lingual proximal de un lado (principalmente izquierda), dejando el extremo enfrente de la arteria carótida. Esto se hizo para detectar la presión intravascular que refleja la del seno carotídeo. En el grupo C (diez fetos) se insertaron un catéter en la arteria lingual, electrodos de ECG y un catéter en la vena cava, como en el grupo B. Además, se ligaron la arteria occipital y tres de seis ramas de una arteria carótida común y externa. Esto se hizo para evitar el flujo de sangre anastomótico entre la arteria vertebral y la arteria carótida externa. El nervio sinusal y otros nervios de esa región pudieron verse claramente durante la disección y se evitó dañar las estructuras neuronales. Se colocaron oclusores inflables alrededor de esta arteria carótida común y de la arteria carótida común contralateral. Se cerraron las membranas fetales y los músculos uterinos (dos capas), así como la fascia abdominal y la piel de la madre. La oveja y el feto se mantuvieron en recuperación al menos durante un día, bajo protección antibiótica apropiada (1 g/día de Claforán® a la madre por vía intravenosa y al feto por vía intraamniótica), los catéteres se lavaron diariamente con 1.000 unidades/ml de heparina en solución salina. Los experimentos se aprobaron por las autoridades locales sobre temas de experimentación animal. Procedimientos experimentales Se realizaron los experimentos dos a ocho días después de la cirugía (media 5 ± 1 día). Se midieron las presiones de las arterias fetales (aorta y arteria lingual) y del líquido amniótico (amplificadores trasductores de Gould con trasductores de presión P23 XL, Oxnard) y se registraron de forma continua con un sistema polígrafo (Servogor 462, Metrawatt). Los datos de la presión y las señales del ECG se registraron cada 60 minutos, cuando era necesario, con una base de datos y un sistema de evaluación computadorizados, con una tasa de muestreo de 250 Hz (MP100WS, Biopac). Se calculó la frecuencia cardíaca fetal a partir del electrocardiograma o de señales de presión arterial, dependiendo de la calidad de señal. Después de un período de control de 30 a 60 minutos, se inflaron los oclusores de la carótida a partir de jeringas llenas de líquido, siguiendo las instrucciones del fabricante. A veces, esto produjo la rotura de los oclusores y, posteriormente, se inflaron otros oclusores a partir de una botella a presión (1,2 bares por encima de la presión atmosférica). Los oclusores se distendieron secuencialmente o simultáneamente, durante 5 segundos o más (hasta 5 minutos) y se registraron las variables hemodinámicas fetales. Para los análisis estadísticos se determinaron la frecuencia cardíaca y la presión media (por encima de H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 250 Frecuencia cardíaca (lpm) 200 150 100 60 mmHg 50 40 30 Presión arterial media 20 10 0 60 50 Presión arterial sinusal Oclusión 40 mmHg la presión amniótica media), como medias de un período de 40 segundos inmediatamente anterior a la oclusión y durante la oclusión, después de haber establecido los valores. Estas fases estables duraron al menos 20-50 segundos (dependiendo de la duración de la oclusión) y las medidas se tomaron siempre 60 segundos después de comenzar la oclusión. Después, se administraron a doce fetos dos vasoconstrictores para elevar la presión arterial. A través del catéter venoso, se infundieron metoxamina (250-200 µg/min/kg del peso fetal actual, cinco animales) o fenilefrina (8,5-20 µg/min/kg, siete animales) disueltas en solución salina, en tasas constantes de 0,5-2,5 ml/min. Se eligieron dosis diferentes para obtener varias presiones y respuestas de la frecuencia cardíaca. Puesto que se aplicaron varias dosis de α-miméticos al mismo animal, la presión media y la respuesta de la frecuencia cardíaca no se calcularon de las medias del animal, sino de las veintidós observaciones. Cuando la elevación de la presión comenzó a nivelarse, ambos oclusores se inflaron durante 1 minuto. Se observaron la presión del seno carotídeo, la presión arterial y la frecuencia cardíaca y se repitió, a veces, la oclusión bilateral de la carótida (OBC), como se muestra en la figura 2. En cinco de estos fetos (11 observaciones) sólo se infló un oclusor en un estudio de infusión separado. A veces, los experimentos de infusión en un animal se repitieron en días diferentes. Se extrajeron muestras de sangre arterial (1 ml) para hacer el análisis de gases en sangre, durante el control inicial. Al final de los experimentos, el feto y la oveja se mataron con la solución de eutanasia T-61® (Hoechst), inyectada por vía intravenosa. Los fetos fueron pesados, secos, y se realizó una autopsia para verificar la posición y función de los catéteres vasculares, de los electrodos y de los oclusores. Se hicieron análisis estadísticos usando la aplicación Statística® (Statsoft, Tulsa). Los datos se presentan como medias ± DE, cuando no se indica otra cosa. Se utilizaron ANOVA y el test de la t de Student, pareado y no pareado, para establecer las diferencias. El nivel de rechazo fue p>0,05. El número de animales y de observaciones varió a veces, debido al mal funcionamiento del oclusor y del catéter. 149 30 20 10 0 -20 -10 Act. 10 20 -20 -10 No act. 10 20 Tiempo (segundos) Figura 1. Respuestas de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial (media de 2 s) a la oclusión bilateral de la carótida del feto ovino. Las oclusiones duraron de 50 a 80 segundos y los datos corresponden al descenso o aumento de la presión sinusal. Los datos son de 5 animales (grupo B, 2; grupo C, 3) donde la oclusión bilateral simultánea fue el primer episodio experimental al cuarto día de la cirugía. Los valores se expresan en medias, las barras indican DE. No se detectaron diferencias entre los resultados que pudieran atribuirse a variaciones de la edad gestacional, a lo largo de la estrecha edad gestacional estudiada. Oclusión de la carótida con una presión arterial normal Resultados El peso fetal fue 3,4 ± 0,9 kg (media ± DE). Durante el período de control inicial, los valores de los gases en sangre fetal fueron: pH, 7,30 ± 0,06, PO2, 18,4 ± 7,4 mmHg; PCO2 52,0 ± 5,2 mmHg (los valores se corrigieron para la temperatura fetal que se consideró como la misma que la temperatura materna rectal +0,5ºC). No hubo diferencias significativas entre los valores de gases entre los grupos A, B y C. Las respuestas típicas de la oclusión bilateral simultánea, que duró de 55 a 80 segundos, se ilustran en la figura 1, como ejemplo de un subgrupo de fetos ovinos. Se incluyen datos de animales (grupo B, dos animales; grupo C, tres animales) en que la oclusión bilateral era el primer episodio experimental (después de extraer la muestra de sangre) el cuarto día después de la cirugía. Como se esperaba, la presión sinusal descendió casi inmediatamente con la OBC y aumentó rápidamente cuando se liberaron los oclusores. La presión sistémica aumen- 150 H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 tó lentamente cuando se inflaron los oclusores, pero cayó prácticamente al liberar el oclusor. Como se muestra en la figura 1, la frecuencia cardíaca decreció en OBC con un mínimo transitorio, seguido de una meseta de frecuencia cardíaca algo mayor. Aunque se observaron cambios de presión descritos anteriormente durante todos los episodios de OBC, la respuesta de la frecuencia cardíaca fue más variable. En 1/3 de las 71 observaciones de control, la frecuencia cardíaca no varió apreciablemente, o se encontraron aumentos pequeños y transitorios de la frecuencia cardíaca. Sin embargo, no se observó un aumento estable de la frecuencia cardíaca durante la oclusión, ni un máximo transitorio claro con una meseta posterior por debajo del valor control. La parte más variable del curso típico fueron las respuestas de la frecuencia cardíaca observadas después de que se liberaran de repente los oclusores, y en muchos casos, no se observaron cambios claros de la frecuencia cardíaca. No hubo diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia cardíaca, después de OBC ni durante OBC, entre los grupos A, B y C, y no hubo diferencias significativas para la presión arterial sistémica, antes de OBC o durante OBC, entre los grupos A, B y C (ANOVA). Por tanto, los datos se agruparon para realizar otros análisis. En promedio, con la oclusión bilateral de la carótida, la presión arterial sistémica se elevó significativamente desde 46 ± 7 a 53 ± 8 mmHg (primera oclusión bilateral de 20 animales el día 4 después de la cirugía), y la frecuencia cardíaca fetal se redujo de forma significativa desde 186 ± 34 a 159 ± 26 LPM. En siete animales, los oclusores no se inflaron simultáneamente, sino secuencialmente, para investigar la respuesta de la presión del seno carotídeo y el efecto de la descarga unilateral de los barorreceptores carotídeos. En estos animales, antes de la oclusión, la presión arterial y la frecuencia cardíaca eran 50 ± 6 mmHg y 189 ± 22 LPM, respectivamente. Con la oclusión de la carótida, la presión de la arteria lingual (seno carotídeo) descendió a 27 ± 5 mmHg, cuando se infló el oclusor ipsilateral o de 16 ± 5 mmHg ambos oclusores. Por tanto, la presión del seno ipsilateral (cuando el flujo carotídeo se bloquea en el mismo lado) dependió del flujo sanguíneo de la arteria carótida contralateral. La presión sinusal, sin embargo, no se redujo cuando sólo se infló el oclusor contralateral. Esto indica que la presión sinusal depende de la perfusión del lado contralateral sólo cuando la región del seno ipsilateral se separa de su arteria carótida común. La oclusión unilateral de la carótida, ipsilateral o contralateral, y, por tanto, con presiones sinusales reducidas en un lado, de aproximadamente 27 mmHg, no tuvo efectos constantes sobre la frecuencia cardíaca y la presión arterial media. OBC durante la hipertensión arterial En doce animales, se aplicaron α-miméticos, metoxamina y adrenalina (22 infusiones, 1-3 por animal), para aumentar la presión arterial. Junto con la elevación de la presión arterial, la frecuencia cardíaca se redujo en todos los experimentos de infusión, lo que indica la activación 250 Frecuencia cardíaca (lpm) OBC OBC 200 150 Presión sistémica mmHg 100 50 0 Presión sinusal mmHg 100 50 0 0 2 4 6 8 10 12 14 Tiempo (min) Figura 2. Ejemplo de respuesta del “barorreceptor” a la infusión de fenilefrina (10 µg/min/kg, barra horizontal) y oclusión bilateral de la carótida (OBC) en un feto. La presión arterial sistémica y la presión sinusal aumentan durante la infusión y la frecuencia cardíaca desciende. En este ejemplo, las oclusiones bilaterales de la carótida no provocan cambios claros en la frecuencia cardíaca. H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 151 110 Promedio de presión arterial media Frecuencia cardíca fetal (%) 100 90 80 70 Umbral Saturación 60 50 40 30 40 50 60 70 Presión arterial media (mmHg) Figura 3. Curva de respuesta al estímulo (CRE, línea sólida) para el efecto de la presión arterial media construida a partir de datos publicados [5] (5 fetos ovinos, edad gestacional 132-138 días). La presión umbral y de saturación se indican por flechas verticales sólidas. El promedio de la presión arterial media en nuestros experimentos es 46 mmHg (flecha vertical discontinua). La variación (2 DE) de las presiones características y de la presión arterial media control (en nuestros experimentos) se indica por las flechas horizontales. La frecuencia cardíaca se presenta como porcentaje de los valores de la frecuencia cardíaca al nivel (o por debajo) del umbral de la presión. La CRE predice pequeñas elevaciones de la frecuencia cardíaca cuando la presión arterial media desciende, y grandes descensos cuando la presión arterial media se eleva por encima de 55 mmHg. En nuestros experimentos (figura 2), la infusión de α-miméticos aumentó la presión arterial y la carga de los barorreceptores, desde 44 a 61 mmHg, y la frecuencia cardíaca descendió claramente. La oclusión unilateral o bilateral de la carótida redujo la presión sinusal a menos de 35 mmHg y así se descargaron los barorreceptores carotídeos por debajo del umbral, pero la frecuencia cardíaca no recuperó los valores precarga como se esperaba de esta CRE. del reflejo barorreceptor en todos los grupos experimentales. Puesto que las dosis y la tasa de infusión, así como el instante de OBC varió en el mismo animal y entre distintos animales, no se presentaron períodos medios, y en la figura 2 se muestra un ejemplo típico. En estos doce animales, la presión arterial se elevó desde 44 ± 6 a 61 ± 9 mmHg, y la frecuencia cardíaca descendió desde 186 ± 30 a 132 ± 31 LPM, siendo ambos cambios significativos. No hubo diferencias significativas entre los dos α-miméticos en las respuestas de presión y frecuencia cardíaca. La oclusión bilateral de la carótida posterior, mientras continuaba la infusión de los α-miméticos, aumentó la presión arterial media sistémica a 70 ± 11 mmHg (12 animales), y redujo la presión sinusal media a 31 ± 13 mmHg (6 animales) (figura 3). En promedio, la frecuencia cardíaca no varió significativamente con la OBC (136 ± 28 LPM) aunque la presión sinusal se redujo a valores inferiores a los de los controles. En los episodios de oclusión individuales, sin embargo, se observaron pequeños cambios de frecuencia cardíaca, pero en ningún caso, los aumentos de la frecuencia cardíaca alcanzaron o sobrepasaron los valores controles. Definimos los cambios de frecuencia cardíaca como variaciones de más del 5% del valor medio anterior. En la mayoría de los casos (41%), las variaciones de la frecuencia cardíaca se mantuvieron en el intervalo del 5% y la frecuencia cardíaca, por tanto, no varió. En el 23% se observaron descensos de la frecuencia cardíaca (en promedio, de 12 ± 8%) y, en un 36%, la frecuencia cardíaca fetal se elevó en promedio a 18 ± 17% durante la OBC. Por tanto, la oclusión bilateral de la carótida no tuvo un efecto constante y claro sobre la frecuencia cardíaca fetal. Cuando sólo se infló un oclusor en pruebas separadas, la frecuencia cardíaca media no varió significativamente (119 ± 23 a 123 ± 27 LPM, 5 animales, 11 observaciones). En siete de estas observaciones (4 animales), la oclusión de la carótida fue ipsilateral y la presión sinusal se redujo a 35 ± 9 mmHg (intervalo 26-49 mmHg), de nuevo sin variaciones significativas de la frecuencia cardíaca. Discusión En ovejas no existe propiamente seno carotídeo. En esta especie, la región equivalente en función (baro y quimorreflejos) se localiza cerca del origen de la arteria occipital, donde puede observarse el nervio del "seno" carotídeo. Por esto, en este artículo, el término seno carotídeo se refiere a esa región. Se conoce bien que existen conexiones vasculares (por medio del polígono de Willis y de las arterias occipitales) entre las arterias carótidas y vertebrales, que difieren en detalles anatómicos entre las especies (oveja [19]). Esto explica por qué la presión del seno carotídeo de un lado, 152 H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 depende de la oclusión de las arterias carótidas comunes ipsilateral y contralateral, y por qué la presión del seno, después de la OBC, está todavía por encima de la presión venosa central y de la presión del líquido amniótico. Las conexiones (arterias occipitales) entre las arterias vertebral y carótida permiten un flujo sanguíneo suficiente hacia el cerebro, a través de las arterias carótidas externas, incluso aunque ambas carótidas se ocluyan (ovejas [20]; cabras [21]). Variaciones de la presión arterial La vía eferente del reflejo barorreceptor consta de dos ramas: una afecta a la frecuencia cardíaca y la otra controla el tono vascular del sistema arterial. En este estudio, las variaciones del tono vascular serían detectables como cambios de la presión arterial media con un gasto cardíaco estable. La oclusión carotídea descargaría los barorreceptores, que se espera que aumenten el tono vascular o la resistencia periférica. El procedimiento de oclusión en sí, sin embargo, aumentará de forma inevitable la resistencia vascular total (al menos, transitoriamente), debido a que una parte importante de la circulación está bloqueada (aproximadamente, 4% [22]). Las elevaciones de la presión sistémica observadas en este estudio durante la descarga de los barorreceptores carotídeos, está de acuerdo con un reflejo barorreceptor funcional, pero es difícil de separar la contribución de los barorreflejos de los efectos hemodinámicos pasivos de la oclusión carotídea. Por esta razón, la discusión se centra en respuestas de la frecuencia cardíaca. Variaciones de la frecuencia cardíaca Los resultados más importantes de nuestros experimentos son los siguientes: 1. La oclusión de la arteria carótida bilateral y la descarga de los barorreceptores no tuvo ningún efecto constante sobre la frecuencia cardíaca. 2. La oclusión bilateral de la carótida reduce típicamente la frecuencia cardíaca fetal. 3. La frecuencia cardíaca no aumenta cuando durante la hipertensión arterial sistémica inducida (α-miméticos), se reduce la presión sinusal local por oclusión bilateral de la carótida. La relación esperada entre la presión arterial y la frecuencia cardíaca, se describe por curvas de respuesta al estímulo (CRE), que se han publicado para el feto ovino. Estas CRE se obtuvieron por perfusión de fenilefrina o nitroprusiato en la circulación fetal para cambiar la presión arterial, pero no mediante experimentos de oclusión de la carótida. Puede construirse una CRE típica basada en datos promedio de un artículo [5] como se ilustra en la figura 3. En una primera apreciación, la CRE refleja la actividad combinada de todos los arcos barorreflejos del sistema arterial, que son principalmente de los senos carotídeos y de los barorreceptoress del arco aórtico. Sin embargo, en experimentos de denervación (seno carotídeo o arco aórtico) Rudolph et al. [23] concluyeron "que los barorreceptores aórticos ..... no son funcionales en los fetos ovinos intraútero". Así, en la figura 3 se describe, principalmente, la curva de respuesta al estímulo de los barorreceptores del seno carotídeo y nuestros resultados pueden compararse con esta CRE. Nuestros experimentos de oclusión, con una presión arterial normal y con presión arterial elevada (infusión de α-miméticos) cubren el umbral y la región de saturación de la CRE "típica" del feto ovino normal. Con una presión de control arterial media de 46 mmHg en nuestro experimento (cercana al umbral de la CRE superior), el reflejo barorreceptor debería responder claramente a elevaciones de la presión con un descenso de la frecuencia cardíaca. Esto está de acuerdo con nuestros datos. También se observa en la figura 3 que los efectos de los descensos de la presión de valores normales en la frecuencia cardíaca pueden originar ninguno o pequeños aumentos de la frecuencia cardíaca, pero los descensos de la frecuencia cardíaca, como se observa en nuestros experimentos, son incompatibles con el reflejo barorreceptor. Oclusión de la carótida con presión arterial normal En nuestros experimentos, la frecuencia cardíaca no aumentó de forma constante, aunque la oclusión uni y bilateral de la carótida redujo la presión sinusal en uno o ambos lados, apreciablemente por debajo del valor umbral de 40 mmHg. A la vista de las variaciones de los puntos característicos (figura 3) de la CRE, y de las variaciones de la presión arterial control en los fetos, se podría esperar, ocasionalmente, elevaciones de la frecuencia cardíaca después de la descarga de los receptores de presión y nosotros hemos visto algunas veces estos cambios. Las reducciones más típicas de la frecuencia cardíaca en nuestros experimentos (figura 1), sin embargo, son incompatibles con el conocimiento frecuente de una respuesta barorrefleja, donde un aumento de la frecuencia cardíaca es la respuesta anticipada. Esta expectativa se basa en muchos resultados anteriores de animales jóvenes y adultos de varias especies [24-26] y esto se puede aplicar también a la oclusión de la carótida unilateral en adultos [16, 17]. En experimentos similares a los nuestros, Wood [18] ha observado cambios similares de la presión arterial sistémica y del seno sinusal, y de la frecuencia cardíaca. Propusieron que los barorreceptores de la carótida tienen una capacidad baja para "contrarrestar" descensos de la presión, y que las deceleraciones de la frecuencia cardíaca se deben a los quimiorreceptores carotídeos. Su estímulo, presumiblemente, es la reducción del flujo sanguíneo a través de los cuerpos carotídeos, inducido por una presión sinusal carotídea baja [27]. Cuando se activan, los quimiorreceptores carotídeos del feto ovino provocan un descenso de la H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 frecuencia cardíaca, que durante la OBC pueden sobrerregular los estímulos aceleradores de los barorreceptores. En cada animal por separado, este equilibrio entre las respuestas inhibidoras y estimuladoras y, por tanto, la variación de la frecuencia cardíaca pueden variar. Oclusión de la carótida con hipertensión arterial inducida En la figura 3, se predice un descenso claro de la frecuencia cardíaca cuando la presión arterial media aumenta a 55 mmHg o más. Esto se consiguió en nuestros experimentos, por una infusión de α-miméticos, y la frecuencia cardíaca descendió como se predijo. Sin embargo, cuando se inflaron los oclusores de la carótida en un lado o en ambos lados, y cuando la presión sinusal se redujo a 35 mmHg o menos, que está por debajo del umbral, la frecuencia cardíaca permaneció básicamente inafectada (figura 3). Éste es un resultado nuevo inesperado que requiere interpretación. La oclusión bilateral de la carótida tiene algunos efectos circulatorios: la presión arterial en la región sinusal y el flujo sanguíneo hacia el cerebro y otras regiones cefálicas puede reducirse [20], y la presión arterial sistémica aumenta. Estos tres cambios pueden influir en el reflejo barorreceptor, pero nosotros damos pruebas de que aumentos de la presión sistémica con activación posterior de los barorreceptores aórticos o reducción del flujo cerebral, probablemente no podrán explicar nuestros resultados. 1. La oclusión bilateral de la carótida aumentó la presión arterial sistémica en cerca de 10 mmHg. Si, al contrario que en el artículo de Rudolph et al. [23], los receptores del arco aórtico fueran funcionales, podrían sentir el aumento de la presión e inhibir el aumento de la frecuencia cardíaca esperado de la descarga del barorreceptor carotídeo. Esto requeriría que la CRE de los barorreceptores aórticos tuviera una pendiente negativa, entre 60 y 70 mmHg, de presión sistémica, en vez de ser plana, pero esto no es visible en la CRE general del reflejo barorreceptor (figura 3). Por tanto, o la influencia de los receptores aórticos sobre la CRE global es indetectable (lo que es idéntico a la hipótesis de Rudolph) o la descarga de los barorreceptores carotídeos aumenta inmediatamente la contribución de los barorreceptores aórticos a la respuesta de reflejo global. Según nuestros datos, no hay pruebas experimentales que avalen esta consideración, y aceptamos que la respuesta del barorreflejo en el feto ovino está dominado por los receptores carotídeos. 2. La oclusión de la carótida puede reducir el flujo sanguíneo cerebral y, por tanto, puede influir en el consumo de oxígeno y en la función de los tejidos nerviosos centrales [28]. Hay una diferencia profunda entre los efectos de la oclusión unilateral y bilateral de la carótida sobre el flujo cerebral, debido al aporte colateral carotídeo. En ovejas adultas, la oclusión de la carótida reduce el flujo de la carótida no en un 50% sino sólo en un 75% de lo normal [20] porque el flujo sanguíneo en la zona no obstruida aumenta 153 en un 50%. La oclusión bilateral indudablemente reducirá el flujo cerebral en un mayor grado. Por tanto, es un problema importante algún tipo de "reacción de isquemia cerebral" que puede influir en la frecuencia cardíaca fetal o que puede evitar funciones reflejas normales. Es improbable, sin embargo, que esta reacción produzca la ausencia de elevaciones de la frecuencia cardíaca después de la descarga de los barorreceptores, por las siguientes razones: no hay diferencias en la respuesta de frecuencia cardíaca si se mantiene el flujo sanguíneo cerebral en un 75% del normal (oclusión de la carótida unilateral mientras se perfunden αmiméticos), o si el flujo cerebral se reduce de forma importante (oclusión bilateral de la carótida) o si una arteria occipital se liga (grupos A y B frente a grupo C). Además, incluso aunque no se espere, una pequeña reducción del flujo cerebral debería ser suficiente para contrarrestar la respuesta barorrefleja normal, este empeoramiento de la función neuronal no es probable que ocurra inmediatamente en la oclusión. La respuesta de la frecuencia cardíaca a la carga de presión de los barorreceptores parece ocurrir en un segundo o menos [12], y, por tanto, la frecuencia cardíaca aumenta con la oclusión unilateral o bilateral de la carótida y podría verse inmediatamente y durar poco tiempo, antes de que la isquemia cerebral se haga eficaz como reacción inhibitoria. No hemos observado este tipo de frecuencia cardíaca transitoria. Es posible, por tanto, que el aumento esperado de frecuencia cardíaca se evite por la activación del reflejo quimiorreceptor, como se describió antes [18]. Esta interacción (hipotética) (con respecto a la frecuencia cardíaca) entre baro y quimiorreceptores no se produce en adultos y en los intentos para investigar los reflejos barorreceptores fetales, aislando el seno carotídeo [29] puede encontrarse este problema, que es desconocido en experimentos, por ejemplo, con perros adultos [30, 31]. Otra explicación se basa en la observación de que en el feto ovino, el aumento de barorreceptores depende del método usado para su determinación. Cuando las elevaciones de la presión se indujeron mecánicamente [3, 12], el aumento resultante fue aproximadamente de 1 LPM/mm Hg y, aproximadamente un cuarto del aumento determinado en los estudios farmacológicos [3]. Es posible que en el feto ovino [3], la deceleración de la frecuencia cardíaca inducida por la infusión de fenilefrina o metoxamina, no se hayan causado exclusivamente por la carga mecánica de los receptores de presión. En su lugar, puede haber un componente adicional de naturaleza desconocida que reduce la frecuencia cardíaca y que no puede determinarse por la descarga de los barorreceptores. Concluimos que los barrorreceptores de la carótida, descargados en el feto ovino por oclusión de la carótida, no aumentan la frecuencia cardíaca total, incluso aunque previamente se hubiera reducido por la hipertensión arterial (α-miméticos). Esto podría indicar la activación por oclusión bilateral de la carótida de los quimiorreceptores localizados en cuerpos carotídeos o que los α-miméticos afec- sumario 154 H.J. Schröder, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2001; 1: 147-154 ten a la frecuencia cardíaca no exclusivamente por medio de la carga de los barorreceptores. Agradecimientos Agradecemos su ayuda editorial a Gordon G. Power, Loma Linda y a J. Dimigen, Instituto de Cuidado de Animales de la Universidad Krankenhaus Eppendorf. Este estudio fue financiado por Deutsche Forschungsgemeinschaft Schr. 165-13. Referencias [1] Gootman PM, Buckley NM, Gootman N. Postnatal maturation of neural control of the circulation. In: Scarpelli EM, Cosmi EV, editors, Reviews in perinatal medicine, vol. 3, New York: Raven Press, 1979, pp. 1-72. [2] Hanson MA. The importance of baro- and chemoreflexes in the control of the fetal cardiovascular system. J Dev Physiol 1988;10:491511. [3] Dawes GS, Johnston BM, Walker DW. Relationship of arterial pressure and heart rate in fetal, new-born and adult sheep. J Physiol 1980;309:405-17. [4] Nuyt AM, Segar JL, Holley AT, O’Mara MS, Chapleau MW, Robillard JE. Arginine vasopressin modulation of arterial baroreflex responses in fetal and newborn sheep. Am J Physiol 1996;271:R164353. [5] Segar JL, Hajduczok G, Smith BA, Merrill DC, Robillard JE. Ontogeny of baroreflex control of renal sympathetic nerve activity and heart rate. Am J Physiol 1992;263:H1819-26. [6] Segar JL, Merrill DC, Robillard JE. Role of endogenous ANG II on resetting arterial baroreflex during development. Am J Physiol 1994;266:H52-9. [7] Sullebarger JT, Liang C-S, Woolf PD, Willick AE, Richeson JF. Comparison of phenylephrine bolus and infusion methods in baroreflex measurements. J Appl Physiol 1990;69:962-7. [8] Vapaavouri EK, Shinebourne EA, Williams RL, Heymann MA, Rudolph AM. Development of cardiovascular responses to autonomic blockade in intact fetal and neonatal lambs. Biol Neonate 1973;22:177-88. [9] Ismay MJA, Lumbers ER, Stevens AD. The action of angiotensin II on the baroreflex response of the conscious ewe and the conscious fetus. J Physiol 1979;288:467-79. [10] Scroop GC, Marker JD, Stankewytsch-Janusch B, Seamark RF. Angiotensin I and II in the assessment of baroreceptor function in fetal and neonatal sheep. J Dev Physiol 1986;8:123-37. [11] Tomita H, Brace RA, Cheung CY, Longo LD. Vasopressin doseresponse effects on fetal vascular pressures, heart rate, and blood volume. Am J Physiol 1985;249:H974-80. [12] Shinebourne EA, Vapaavuori EK, Williams RL, Heymann MA, Rudolph AM. Development of baroreflex activity in unanesthetized fetal and neonatal lambs. Circ Res 1972;31:710-8. [13] Walker AM, Cannata JP, Ritchie BC, Maloney JE. Hypotension in fetal and newborn lambs: Different patterns of reflex heart rate control revealed by autonomic blockade. Biol Neonate 1983;44:358-65. [14] Wood CE. Sinoaortic denervation attenuates the reflex response to hypotension in fetal sheep. Am J Physiol 1989;256:R1103-10. [15] Itskovitz J, Rudolph AM. Denervation of arterial chemoreceptors and baroreceptors in fetal lambs in utero. Am J Physiol 1982;242:H916-20. [16] Waites GMH. The influence of the occipito-vertebral anastomoses on the carotid sinus reflex of the sheep. Quart J Exper Physiol 1960;45:243-51. [17] Worthen MC, Peiss CN. Cardiovascular responses to carotid occlusion and central vagal stimulation. Cardiology 1972;57:212-31. [18] Wood CE. Fetal responses to carotid occlusion: Immaturity of buffering systems. Am J Physiol 1995;268:R343-8. [19] Baldwin BA, Bell FR. The anatomy of the cerebral circulation in the sheep and ox. The dynamic distribution of the blood supplied by the carotid and vertebral arteries to cranial regions. J Anat (Lond) 1963;97:203-15. [20] Baldwin BA, Bell FR. Blood flow in the carotid and vertebral arteries of the sheep and calf. J Physiol 1963;167:448-62. [21] Smith MC, Adams JE. Occlusion of blood supply to the brain of the goat. Protective effect of deep hypothermia. J Neurosurg 1963;20:46-59. [22] Jensen A, Berger R. Regional distribution of cardiac output. In: Hanson MA, Spencer JAD, Rodeck CH, editors, Fetus and neonate. Physiology and clinical applications, Cambridge: Cambridge University Press, 1993, pp. 23-74. [23] Bartelds B, van Bel F, Teitel DF, Rudolph AM. Carotid, not aortic, chemoreceptors mediate the fetal cardiovascular response to acute hypoxemia in lambs. Pediatr Res 1993;34:51-5. [24] Gann DS, Gould KL, Morley JE, Mumma JV. Effects of vagotomy and of carotid constrictions on corticosteroid secretion in the dog. Proc Soc Exp Biol Med 1964;115:944-7. [25] Ohsumi H, Yamazaki T, Sumida T, Sakamoto M. Effects of vasopressin on the response to carotid occlusion in conscious rabbits. J Auton Nerv Syst 1993;45:11-9. [26] Wood CE, Keil LC, Rudolph AM. Carotid arterial control of vasopressin secretion in sheep. Am J Physiol 1984;247:R589-94. [27] Acker H. Local blood flow velocities in the carotid body of fetal sheep and newborn lambs. J Comp Physiol B 1991;161:73-9. [28] van Bel F, Bartelds B, Teitel DF, Rudolph AM. Effect of indomethacin on cerebral blood flow and oxygenation in the normal and ventilated fetal lamb. Pediatr Res 1995;38:243-50. [29] Brinkman III CR, Ladner C, Weston P, Assali NS. Baroreceptor functions in fetal lamb. Am J Physiol 1969;217:1346-51. [30] Stephenson RB, Donald DE. Reflexes from isolated carotid sinuses of intact and vagotomized conscious dogs. Am J Physiol 1980;238:H815-22. [31] Stephenson RB, Donald DE. Reversible vascular isolation of carotid sinuses in conscious dogs. Am J Physiol 1980;238:H809-14.