RESOLUCIÓN N° 24 /2016 En Buenos Aires, a los 4f días del mes

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RESOLUCIÓN N°
24 /2016
En Buenos Aires, a los
4f
días del mes de febrero
del año dos mil dieciséis, sesionando en la Sala de
Plenario del. Consejo de la Magistratura del Poder
Judicial de la Nación "Dr. Lino E. Palacio", con la
Presidencia del Dr. Miguel A. Piedecasas, los señores
consejeros presentes, y
VISTO:
El expediente 68/2015, caratulado "Rubilar Panasiuk
Christian Demian ciDra. Forns Martina (Juzg. Civ. Com . y
Cont. Adm. Fed. N° 2 S.M), del que
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RESULTA:
1. Los hechos que dan origen a la presente denuncia
corresponden a diversas irregularidades que -según el
presentante - habría incurrido la magistrada aquí
denunciada en la tramitación de la causa "Guan Shaoxia
s/solicitud Carta de Ciudanía" (Solicitud Nro.
5573/2011) . (fs.3/23)
La denuncia en análisis fue formulada por el Sr.
Christian Demian Rubilar Panasiuk contra la magistrada en
cuestión, por entender que la misma incurrió en mal
desempeño de sus funciones, con relación a la tramitación
sobre el otorgamiento de la carta de ciudadanía de la
Sra. Guan Shaoxia y respecto de otros ciudadanos
extranjeros. (fs.10)
Seguidamente enuncia los hechos que a su entender
constituyeron el mal desempeño de la jueza
denunciada. (fs. 7vta/23)
En esa tesitura, da cuenta de una supuesta
aplicación de una Constitución de facto derogada y sus
normas reglamentarias: Ley de facto 21.795 y decreto
1312/79 en lugar de la Constitución Nacional y su Ley
346.
Luego le imputa el no libramiento de los oficios en
el plazo legal (3 días) y su aplicación conforme al CPCC
Nación y no como lo dispone la Ley 346.
•t )
Concluye con la referencia a una supuesta comisión
del delito de prevaricato en el ejercicio de sus
funciones, punto sobre el cual da mayores explicaciones.
Asimismo, en la denuncia que nos atañe, hace alusión
a cada expediente en particular que tramita por ante el
Juzgado de la Dra. Forns, y que ya han sido tratados y
desestimados por el Consejo de la Magistratura de la
Nación.
La presente denuncia es la quinta que efectúa el
denunciante respecto del mismo juez y en todas ella su
crítica se centra respecto del accionar de la Dra. Forns
en razón del modo en que ésta tramita las cartas de
Ciudadanía presentadas por el denunciante.
Como ya fuera dicho, la primera de las críticas se
basa en que la jueza denunciada no libra los oficios
pertinentes dentro del plazo de 3 días hábiles conforme a
la Ley 346, mediante lo cual se debiera establecer si la
información brindada en la declaración jurada es correcta
y que no se configura algunas de las causales de rechazo
de tal ciudadanía.
Luego sigue explicando cual es el trámite de este
proceso manifestando su disconformidad con el modo que lo
lleva adelante la magistrada denunciada.
Más adelante reitera cuestiones que de igual modo ya
fueron planteadas en las denuncias anteriores que fueron
resueltas por desestimación in límine mediante
Resoluciones del Plenario 116/15 en el Expte. Nro.
13/2015; Nro. 106/2015 en el Expediente N° 96/14; Nro.
164/2015 en el Expediente N° 227/2014, como así también
la N° 153/2015 en el expediente N° 46/15.
Cabe destacar que en cada una de las denuncias, se
reiteran los mismos hechos y los mismos cuestionamientos,
los que en honor a la brevedad me remito, no agregando
circunstancia nueva alguna, en esta quinta denuncia, que
justifique una conclusión diferente.
II. Que, así las cosas, el 12.08.15 la magistrada
efectúa en los términos del artículo 11 del Reglamento de
la Comisión de Disciplina y Acusación el pertinente
descargo a la denuncia en cuestión (ampliando al expuesto
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oportunamente en la denuncia N° 227/814),
y pone en
conocimiento que el Dr. Rubilar Panasiuk anuncia en los
escritos que presenta ante el tribunal a su cargo que
realizará unas 19 denuncias en su contra. (fs.70/78)
Destaca que el denunciante no solo pretende discutir
de manera reiterada una cuestión jurídica claramente
improcedente ante este Consejo, sino que tal cuestión
resulta una excusa para continuar, difamándola y mantener
en trámite estas denuncias infundadas y falsas en su
contra. (fs.75)
La magistrada entiende, que es oportuno recordar que
la conducta pretendidamente intimidante y ofensiva del
denunciante se reproduce en otras jurisdicciones
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federales donde tramitan las causas de ciudadanía que
representa y que han merecido también sanciones de esos
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Tribunales Federales por términos ofensivos (se remite al
descargo mencionado, donde se cita la sanción aplicada
por el Dr. Alberto Recondo, Juez Federal de La Plata)
(fs.75)
También aclara que la conducta del denunciante no
solo pretende intimidarla, sino que al mismo
• tiempo
obliga al Consejo a desarrollar un inútil dispendio con
sus repetidas, agraviantes e infundadas denuncias de
cuestiones que ya han sido rechazadas, tanto en la
instancia judicial como en la administrativa. (fs.76)
Finalmente, la magistrada expone que estas denuncias
tienen como objeto no solo la difamación, sino también
colocarla en una especie de "estado permanente de
acusación ante este Consejo" con fines de desprestigio
tanto en los ámbitos jurídicos (posibles concursos en que
participe) , o extrajurídicos (ante la sociedad)
(fs.76/77)
CONSIDERANDO:
1 0 ) Que las facultades disciplinarias del Consejo de
la Magistratura no pueden inmiscuirse, directa o
indirectamente, en la competencia jurisdiccional. En
otros términos, las sanciones disciplinarias apuntan a
que este Cuerpo logre disciplina en el cumplimiento de
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reglas ordenatorias para la administración del universo
de conflictos, no para la decisión de un pleito ni
para
imprimir determinada línea a los actos procesales
(Kemelmajer de Carlucci, Aída, 'El Poder Judicial en la
Reforma Constitucional", en AA.VV., Derecho
Constitucional de la Reforma de 1994, Instituto Argentino
de Estudios Constitucionales y Políticos, Mendoza, 1995,
T II, pág. 49)
Sobre esa base, el artículo 14 de la ley 24.937 y
sus modificatorias, prevé expresamente los supuestos que
constituyen faltas disciplinarias y que, por ello, dan
lugar a la responsabilidad de esa índole de los
magistrados del Poder Judicial de la Nadión.
Por su parte, el art. 25 de la ley 24.937 y sus
modificatorias, de conformidad con lo dispuesto en el
art. 53 de la Constitución Nacional establece las
causales que constituyen mal desempeño y, como
consecuencia, ameritan la remoción de los jueces del
Poder Judicial de la Nación. Asimismo, el art. 114 de la
Carta Magna fija, dentro de las atribuciones de este
Consejo de la Magistratura, la de decidir la apertura de
dicho procedimiento de remoción cuando los hechos
denunciados fueran previstos en el referido art. 53 (cfr.
ley 24.397 y modificatorias).
2°) Que, en el presente, el denunciante se limita a
cuestionar, en términos generales, por mal desempeño en
sus funciones, abuso de autoridad, violación reiterada y
sistemática, de sus deberes funcionales, violación del
principio de concentración procesal, enemistad
manifiesta, parcialidad y prejuzgamiento de la magistrada
interviriiente.
3 0 ) Que la compulsa de los términos de la denuncia
permite advertir un alto grado de disconformidad del
presentante con la Sra. Juez, en relación al trámite que
esta les da a las cartas de ciudadanía, especialmente en
lo que se refiere al tiempo para el dictado de los
oficios pertinentes y posterior dictado de la sentencia
en su caso de rechazo de la pretensión de su
representado.
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4 0 ) Que, cabe destacar que lo atinente a la
aplicación e interpretación de normas jurídicas en un
caso concreto es resorte exclusivo de los jueces de la
causa, sin perjuicio de los recursos que la ley procesal
concede a las partes para subsanar errores 'o vicios en el
procedimiento o para obtener reparación a los agravios
que los pronunciamientos dictados pudieran ocasionarles.
No cabe, pues, por la vía del control disciplinario,
cercenar el ejercicio de la deliberación y decisión de
que deben gozar, los jueces en los casos puestos a su
conocimiento. Admitir tal proceder significaría atentar
contra la independencia del Poder Judicial en su correcta
dimensión, la cual constituye uno de los pilares básicos
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de nuestra organización institucional.
En este sentido, resulta posible advertir que las
imputaciones efectuadas por el denunciante no importan
conductas que pudieran tipificar una falta disciplinaria;
en efecto, lo que en definitiva se cuestiona es el
criterio tenido en miras por los magistrados
intervinientes para decidir del modo en que lo hicieron,
vale decir, sus específicas y privativas facultades de
juzgar el asunto llevado a su consideración.
Dichos extremos no se advierten en el sub examen y
como ya fuera dicho han sido desestimados en causas en lo
esencial equivalentes, mediante Resoluciones citadas utsupra, estimándose que el planteo, en propiedad, se
vincula a la disconformidad del recusante con el trámite
del proceso y las diligencias ordenadas, cuestiones
ajenas a este instituto y que podrían, a todo evento, ser
canalizadas a través de los remedios procesales
pertinentes, que de hecho ejerció al interponer recurso
de queja en la Alzada que originó la declaración de
nulidad aludida".
5 0 ) Que, en ese contexto, debe señalarse que este
Cuerpo ha sostenido reiteradamente, que las meras
discrepancias con los criterios adoptados por los jueces
no resultan suficientes para sostener o justificar un
proceso sancionatorio y, en menor grado, el de remoción
de magistrados. Por ende, su misión no consiste en
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determinar si el criterio adoptado por los tribunales
resulta el más acertado o apropiado para la resolución de
los conflictos, pues en esa hipótesis se convertiría en
un órgano de casación política de los criterios
judiciales.
Asimismo, debe tenerse presente que el principio de
independencia en el ejercicio de la labor jurisdiccional
es de tal importancia que habrá de resguardárselo
celosamente con relación a todo aquello que pueda
limitarlo o eliminarlo (conf. Adolfo Gelsi Bidart,
"Independencia Judicial y Poder Disciplinario", en E.D.
109, pág. 854/855)
En tales condiciones, debe evitarse que se utilice
el pedido de sanciones disciplinarias y más aún la
amenaza de juicio político, como herramientas para
condicionar el ejercicio independiente de la
magistratura. Ello constituiría un avance indebido sobre
las atribuciones constitucionales de los órganos
judiciales. Consecuentemente, cuando la conducta que se
pretende cuestionar es el pronunciamiento de un
magistrado en el marco de un proceso, la cuestión plantea
un límite concreto: las sentencias judiciales en sí son
actos jurídicos producto de la actividad de un órgano
jurisdiccional. Su validez sólo puede ser cuestionada
ante un órgano del mismo ámbito, sin que sean
susceptibles de revisión en un juicio que es político
(conf. Bidart Campos, Germán, "El Derecho Constitucional
del Poder", Ediar, Buenos Aires, 1967, T. II, pág. 245,
n ° 871)
6°) Que, en conclusión, tras lo precedentemente
expuesto se colige con claridad en las presentes
actuaciones la ausencia de conductas que pudieran
constituir faltas de carácter disciplinario en los
términos del art. 14, apartado A, de la ley 24.937 y sus
modificatorias, como tampoco es posible comprobar
indicios de hechos que alcanzaran a implicar supuesto
alguno que constituya causal de mal desempeño (cfr. lo
establecido en los arts. 53 y 114 de la C.N.).
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CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
f/ PODER JUDICIAl DflÑIN
Por ello, de conformidad con el Dictamen 158/2015 de
la Comisión de Disciplina y Acusación,
SE RESUELVE:
Desestimar la denuncia f orylada contra la titular
en lo Civil, Comercial y
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Contencioso Administrativo eral N° 2 de San Martín,
del Juzgado de Primera Instanc
Provincia de Buenos Aires/ /c )ctora Martina Forns, (Cfr.
Artículo 19, inciso A d74/Re glamento de la Comisión de
Disciplina y Acusación//
Regístrese, noti/íqese y archívese.
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de la MaglStTatUTa
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