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Artículo
G. Rodríguez Fuentes
A. González Represas
J. M. Pazos Rosales
L. González Dopazo
31
E. Martínez Loza1 .
F. Ricard2 .
1
Fisioterapeuta y osteópata.
Profesora de la Escuela
de Osteopatía de Madrid.
2
Osteópata. Director
de la Escuela de Osteopatía
de Madrid.
Pruebas científicas
de la movilidad
del cráneo
Correspondencia:
Elena Martínez Loza,
François Ricard
Corazón de María, 60
28002 Madrid
Scientific test of cranial
mobility
RESUMEN
ABSTRACT
La osteopatía craneal no debe ser basada sobre el
misticismo; el famoso movimiento respiratorio primario
(MRP) no existe. Las pruebas científicas demostrando
que existe un micromovimiento a nivel de las suturas
craneales son numerosas, así como sobre las
imposibilidades de que existe un MRP. La hipótesis más
probable es que el motor del sistema cráneo sacro sea la
respiración costal que a través de las tensiones fasciales y de
la columna vertebral mueve el sistema craneal, vertebral y
la pelvis. Las explicaciones del cómo funcionan las
técnicas osteopáticas craneales a través de la
neurofisiología ya existen, de la misma manera que se
conocen las repercusiones neurológicas de las disfunciones
suturales craneales. Este articulo propone además de una
teoría nueva para explicar el mecanismo craneosacro, una
lista de artículos científicos publicados sobre el tema.
Cranial osteopathy should not be based on mysticism, they is
not such a thing as famous primary respiratory movement
(MRP), doesn’t exist. The scientific studies demonstrating
that a micro movement exists in the cranial sutures are
numerous, as well as exist impossibilities for reality of the
MRP. The hypothesis most acceptable is that the motor of
the cranio-sacral system is the costal respiration that through
the fasciales tensions and the spine moves the cranial,
vertebral system and pelvis. The explanations of how are
efficient cranial osteopathic techniques through the neurophysiology already exist, in the same way that the
neurological repercussions of the cranial sutures dysfunctions
are known. This paper proposes besides a new theory to
explain the cranio-sacral mechanism, a list of scientific
articles published on the topic.
PALABRAS CLAVE
KEY WORDS
Osteopatía craneal; Cráneo suturas; Mecanismo
respiratorio primario; Respiración costal; Diafragma;
Mecanismo craneosacro; Artículos científicos.
Cranial osteopathy; Skull-sutures; Primary respiratory
mechanism; Respiration; Diaphragm; Craniunsacral
system; Scientifics’ articles.
Fisioterapia 2000;22(monográfico 1):31-42
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F. Ricard
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Pruebas científicas de la movilidad del cráneo
INTRODUCCIÓN
Este mecanismo comprende los siguientes fenómenos:
Los estudios realizados por Sutherland (39) y Magoun (29) acerca de la fisiología articular tensional es
correcta, pero, sin embargo, se puede poner en duda la
existencia del movimiento respiratorio primario; no es
posible que la fuerza del LCR ni la dilatación de los
ventrículos cerebrales sean el motor de este mecanismo.
De aquí que numerosos y prestigiosos científicos
realizaron investigaciones entre los años ochenta y
noventa que pusieron de manifiesto la existencia de
una micromovilidad de los huesos del cráneo, que el
LCR tiene una velocidad de desplazamiento muy lenta,
la existencia de fibras mielínicas y amielínicas dentro de
las suturas, como así también una red vascular en ellas.
Se estudió la elasticidad dinámica y el coeficiente
de deformabilidad de dichos huesos aplicando una
débil presión a nivel de las suturas obteniendo una separación de las mismas.
Esa capacidad acomodativa que posee el hueso, influenciado por el movimiento respiratorio costal, que
conlleva movimientos fasciales, hace que repercuta en
el aumento o disminución de las curvas fisiológicas
del individuo afectando la postura global.
Cualquier problema en la periferia puede afectar el
cráneo.
— Movimientos propios del cerebro y de la médula espinal.
— Fluctuación del líquido cefalorraquídeo (LCR).
— Movilidad de las membranas intracraneales e
intraespinales.
— Movilidad de los huesos del cráneo.
— Movilidad involuntaria del sacro entre los huesos ilíacos.
RECUERDOS HISTÓRICOS
La mayor parte de esta descripción se debe al libro
de nuestro amigo Leopold Busquet (46) con su autorización.
Mecanismo de respiración primaria
La osteopatía craneal está influida por dos fenómenos fisiológicos:
— El movimiento presente en las suturas craneales.
— Un impulso rítmico en el interior del cráneo
que es distinto de cualquier otra pulsación conocida.
Estos fenómenos descubiertos y estudiados por
W. G. Sutherland han sido descritos bajo la denominación de mecanismo de respiración primaria (MRP).
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Fluctuación del líquido cefalorraquídeo (LCR)
Numerosos investigadores han estudiado las fluctuaciones del líquido cefalorraquídeo y, sin embargo, por el
momento es imposible dar una explicación satisfactoria.
Sutherland estudió ondas cíclicas, de 8 a 12 por
minuto, que no tienen nada que ver con el ritmo cardíaco o respiratorio.
Sutherland ha sido el primero en hablar del intercambio de la energía eléctrica y biológica.
Movilidad de las membranas intracraneales
e intraespinales
Las tres membranas que constituyen la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo se denominan membranas de tensión recíproca. Su función es guiar y limitar
los movimientos de los huesos craneales. Para asegurar con efectividad el equilibrio en todas las direcciones operan sobre un punto de apoyo suspendido que
puede cambiar automáticamente de lugar, adaptándose
a los diferentes movimientos de los huesos craneales.
Este punto de apoyo está situado al nivel del seno y en
la reunión de la tienda del cerebelo y de la hoz del cerebro.
Las meninges espinales constituyen la unión entre
el cráneo y el sacro.
Movilidad articular de los huesos del cráneo
Desde el nacimiento hasta los 6 años las articulaciones craneales se forman para tener un ligero movimiento que persiste durante toda la vida. Las superficies articulares son dentelladas o biseladas. Se unen con
un tejido conjuntivo que permite leves movimientos;
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su dirección depende de las superficies óseas relacionadas. Se obtendrán, según éstas, movimientos de rodamiento, deslizamiento o de bisagra (punto de unión).
Movilidad involuntaria del sacro
entre los huesos ilíacos
Existe un movimiento involuntario del sacro que
se debe distinguir de la movilidad postural del sacro
entre los ilíacos. Este movimiento depende del mecanismo respiratorio primario.
Se transmite a través de la organización de fascias
que unen todas las partes del cuerpo.
El movimiento se realiza en sincronía con el resto
del mecanismo cráneo-sacro.
Fisiología del mecanismo respiratorio primario
En resumen, el mecanismo respiratorio primario
comprende la movilidad innata del sistema nervioso
central coordinado con la fluctuación del LCR, guiado y limitado por la tensión recíproca de las membranas. Esto provoca una movilidad en cadena en el sistema sacrocraneal al igual que dos fases rítmicas de
fluctuación a través de todo el cuerpo.
En la fase de la inspiración del ciclo de la respiración primaria interna se producen los siguientes cambios:
— Toda la sustancia nerviosa se contrae. Hay un
importante intercambio entre el LCR y la sangre.
— El movimiento de elevación del tercer ventrículo tira del tallo pituitario hacia arriba y se produce la elevación de la hipófisis en la silla turca.
— La fluctuación cíclica del LCR influida estaría claramente por los cambios de forma de los ventrículos y de los espacios subaracnoides. La influencia
de fluctuación del LCR sobre el metabolismo no
termina en el cerebro y se propaga a través de todo
el cuerpo, está en continuidad con el sistema linfático y todos los líquidos del cuerpo hasta la célula.
— Durante la fase de inspiración la hoz del cerebro se desplaza; su extremidad anterior unida a
la crista galli se mueve posteriormente. La tienda del cerebelo se aplana, desplazándose sobre
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Figura 1. Movimientos de las membranas intracraneales
en la flexión.
—
—
—
—
—
el esfenoides. Los bordes laterales se desplazan
con los temporales y los bordes posteriores hacia delante, conjuntamente con la modificación de la estructura ósea (Fig. 1).
Los senos venosos encajados en la inserción bifurcada de estas membranas cambian de forma.
Inicialmente en V adoptan una forma aplastada, evacuando de esta manera la sangre que
contienen. Esto es importantísimo.
En las fases inspiratorias los huesos del mecanismo respiratorio primario (occipital, esfenoides, vómer y etmoides) se mueven fisiológicamente alrededor de un eje transversal. Durante
la misma fase, los huesos pares de la periferia hacen una rotación externa (Fig. 2).
La extensión y la rotación interna siguen en la
fase espiratoria. Durante esta fase inspiratoria se
observa el descenso de la bóveda, la disminución del diámetro anteroposterior y un ligero
aumento de la anchura (o aumento transversal)
El agujero occipital se eleva, tirando de las
membranas espinales.
El sacro rota con la base hacia atrás y hacia
arriba y el ápex hacia la sínfisis púbica.
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Pruebas científicas de la movilidad del cráneo
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Figura 3. Trabajos de Herniou.
Figura 2. Movimientos de los huesos del cráneo en la flexión
inspiratoria.
PRUEBAS CIENTÍFICAS DE LA
MOVILIDAD DEL CRÁNEO
Las investigaciones científica
Investigaciones de J. C. Herniou
(Universidad Compiegne. CNRS, 1986)
— Estudio de los módulos de elasticidad (1) dinámica y coeficientes de deformabilidad del cráneo aplicando una presión débil (500 g) sobre
el cráneo, a nivel de una sutura armónica.
— • Deformación de la sutura: 41,65 micrones
— • Deformación del hueso: 25 micrones (Fig. 3).
— Estimación del desplazamiento de una sutura
tipo «bisel»:
— • D eformación de la sutura: 2 5 micrones
(fuerza aplicada sobre el bisel externo).
— • D eformación del hueso: 6 ,4 9 micrones
(fuerza aplicada sobre el bisel interno).
— Estimación del desplazamiento de una sutura
tipo «dentada»: deformación de la sutura:
22,44 micrones (Fig. 4).
— Fuerza del líquido cefalorraquídeo (LCR): 0,4 N,
equivalente a 40 g. La fuerza es despreciable, el
LCR no puede ser el motor del sistema. Su veFisioterapia 2000;22(monográfico 1):31-42
locidad de desplazamiento es muy lento (1 cm
por hora).
Conclusiones
Las estimaciones mínimas de movilidad de las suturas de la bóveda craneal bajo una presión de 500 g son:
— Sutura armónica: 41,5 micrones.
— Sutura biselada: 6,5 micrones (presión sobre el
bisel interno) y 25 micrones (presión sobre el bisel externo).
— Sutura dentada: 25,5 micrones (Fig. 5).
«Mouton Moyen» in vivo
400
y = 21,891 + 0,096x; R = 0,48
y = 18,069 + 0,069x; R = 0,44
D
d
300
200
100
0
0
1.000
2.000
Force
Figura 4. Movilidad sutural según J. C. Herniou.
3.000
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Respiración
TA
Presión
LCR
Movimiento craneal
Movimiento lateral (220 micrones)
20 micrones
Movimiento en rotación
Presión
Sin presión
Figura 6. Trabajos de Adams.
Figura 5. Trabajos de Herniou en la obeja.
En función de la movilidad relativa del sistema, la
influencia mecánica del LCR a nivel de los huesos y
suturas es totalmente despreciable.
Estudio Adams sobre la movilidad
del parietal en el gato anestesiado
(Michigan University, 1992)
Estudio de cuantificación de la movilidad parietal (2)
a nivel de la sutura sagital; mostró las diferencias entre movimientos laterales y rotacionales de los parietales. La movilidad ósea estaba inducida por una fuerza
externa sobre el cráneo o por cambios de presiones
intracraneales (Fig. 6):
— Una fuerza lateral produce un cierre de la sutura
sagital y rotación interna de los parietales.
— Un aumento de la presión intracraneal produce
una abertura de la sutura sagital y rotación externa de los parietales.
Estudios de J. Upledger
En numerosas disecciones (3-5) de cráneos humanos y de babuinos adultos la esfenobasilar no está osiFisioterapia 2000;22(monográfico 1):31-42
ficada, hay presencia de un cartílago (uno de los especímenes humanos era mayor de 57 años de edad).
Existe una flexibilidad del hueso vivo.
Una tracción de 75 g sobre la parte anterior del
frontal mueve la hoz del cerebro.
Estudio de L. Rommeveaux
(Facultad de Medicina de Bobigny)
Medidas de presiones con captores mecánicos de
medida de presión puestos unos sobre la glabela (6),
otro sobre los huesos propios de la nariz, puso de manifiesto oscilaciones de 0,08 hasta 0,2 Hz, es decir, de
5 a 10 ciclos por minutos (Figs. 7 y 8).
Estudio de E. Tamboise
(Facultad de Medicina de París-Nord, 1985)
Trabajo de histología (7) que puso de manifiesto el
desarrollo de la sutura interparietal: existen sobre la
tabla interna osteoclastos dispuestos en línea, cerca de
la zona de actividad osteogénica. Los osteoclastos de
esta zona presentan aspectos citológicos de actividad
funcional particularmente importante, con bordes en
«cepillo» muy grandes y fagocitosis importantes de las
células osteoblásticas.
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F. Ricard
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Captores mecánicos
Señal
2
2
1
3
1. Extensión: cierre
del ángulo
2. Flexión: abertura
del ángulo.
Figura 7. Estudio de Rommeveaux.
Se observa una asociación capilares-osteoclastos.
Estos osteoclastos parecen en relación con el desarrollo del cráneo. Su localización sobre el borde de la
tabla interna del hueso impide el cierre prematuro de
las suturas, favorece así el crecimiento de la caja craneana y explica la forma exterior de la sutura definitiva (Fig. 9).
Esta organización podría favorecer ciertos movimientos de los dos huesos hacia el interior de la bóveda craneal.
Estudios de Billaudel (CHRU de Reims, 1991)
Un estudio con sondas de grabación acopladas a
computadoras mostró la micromovilidad del cráneo (8).
Su frecuencia era de 9,7 ciclos con una amplitud de
20 a 50 micrones.
Estudios de J. M. Norton
(Universidad de Nueva Inglaterra,
College of Osteopathic Medicine, 1991)
Estudio de las bases fisiológicas del CRI (cranial
rhytmic impulse o MRP) se asocia a la activación de
mecanorreceptores cutáneos de la mano, en la palpación de los tejidos del cuerpo (9-12). Los cambios de
presión que se notan corresponden a la suma de los
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Figura 8. Trabajo de Rommeveaux.
ritmos cardiovasculares, respiratorios, linfáticos, etc.
(Fig. 10).
La palpación del MRP en periferia del cráneo se
explicaría de esta manera.
Estudios de E. Retzlaff (Universidad de Medicina
Osteopática del Michigan, 1976)
Estudios de histología de las suturas (13-14): detalle del contenido de las suturas (presencia de fibras
nerviosas y de capilares arteriales (Fig. 11).
Estudio de la movilidad de los parietales en el mono: presencia de un movimiento de los parietales, que
no se relaciona con los ritmos cardíacos o respiratorios.
Estudios de Baker (1970)
Un estudio de odontología (15) mostró la existencia de un movimiento intermaxilar rítmico (nueve ciclos por minuto) de 1,5 mm.
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F. Ricard
A
Pruebas científicas de la movilidad del cráneo
B
Figura 9. A: Acumulación de osteoclastos a lo largo de la tabla
interna. B: Actividad osteoclástica intensa.
Estudios de P. Greenman (Universidad de Medicina
Osteopática del Michigan, 1970) (24-26)
Un estudio radiológico de las relaciones entre esfenoides y occipucio en 25 pacientes mostró las desviaciones estructurales de flexión, extensión, lateroflexión, torsión, vertical y lateral strains descritos por
Sutherland.
Emitió la hipótesis que el motor de los movimientos
craneosacros era el diafragma y la respiración costal.
A
Estudios de D. Kostopoulos y G. Keramides (1992)
Estudio (16) de los cambios «piezoeléctricos» para medir el posible alargamiento de la hoz del cerebro cuando
se aplica una tracción anterior sobre el frontal: una repuesta elástica aparece a partir de 140 g de tracción.
Con una tracción de 642 g la hoz del cerebro se
alarga de 1,097 mm.
Estudios de M. Lewandoski, E. Drasby y M. Zanakis
(New York College of Osteopathic Medicine, 1992)
Estudio (17) utilizando marcadores infrarrojos y
un sistema kinemático constituido por aguja de acu-
B
C
D
E
Figura 10. Trabajos de Norton. A: CRI. B: respiración.
C: cardiovascular. D: pulso. E: Traube-Hering.
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Figura 11. Trabajos de Retzlaff. Presencia de mecanorreceptores
nerviosos en el tejido conjuntivo intersutural.
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Pruebas científicas de la movilidad del cráneo
puntura clavadas en las suturas sagital y parietofrontal
demostró una amplitud de movimiento a nivel de las
suturas del cráneo del orden de 245 hasta 285 micrones no solamente en relación con la maleabilidad del
hueso.
Estos movimientos rítmicos se producen a un
ritmo incluido entre 2,25/minuto hasta 1/3 ó 4 minutos.
Estudios de Upledger-Vredevoogd (1983)
Mostró en el mono (18) la existencia de neuronas
que van desde la sutura sagital, pasando por las membranas meníngeas, hasta la pared del tercer ventrículo.
Emitieron la hipótesis de un sistema tipo telégrafo
conectando suturas y sistema ventricular cerebral: el
aumento de presión intraventricular se relaciona con
una actividad tipo stretch reflex a partir del tejido
conjuntivo y elástico intersutural, así como los plexos
neurovasculares.
Estudios de F. Becker (Departamento
de Biomecánica de la Universidad
del Michigan, 1977) (19-20)
Figura 12. Trabajos de Altieri. Evaluación dinamométrica de la
movilidad de la escama temporal.
articular desde la rotación interna máxima hasta la rotación externa máxima (Fig. 13).
De esta manera, sobre cráneos de cadáveres frescos,
se estudió las amplitudes posibles, así como los ejes de
Fuera
Estudio de la hipótesis que el CRI resulta de los esfuerzos realizados por los músculos extracraneales y
las tensiones del sistema fascial que se inserta sobre el
cráneo en repuesta a las fuerzas de la gravedad, produciendo las fluctuaciones del LCR.
P2
A”
Gira hacia fuera
Estudios dinamométricos de M. Altieri (1974)
A’1
El estudio (21) consistió en la medición de la amplitud de movimiento en rotación interna inducido
por la aplicación de un empuje con un dinamómetro
sobre la escama temporal en un punto cercano al borde superior; el bostezo sutural provocado es del orden
de unos 800 micrones a partir de una posición de rotación externa (Fig. 12).
El experimento consiste en practicar un empuje dinamométrico en distintos puntos de la escama temporal y con un sistema de lentes para observar el desplazamiento producido en el ámbito de la interlínea
Fisioterapia 2000;22(monográfico 1):31-42
Dentro
Grado de movilidad:
— Movilidad grande ++
— Movilidad media +
— Movilidad débil –
Figura 13. Análisis de Altieri.
Dirección de desplazamiento:
— Hacia dentro –
— Hacia fuera +
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F. Ricard
Pruebas científicas de la movilidad del cráneo
movimientos de los huesos temporal, occipucio y esfenoides.
Conclusión
Estudio de M. Lecoq (tesis doctoral en Agronomía
y Fisiología Animal Aplicada, Universidad
de Rennes, 1980) (22)
Son los elementos meníngeos y membranosos interóseos que favorecen el retorno de los huesos del cráneo en rotación interna.
La rotación externa se debe al aumento de presión
de LCR.
Las fluctuaciones de LCR se deben esencialmente a
la respiración torácica sobre la cual se calca su frecuencia y su amplitud.
Flexión craneal
CONCEPTO MÁS ACTUAL
DEL MECAMISMO CRANEOSACRO
No hay ninguna duda que existe una micromovilidad a nivel de las suturas de la cara y de la bóveda
craneal; las evidencias científicas son numerosas (1,
2, 6, 8, 15, 17, 21, 26). Existen modificaciones ten-
Aumento de la
lordosis cervical
Aumento de la
cifosis torácica
Disminución de la
lordosis lumbar
Flexión sacra
FLEXIÓN CRANEOSACRA
EN LA INSPIRACIÓN COSTAL
Fisioterapia 2000;22(monográfico 1):31-42
La movilidad de los huesos del cráneo representa
un sistema acomodativo a las variaciones rítmicas de
presión del LCR que se debe principalmente a la respiración costal.
Extensión craneal
Disminución de la
lordosis cervical
Disminución de
la cifosis torácica
39
Aumento de la
lordosis lumbar
Flexión
sacra
EXTENSIÓN CRANEOSACRA
EN LA ESPIRACIÓN COSTAL
Figura 14. La
flexión extensión
craneosacra
inducida por
la respiración
diafragmática.
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sionales rítmicas de conformación a nivel de los huesos del cráneo que se acompañan de fluctuaciones liquídeas (liquído cefalorraquídeo) rítmicas (2-6, 19,
22, 28, 29, 31). La fisiología articular tensional descrita por Sutherland (29) y Magoun (28) es correcta.
Sin embargo, se puede poner en duda la existencia
del movimiento respiratorio primario, no puede ser la
fuerza del líquido cefalorraquídeo ni la dilatación de
los ventrículos cerebrales el motor de este mecanismo (1): lo más evidente y razonable es admitir que
el mot or es la respi ra ci ón costa l d i a f ra gm á ti ca (2, 22-24-30).
Podemos proponer la explicación siguiente:
— La inspiración costal se acompaña de un aumento de los diámetros anteroposterior y transverso
del tórax, lo que produce una reducción de la
cifosis torácica fisiológica que se repercute sobre el raquis lumbar y cervical, disminuyendo
las lordosis fisiológicas.
— Este mecanismo produce la flexión sacra sincrónica con la inspiración costal.
— La disminución de la lordosis cervical hace que
aumente la distancia entre occipucio y charnela
cervicotorácica, lo que estira las aponeurosis
cervicales posteriores y anteriores (esternocleidomastoideo, trapecio superior, etc.) y produce
la flexión occipital y subida relativa de la sincondrosis esfenobasilar. A partir de este punto
las descripciones mecánicas clásicas (28) explican correctamente el porqué de cada movimiento para cada hueso del cráneo (Fig. 14).
CONCLUSIONES GENERALES
— Retzlaff, Upledger y Vredvoogd pusieron en
evidencia la presencia de fibras nerviosas mielinizadas y amielínicas, de terminaciones de
receptores nerviosos y una red vascular en el
interior de las suturas; varios de estos elementos suturales provienen de las menínges intracraneales.
— Hay autores que consideran que una distorsión de la sutura puede mantener una actividad
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Pruebas científicas de la movilidad del cráneo
neurógena anormal y una isquemia en la sutura; estas dos condiciones pueden originar dolores locales.
— También el sistema de irrigación intracraneal
puede estar influenciado por estos mecanismos
neurógenos suturales.
— Las disfunciones suturales pueden tener dos
orígenes:
— • Un traumatismo directo.
— • Una causa indirecta por el espasmo de los
músculos del cráneo que originan tensiones suturales; éstos pueden estar causados
por una mala oclusión dental o por una
disfunción de la articulación temporomandibular.
—
Podemos esperar de una técnica craneal varios efectos reflejos:
Tabla 1. Las técnicas craneales
Técnicas circulatorias
— Senos venosos.
— Sistema arterial.
Técnicas funcionales
— T écnicas clásicas (Sutherland)
— T écnicas a partir de los puntos triggers suturales:
— • Suturas.
— • Intraóseas.
— • Membranas.
— • Neuropatías.
— • Músculos.
Técnicas estructurales (Sutherland, Magoun, De Jarnette)
—
—
—
—
T écnicas de modelaje.
T écnicas estructurales indirectas.
T écnicas miotensivas.
T écnicas a partir de los triggers suturales:
—
—
—
—
—
•
•
•
•
•
Suturas.
Intraóseas.
Membranas.
Neuropatías.
Músculos.
— T écnicas de thrust y de articulación.
— T écnica del martillo.
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F. Ricard
neales y la supresión de sus efectos patológicos.
— • Vasculares de drenaje sobre el sistema venoso
intracraneal (tabla 1).
— Es decir, que las indicaciones de esta técnica
tienen que estar bien definidas para conseguir
buenos resultados terapéuticos.
— Las disfunciones craneales pueden tener una
influencia importante sobre la postura global
del paciente. Existen varios captores que influyen sobre nuestro equilibrio postural:
Figura 15. Test hipoconvergencia ocular según Bricot
(hipoconvergencia del ojo izquierdo).
— • Neurovasculares, luchando contra la isquemia que puede afectar a las arterias intracraneales y a los nervios craneales.
— • Mecánicos sobre las suturas y membranas intracraneales.
— • Reflexógenos, interrumpiendo los arcos reflejos que mantienen la facilitación nerviosa de los núcleos grises de los nervios cra-
—
—
—
—
•
•
•
•
Los ojos.
La oclusión y el sistema masticador.
Los pies.
La piel.
Los pies representan un terreno de tratamiento importante en osteopatía parietal, así como el sistema
masticador y los ojos en osteopatía craneal: es decir,
cómo una disfunción craneal puede repercutir sobre
todo el cuerpo, y a veces cómo puede provocar síntomas a distancia sin ninguna relación aparente a primera
vista (Fig. 15).
BIBLIOGRAFÍA
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