20" Jornadas 29-30, 2006 Morfotipo del pie y deporte Introducción En principio, salvo casos excepcionales, cualquier pie es apto para toda clase de deporte. La mayoría de los deportistas tienen un ligero cavo, que podemos considerar fisiológico. Pero aún dentro del terreno de lo patológico, sorprende ver la extraordinaria agilidad que a veces muestran los niños con pies equinos o equinova ros. Por otra parte, es bien conocido el caso de atletas de competición que tienen los pies planos. Lo mismo podemos decir de los distintos tipos de fórmula metatarsal o digital, todos pueden ser útiles. Incluso en el terreno patológico, la capacidad de acomodación del organismo es ilimitada. Existen famosos bailarines con hallux valgus, o futbolistas con hallux rígidus. Ahora bien, lo expuesto anteriormente no contradice el hecho de que cada morfología predispone a una determinada patología, ya que las alteraciones morfológicas conllevan una variación de la biomecánica normal del pie. Esto es especialmente importante durante la práctica deportiva en que nuestro aparato locomotor y, especialmente el pie, está sometido a importantes solicitaciones mecánicas que sobrecargan sus estructuras favoreciendo las lesiones, sobre todo si estas estructuras se encuentran alteradas. Demostrando lo que acabamos de decir podemos analizar la carrera, actividad común a la mayoría de deportes, y ver lo que ocurre cuando existe una alteración en la morfología de la bóveda plantar. Mediante cinematografía de alta velocidad se han estudiado las fases de contacto del pie con el terreno (Fig.1) y se ha podido comprobar que se aborda el suelo por el borde externo del talón, para pasar a continuación a una fase de apoyo total en la que el pie realiza un movimiento de hiperpronación de 102-152• Este movimiento, que sirve para acomodar el pie a las irregularidades del piso y para amortiguar el choque con el suelo, es realizado por el complejo periastragalino es decir, las articulaciones subastragalinas y de Chopart que trabajan sincrónicamente. A nivel de la astrágalo-escafoidea o "coxa pedís" todo el pie gira alrededor de la cabeza del astrágalo en los movimientos de inversión y eversión. Hay que resaltar que, cuando del retropié está en posición de valgo, lo que ocurre en el momento de contacto total del pie con el suelo, los ejes de las articulaciones astrágalo-escafoidea y calcáneo-cuboidea se encuentran paralelos, el Chopart se mueve libremente y el tarso puede realizar este movimiento de acomodación y amortiguación que es controlado por el tibial posterior. Cuando el retropié se encuentra en posición de varo, cosa que ocurre en el momento de impulso por acción del tríceps sural y del tibial posterior, los ejes dejan de ser paralelos quedando el Chopart rígido proporcionando una estabilidad al pie necesaria para esta fase de impulso, último en la carrera y que se realiza por el antepié finalizando por el hallux. En el argot deportivo se habla de "corredores supinadores" y "corredores hiperpronadores" en función de la extensión de este movimiento de amortiguación y acomodación que hemos comentado. Tanto una forma de correr como la otra predisponen también a una determinada patología. RAMIRO (2), en el Instituto de Biomecánica de Valencia ha realizado un estudio de la carrera en deportistas con pie plano y con pie cavo (Fig.2). Han podido comprobar que los pies planos realizan una carrera en hiperpronación y los pies cavos en supinación. La plataforma de fuerzas demostró que la mayor rigidez del pie cavo comporta unas mayores fuerzas de impacto con respecto al pie plano que demostraba una mejor capacidad de amortiguación. De ello podemos deducir que, desde un punto de vista biomecánico, los deportistas con pies cavos tienen una tendencia a la sobrecarga de la estructura ósea y los pies planos a la sobrecarga de partes blandas. Por otra parte hay que recordar que la articulación subastragal ina realiza sus movimientos a través del eje de Henke que sigue una dirección de arriba a abajo, de delante a atrás y de dentro a fuera. INMANN (1) compara esta articulación a una bisagra que conecta un elemento vertical, la pierna, con en elemento horizontal que es el pié. La pronación del pie se acompaña de una rotación interna de la tibia y la supinación de una rotación externa (Fig.3). La interdependencia entre ambos segmentos explica muchas patologías en el deporte, como pueden ser los dolores fémoro-patelares en un pie hiperpronador y las tendinitis del tibial posterior en deportistas con una tibia vara. Atendiendo a la forma de realizar la carrera y al morfotipo del pie, podemos encontrar dos grandes grupos de lesiones (3): Figura 2 Variaciones del ángulo aquíleo: a) En el pie plano; b) En el pie cavo. Análisis espectral de la fuerza vertical: e) En el pie plano; d) En el pie cavo. Figura 1 Estudio cinematográfico de las fases de apoyo del pie durante la carrera. Fíg. 2 Figura 3 Influencia de la prono-supinación del pie en las rotaciones de la tibia con su repercusión en la rodilla. Fíg. 3 XX JORNADAS CANARIAS DE TRAUMATOLOGIA Y CIRUGIA ORTOPEDICA 29 © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. DR. A. VILADOT VOEGELI Jefe clínico de COT- Hospital San Rafael. Profesor asociado de la Universidad de Barcelona - España DR. A. VILADOT VOEGELI Son características del pie cavo-varo y de los corredores supinadores, que abordan el suelo por el borde externo del talón y tienen menor capacidad de amortiguación y de acomodación de la planta del pie al terreno. Las más frecuentes son: Lesiones agudas de los ligamentos externos del tobillo. Inestabilidad crónica del tobillo, secuela de las anteriores. Lesiones del seno del tarso. Osteocondritis de astrágalo, habitualmente asociadas a una historia de inestabilidad crónica. Tendinitis y tendinosis de los pero neos. Luxación de los peroneos. Entesitis de los peroneos. Estiloiditis del 5º metatarsiano. Fracturas de la epífisis proximal del 5º metatarsiano. Lesiones por eversión Son propias del pie plano-valgo pronado y de los corredores hiperpronadores que a lo largo de la carrera sobrecargan fundamentalmente las partes blandas responsables del mantenimiento de la bóveda plantar. Las más frecuentes son: Tendinitis, tendinosis y roturas del tibial posterior. Entesitis del tibial posterior y sobrecarga de un escafoides supernumerario en caso de existir. Fascitis plantar y Síndrome del espolón. Síndrome del canal tarsiano por estiramiento del nervio tibial posterior. Fracturas por sobrecarga del escafoides. A nivel del antepié las lesiones vienen favorecidas tanto por el morfotipo como por el tipo de actividad deportiva: Los "dedos en garra " del deportista, especialmente en aquellos deportes en que predomina el salto, están en relación con la hipertonía de la musculatura larga, tanto flexora como extensora, de los dedos. Las fracturas por sobrecarga de los metatarsianos centrales están en relación con una fórmula metatarsal tipo "lndex Minus", siendo este tipo la fractura por sobrecarga la más frecuente. Las "fracturas por sobrecarga de los sesamoideos" y las "necrosis asépticas" de los mismos vienen favorecidas por la asociación con un Hallux-Valgus, hecho que se da con gran frecuencia en las bailarinas. 30 En la aparición del "neuroma de Morton" influyen tanto el engrosamiento constitucional del nervio, como la sobrecarga mecánica que sufre el antepié durante el deporte. A. Viladot, J. Viladot e Y. Puentes realizaron un Estudio Antropométrico del Pie del Deportista y revisaron a 484 deportistas del F.C. Barcelona. 405 fueron varones (86,68%) y 79 mujeres (16,32%). Por deportes, los grupos mayoritarios fueron por este orden: Baloncesto 26.4%, Fútbol24,5%, Atletismo 12%, Balonmano 11,6"/o. En cuanto a la edad el grupo mayoritario correspondía a los menores de 19 años: 60,1 %, de 20 a 25 años: 25.4%y mayores de 25 años: 13,6%. En cuanto al nivel deportivo el80,58%eran deportistas profesionales y el18,60 eran amateurs. Las conclusiones del citado estudio fueron las siguientes: 1. Los exámenes antropométricos del deportista demuestran diferencias significativas con la población normal, lo cual demuestra la influencia del deporte en el desarrollo de la extremidad inferior. 2. Existe una importante proporción de cadera en retroposición, no sabemos si de carácter funcional o estructurado. 3. Existe un predominio de Genu Varo en relación con la población normal en que domina el valgo. 4. El talón es recto o ligeramente varo. 5. Dominan los pies normales o ligeramente cavos, siendo menos frecuentes los pies planos. 6. Existe una mayor proporción de pies con fórmula digital tipo cuadrado, mientras que en la población normal domina el tipo egipcio. 7. La proporción de hiperqueratosis plantares es pequeña. 8. Son poco evidentes las alteraciones de los dedos. BIBLIOGRAFÍA 1. INMAN, V.T.; The joints ofthe ankle. Baltimore: Williams and Wilkins, 1976. 2. RAMIRO, J.; FERRANDIS, R.; CANDELA, F.; SÁNCHEZ, J.; ALEPUZ, R.;TORTOSA R.; DEJOZ R., VERA P. El calzado para carrera urbana. Ed. Instituto Biomecánico de Valencia. Valencia, 1989. 3. VILADOT, A. Jr; El pie en el deporte en Quince lecciones sobre patología del pie. Ed. Springer-Verlag Ibérica. Barcelona, 2000. XX JORNADAS CANARIAS DE TRAUMATOLOGIAY CIRUGIA ORTOPEDICA © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. Lesiones por inversión