GLANDULA TIROIDES Descripción General La tiroides es una glándula endocrina que se ubica en la porción anterior del cuello, debajo de la laringe, a nivel de los primeros cartílagos traqueales (Fig. 1). Está formada por un lóbulo derecho y otro izquierdo, unidos en la línea media por el istmo de la tiroides. En algunos casos, puede existir un lóbulo accesorio (lóbulo piramidal), remanente embrionario del descenso de los primordios tiroideos desde la base de la lengua. Presenta una cápsula de tejido conectivo denso, la cual emite tabiques que subdividen la glándula en lobulillos y conducen los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios hacia el interior de la glándula. La mayor parte de las glándulas endocrinas acumulan su secreción en las células del parénquima, en cambio la tiroides lo hace en el interior de los folículos, estructuras quísticas, de entre 0.2 y 0.9 mm de diámetro, compuestos por un epitelio simple de altura variable (epitelio folicular) que rodea una cavidad llena de una sustancia denominada coloide (Fig. 2). Aquí se almacenan las hormonas tiroideas por tiempos de hasta varias semanas. Cada folículo se rodea de una fina lámina basal, fibras reticulares y un plexo capilar. Dependiendo del grado de estimulación por hormona tiroestimulante (TSH), las células foliculares varían su altura entre planas a cilíndricas. Las células estimuladas presentan abundante RER, lisosomas apicales, gran cantidad de mitocondrias, Golgi supranuclear y microvellosidades que se extienden hacia el coloide. Además, poseen muchas vesículas pequeñas distribuidas por todo el citoplasma, las cuales contienen tiroglobulina. Existe un segundo tipo celular en la glándula: las células parafoliculares (células claras o G). Estas células se disponen en acúmulos o aisladas, pero nunca contactan la luz del folículo. Son más grandes que las foliculares, pero forman sólo el 0.1% del epitelio. Poseen RER moderadamente desarrollado, mitocondrias alargadas, Golgi desarrollado y gránulos secretorios pequeños y densos, acumulados en el citoplasma basal. Estos gránulos contienen calcitonina, hormona peptídica que inhibe la resorción ósea dependiente de osteoclastos, disminuyendo la concentración de Ca++ en la sangre. Producción de hormonas tiroideas Desde un punto de vista funcional las células foliculares son bipolares (Fig. 3). - En un sentido, la célula incorpora activamente yoduro desde los capilares sanguíneos subyacentes mediante una bomba de I que se ubica en la membrana plasmática basal. La enzima peroxidasa tiroidea, localizada en el citosol, se encarga de oxidar el yoduro, el cual pasa posteriormente al coloide. A nivel del RER se sintetiza tiroglobulina, una glicoproteína dimérica, de 660.000 de peso molecular. Su glicosilación se completa el Golgi y se empaqueta en gránulos secretorios, los cuales son transportados hacia el citoplasma apical desde donde se liberan al lumen del folículo por un mecanismo de exocitosis. En el coloide, se yodan progresivamente los residuos aminoacídicos Tyr de la tiroglobulina, transformándose en mono- y diyodados. - En el sentido inverso, las microvellosidades apicales de las células foliculares participan en la fagocitosis del coloide (el cual contiene tiroglobulina yodada). Los fagosomas así formados se fusionan con lisosomas, dando origen a fagolisosomas en los cuales las enzimas lisosomales degradan la tiroglobulina hasta sus aminoácidos precursores (Tyr y otros). Los aminoácidos tirosina yodados libres se denominan monoyodotironinas y diyodotironinas. La unión de una monoyodotironina y una diyodotironina formará la triyodotironina (T3 o tirosina). La unión de dos diyodotironinas originará tetrayodotironina (T4 o tiroxina). Tanto la T3 como la T4 salen de los fagolisosomas y pasan al extracelular a través de la membrana plasmática basolateral sin ningún transportador especial, alcanzando los vasos sanguíneos subyacentes. La producción de hormonas tiroideas se controla por la hormona adenohipofisiaria TSH que llega por vía sanguínea y activa a la célula uniéndose a receptores específicos en la membrana plasmática basal. La estimulación por TSH hace crecer el epitelio (epitelio cilíndrico) y disminuir la cantidad de coloide. Cuando no hay estimulación por TSH las células se aplanan (epitelio cúbico o plano) y el coloide se va acumulando. Regulación de la función tiroidea La función de la glándula tiroidea está regulada por el hipotálamo (TRH, hormona liberadora de TSH) y la hipófisis (TSH) por medio de un sistema de retroalimentación negativa. TRH: es un tripéptido sintetizado en neuronas neurosecretorias hipotalámicas. Es transportada en gránulos secretorios que viajan a lo largo de sus axones hacia las terminaciones ubicadas en la eminencia media. Tras su liberación, la TRH alcanza la Pars Distalis de la hipófisis a través de los vasos del sistema portal hipotálamo-hipofisiario. En la hipófisis, la TRH se une a receptores específicos de las células tirotropas y lactotropas estimulando la producción y la liberación de TSH y prolactina respectivamente. TSH: esta hormona tirotropa producida por células basófilas de la adenohipófisis ejerce su acción en las células foliculares de la tiroides. Las principales consecuencias de esta estimulación consisten en la liberación de las hormonas tiroideas almacenadas en el coloide y el aumento de la captación de yodo, desarrollándose toda la maquinaria celular asociada a estos procesos con el consecuente aumento de volumen celular.