La esperanza de un inocente El 6 de octubre de 2008 comenzaron una nueva vida Aneth y su familia, ha llegado a su hogar una pequeña recién nacida, ligada a su ellos como la hija de una prima de su padre, la cual no se encontraba en sus facultades mentales para cuidar de la ella debido a sus adicciones y forma de vida. La abuela Margaret de la pequeña, tenía la custodia de la menor, sin embargo, ella no podía cuidar ni de sí misma, debido a una enfermedad terminal que padecía. La familia de Aneth cuidaba de la pequeña Liza, la cual, rápidamente formo parte de los Martínez, que ahora constaba de 5 hijos. La llegada de Liza unió mas a la familia; todo era felicidad y risas, cada momento junto a ella, se volvía un festival. Al cado de tres años la abuela Margaret falleció, dejando inconclusa la custodia de la pequeña Liza, de esa forma, fue como comenzaron los problemas y juicios para determinar quién podía hacerse cargo de la menor. La empresa de la abuela estaba siendo manejada por el padre de Aneth, de tal forma, al poco tiempo, trabajadores de dicha empresa tomaron cartas en el asunto, apoyando a la madre de la menor para recuperarla, ya que todos los bienes de Margaret eran ahora de Liza. Comprando al juez, tras varios juicios la familia Martínez perdió la custodia temporal de la niña, lo cual fue muy difícil superar, ya que no se les daba oportunidad de acercarse a ella, mucho menos verla. La vida de Liza dio un giro muy drástico, pasando de una familia amorosa, a una madre desobligada, donde se podía encontrar días sin comer bien y pidiendo comida a personas que pasaban por su casa, conviviendo con personas adictas y observando la forma de vivir de su mama, la cual, no se encontraba adecuada al cuidado de un infante. Al paso de dos año y medio mataron a la madre de la pequeña fuera de su casa, al enterarse de esa noticia la familia Martínez comenzó a buscar a la pequeña, llevándola a su casa y encargándose del funeral. Dándose cuenta al verla, que resultaba estar desnutrida y con algunos trastornos reflejados en su comportamiento, siendo doloroso para la familia, ya que tan solo tenía 5 años y medio. Los trabajadores al pasar dos semanas consiguieron una orden para que se les hiciera entrega de la niña, por medio de contactos y uso del dinero de la empresa de esta para sobornar a las autoridades, despidiendo a su vez al señor Martínez. Una terrible depresión invadió a los Martínez, y a su vez a la pequeña al apartarlos de su lado, viviendo ahora con personas ajenas, que no tenían rasgos sanguíneos comunes, separándola de nuevo de una estabilidad emocional que encontraba al lado de su familia. Actualmente lleva alrededor de año y medio bajo el cuidado de la contadora de la empresa, quien sigue haciendo uso del capital de la Liza para mantenerla de su lado, moldeándola, esperando que cumpla la edad en la que el testamento dice cuando puede hacer uso de la empresa y tomar posesión de ella. Los Martínez no han dejado de luchar por Liza, han logrado verla los fines de semana gracias al juez, dando pelea en esta guerra incansable que lleva alrededor de 7 años, con la finalidad de reunir nuevamente a la familia y brindarle el apoyo que necesita a la pequeña, ya que Liza desea estar con ellos y eso es motivo suficiente para no rendirse aun, pase lo que pase. Creado por Kasandra B. Luna Peñuñuri