REFLEXIÓN ANTE LA VIGENCIA DEL CEREMONIAL (Publicado en la “Revista Internacional de Ceremonial”) Javier Pérez-Portabella Maristany (Barcelona, España) Miembro Fundador de la Academia Hispánica de Ceremonial, Fundador y Past-Presidente de la Confederación Iberoamericana de Comunicación y Relaciones Públicas –CIRP-, Presidente del Consejo Superior de Comunicación y Relaciones Públicas de España, Presidente de la Fundación Para el Fomento de la Comunicación y el Desarrollo-Agora (Barcelona, España), Director del Master Internacional en Gestión y Dirección de Comunicación Organizacional. Fue en la época medieval, cuando el Rey Pedro IV de Aragón y III de Cataluña, conocido como Pedro el Ceremonioso, diseño de forma escrita y formal el desarrollo de la primera ceremonia de coronación de Reyes, convencido y seguro el Rey, de lo importante que era el diseño de tal ceremonia que quiso hacer personalmente, para resaltar y dar importancia a aquel acto, pues nada tan trascendente como la coronación del Rey que requería de un boato y solemnidad muy especial dada la trascendencia, que si bien, de por sí. debía tener, quería hacerla notar ante todo el reino. Así es, como quedo escrita la ceremonia con todo detalle, y en los documentos que aun se conservan, pueden leerse las instrucciones precisas y concretas donde se habla de como se debe bañar al Rey para prepararse al solemne acto, como velar sus armas, como colocarse sus vestimentas, y todos sus pasos hasta el propio momento que el Rey es coronado. Ceremonia que deberían seguir en adelante sus sucesores en el Reino. Lo que entonces fue una necesidad, hoy a través de los siglos sigue siendo una preocupación en vigor. En momentos cuando la imagen y el prestigio de los Países, las personas e instituciones esta en juego, es algo que debe cuidarse al máximo, siendo así, como los gobiernos consideran las formas algo muy importante y cuidan a fin de dar prestigio al País y a sus representantes. De ahí que ante cualquier ceremonia, y como garantía de éxito, debemos contar, previo un exhaustivo estudio de la situación, circunstancias, tradiciones, símbolos y demás, de un cuidadoso diseño con un guión, en el que haciendo jugar toda una simbología través de elementos, expresiones, movimientos, colores etc. se logre trasmitir nuestro mensaje con un discurso, fundamentalmente visual, capaz de llegar a quines participan del acto, ya sea como protagonistas o como observadores. Esta claro que hoy ya no se puede pensar en un acto o ceremonia porque sí y al albur de la improvisación ya que con el éxito del mismo nos jugamos mucho. Sin lugar a dudas, todo acto responde a una necesidad de decir o demostrar algo, y principalmente para, a través de el, dar la imagen del País, de la institución, de la persona o del organismo que esta detrás de el trasmitiendo su propio prestigio. En definitiva nos hemos de vender de forma adecuada para que se nos respete y valore. Con todo lo dicho, creo queda muy clara su necesidad e importancia , aunque haya gente que por “pose” o “esnobismo” digan que quieren pasar del Ceremonial. La necesidad y vigencia del mismo, ya no solo no se discute para actos oficiales, sino ni para la propia actividad de la empresa que requiere de un saberse presentar y mover ante clientes y ante los propios accionistas cada vez más exigentes y celosos de una necesaria confianza y fidelización. Los actos oficiales, la presencia de gobernadores o de autoridades, la propia decoración de nuestros locales, la colocación adecuada de los símbolos patrios, símbolos, logos o marcas de nuestras empresas o instituciones, presentaciones de productos, asambleas de socios etc. colocación adecuada de las personas, son todo, ceremonias o elementos, reflejo de nuestra propia imagen. Si una Institución o Empresa, no sabe diseñar o coordinar adecuadamente un acto logrando que los asistentes salgan satisfechos del mismo, no van a ser nunca capaces de llevar adecuadamente su propia gestión, y por tanto no van a lograr la adhesión de sus accionistas ni la confianza de sus clientes. Particularizando más, podríamos decir incluso, que algo aparentemente tan simple como que puede ser una comida y el transcurso de la misma, en donde hay cantidad de ritos que se repiten, es sin duda una ceremonia donde rigen husos y costumbres que hay que prevenir y cuidar. Alguien dijo que en una comida por su comportamiento puede conocerse a la gente, y en más de un almuerzo o cena, por el modo de comportarse, se ha cerrado o echado a perder un negocio o un acuerdo importante. Es así como el Ceremonial que envuelve en su desarrollo diversas técnicas u acciones y actividades, tales como el Protocolo, la Vexilología, los usos , las costumbres, tradiciones etc. hoy es algo que no solo tiene un especial protagonismo, sino que gobiernos y empresarios consideran como muy importante. No hace muchos días viví muy de cerca un ejemplo que ayudara sacar conclusiones: En Barcelona donde se está celebrando lo que pretendía ser una gran evento, el “Foro de las Culturas”, los organizadores del mismo y el Alcalde de la Ciudad, invitaron a varios ex-jefes de Estado Latinoamericanos a participar en el mismo, llegando juntos en avión al aeropuerto procedentes de Madrid. En la sala de autoridades fueron recibidos por una azafata y un funcionario de tercer nivel (cuyo rango podrá juzgarse por su penosa actuación y quien aparentemente venia a significarse como un azafato sin modos) . Este como si tratara de un grupo de turistas, se dirigió a los ex mandatarios en este tono: “Sentaros. Si queréis tomar algo podéis pedirlo”, luego dirigiéndose a las Señoras les dijo : “Si queréis podéis ir al Corte Inglés que están de rebajas”. Ante tal exabrupto que yo presencié, fácilmente se pueden sacar conclusiones…. Esto es una muestra visible, nos guste o no, del reflejo de lo que es el Foro de la Culturas en Barcelona. Que cada uno saque sus conclusiones. Yo ya las saqué el primer día, tras la inauguración y me prometí a mi mismo no poner los pies en el Foro, y aun teniendo invitaciones he sido fiel a mis principios, pues a mayor abundamiento diré que del ex jefe de Estado que yo atendía por amistad personal, se olvidaron de enviarle el coche para poder acudir a su intervención en el Forum, para la que precisamente se le había invitado. Quedo como una inadmisible confusión. Sin duda es una forma contundente de destrozar, por falta de clase y en definitiva de formación en Ceremonial y Protocolo, un acontecimiento como debía ser el Foro de la Culturas de Barcelona, algo que se ha pretendido comparar con la Olimpiada del 92, pero que precisamente por su gestión de Protocolo y del Ceremonial nada ha tenido que ver. La Olimpiada, rica en símbolos con una gran carga de tradición, tiene escrito y normalizada, al igual que pudiera hacer el Rey Pedro IV, todas y cada una de las ceremonias y símbolos, utilizados o que se desarrollan, no solo durante los Juegos, sino desde, como presentar y solicitar la candidatura de la Ciudad candidata, su Proclamación, exhaustiva utilización de sus símbolos y formas para el desarrollo de cada unos de los momentos, en el transcurso de los juegos. Iniciándose con la llama Olímpica y concluyendo con la entrega de la Bandera Olímpica a la nueva Ciudad Sede de los próximos Juegos. Una misma Ciudad, ante dos eventos diferentes que gracias a un buen o mal Ceremonial y Protocolo, dan una percepción de imagen totalmente diferente, demostrándose así, la necesidad de una cuidada y profesional gestión ya no solo de las ceremonias, sino del saber estar y de una conciencia de responsabilidad en cuanto a cuidar y preservar la imagen de un pueblo. Aun a pesar de esto, debo decir que Barcelona y España en general cuenta con excelentes profesionales del Ceremonial y del Protocolo que con gran experiencia están reconocidos internacionalmente y vienen demostrando, lo que de legado en este sentido, pueden haber dejado los Reyes de Aragón y de Cataluña.