Desde la más remota antigüedad, han existido normas de distinción

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LOS ACTOS PROTOCOLARIOS EN LA ESPE
"La educación y la cortesía abren todas las puertas."
Thomas Carlyle.
Desde la más remota antigüedad, han existido normas de
distinción y buena educación entre los seres humanos, tanto para
las atenciones, como para la retribución de las mismas; es verdad,
que mientras más solemne sea un acto, más se acentúa su
conducta ceremoniosa.
Las relaciones humanas constituyen la rutina perfecta dentro de los
valores de la especie. Ellas se miden y condicionan dentro de un
amplísimo orden, que va mucho más allá de la necesidad de
convivir o de enfrentar el reto de la existencia; sin embargo, en
virtud de su origen de criatura hecha por la voluntad divina, a
imagen y semejanza de Dios, el hombre también tiene valores
superiores a su existencia, provenientes de las potencias de su
alma, es decir de la mitad espiritual de la dualidad de su ser, como
son el amor al prójimo, respeto, equidad, tolerancia, constancia ,
honradez, humildad, bondad, aceptación y todo lo que no le se le
puede poner valor material.
Toda esta estructura de valores, vienen a formar un sistema de
orden general que regulen las relaciones globales entre la
institución, para poder así, adentrarnos en la rama que conocemos
como Ceremonial y Protocolo. ¿Porque menciono todas estas cosas
antes? y es que, es tan importante mantener las buenas relaciones
humanas y las relaciones interpersonales para saberse desenvolver
en el ámbito del Protocolo social y militar, para permitir a las
personas investidas de representación, alternar en los diferentes
contactos sociales y oficiales, sin interferencias ni alteraciones de
ninguna clase; por el contrario, rodeados de la comodidad y si
fuera posible, mejor todavía, con gracia y calidad. Las formalidades
que exige el protocolo en todas las actuaciones, con ciertos
atributos personales, su presentación impecable, clase, señorío,
estilo, etc, ya que una buena imagen vale más que mil palabras y
solo es auténtica, si es natural.
En torno a este esquema, se observan reglas del pasado y del
presente, modalidades y conductas que a través de algunas
décadas e incluso siglos, han permanecido intactas; rutinas y
costumbres utilizadas de manera tradicional, que sirve como
instrumento único en las relaciones internacionales y que por
necesidad hay que recordarlas, por la imprescindible vinculación
que tiene la ESPE, con las diferentes instituciones de Educación
Superior a nivel nacional e internacional, con autoridades civiles y
militares que requieren un mejor entendimiento y convivencia
humana, la consideración y el respeto son maneras que afirman
profundos valores.
Las bases y fundamentos señalados, son raíces esenciales para la
apropiada utilización del ceremonial, el Protocolo, la Etiqueta y el
mejor desempeño de la función representativa. El logro dentro de
la práctica del ceremonial y lo social, está condicionado al
cumplimiento de sus requerimientos, con aplomo, sagacidad y
firmeza, que hacen del diplomático un delegado perfecto. E aquí la
importancia de la cortesía que no es otra cosa que un estilo de
comportamiento que cada uno de nosotros debemos tener y que
tiene como sustento tres términos elementales: por favor, gracias y
perdón, acompañados siempre de una sonrisa, pero la mejor de las
cortesías es la del corazón y del espíritu, la que se siente en el
fondo de uno mismo y ésta se aprende sin lugar a duda en la familia
o por la experiencia de la vida. Lope de Vega señalaba que la
cortesía es la llave para abrir la voluntad y para la enemistad es la
necia descortesía.
La Unidad de Relaciones de Cooperación Interinstitucional tiene
como actividad, velar por el cumplimento del protocolo y la buena
ejecución del ceremonial y sus formalidades en los diferentes
eventos internos y externos tanto públicos como privados
El tratamiento o modo de dirigirse a las autoridades corresponde a
la jerarquía de éstas, en relación con el rango o categoría que
ostenten. Los usos y las tradiciones indican la antigüedad y la
variedad de tratamientos con que se ha distinguido a personas o a
instituciones a lo largo de los siglos. Al señalar algunas pautas que
rigen estos principios, tenemos : la jerarquía de los valores, la
consideración del jefe, la cordialidad de los iguales, la diferencia del
subordinado, la exactitud, la discreción, la reciprocidad de las
formas, Etc. El buen sentido y la sensibilidad son guías más seguras
que el mejor de los libros.
El éxito en las actividades de la función protocolaria, ha de
obtenerse siempre y cuando el trabajo pase inadvertido, por la
habilidad y discreción de aquellos que cumplen esta función. Así
mismo, es necesario conducirse con el suficiente tacto, para saber
hasta qué punto se debe ser fino y cortés, ya que el exceso sería
contraproducente y podría dar una mala interpretación de lo que
verdaderamente constituye.
El quehacer en el ámbito del protocolo requiere de mucha rapidez,
en algunos casos de improvisación, para lo cual es necesario contar
anticipadamente con alternativas que den una solución inmediata
al problema que pueda presentarse; es una tarea que tiene que ser
perfecta, ya que su naturaleza no admite estados medios, ni acepta
reparos; vale decir: no hay margen de errores en el manejo de esta
materia, es preferible, en esta actividad, actuar con firmeza sin
perder la solemnidad, para ofrecer a los personajes el mejor
tratamiento y las mayores seguridades, manteniendo la tradición.
Para la realización de estas labores delicadas y difíciles, es
imprescindible contar con el respaldo irrestricto e incondicional,
tanto de las autoridades mayores como de todo el equipo de
trabajo, que sean personas que sepan y entiendan de protocolo,
porque así como en la vida militar la disciplina es fundamental, así
también el protocolo es el pilar de la diplomacia, el mismo que hay
que llevarlo con mucha organización y orden pero sin ostentación.
Señor Rector, distinguidas autoridades, damas y caballeros.
Autor: Lic. María Luz Rea
Unidad de Relaciones de Cooperación Interinstitucional
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