ALVARO CEDEÑO Y ASOCIADOS SA tel 2271 3580 fax 2271 3525 CONSULTORÍA SOBRIA Y REALISTA [email protected] PRINCIPIOS DE INNOVACION A veces nos preguntamos si algo tan elusivo como el pensamiento innovador, puede ser sujeto de reflexión, de manera que se pudieran extraer conclusiones útiles para el hacer de la empresa. Obviamente es posible reflexionar sobre el tema, pero no querríamos quedarnos en el nivel especulativo, sino que quisiéramos obtener conceptos que pudieran mejorar el comportamiento innovador. En la empresa, interesan los conceptos cuando pueden animar la acción. No interesa el concepto por su coherencia, por su profundidad, ni siquiera por su verdad en sí. La gestión de empresa, no es filosofía. Pero a menudo, quienes piensan en la empresa tienen que hacer filosofía. Y eso ocurre con lo relacionado con la innovación. Al respecto, una primera cuestión que hay que plantearse, es la de si la innovación ocurre de manera totalmente aleatoria, o si un proceso ordenado que conduzca hacia el acto creador. En otras palabras, la innovación ocurre cuando ocurre sin que se pueda aumentar la probabilidad de esa ocurrencia o existen prácticas que permitan elevar esa probabilidad. Se saben algunas cosas. Se sabe por ejemplo, que para producir ideas novedosas, es más útil lo que De Bono denomina pensamiento lateral para diferenciarlo del pensamiento lineal o discursivo. El pensamiento lineal o discursivo va pasando de unas ideas a otras, según un proceso ordenado de inducción o deducción. En el pensamiento lateral el mecanismo por excelencia es la asociación libre. Esa asociación libre conduce a sorpresas, las cuales se denominan "serendipidad" que es encontrar lo que no andábamos buscando. Cómo deberíamos proceder en una empresa para realizar un permanente proceso de innovación? Podríamos por ejemplo, mantener una actitud permanente de lo que se denomina "torbellino de ideas". Pero cualquiera que haya practicado con seriedad el torbellino de ideas sabe que esta técnica rinde sus mejores frutos para producir ideas sobre temas concretos, específicos, puntuales. Pero lanzarse a un "torbellino de ideas" para descubrir formas de renovar nuestra cartera de productos, es tomar un camino equivocado. Según Peter Drucker en "La Innovación y el Empresariado Innovador", estos son los principios que se deben seguir para innovar. 1. La innovación debe empezar con el análisis de las oportunidades. Parece un consejo acertado, pero el descubrimiento de una oportunidad ya es un acto de innovación, de manera que la recomendación podría tener algo de tautológica. Cómo descubrir oportunidades? La oportunidad tiene que ver con las necesidades de los clientes. Algunas necesidades están satisfechas de manera estable. Otras están satisfechas de manera inestable. Los bienes o servicios que las satisfacen dejan qué desear. Esto representa una oportunidad, porque el fin de toda innovación en la empresa, es la satisfacción del cliente. 2. La innovación no es sólo un proceso conceptual: es también un proceso de percepción. Pregunte, oiga, toque, manipule. Póngase en los zapatos del usuario, del detallista, del comprador. Esta regla es valiosa. El conocimiento no tiene como única fuente el pensamiento abstracto. La adquisición de conocimientos es más bien un proceso organísmico. Las manos aprenden, los ojos aprenden, se aprende por la piel. Esto podría representar una llamada de atención para las empresas que minusvaloran la planta de producción, o el contacto con el cliente y que en cambio sobre valoran otras funciones abstractas. Ay de las empresas en las cuales el gerente de planeamiento es más valorado que el gerente de ventas o en las que el contralor es considerado más importante que el gerente de producción. Cuanto más cerca se esté del momento en que el cliente compra o de ser posible, del momento en que el cliente utiliza el bien, más alta es la probabilidad de que se descubra una oportunidad o de que se conciba una forma de aumentar el valor que el bien tiene para el cliente, valga decir, la cantidad y intensidad de necesidades que satisface. 3. La innovación debe ser simple y focalizada. Rara vez, se produce una innovación revolucionaria. Más frecuentemente lo que se va dando es un proceso acumulativo de mejoras a partir de una situación dada. No obstante, no hay que descuidar la posibilidad de una transformación total. Un buen amigo gusta de mencionar que si se hubiera partido del coche tirado por caballos para mejorar ese medio de locomoción, se hubiera llegado a concebir la idea de un caballo de hierro, pero no la de un ferrocarril. 4. Las innovaciones efectivas, empiezan pequeñas. revolucionar la industria, probablemente no funcionen. Ideas grandiosas que pretenden Esto podría ser útil para la empresa que comienza a innovar. La innovación es un proceso sometido a la llamada curva de aprendizaje: las primeras innovaciones son más costosas, en términos económicos y organizacionales, que las subsiguientes. La empresa que siente que nunca ha innovado, podría beneficiarse de esta regla y tratar de realizar primero innovaciones de poca magnitud o consecuencia. 5. La innovación debe tener por finalidad lograr una posición de liderazgo. Innovar y no asumir esa posición es dejar abiertas oportunidades para los competidores. Dice Porter que "mover primero" da ventajas. Pero muchas veces mover primero pero tímidamente es innovar para que otros cosechen el fruto. En esto hay que considerar el hecho de que muchas veces la innovación es de tales consecuencias que desborda la capacidad financiera o el ámbito de mercado de una empresa. En este caso, la innovación plantea un problema que muchas veces hace que la misma fisonomía de la empresa se vea en crisis. Qué hace una empresa que produce champiñones que por accidente descubre un hongo medicinal? Vende el invento y sigue produciendo champiñones? Intenta explotar el descubrimiento por sí sola ? Vende acciones al público? Se asocia con una multinacional? Del camino que escoja dependerá el resultado que la innovación tenga sobre la posición y solidez que la empresa llegue a tener en el futuro. 6. Para tener éxito la innovación debe estar anclada en los puntos fuertes de la empresa. De otra manera la empresa será una vendedora de patentes pero no una cosechadora de sus propias innovaciones. Si se carece de la capacidad gerencial o de los sistemas o de los recursos financieros o materiales para beneficiarse de la innovación poco hará esta por el éxito de la empresa . 7. No obligue a los usuarios a "ser muy listos". Las innovaciones deben ser aceptadas por seres humanos de inteligencia promedio. Angelo Biondi, en un librito denominado "Have an affair with your mind" dice que cuando se concibe una idea innovadora hay que examinarla preguntándose por ejemplo si es suficientemente simple. Si parece obvia. O si por el contrario es muy complicada, muy "ingeniosa", muy sofisticada. Tienen mejor futuro las ideas simples que las muy sofisticadas. Recomienda también que se determine si la idea es compatible con la naturaleza humana. Hay algunas ideas que serían estupendas si los seres humanos fueran distintos, pero ya se ve que este es una restricción insuperable. Pregúntese, dice, si la idea podría ser aceptada por su tía, su vecino y el chico que reparte el periódico. Si es posible escribir una descripción simple, clara y concisa de la idea en dos o tres frases el futuro de la idea es más promisorio que si sólo puede ser entendida por personas con un nivel de inteligencia superior al promedio. Según Biondi la idea debe explotar en la mente de la gente, en tal forma que quienes la escuchan reaccionen diciendo "por qué no había pensado en eso!". O "cómo no se me había ocurrido algo tan evidente!" 8. No innove para el futuro. Innove para hoy. Para que una idea tenga éxito deben estar presentes todas las circunstancias coadyuvantes necesarias. Se introduce un teléfono celular cuando el sistema convencional está saturado. No para cuando se llegara a saturar. 9. La innovación implica trabajo perseverante. El talento y el ingenio no son suficientes. Deben complementarse con la diligencia y la laboriosidad. Eso recuerda el dicho atribuido a Einstein de que el genio es una parte de inspiración y dos partes de transpiración. Y la inspiración, según la leyenda sobre Newton, se recibe al pie del árbol y no en el laboratorio. Una constatación compartida por quienes resuelven problemas es la de que un segundo antes de emerger la solución, no hay indicios de que se está cerca del éxito. Es la hora de la esperanza que alienta al trabajo perseverante. Después, sin previo aviso "cae la peseta". Publicado en “Actualidad Económica” No.7 año VI Enero 1992