El Pensamiento Creativo en la Educación Por: María Sol Mendoza El constante y sorprendente progreso científico – tecnológico, el desarrollo acelerado de distintas áreas, requiere de mentes creativas, abiertas, flexibles, capaces de enfrentar problemas y buscar nuevas soluciones. Esto, representa un reto en la educación actual, que no sólo valora la adquisición de conocimientos, sino también el desarrollo del pensamiento y prepara a los niños y jóvenes para el futuro, para adaptarse al cambio y afrontar situaciones nuevas. La educación tiene como objetivo potenciar las habilidades y aptitudes de los niños y jóvenes, por lo que el desarrollo del pensamiento científico y creativo es fundamental. En un mundo cambiante como el nuestro, en el que lo actual será obsoleto en poco tiempo, el pensamiento creativo es muy valioso. En este sentido Piaget (1964) decía, “el fin principal de la educación es formar hombres capaces de hacer cosas nuevas, hombres capaces de crear, inventar y no sólo de descubrir lo que han hecho otras generaciones”. La creatividad es un hábito que el niño va adquiriendo. El pensamiento innovador favorece la resolución de problemas en la vida diaria, la elección de decisiones adecuadas así como el poder anticiparse al futuro. Por otro lado, promueve nuevos descubrimientos, en ámbitos, como el científico, artístico, cultural, entre otros. Es fundamental que los padres conozcan las habilidades, aptitudes de los hijos, para favorecer el desarrollo de sus talentos hasta que sean parte de su personalidad. A continuación se detallarán algunas sugerencias que favorecerán el desarrollo del pensamiento creativo: • Mantener una comunicación abierta y constante con los hijos Esto permitirá conocer sus fortalezas y debilidades que los llevará a plantearse metas e ideales. Fomentar el intercambio de opiniones, puntos de vista y establecer acuerdos. Conversar con cada uno de ellos, realizar preguntas abiertas, ¿cómo ayudarías a mejorar esta situación particular?, ¿qué otra solución encontrarías para este problema?, ¿qué opinión tienes de esto?, entre otras. • Conocer el aspecto creativo de cada hijo Los padres deberán esforzarse en conocer las habilidades de cada hijo para fomentar actividades según sus intereses, como, pintura, teatro, música, artes plásticas, deportes, entre otras. Se los animará cuando estén atravesando una situación difícil que les puede generar frustración o sentimientos de fracaso. Se hará especial énfasis en los aspectos positivos de cada hijo y se comentará en privado lo que pueden mejorar o cambiar. • Estimular el pensamiento creativo mediante el descubrimiento del entorno Desde casa se puede motivar a realizar actividades para ejercitar la creatividad. Por ejemplo: regalarles biografías de personajes que han ayudado con su contribución a la humanidad; ayudarles a generar hipótesis sobre diferentes situaciones, “¿qué sucedería si….?”; fomentar el estudio del ámbito humanístico (filosofía, historia, literatura, historia del arte, etc), que ofrece puntos de vista que van más allá de lo habitual. • Fomentar el pensamiento innovador ante situaciones difíciles Se pueden organizar visitas a hospicios de ancianos, orfanatos, hospitales, barrios marginales, con el propósito de ayudar a mejorar sus condiciones de vida. Estas experiencias los sensibiliza ante las dificultades de los demás, promueve la reflexión y permite una revisión profunda del propio comportamiento. También se puede facilitar el contacto de los hijos con fundaciones que buscan el bienestar de la sociedad, como UNICEF, Manos Unidas, entre otras. La mentalidad creativa debe ser fomentada en el día a día, el diálogo familiar, el análisis de las situaciones cotidianas, la búsqueda de soluciones innovadoras, una mayor cercanía con la realidad, entre otros aspectos, pueden permitir desarrollar niños y jóvenes preparados para los desafíos del mundo actual.