Objeto de estudio de la comunicación

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Objeto de estudio de la comunicación:
debates contemporáneos
Elsy Ortega Eraso 38
Resumen
La presente ponencia se propone revisar y precisar las complejidades,
complicaciones y posibilidades que presenta el campo de la comunicación
social para abordar y construir el objeto de estudio. Para esto, se comienza por
definir ¿Qué es objeto de estudio?, ¿Cuáles son las características del campo
de la comunicación que complejizan la construcción del objeto de estudio?,
¿cómo se lo ha definido y cuáles son los retos que marcan las características
propias del campo en la construcción de objetos de estudio?
Palabras clave: Objeto de estudio, comunicación social, epistemología de la
comunicación.
Introducción
El campo de la comunicación social, por el mismo hecho de ser definido
como campo y no como ciencia o disciplina, posee particularidades en su
estatus científico que impactan en la construcción de objetos de estudio o de
investigación.
La presente ponencia se propone revisar y precisar las complejidades,
complicaciones y posibilidades que se presentan en el campo de la comunicación
social para abordar y construir el objeto de estudio. Para esto se comienza por
definir ¿Qué es objeto de estudio?, ¿Cuáles son las características del campo
de la comunicación que complejizan la construcción del objeto de estudio?,
¿Cómo se lo ha definido y cuáles son los retos que marcan las características
propias del campo en la construcción de objetos de estudio?
¿Qué es un objeto de estudio?
• Todo aquello que sirve de asunto para ser teorizado, verificado,
experimentado por las capacidades mentales y una metodología
organizada y validada por la ciencia.
• Materia o asunto de la que se ocupa una ciencia.
Se diferencia, entonces, la realidad del objeto de estudio, se podría decir
en términos sencillos que el objeto de estudio es la manera en que se teoriza
y verifica un fenómeno, ya sea natural o social presente en la realidad, pero no
es la realidad total, sino que se delimita para su estudio.
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Magíster en Estudios de la Cultura de la Universidad Andina Simón Bolívar – Quito. Docente – investigadora Universidad Mariana. [email protected]
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Con esta precisión pasamos a ver como diferencian los autores el fenómeno
real u objeto real del objeto de estudio: Serie de aspectos concretos, de prácticas
comunicativas que se dan en la realidad, en la vida social. (Follari, 2004). La
comunicación que experimentamos todas las personas cotidianamente en
todos los espacios y momentos (Rizo, 2013).
Mientras que la comunicación como objeto de estudio se definiría como:
La reflexión de dicho fenómeno, práctica o hecho social desde el mundo de las
ideas desde un pensamiento académico, desde una mirada científica.
De acuerdo a lo anterior podemos concluir que las prácticas comunicativas
que se dan en la vida cotidiana se transforman en objeto de estudio, toda vez
que estas son materia de reflexión académica.
1. Distinción entre objeto real y objeto teórico
Figura 1. Distinción entre objeto real y objeto teórico.
En el caso del campo de la comunicación social, las dificultades en la
construcción del objeto de estudio se derivan de muchas causas, pero
principalmente de la noción instrumental que da inicio a los estudios. Esta
dificultad tiene sus bases en los modelos de comunicación que se plantearon
para entender el fenómeno comunicativo, de tal suerte que los modelos en su
intento de representar o simplificar la complejidad del fenómeno comunicativo
no tuvieron en cuenta la complejidad social, política y ética que es inherente a
la producción, intercambio y resignificación de sentidos como proceso social
de sentido (Díaz y Carvalho, 1978).
Hay que recordar que el primer modelo para entender el proceso de
comunicación fue el propuesto por Shannon y Weaver, un modelo matemático
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que intentaba explicar el proceso comunicativo de transmisión, decodificación
y recepción entre aparatos, es decir no se centraba en un proceso social.
Esto atrapó a la comunicación social en un horizonte instrumental. Weaver
señalará que (1972):
Los problemas que han de estudiarse en un sistema de comunicación tienen que
ver con la cantidad de información, la capacidad del canal de comunicación, el
proceso de codificación que puede utilizarse para cambiar un mensaje en una
señal y los efectos del ruido. (p. 36).
En este modelo y concepción no se tiene en cuenta la calidad, intención,
finalidad de los mensajes, ni los procesos de recepción, es decir la comunicación
humana y las implicaciones sociales del intercambio de sentidos entre grupos
sociales está totalmente ausente. El traslado del modelo matemático al
entendimiento de la comunicación en el plano social evidentemente afectó
la configuración del objeto de estudio, complicando y dejando en la opacidad
el planteamiento de problemas de investigación que dieran cuenta de la
complejidad del proceso comunicativo en el plano social.
2. Modelo matemático
Figura 2. Modelo matemático.
Este modelo mecanicista traslada una visión positivista y cuantitativa al
entendimiento de un fenómeno que es social y culturalmente construido,
tan sólo se hizo una traducción de los modelos, métodos y metodologías
cuantitativas a un paradigma que debería ser cualitativo.
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3. Visión positivista de las ciencias sociales
Figura 3. Visión positivista de las ciencias sociales.
Rebasar dicho horizonte instrumental es uno de los desafíos más apremiantes
de la comunicación social, aunque de ello lo han advertido diferentes
investigadores latinoamericanos, tales como Eliseo Verón, quien manifestó
su inconformidad con el modelo semiológico y la lingüística estructuralista, o
Jesús Martín Barbero, quien en el texto “perder el objeto para ganar el proceso”,
advertía hace más de 20 años que aquellos modelos y teorías estructuralistas
no eran suficientes y que había que entender la comunicación en Latinoamérica
en las prácticas, en los procesos, más que en los medios (Barbero, 1984).
Dicha advertencia continúa vigente hoy más que nunca, y plantea los
desafíos más complejos y a la vez interesantes que pueda tener el campo de
la comunicación social en materia de investigación y producción científica,
ya que para esto es necesario avanzar en la construcción de modelos que
permitan analizar y entender problemas reales, se requiere una epistemología
transdisciplinar, que permita salir del simple agregado de discursos (Pereira,
2005). De igual manera se requiere una investigación crítica alejada de la
posición neutral planteada por el positivismo. (Maldonado, 2009).
Pero definitivamente el gran desafío durante estos 20 años ha sido definir
nuevas metodologías y validarlas, algo aún incipiente, ya que si bien es cierto
se han planteado nuevos conceptos, tales como mediaciones, hibridaciones,
ecosistemas comunicativos, etc.; aún no se evidencian metodologías claras y
lo suficientemente validadas y reconocidas en el campo científico.
Es así como las prácticas y fenómenos comunicativos se han estudiado
desde varias miradas científicas, segmentando y delimitando la reflexión a una
parte de la totalidad y complejidad del fenómeno comunicativo real, que al
transformarlo en objeto de estudio se ha abordado, dependiendo de la mirada
teórica, dando prioridad ya sea al mensaje, o a los contenidos, o al medio, o la
producción de sentidos.
Debido a esta pluralidad de miradas y enfoques, el campo de la comunicación
no tiene un objeto de estudio propio, sino varios objetos de estudio.
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Conclusiones
Podría afirmarse que los desafíos que plantea la investigación en comunicación
social son varios, complejos, pero a la vez interesantes. Hace falta realizar un
estado del arte juicioso que dé cuenta de cómo se han venido enfrentando
esos desafíos, qué tanto se ha avanzado y qué falta por hacer.
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