La exclusión educativa en la frontera colombo-ecuatoriana Liliana Dávila Hidalgo3 César Castillo G.4 Mónica Hurtado Lomas5 Resumen El presente artículo es el resultado de la investigación desarrollada en el cordón fronterizo entre Colombia y Ecuador, titulada: “Aspectos económicos, sociales y culturales que influyen en la educación transfronteriza de diez instituciones de educación básica primaria y secundaria de la frontera norte ECUADORCOLOMBIA”, la cual se desarrolló a través de la Facultad de Posgrados y Relaciones Internacionales de la Universidad Mariana, vinculando a docentes de Trabajo Social y Enfermería. De otro lado, los investigadores de Ecuador participantes, pertenecen a Instituciones educativas del sector público y especialmente a entidades encargadas de liderar y dirigir la educación en la Provincia del Carchi. El estudio es interdisciplinar, inicia en el año 2011 y se pretende culminar en diciembre de 2012. Palabras Clave: Binacional, Educación, auto-reflexión, proceso educativo. Abstract This article is the result of the research carried out in the border between Colombia and Ecuador, named “Economic, social and cultural factors that influence in ten-border education institutions of basic primary and secondary education in the northern border ECUADOR-COLOMBIA”, which was developed by the School of Graduated Studies and International Relations at Universidad Mariana, linking teachers of Social Work and Nursing. On the other hand, Ecuadorian researchers participants, belong to educational institutions and public sector entities, especially responsible to lead and direct the education of the Province of Carchi. It’s an interdisciplinary study, that starts in 2011 with the goal tofinish in December 2012. Key words: Binational, Education, self-reflection, educational process. 3 Trabajadora Social, Especialista en Proyectos Sociales y educativos, Universidad Pedagógica Nacional. Especialista en Gerencia Pública y Desarrollo Social, Universidad de Alcalá de Henares. España. Candidata a Magister en Educación desde la diversidad, Universidad de Manizales, Colombia. Correo de contacto: [email protected] 4 Doctor en Gerencia Educativa, Universidad UNIANDES, Magister en Desarrollo Educativo, Universidad del Norte, Diplomado en Liderazgo Educativo, Universidad NUR de Bolivia, Diplomado en Administración Educativa, IPLAC Cuba. Ecuador. 5 Trabajadora Social, Universidad Central de Quito. Magister en Ciencias de la Educación, mención en Gestión Educativa y Desarrollo Social Universidad Técnica de Ambato. Ecuador. Reflexionando las disciplinas 35 Repensar la educación transfronteriza… una tarea conjunta de reflexión En la investigación transfronteriza en referencia a los aspectos socio económicos y culturales de los sujetos formadores (educadores) y en formación (estudiantes), en la frontera Colombo-Ecuatoriana, es importante partir del concepto de exclusión y la razón por la cual se ha generado, entendiendo que somos producto de una historia cuyo legado de formación es un tipo de hombre o mujer y/o sociedad construida a partir de los imaginarios colectivos y de las estructuras económicas, sociales y culturales que orientaron nuestros docentes en el acto educativo. Este legado histórico implica comprender cómo se ha construido la educación en el cordón fronterizo Colombo – Ecuatoriano, y cuáles han sido los principales hechos sociales, políticos y educativos acontecidos en el país en las últimas décadas, trabajo reflexivo que parte de las experiencias personales del grupo investigador en la experiencia educativa. De esta manera, al partir de algunos hechos históricos, en el ámbito político y educativo, se reconoce que Colombia ha atravesado por una serie de periodos y etapas de transformación política que ha vivido el país; uno de los aspectos relevantes lo constituye el cambio de Constituciones Políticas, en donde los Estados se han manifestado como garantes de los derechos para defender y hacer efectivos todos y cada uno de ellos; en este caso particular: la educación y sus prácticas en y fuera del aula. Teniendo en cuenta lo anterior, las constituciones que han marcado los hechos históricos de Colombia, han sido las Cartas Magnas de 1886 y 1991, desarrollando gran parte del proceso educativo colombiano; la Constitución de 1886, elaborada bajo el gobierno conservador de Rafael Núñez y con todas las reformas que experimentó, perduró por casi 100 años, por lo que alcanzó a permear la mayoría de las experiencias educativas, sobre todo porque la educación se centró en la religión católica como un elemento esencial en el Estado, y ésta era la encargada de velar por la educación en el país, lo que explica el énfasis en la transmisión de valores católicos que se manifestaban en los procesos tácitos o implícitos de la educación, y que es posible identificar en el currículo oculto de muchas instituciones, actualmente; en Nariño se mantiene hasta hoy una posición marcadamente católica y conservadora. En el lado ecuatoriano, por su parte, de la Revolución Liberal a la Revolución Educativa hubo una transformación en la manera de concebir la educación en el país: una vez terminado el periodo conservador, surge una nueva luz en la educación, pues el Estado republicano se interesó desde temprana hora por crear un sistema educacional público, que sirviese para la educación y la formación moral y cívica de los ciudadanos. Mas, la insuficiencia presupuestaria y el peso ideológico de la Iglesia, determinaron que siguiese existiendo un sistema educativo religioso que estaba al servicio de los sectores más pudientes y que reproducía los prejuicios sociales y la ideología de la 36 Reflexionando las disciplinas colonia. Durante los gobiernos de Rocafuerte, Urbina y Robles hubo ciertos intentos de reforma, pero en general continuó existiendo un débil sistema educativo estatal, que contrastaba con el sólido, poderoso y elitista sistema educativo privado, manejado por la Iglesia. Tras la revolución Alfarista, el Estado se abocó finalmente a la creación de un sistema educativo nacional y democrático. Fue así que la Asamblea Constituyente de 1897 aprobó una nueva Ley de Instrucción Pública, el 29 de mayo de 1897, estableciendo la enseñanza primaria gratuita, laica y obligatoria. Luego fueron creados el Colegio Nacional Bolívar de Tulcán, el Instituto Nacional Mejía, de Quito, los Colegios Normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares de Quito y Rita Licumberri Guayaquil, para la formación de los nuevos maestros laicos, y la Casa de Artes y Oficios, en Manabí. También hubo especial cuidado en profesionalizar al nuevo ejército surgido de la revolución, para asegurar la defensa nacional. Así, fueron fundados en Quito, el Colegio Militar, para la formación de oficiales, y la Academia de Guerra, para su posterior perfeccionamiento, y también la Escuela de Clases y los Cursos Militares de Aplicación, para la formación técnica de la tropa. En el Diario Manabita de la ciudad de Portoviejo Ecuador en mes de Enero de 2012 el Historiador Enrique Ayala Mora manifiesta que durante la segunda administración del general Alfaro, una nueva Asamblea Constituyente dictó la avanzada Constitución de 1906, en la que se consagró el verdadero espíritu de la revolución liberal: Separación absoluta del Estado y la Iglesia y supresión de la religión oficial, libertad de enseñanza, educación pública laica y gratuita, obligatoria en el nivel primario, absoluta libertad de conciencia y amplias garantías individuales, prohibición de ser electos como legisladores a los ministros de cualquier culto, protección oficial a la raza india y acción tutelar del Estado para impedir los abusos del concertaje. Si alguna medida de la reforma liberal afectó profundamente a la Iglesia, fue precisamente el establecimiento de la educación pública, laica y gratuita, que tocaba el punto más sensible de la ideología religiosa, cual es, el del control de las mentes y los espíritus humanos a través de la educación. Dentro del Proyecto Liberal, la mujer representa un tema clave en el proyecto según los liberales; no se puede modernizar al país ni crear una nación fuerte, dejando atrás la mayoría de la población, tradicionalmente olvidada y cuya participación en la vida nacional es entonces casi nula: la mujer y el indígena. La mujer sobre todo se convierte en un tema de debate, pues con vistas a este proyecto de modernización y cohesión nacional, elle debe ser integrada a la vida pública del país. El liberalismo emprende una serie de reformas legislativas y educativas que deben permitir a la mujer educarse y entrar en el mercado laboral y expresarse acerca de la vida nacional, dos metas que son recurrentes en Reflexionando las disciplinas 37 los discursos de la época. Por lo tanto, no es nada sorprendente que en la historiografía ecuatoriana, el período liberal sea sinónimo de gran avance para la mujer y sus derechos. Sin embargo, las reformas no significan siempre un cambio verdadero en la vida de la mujer. El peso de la tradición y la presión social son importantes en un país donde, a pesar de medidas de laicización, la Iglesia sigue siendo una autoridad moral, intelectual y política. La oposición a las reformas liberales recibe también el apoyo de gran parte de la población, en una serie de debates públicos, en los que se va dibujando una imagen de la mujer que cabe analizar, en un segundo momento. Luego de la presencia de la Revolución Liberal, los gobiernos subsiguientes no realizan aportes significativos por el desarrollo de la educación ecuatoriana, hasta que llega el Gobierno de la Izquierda Democrática de corte social demócrata, encabezado por Rodrigo Borja, en donde se determina los principios fundamentales del Sistema Educativo Ecuatoriano, explicitados en tres documentos básicos: la Constitución Política del Estado, la Ley de Educación y Cultura y la Ley de Carrera Docente y Escalafón del Magisterio Nacional. La Constitución Política del Estado, en su Art. 27 de la Educación y Cultura, dice: “La educación se inspirará en principios de nacionalidad, democracia, justicia social, paz, defensa de los derechos humanos y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento universal”. Además establece que la educación tendrá un sentido moral, histórico y social; y estimulará el desarrollo de la capacidad crítica del educando para la comprensión cabal de la realidad ecuatoriana, la promoción de una auténtica cultura nacional, la solidaridad humana y la acción social y comunitaria. Los planes educacionales propenderán al desarrollo integral de la persona y de la sociedad. En lo referente a programas de Integración Educativa entre Ecuador y Colombia, se ha realizado algunos proyectos con orientaciones del Convenio Andrés Bello, como son: Aula Viva y Escuelas Sin Fronteras, cuyo objetivo ha sido construir currículos fronterizos, tomando como Eje Transversal la Integración; además se construyó una Propuesta Educativa para el Desarrollo de Valores Integracionistas como base al trabajo de los docentes de las escuelas ubicadas en Los Municipios de Ipiales, Carlosama y Cumbal en Nariño y de los Cantones Tulcán y Huaca de la Provincia del Carchi. Con la llegada al Poder del Gobierno el Presidente Rafael Correa implementa la Revolución Ciudadana, y dentro de ella la Revolución Educativa, para lo cual empieza por la elaboración de una nueva Constitución, la misma que en el aspecto educativo en sus artículos 26, 27, 28 y 29 textualmente dice: “Art. 26. - La educación es un derecho de las personas a lo largo de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de 38 Reflexionando las disciplinas la política pública y de la inversión estatal, garantía de la igualdad e inclusión social y condición indispensable para el buen vivir. Art. 27. -La educación se centrará en el ser humano y garantizará su desarrollo holístico, en el marco del respeto a los derechos humanos, al medio ambiente sustentable y a la democracia; será participativa, obligatoria, intercultural, democrática, incluyente y diversa, de calidad y calidez; impulsará la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz; estimulará el sentido crítico, el arte y la cultura física, la iniciativa individual y comunitaria, y el desarrollo de competencias y capacidades para crear y trabajar”. La educación es indispensable para el conocimiento, el ejercicio de los derechos y la construcción de un país soberano, y constituye un eje estratégico para el desarrollo nacional. Al respecto, el siguiente artículo plantea: “Art. 28. -La educación responderá al interés público y no estará al servicio de intereses individuales y corporativos. Se garantizará el acceso universal, permanencia, movilidad y egreso, sin discriminación alguna y la obligatoriedad en el nivel inicial, básico y bachillerato o su equivalente. Es derecho de toda persona y comunidad interactuar entre culturas y participar en una sociedad que aprende. El Estado promoverá el diálogo intercultural en sus múltiples dimensiones. El aprendizaje se desarrollará de forma escolarizada y no escolarizada. La educación pública será universal y laica en todos sus niveles, y gratuita hasta el tercer nivel de educación superior inclusive. Art. 29. -El Estado garantizará la libertad de enseñanza, la libertad de cátedra en la educación superior, y el derecho de las personas de aprender en su propia lengua y ámbito cultural. Las madres y padres o sus representantes tendrán la libertad de escoger para sus hijas e hijos una educación acorde con sus principios, creencias y opciones pedagógicas”. Con base en la Carta Magna, la Asamblea Nacional elabora la Ley Orgánica de Educación Intercultural Bilingüe, la misma que en sus artículos 1 y 2, referentes al Ámbito y Principios, manifiesta: “Art. 1. -Ámbito.- La presente ley garantiza el derecho a la educación, determina los principios y fines generales que orientan la educación ecuatoriana en el marco del Buen Vivir, la interculturalidad y la plurinacionalidad, así como las relaciones entre sus actores. Desarrolla y profundiza los derechos, obligaciones y garantías constitucionales en el ámbito educativo, y establece las regulaciones básicas para la estructura, los niveles y modalidades, modelo de gestión, el financiamiento y la participación de los actores del Sistema Nacional de Educación.” Se exceptúa del ámbito de esta ley a la educación superior, que se rige por su propia normativa y con la cual se articula de conformidad con la Constitución de la República, la ley y los actos de la autoridad competente. Reflexionando las disciplinas 39 De igual manera, para complementar la fundamentación teleológica y el espíritu de la ley, determina los siguientes principios: “Art. 2. - Principios.- La actividad educativa se desarrolla atendiendo a los siguientes principios generales, que son los fundamentos filosóficos, conceptuales y constitucionales que sustentan, definen y rigen las decisiones y actividades en el ámbito educativo: Universalidad, educación para el cambio, libertad, la educación forma priorizando el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, atención e integración prioritaria y especializada de las niñas, niños y adolescentes con discapacidad o que padezcan enfermedades catastróficas, aprendizaje permanente, inter aprendizaje y multiaprendizaje, educación en valores, enfoque en derechos, igualdad de género, educación para la democracia, comunidad de aprendizaje, participación ciudadana, corresponsabilidad, motivación, evaluación, flexibilidad, cultura de paz y solución de conflictos”. En este aspecto el Gobierno del Ecuador a través del Ministerio de Educación esta implementado una serie de programas como son la dotación de textos escolares gratuitos que respondan al Currículo Nacional, entrega de uniformes aplicación de programas de inclusión educativa para estudiantes con o sin necesidades educativas especiales y lo más importante que se atiende a niños, niñas y adolescentes de cualquier nacionalidad dando especial atención de estudiantes colombianos que viven en la frontera norte. Además, se está trabajando con el Plan Decenal de Educación, cuyo objetivo es garantizar la calidad de la educación nacional con equidad, visión intercultural e inclusiva, desde un enfoque de los derechos y deberes para fortalecer la formación ciudadana y la unidad en la diversidad de la sociedad ecuatoriana. El presidente Rafael Correa a través de un programa radial denominado Enlace Ciudadano, realizado en la ciudad de Tulcán dijo “estamos por el camino correcto, tratando de atender en el aspecto educativo a todas las personas que viven en nuestro país, ya sean connacionales y en situación de movilidad humana, los mismos que tienen todos los beneficios que otorga el Estado Ecuatoriano, ya sean matrículas, textos escolares y alimentación escolar”. Por su parte la Constitución Política de Colombia del año 1991, bajo la cual se desarrolló parte de los procesos educativos secundarios y universitarios, y que continúa siendo directriz del quehacer educativo, considerado por muchos como una de las más desarrolladas en América latina y que entre sus múltiples consideraciones contempla la educación como un derecho de todos, que tiene como función social “el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura” (Art. 67, 1991), de la mano con la igualdad de todo ciudadano ante la ley, la libertad de culto y libertad de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra, marca una significativa diferencia con antiguos referentes normativos, poniendo en el centro del debate la formación integral de los y las estudiantes, y ya no 40 Reflexionando las disciplinas sólo la formación en valores derivados del catolicismo como en la anterior Constitución de 1886. Así mismo y de la mano de los diferentes periodos de gobierno que representan las ideologías dominantes en el país, expresadas a través de los dos partidos tradicionales que lo han gobernado, liberal y conservador, se ha promulgado toda una serie de leyes, normas y decretos, en relación con la prestación del servicio educativo tanto por el congreso como por los diferentes ministerios de Educación Nacional, siendo fundamental la Ley General de Educación o Ley 115 de 1994, que en coherencia con la Constitución de 1991, contempla la educación como “un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes”, y que gracias a sus múltiples fines impulsa, entre otros, el desarrollo de las artes, el deporte, la educación sexual y ambiental, la democracia, proyectos que en su mayoría y desde la experiencia personal, tuvieron la oportunidad de ser incluidos en los procesos de formación, logrando hasta hoy que ésta no se centre únicamente en el componente académico. Sin embargo, la reflexión del proceso educativo reconoce la limitación de los fines fundamentales de la educación planteados en el artículo 5 de esta Ley, enfatizando: “el desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional”, o “La promoción en la persona y en la sociedad de la capacidad para crear, investigar, adoptar la tecnología numeral”, o “el estudio y la comprensión crítica de la cultura nacional y de la diversidad étnica y cultural del país, como fundamento de la unidad nacional y de su identidad” criterios que se abordan en la actualidad y ocasionalmente en la educación superior, siendo muy limitado su análisis e integración en el resto del sistema educativo colombiano actual. Por su parte el Plan Decenal que orienta el quehacer docente, denominado en la actualidad Pacto Nacional por la Educación, plantea como propósito convertirse en un pacto social por el derecho a la educación que, con el concurso de la institucionalidad y la ciudadanía en general, permitirá identificar y tomar las decisiones pertinentes para avanzar en las transformaciones que la educación necesita. Cabe destacar que buena parte de estos planes se han planeado y desarrollado en los dos periodos de gobierno del ex presidente Álvaro Uribe, y que tiene evidente continuidad en el gobierno actual, tomando como eje conductor la seguridad democrática, relegando de esta manera la calidad de los servicios educativos y de salud al recorte de las transferencias destinadas a la inversión social, sin otra justificación que la inversión para la guerra. Otro aspecto importante, es que la educación en la historia de Colombia se ha visto fuertemente afectada por el gobierno de turno, repercutiendo en el tipo de formación que se impartía y en las prioridades que se establecían; es así como, durante los gobiernos conservadores, la educación estaba fuertemente ligada a los principios de la Iglesia católica, mientras que en los gobiernos liberales se propugnaba la libertad de cátedra y de pensamiento; tal y como se observa igualmente en la Educación ecuatoriana. Reflexionando las disciplinas 41 Una variable directamente que afecta la educación colombiana es la violencia política que ha permeado la vida social del país, y la cual unida al modelo económico adoptado, capitalista y/o neoliberalismo fundamentada en una distribución inequitativa de los recursos, ha originado conflictos como consecuencia de los desequilibrios regionales y sociales ocasionados por la ausencia del Estado en algunas zonas del país y los crecientes fenómenos de marginalidad que el modelo de acumulación de capital generó en las grandes ciudades. La violencia ha creado una cultura de la intolerancia, en que las diferencias de opinión entre grupos o individuos son resueltas mediante el uso de esta vía, con un total irrespeto por la vida humana, la cual se intensifica en una profunda crisis en la administración de justicia, una generalización de la impunidad y un alto índice de proliferación de la justicia privada. De otro lado el desplazamiento forzado es una problemática que agobia a este país desde hace más de 10 años, fenómeno que se intensificó a partir del narcoterrorismo generado por los cárteles de la droga. Cada vez son más las familias que tienen que abandonar sus tierras, con todo lo que esto implica, para salir a las ciudades huyendo de la violencia o en busca de mejores oportunidades. En este sentido, el reto para el sector educativo es muy grande, ya que el Estado debe garantizar que todas estas familias tengan acceso al sistema educativo y con ello, la igualdad de oportunidades. Sin embargo, esto ha sido complicado ya que no se contaba con políticas públicas claras para atender y lograr una verdadera inclusión para esta población; éste es un asunto en el que se ha ido avanzando, pero aún falta mucho camino por recorrer. Muchas de las prácticas educativas de los profesores en la zona de frontera colombo – ecuatoriana, se encuentran inevitablemente ligadas a la transformación del panorama político, social y educativo que ha experimentado el país en las últimas 5 décadas, lo que permite comprender en gran medida las concepciones de conocimiento, enseñanza, aprendizaje y el tipo de relación que se estableció con los maestros y maestras, pero también, obliga a ser conscientes del horizonte actual en el que el ejercicio docente debe formar sujetos capaces de realizar transformaciones sobre esas realidades, obstaculizando el desarrollo del país colombiano principalmente y salga definitivamente de las redes de la violencia, el narcotráfico y la pobreza. Así mismo, el concepto de Pedagogía que se ejerce en las Instituciones de educación fronteriza, debe repensarse en un contexto histórico concreto que reinterprete los lineamientos pedagógicos que han influido la educación de los países limítrofes; pasando de la aplicación de teorías conductistas clásicas relacionadas con métodos memorísticos y repetitivos impuestos por el docente hacia sujetos igualmente pasivos en su formación. La propuesta pedagógica contemporánea que requiere Latino América y específicamente la frontera colobo-ecuatoriana deberá contemplar acciones de mayor importancia para la participación activa del sujeto, la construcción socio cultural del conocimiento y la interacción del desarrollo y del contexto entre sus elementos cognitivos. 42 Reflexionando las disciplinas De igual manera se hace necesario re-elaborar en los currículos la educación históricamente establecida en los dos países Colombia y Ecuador, que aún sigue aplicándose en gran parte de los establecimientos educativos de estas dos naciones en sus fronteras. En palabras de Paulo Freire, uno de los más grandes pedagogos populares de Latino América, la “educación bancaria” convierte a los estudiantes en vasijas: cuanto más se llenan, mejor educador será el docente; en tal sentido, su proceso de enseñanza era y sigue siendo depositar rápidamente los contenidos programados para todo el año escolar, sin importar si realmente son útiles o necesarios para la época, y si estos logran ser entendidos o comprendidos por los y las estudiantes. Finalmente, los docentes han sido producto de una historia que sigue repitiéndose en la prevalencia de actitudes anacrónicas, debido a que persiste en gran medida una educación entendida desde una concepción tradicionalista, de cómo los y las estudiantes se dejan moldear a voluntad y arbitrariedad del profesor; en este caso y retomando a Freire(1982), pasar a ser una tabula rasa sobre la que se imprime, desde afuera, los saberes específicos y las normas de comportamiento, sin entender que la función de la escuela es dirigir la transmisión de una manera sistemática, contextualizada, ajustada a las necesidades y requerimientos de los y las jóvenes de hoy sujetos activos de un mundo globalizado y en reconstrucción. Entonces, la reflexión acerca del acto educativo transfronterizo, implica un trabajo serio para re-evaluar los procesos que se venía y se viene desarrollando, establecidos actualmente bajo una educación como instrucción, que afecta en gran medida tanto la capacidad intelectual de los sujetos formadores como la de los sujetos en formación, pues no ha permitido el establecimiento de una relación pedagógica directa, ni siquiera el establecimiento de la emoción, de un verdadero conocimiento crítico y reflexivo, sino simplemente contenidos ya elaborados por otros. Se requiere hacer una reflexión de cómo se venía desarrollando el proceso de conocimiento, para repensar la praxis al concebir la enseñanza, entendiendo que lo educativo se convierte en términos de comunicación, es decir, el conocimiento debe compartirse desde un acto humano que implica establecer un intercambio de razones y sentimientos; se hace necesario que se privilegie alternativas de intercomunicación bidireccionales y asertivas; en otras palabras, una relación horizontal y de acompañamiento. Es así como el conocimiento implica necesariamente la mirada del otro y que el educar, se traduce en un proceso netamente humano y con sentido, es decir, como una posibilidad de construir un proyecto social en un marco de valores, sentimientos, cosmogonías, y no como un propósito de la educación: preparar para la vida únicamente, sino sentir y vivir que la escuela, es el escenario en donde se desarrolla la vida en los primeros años de la existencia humana. En consecuencia, la labor de la docencia implica una responsabilidad social, dando lugar al logro de los aprendizajes y enseñanzas dirigidos en los Reflexionando las disciplinas 43 y las estudiantes; esto se puede desarrollar cuando se operacionalizan los diferentes modelos o teorías del aprendizaje, como la conductista, humanista, cognitiva, psicogenética, histórico cultural, siempre y cuando se cuestione las situaciones particulares del trabajo educativo, entendiendo que esta labor no puede asumirse como hasta hoy se ha realizado: una tarea mecanicista que dé respuesta fiel a una teoría ya establecida; el profesor puede orientar su quehacer educativo desde distintas posturas teóricas, pero para esto tiene que cuestionar su actitud como persona, sobre todo porque su accionar debe involucrar el entorno de relaciones sociales con personas que están en proceso de formación y que de alguna manera se convierten en modelos a seguir. Los seres humanos en proceso de formación tienen distintas necesidades y poseen una identidad propia, una cultura y un derecho fundamental de ser respetados en su diferencia; la educación debe ser la libertad que tienen el hombre y la mujer en la búsqueda de su propia realización, de construir conocimiento, plantear hipótesis e interrogantes, construir teorías, desarrollar creatividad y no como una imposición educativa que lo único que provoca es alienación y violencia en su propia determinación. En tal sentido la educación vista desde la cultura no puede dejar de lado factores determinantes como la interculturalidad y los derechos humanos; estas dos variables deben ser analizadas con detenimiento en espacios geográficos multiculturales para respetar desde la dignidad humana los actos educativos que respondan a esta diversidad. Son entonces las interculturas las que interactúan, respetando sus derechos y creencias diversas de pensamiento, lenguaje y acciones, posturas filosóficas, cosmogonías e identidades, las cuales son expresadas en la cotidianidad. El anhelo es disfrutar de la paz como la meta ideal de un nuevo orden, con estructuras más equitativas y modelos de convivencia plurales que deben tener la base en unos valores compartidos. Sólo en un entorno de paz se pueden vivenciar los derechos fundamentales, porque se respeta a cada ser humano en su integralidad. La salida y entrada de gente en todos los países del mundo genera fronteras político-administrativas que limitan la trashumancia de las culturas, desconociendo, la existencia de otras: las fronteras ambientales, ecológicas y culturales, las cuales no están supeditadas a la cartografía convencional de líneas y curvas a nivel, de extensiones en medidas de kilómetros o de convenciones formales producto de la planificación territorial o de la delimitación espacial impuesta por el Estado, como diría Orlando Fals Borda, sociólogo contemporáneo inquieto por el tema de los límites geográficos de la fronteras cuyo fin es estandarizar y desunir a Latino América. De otro lado, en este momento coyuntural histórico y de globalización, las nuevas posturas filosóficas de pensar la educación, son el gran desafío para las democracias de todos los países del mundo. Si queremos construir una ciudadanía abierta en donde la dignidad de todas las personas y de todos los pueblos se respete, tenemos que reconocer y valorar la pluralidad, articulando 44 Reflexionando las disciplinas nuevos caminos para que la relación entre culturas sea un potencial humano y una fuente de enriquecimiento mediada, promovida y fortalecida por la educación pertinente y contextualizada, que no sólo responda a estándares de calidad, como banderas de los modelos neoliberales de desarrollo en el caso de América Latina. Satisfacer los derechos humanos fundamentales, es una responsabilidad en las sociedades multiculturales. Los gobiernos deben hacer más efectivas sus legislaciones, las declaraciones, convenios, recomendaciones y resoluciones de los organismos internacionales, como manera de proteger los intereses, las aspiraciones de los seres humanos y de los pueblos, para su autorrealización. Se trata de proteger el libre desarrollo, una vida digna, para cada persona de cualquier cultura. Es definitivo que las comunidades y la ciudadanía se organice y fortalezca su hegemonía como sociedad civil, dotándose de mecanismos para asegurar las reglas de convivencia, dando la oportunidad a cada ser humano para que trabaje por un mundo más justo, en donde se respete las libertades y se valore la dignidad. Lo importante es crear espacios abiertos de articulaciones alternativas y descentralizadas para garantizar la protección de los Derechos Humanos y la convivencia pacífica en las sociedades pluralistas que interactúan en las fronteras. Conclusiones Es indispensable en la comunicación entre culturas, que cada una reconozca a las otras y que ninguna esté sometida al poder de los Estados de frontera o de grupos hegemónicos. Por tanto, urge buscar referentes transculturales para lograr la globalización solidaria frente a la dominación del capital y el mercado, para llegar a una ciudadanía donde se reconozca la diversidad cultural como base para construir una democracia plena. Foro Social Mundial de Porto Alegre (2002). La interacción entre paz, democracia y desarrollo, tiene que ser una realidad para reconocer y valorar las culturas, promoviendo una coexistencia y denunciando los comportamientos que atentan contra los DDHH especialmente en las zonas fronterizas. Estos derechos, como principios éticos, constituyen un horizonte moral para la humanidad; dan sentido a la vida social; son universales aunque tengan expresiones diferentes en distintas culturas; reconocen a cada persona con su dignidad, como fin en sí misma. Cada derecho es para cada persona y para la humanidad. Son además indivisibles y forman un todo interdependiente. A manera de conclusión, la tarea conjunta de reflexionar la educación en la frontera debe plantear como principios en los diseños curriculares, el respeto a los Derechos Humanos, la ecología y el enfoque de género; una mirada profunda de la cultura y sus manifestaciones diversas inter y multiculturales; una contextualización clara y real de la frontera desde lo económico, social, Reflexionando las disciplinas 45 político y cultural, los cuales serán imprescindibles en la formulación de los Planes Educativos Institucionales (PEI) de las entidades educativas de la frontera colombo – ecuatoriana. Estos principios serán transversales al conocimiento científico desarrollado en los procesos de enseñanza y aprendizaje y permitirán una educación para la libertad del ser humano que trascienda las fronteras del conocimiento desde la diversidad. Bibliografía Llanos A. et al. (1987). “Currículo Comunitario”. Quito. ________. (2008). Asamblea Nacional. Constitución Política Del Ecuador. Quito. 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