190 F ERNANDO A RIAS GARCÍA Fuera de los actos de administración antes señalados, los comuneros tienen también derecho a poseer la cosa común, no obstante, si la detentación de la cosa en su totalidad se realiza por un único copropietario, se entiende que la misma se hace a nombre de la comunidad394, por lo que puede afirmarse que no puede usucapir en contra de los demás coposeedores395, salvo que opere la interversión en su ánimus frente a las demás cuotas partes no comprendidas en su patrimonio396 (traditio brevi manu). Entre los principalísimos derechos de los copropietarios están los de disponer en forma libre de su cuota parte bien sea enajenándola, constituyendo derechos de usufructo, gravámenes –como la hipoteca–, etc., sin que requiera del consentimiento de los demás copropietarios, tal como ya lo manifestábamos. Es apenas natural que las cuotas partes en venta puedan ser enajenadas a los demás comuneros, tal y como lo manifiesta el artículo 2336 del C.C.: “Cuando alguno o algunos de los comuneros solicite la venta de la cosa común, los otros comuneros o cualquiera de ellos pueden comprar los derechos de los solicitantes, pagándoles la cuota que les corresponda, según el avalúo de la cosa”. En los procesos divisorios que regula el C.P.C., el citado derecho de compra se debe materializar dentro de los tres días siguientes a aquél en que el avalúo de la cosa común quede en firme y una vez decretada la venta del mismo, según lo expresa el artículo 474 del C.P.C. Si existe pluralidad de cuotas que deseen ejercer su derecho de compra, “…la distribución entre los comuneros que ejerciten tal derecho se hará en proporción a sus respectivas cuotas. El juez, de conformidad con el avalúo, determinará por auto que es apelable, el precio del derecho del demandante y la proporción en que han de comprarlo los demandados que hubieren ofrecido hacerlo. En dicho auto se prevendrá a éstos para que consignen la suma respectiva en el término de diez días, a menos que los comuneros les concedan uno mayor que no podrá exceder de seis meses. Efectuada 394 395 396 Cfr. artículos 779 y 2525 del Código Civil. “La solidaridad que efectivamente existe entre los condominios se reconoce solamente sobre la base la coposesión directa o indirecta del indiviso...”. Corte Suprema de Justicia, Sentencia de 16 de diciembre de 1968. Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 04 de abril de 1994. M.P. Rafael Romero Sierra: “La posesión del comunero apta para prescribir debe traducirse en hechos que revelen sin equívoco alguno que los ejecuta a título individual, exclusivo y que ella, por lo tanto, absolutamente nada tiene que ver con su condición de comunero y coposeedor. Pues arrancando el comunero de una coposesión que deviene ope legis, ha de ofrecerse un cambio en las disposiciones mentales del detentador que sea manifiesto, de un significado que no admita duda; y que, en fin, ostente un perfil irrecusable en el sentido de indicar que se trocó la coposesión legal en posesión exclusiva…”.