PRIMERA PARTE. BIENES CIVILES 187 para los casos de inembargabilidad patrimonial antes expuestos, porque precisamente uno de los principalísimos derechos de los comuneros o copropietarios es el de vender sus cuotas, en el momento que quieran y sin que requieran consentimiento de los demás coparticipes. En la copropiedad el derecho real de dominio se encuentra fraccionado entre varios segmentos de idéntica calidad jurídica –no obstante pueden ser distintos en cuanto a la cantidad384 – denominadas cuotas partes. En relación con la naturaleza jurídica del derecho de cuota parte, podría afirmarse que cada copropietario tiene un derecho real de uso, goce y disposición –reiterándose la afirmación relacionada con la de idéntica calidad jurídica entre coparticipes, todos los cuales detentan los tres elementos descritos de la propiedad individual–, no obstante con un grado material de contenido, si se quiere, inferior a la plena propiedad del bien, en la medida en que se encuentra seccionada. No debe entenderse dicha aseveración como una merma de las potestades jurídicas del comunero frente al propietario individual, sino como la existencia de unas facultades atomizadas en tantas personas, cuantos copropietarios existan385 . Es por ello que cada copropietario es, si se nos permite el término, soberano frente a su cuota parte; recuérdese que la característica esencial de la copropiedad es la ausencia de solidaridad entre las distintas cuotas partes, lo que imperativamente implicará que cada copropietario podrá, en cualquier momento enajenar, constituir gravámenes, derecho real de usufructo y otros sobre su cuota parte, aun sin el consentimiento de los demás copartícipes386. En igual 384 385 386 Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 24 de febrero de 1995, Exp. Nº 4258. M.P. Nicolás Bechara Simancas.: “…3. Entonces, para el evento en que no aparezca determinada la cuota de los comuneros en el título que les da derecho a los indivisarios a participar en la comunidad, ha de considerarse, como lo advierte la doctrina antes referida, que sus derechos cuotativos son iguales, lo cual, desde luego, admite prueba en contrario”. Ello es claro, v.g. en la distribución proporcional de frutos, participación en gastos, mejoras, reparaciones, expensas comunes, coposesión de la cosa común, etc. No obstante el tema admite aún discusión doctrinal, tal y como lo recuerda la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia en Sentencia de 17 de julio de 1974: “En opinión de ciertos autores, el comunero tiene en el conjunto de los bienes indivisos, un derecho individual, una fracción de dominio individual. Otros sostienen que el derecho de cada copartícipe sobre el conjunto de los bienes comunes, llamado cuotaparte, es un derecho de propiedad colectiva que se caracteriza porque las facultades de dominio: uso, goce y disposición, se presentan en forma restringida y no en la forma amplia y absoluta del dominio exclusivo o individual”. Al respecto expresa la Superintendencia de Sociedades en concepto 12306 de 25 de marzo de 1998: “Debe tenerse en cuenta que en una comunidad cada comunero es dueño de un derecho proindiviso en el bien común, del cual puede disponer como tal dueño de esa parte pero no del todo común ni de una parte determinada de ella. Así mismo, la posesión es común y se ejerce