Reclamos por productos defectuosos: ¿Están preparadas las

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12 | E
L
E M P R E S A R I O
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Viernes 21 de octubre de 2005
| ESTADO DE DERECHO |
Reclamos por productos defectuosos:
¿Están preparadas las empresas uruguayas?
ALEJANDRO HERNÁNDEZ
FERRERE Abogados
La responsabilidad
por los productos
defectuosos no es un
sistema que se aplique
exclusivamente a los
fabricantes. Según el
caso, el damnificado
puede llegar a accionar
no sólo contra el
productor, sino también
contra los importadores
y distribuidores locales.
ilmes como “El Informante”, “Erin
Brockovich” o “Una Acción Civil”,
Fprobablemente
han sido vistos por muchos de los lectores. Dichas películas,
además de recoger publicitados casos
reales, a la manera Hollywood, también
aportan otro mensaje: la crucial importancia que en toda empresa moderna,
no solamente del primer mundo, tiene el
tema de la responsabilidad por los posibles daños que puedan ocasionar sus
productos a los consumidores.
En Estados Unidos y Europa, numerosas empresas han sido objeto de multimillonarias demandas por parte de
consumidores. Así por ejemplo, Compañías tabacaleras, productores de autos, laboratorios, elaboradores de comida, empresas de pintura e implementos de construcción, etc., todas
ellas han sufrido los efectos devastadores de reclamos de sus consumidores.
Desde la óptica legal, el fenómeno ha
determinado la conformación de un sistema especial de responsabilidad civil, conocido en inglés como “Product Liability”.
Dicho sistema se basa esencialmente en
la obligación de las empresas fabricantes, o incluso de las simplemente comercializadoras, de reparar los daños
producidos por sus productos. Esto aún
cuando los mismos haya actuado diligentemente al fabricar los mismos.
En Uruguay, país con escasa producción industrial, el problema puede parecer menor. Esto no es así, ya que la
responsabilidad por los productos defectuosos no es un sistema que se aplique exclusivamente a los fabricantes.
Según el caso, el damnificado puede
llegar a accionar no sólo contra el productor, sino también contra los importadores y distribuidores locales.
En Europa, la trascendencia del tema, ha obligado a dictar una regulación
comunitaria específica para los productos defectuosos con el objetivo de atender el problema y evitar peligrosas asimetrías entre los diversos países de la
Unión Europea. Dicha regulación, intentó unificar algunos temas especialmente debatidos, como los relativos a
los elementos que los consumidores debían probar para tener éxito en las demandas y, esencialmente, la posibilidad
de poner topes a las indemnizaciones.
En los Estados Unidos, el tema tiene
tanta importancia que ha motivados
múltiples debates, no sólo a nivel legal,
sino entre economistas. Un informe presentado al Congreso americano, el cual
recoge una investigación realizada entre
más de dos mil “CEOs” de Compañías,
afirma que los fallos en caso de productos defectuosos están haciendo perder
competitividad a las empresas americanas, además de haber determinado el
cierre de numerosas plantas de producción y pérdidas de puestos de trabajo.
En Uruguay, si bien estamos lejos de
la oleada de demandas existentes en
Estados Unidos y Europa, ya han existido fallos que recogen algunos de los
principios básicos del “Product Liability” y condenan a empresas a reparar
los daños causados.
Esta realidad, ha obligado a muchas
empresas a implementar diversas estrategias, de fuerte contenido legal, para
estar mejor preparadas ante eventuales
reclamos. ¿En qué han consistido esas
estrategias? ¿Qué se puede hacer para
reducir la exposición a estos litigios?.
Toda estrategia preventiva debe estar
basada en un pilar básico: la amplia y
clara difusión de la información relevante de los productos comercializados y su
forma de uso. En el terreno del “Product
Liability”, uno de los mejores argumentos defensivos es el acreditar que el consumidor conocía los efectos del producto
al momento de consumirlo, ej. un medicamento, así como la correcta forma de
utilizar el mismo, ej. como utilizar adecuadamente una herramienta o ciertos
insumos, ej. químicos, fertilizantes, etc.
Esto es así, ya que se considera tan defectuoso un producto cuando presenta un
problema de diseño o producción, como
cuando, aún perfectamente diseñado, se
transforma en lesivo para el consumidor
debido a la mala información acerca de
sus propiedades o uso.
La Ley uruguaya de Defensa del
Consumidor establece una serie de disposiciones acerca de la información
que se debe brindar acerca de los productos, y las condiciones en que se debe brindar la misma, por ej. el idioma
de las instrucciones. En la práctica,
muchas empresas productoras e importadoras no toman en cuenta estas
indicaciones y aumentan seriamente
su exposición al riesgo.
Adicionalmente, muchas empresas
comercializadoras olvidan que, de
acuerdo con la Ley de Defensa del Consumidor, en caso de que el daño derive
de la modificación de las condiciones
del producto o de su inadecuada conservación, ellos serán responsables. Lo
mismo sucede en caso de que no se pueda identificar adecuadamente al importador o al fabricante.
En conclusión, para eximirse de indemnizar el daño, no alcanza simplemente con decir que uno no ha producido el producto dañoso. La correcta
preparación para un eventual litigio,
implica una previa revisión de las condiciones de comercialización del producto, y en última instancia, un adecuado conocimiento de quien ha sido
el productor real del mismo. En una
economía altamente globalizada, en la
cual muchos productos son adquiridos
a distancia y a través de “dealers”, muchas veces se descuidan estos detalles
que pueden transformarse más adelante en un serio dolor de cabeza.
En Uruguay, se suele olvidar que
por los daños ocasionados por un
producto defectuoso puede ser
obligado a responder no solamente
su productor sino tambien el importador local y demás comercializadores si el daño deriva de la mala conservación o alguna modificación de sus cualidades.
En Europa, desde 1999, y como
consecuencia del problema de
“vaca loca” los productos animales y vegetales tambien son protegidos bajo la directiva de la Comunidad Económica Europea sobre
productos defectuosos.
En Brasil ya ha habido más de cien
casos de reclamos contra compañías tabacaleras. La gran mayoría
han sido desechados.
En Estados Unidos, un informe
presentado al Congreso realizado
entre más de dos mil CEOs de compañias, afirma que los fallos en
caso de productos defectuosos están haciendo perder competitividad a las empresas americanas,
además de haber determinado el
cierre de plantas de producción,
pérdidas de puesto de trabajo y
haber determinado la discontinudad de ciertos productos.
Decenas de venezolanos han reclamado en los Estados Unidos cifras
millonarias en dólares por daños a
ellos ocasionados en Venezuela
por vehículos fabricados en Estados Unidos.
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