Red Conceptual, Tecnología y Discapacidad Rafael Sánchez Montoya Universidad de Cádiz 3 IDEAS CLAVES 3 Paradigma de crecimiento frente al paradigma de la deficiencia. Trazar una red conceptual supone abrir canales de interacción multisensoriales entre el alumno y la computadora dentro de una intervención psicopedagógica centrada no en las deficiencias del alumnado (paradigma de déficit) sino en determinar cuáles son sus necesidades educativas especiales y arbitrar estrategias que las satisfagan (paradigma de crecimiento). Nuestro interés por los planteamientos sobre inteligencias múltiples y la importancia de las diferencias individuales en el rendimiento, nos lleva a reflexionar sobre las actuales acepciones de deficiencia, discapacidad y minusvalía, desde un enfoque que evita centrarse en la patología y busca un modelo más ecológico y contextual. Así, la discapacidad se considera una restricción de la actividad del individuo como consecuencia de la interacción de la persona con un ambiente que no le proporciona el adecuado apoyo para reducir su deficiencia (limitaciones), mientras que si hablamos de minusvalía lo haremos en términos de participación, pues se considera ésta como la diferencia entre las exigencias de la sociedad y la capacidad del individuo. La diferencia puede reducirse mediante adecuadas adaptaciones de software y hardware. Software de autoayuda frente al software exclusivo Es recomendable huir del software exclusivo para educación especial . En todos los países se hacen programas con etiquetas – en España hay Logo para paralíticos cerebrales o Procesador de textos que se manejan con conmutadoresy aunque tienen la ventaja de que son programas fáciles de utilizar y parecen solucionar el problema, simplemente lo que hacen es retrasarlo, pues el software exclusivo no crece con el usuario ni permite que el alumno se integre en un grupo. Sus miras son muy limitadas. Las autoayudas, por el contrario, son rampas informáticas que permiten usar el mismo software sin importar la discapacidad. Muchas son gratuitas y sus objetivos son muy variados. Unas permiten que la computadora trabaje más lentamente para que el usuario, al disponer de más tiempo, pueda responder adecuadamente; otras ofrecen redundancia visual o auditiva de salida y de esta forma las indicaciones del software pueden ser percibidas por los usuarios con deficiencia sensorial. Abren todo el software comercial a los usuarios con discapacidad y evitan la necesidad de acudir al software exclusivo. Adaptación curricular frente a los programas de desarrollo individual (PDI) La reforma educativa supone una clara opción a favor de una enseñanza comprensiva y abierta a la diversidad; sin embargo, pretender que todos los alumnos adquieran las mismas capacidades y garantizarles el acceso a unos contenidos que se consideran básicos no es una tarea fácil pues sabemos que hay alumnos que presentan dificultades de aprendizajes y que ello implica actuaciones a niveles muy diversos según los casos. Hay alumnos que requieren una ayuda permanente (deficientes visuales y ciegos, sordos, con retraso mental, paralíticos cerebrales, autistas, etc.) y también otros, alrededor del 20%, que sólo presentan dificultades temporales de aprendizaje: trastornos de atención, dificultades para el desarrollo de la lectura y escritura, dificultades para comunicar las ideas, etc. El profesorado necesita recursos que le ayuden a compensar las situaciones desfavorables de su alumnado y, en este sentido, la computadora –núcleo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación- tiene reconocida capacidad para favorecer la integración educativa y social. En unos casos la computadora actúa como una prótesis y ayuda a vencer, con sintetizadores de voz, teclados especiales, etc. las dificultades de los que tienen problema de habla o escritura. En otros, es una herramienta que potencia el desarrollo cognitivo y mejora los procesos de adquisición de los objetivos de las distintas disciplinas del currículo a través de software de reeducación y refuerzos, simuladores, juegos pedagógicos, etc. La figura muestra de forma esquemática los aspectos fundamentales a considerar. Hay que tener presente que, si bien, por razones metodológicas y didácticas, existen fases en su aplicación, hay que ser flexibles y no olvidar que la intervención debe ser unitaria y coherente. La computadora está subordinada al alumno. Sus necesidades y los objetivos (tareas) que se quieran alcanzar tanto en el ámbito personal como de currícu- lo, nos indicaran el camino a seguir con la tecnología informática. Para planificar la intervención podemos: En primer lugar Diagnosticar y valorar al usuario . Es un trabajo complejo que habitualmente requiere un equipo multiprofesional para que el resultado esté ajustado a la realidad y distinga claramente las causas de los efectos. Es una fase imprescindible para personalizar la intervención. Nos permitirá conocer el desarrollo personal y social del usuario, sus habilidades psicomotoras, lenguaje, hábitos y adaptaciones, desarrollo cognitivo y emocional, situación familiar, etc. En segundo lugar Seleccionar y evaluar el software y el hardware con el fin de conocer las características del soporte -lógico y físico- que utilizará esa persona que pondrá de manifiesto si la interacción que mantiene el alumno con la computadora se desarrolla en un ambiente satisfactorio en el que la tecnología está a su servicio o se le están creando nuevas barreras a superar. Por último, Correlacionar necesidades con los recursos y que el equipo de profesionales ofrezca una propuesta para secuenciar los recursos informáticos seleccionados en la fase 2. Ya en 1985 L. Rogers proponía la creación de una nueva profesión: Aid System Integrator, coordinadores de los equipos, personas que además de conocer las propiedades y posibilidades técnicas de los medios informáticos disponibles, basarían su modelo de intervención concreta en cada caso en los datos que aportaron todos los profesionales implicados, y conseguirían argumentar: a)¿Para qué necesita un determinado alumno ayuda informática? ¿Por qué usa esa ayuda tecnológica y no otra? ¿Cómo integrarla en el currículo? b) ¿Cómo redefinir los objetivos para irlos adaptando a las necesidades educativas del alumnado en cada momento? ¿Qué criterios sugieren el cambio de un hardware o software por otro? Es un campo profesional en el que hay que actualizarse rápidamente ya que aparecen nuevos productos de una forma continua y vertiginosa. La reflexión sobre estas 3 ideas claves permanece abierta invitando a todos los que lo deseen a aportar ideas y sugerencias a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected] Gracias.