Adultos mayores obesos viven más, pero en peores condiciones

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Adultos mayores obesos viven más, pero en peores condiciones
El estudio realizado a tres grupos de adultos mayores en Chile, analiza la relación entre obesidad, condición
social y género. Conoce opinión de profesional de MEDS
Según datos de la última Encuesta Nacional de la Salud, el 31% de los adultos mayores chilenos sufre de
obesidad, enfermedad crónica que vive el 10% de la población mundial. Esta realidad motivó a especialistas
del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), de la U. de Chile, a investigar la relación
entre la obesidad y una expectativa de vida saludable.
El estudio, que está en su último año de ejecución, ha evaluado a cerca de dos mil personas de la tercera
edad, nacidos antes y después de la década del 40, para comparar la salud de quienes crecieron en un
período en el que estaban más expuestos a enfermedades, versus a los que nacieron en un ambiente más
sedentario, con gran estrés y acceso a comidas chatarra.
"En estos años de investigación hemos descubierto que la sobrevida es mayor en obesos que en no obesos,
y que los que tienen menor probabilidad de sobrevida son los desnutridos. Hay varias hipótesis para explicar
esta situación, como que los ancianos obesos tienen más musculatura que grasa, y son los músculos los
que tiene que ver con la inmunidad, la movilidad y las caídas. Sin embargo, el mecanismo fino no está
totalmente dilucidado, la explicación más aceptada es que son sobrevivientes, personas que llegaron obesas
a esa edad porque no fallecieron antes", explica la epidemióloga geriátrica Cecilia Albala, encargada del
proyecto.
Cómo envejece Chile
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona con sobrepeso es aquella que tiene
un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 25, pero muchas sociedades geriátricas internacionales y el
Ministerio de Salud chileno plantean que ese punto de corte no es el mejor para definir el estado nutricional
en el adulto mayor, por lo que consideran que el peso óptimo se encuentra en un IMC entre 23 y 28.
Según Albala, lo más importante para definir la salud en el adulto mayor es la funcionalidad, es decir, que
una persona sea capaz de efectuar de forma autónoma e independiente todas las actividades que se
requieren para la vida normal. "Los adultos mayores obesos viven más, pero con una peor calidad de vida
asociada a la salud física, sin embargo, en el aspecto de la salud mental, no sufren ningún tipo de
problema", comenta la profesional.
Los principales riesgos a los que se expone una persona con esta enfermedad son una mayor frecuencia de
hipertensión arterial, de diabetes mellitus, resistencia insulínica, aumento de colesterol en la sangre e
infartos, a lo que se suman enfermedades como apnea del sueño, artrosis de rodilla y cadera, cálculos en la
vesícula y además algunos cánceres.
Para el geriatra de MEDS y presidente de la Sociedad de Geriatría de Chile, doctor Juan Carlos Molina, este
estudio pone nuevamente en evidencia importantes puntos a considerar y por sobre todo para desarrollar
una clara y rápida respuesta frente a la ausencia de información e investigación en personas mayores.
" Es distinto el conocimiento e información en relación a envejecimiento biológico o normal, que lo que
pudiéremos saber en relación a envejecimiento patológico, que ha llevado al paradigma errado de "viejo
enfermo". Debemos mantener la funcionalidad, que guarda estrecha relación con porcentajes de masa
muscular, y cobra con ello aún más vigencia el pensamiento que sostengo: La salud es la función, no hacer
la función es una disfunción o enfermedad y ella nos puede llevar a la defunción. El músculo es el motor de
la función y el músculo se "construye "con nutrición y ejercicio, por ello invito a la comunidad plena amover el
cuerpo y el alma desde una alimentación saludable y practicando ejercicio", sostiene el profesional de
MEDS.
Efectos de la modernidad
La investigación del INTA también estudia los factores de género y económicos entre los tres grupos. Los
resultados demuestran que quienes están en isapres tienen una mejor autoevaluación de su salud, son
menos obesos y sufren menos limitaciones funcionales. Mientras que en lo que respecta al género, se
encontró que las mujeres viven más que los hombres, pero en peores condiciones de salud.
"Habitualmente en los países que salieron del subdesarrollo, donde no hay hambre ni desnutrición, se
observa que la obesidad es mayor en los niveles socioeconómicos más bajos y eso calza con el adulto
mayor chileno. Este proceso de envejecimiento tiene importantísimas consecuencias sociales y económicas
porque nuestra sociedad se está haciendo vieja en un contexto de pobreza, distribución económica desigual
y diferencias de género", plantea la doctora Cecilia Albala.
Fuente: El Mercurio-INTA-Centro MEDS
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