Comedores Escolares Un Desafio Para La Educación Alimentario Nutricional. No hay necesidad de subrayar la importancia de una correcta alimentación para la salud y para el normal desarrollo de los niños y adolescentes. Garantizar una buena alimentación es también un acto educativo, es inculcar hábitos para que persistan toda la vida. Algunos padres cuidan atentamente la alimentación de sus niños en los primeros meses y durante los primeros años. Desafortunadamente a medida que el niño crece, la atención puesta en el equilibrio de su alimentación se debilita y los hábitos alimentarios del ambiente familiar y del entorno social se imponen sobre sus necesidades. La alimentación de los niños y adolescentes responde a varios objetivos: -Garantizar el crecimiento y desarrollo del organismo y del cerebro. -Garantizar las mayores probabilidades de salud a corto y a largo plazo evitando inducir o agravar los factores de riesgo de enfermedades de la edad adulta obesidad, diabetes, hipertensión, ateroesclerosis. --Satisfacer las necesidades afectivas ligadas a la alimentación. Los comedores institucionales de los centros educativos pueden ser el ámbito ideal para impartir educación nutricional, desde temprana edad. En nuestro medio ha habido grandes progresos y de la cantina escolar a la proyección de comedores escolares, progresos aún mayores. Actualmente la calidad y el valor nutricional de las comidas varía aún mucho de un establecimiento a otro y se refleja en función de la política institucional y del apoyo y exigencias de los padres y de la comunidad educativa. Los errores aún demasiado frecuentes en la alimentación del ámbito escolar siguen caracterizados por un exceso de aporte energético en base a grasas y productos azucarados y a un consumo abusivo de sodio. No se debería obligar siempre a los niños a terminar lo que está en su plato, cuando no se han servido ellos mismos...La regla moral de antaño”no dejarás nada en tu plato”,hoy es “No comerás mas allá de tu apetito”. La presencia de los productos lácteos y de los vegetales y frutas frescas son aún insuficientes en los menues. Los niños deben beber a voluntad, pero la bebida por excelencia es el agua, muy por el contrario, los refrescos u otras bebidas coloreadas y azucaradas. El ambiente de las comidas es un elemento importante de la calidad de los comedores escolares. A menudo funcionan en amplios locales, no siempre destinados para este uso exclusivo, demasiado grandes, ruidosos, donde es difícil imponer el respeto o un mínimo de disciplina. Un almuerzo ingerido en un ambiente así es nocivo para el niño. En medio de una jornada escolar ya bien cargada necesita un poco de calma y tranquilidad. La calidad de la comida ganará con ello y su aspecto educativo también. Las mesas deben tener medidas familiares seis cubiertos por mesa es lo ideal, ocho lo máximo . En el comedor escolar el niño adquiere comportamientos alimentarios que conservará en el futuro y también comportamientos sociales que lo marcarán de forma duradera. Si el ambiente es bueno, aprenderá a compartir equitativamente y a respetar a los demás. El papel educativo de las comidas escolares supera en mucho los aspectos nutricionales. El personal es un aspecto muy importante, es preciso contar por lo menos con un monitor de vigilancia y un maestro cada 30 niños. El personal debe contribuir a generar el buen ambiente de la comida, asegurar la disciplina, ocuparse del lavado de manos y dientes , controlar se colabore en el mantenimiento de la higiene del sector, así como también el cumplimiento equitativo de las porciones. Los niños más pequeños pueden adquirir desde temprano nociones simples sobre los principales alimentos, al mismo tiempo que un buen comportamiento alimentario. Si el servicio que brinda el comedor es parte del proyecto pedagógico de la institución, logra ser el medio más eficaz para darle a la educación nutricional una base sólida implantada en la vivencia cotidiana de los niños. Todo contribuye a este fin, de forma positiva o negativa: la calidad de la alimentación, el ambiente de las comidas y la actitud del personal. Un buen diálogo entre los docentes, el personal y los responsables del comedor permite múltiples actividades pedagógicas vinculadas a la nutrición. Buscando estrategias de acción para la educación nutricional que permitan darle al alimento no solo el valor nutricional que tiene sino también el valor social que se muchas veces se olvida me limito a citar las siguientes: -Es fundamental para los más pequeños brindar nuevos alimentos de manera divertida y atrayente y variar su alimentación, esto constituye un buen hábito para el presente y para el futuro. -Fomentar el desarrollo del gusto, es bueno que descubra con alegría el mundo que lo rodea y entre muchos otros aspectos, descubra la diversidad de preparaciones alimentarias. -Habituar a los jóvenes a no despilfarrar los alimentos, vivimos en una civilización en la que la desigualdad social es cada vez mayor y es deseable que desde niños tengan respeto por los alimentos, por el trabajo de quienes lo han producido, recolectado, transformado y por quienes tienen grandes dificultades para acceder a los mismos. Si bien es responsabilidad de las autoridades educativas de cada colectividad poner a disposición de los usuarios una alimentación sana, variada ,compatible con el resto del equilibrio alimentario, es el consumidor el actor final de este equilibrio. Lic.Nta. Giselle Scartaccini Lourtet Nutricionista del Departamento de Nutrición del Lyceé Francais Jules Supervielle Nutricionista Asesora de Henderson y Cia S.A Ex Presidente de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas Ex Presidente de la Confederación Latinoamericana de Nutricionistas