Un tercio de las lesiones que sufren los mayores de 65 años en accidentes de tráfico son de gravedad alta De izquierda a derecha, los profesores Rafael Heredero, Francisco José López-Valdés y María Seguí-Gómez. Foto: Manuel Castells Un tercio de las lesiones que sufren los mayores de 65 años en accidentes de tráfico son de gravedad alta, y las más frecuentes son las fracturas en las piernas, cadera y tórax, y los traumatismos craneoencefálicos. Así se desprende de un estudio realizado por los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra Francisco José López-Valdés, María Seguí-Gómez y Rafael Heredero. La iniciativa se engloba dentro del proyecto APOLLO WP2, que durante 2007 recopilará datos de 24 países europeos. Concretamente, entre los 12.660 ocupantes de vehículos de esa edad registrados, las repercusiones más comunes fueron fracturas (30.393), daños a órganos internos (13.683), contusiones (6.717) y heridas abiertas (4.583). Entre las primeras, los autores destacan la gran incidencia de las que afectan a la cabeza, extremidades, tórax, columna vertebral y pelvis. Por otro lado, en cuanto a los órganos, las lesiones más importantes se relacionaron con el cerebro, el tórax y el abdomen. Informes de las altas hospitalarias Para realizar el trabajo, los científicos del Centro Europeo para la Prevención de Lesiones, perteneciente al departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, han analizado los informes de las altas hospitalarias. “Hasta ahora no era posible conocer qué lesiones eran las más graves en ese sector de la población y en qué región corporal se producían, pues las fuentes eran de origen policial, cuyos informes no se centran en proporcionar esos detalles”, explica Francisco José López-Valdés. Por otro lado, el profesor de la Facultad de Medicina apostó por mejorar la seguridad de las personas mayores mediante sistemas de ayuda a la conducción, “que faciliten datos al conductor sobre el estado del tráfico o de si existen otros vehículos aproximándose de forma rápida”. Asimismo, propuso que en el diseño de los cinturones y airbags “se tenga en cuenta cómo se van modificando las características de los tejidos humanos con el envejecimiento”. “La población en los países desarrollados envejece -recordó- y la gente sigue utilizando los vehículos personales incluso cuando llegan a una edad avanzada. Hay que encontrar sistemas que ayuden y protejan a los mayores mientras conducen”. APOLLO WP2, el proyecto dirigido por la profesora María Seguí-Gómez al que pertenece este estudio, aborda cómo afectan las lesiones por causas externas a la población europea. La propuesta forma parte de un programa más amplio, APOLLO, coordinado por el Center for Research and Prevention of Injuries, de la Universidad de Atenas. APOLLO WP2 Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública Facultad de Medicina