FILOSOFÍA CONSTRUCTIVISTA La filosofía constructivista está enfocada a liberar el potencial creativo de los niños y niñas, facilitando un aprendizaje significativo, el cual consiste en la adquisición de nuevos conocimientos mediante su inclusión en conceptos ya existentes en la estructura cognitiva. Es decir, un aprendizaje que, en contraposición al memorístico por recepción mecánica, habilita a los niños y niñas para ser más creativos y constructivos. En este tipo de aprendizaje participan tanto los docentes como los alumnos/as, ayudándose a aprender a aprender, dado que el alumno/a necesita aumentar su capacidad crítica, su capacidad creadora y su autonomía personal. Algunas directrices de este modelo cognitivo/constructivista son por ejemplo: poner énfasis en lo que el alumno/a sabe, ayudar al alumno/a a aprender a aprender y sentirse responsable de que los alumnos/as compartan significados. Otro factor importante dentro de esta filosofía, son los Errores Conceptuales (EECC), ya que condicionan el proceso por el que se adquieren los nuevos conocimientos. Los Errores Conceptuales son conocimientos previos que a menudo están en desacuerdo con los científicamente aceptados, y, que además, muestran resistencia a ser cambiados. Por todo ello, son un importante obstáculo para el desarrollo del pensamiento creativo y crítico. El marco teórico de esta filosofía ha sido desarrollado por tres autores; Ausubel, Novak y Gowin, de los cuales han surgido dos poderosas herramientas instruccionales: el Mapa Conceptual y el Diagrama V.