Recuperar el federalismo argentino

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Recuperar el federalismo argentino
http://www.elimparcial.es/noticia.asp?ref=155762
14/09/2015@20:44:04 GMT+1
Alieto Guadagni
Economista
ALIETO GUADAGNI es economista graduado en la Universidad Nacional de Buenos
Aires, con estudios de postgrado en la Universidad de Chile y Doctorado en la
Universidad de California (Berkley)
La Constitución argentina de 1994 estableció (art.75) que corresponde al Congreso
aprobar una ley que asegure a las provincias “la automaticidad en las remesas de los
impuestos coparticipados”, la Constitución es bien clara ya que también establece que
la distribución de la renta tributaria nacional entre la Nación y las provincias
“contemplara criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará prioridad
al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de
oportunidades en todo el territorio nacional”. Ya pasaron 21 años y este claro mandato
constitucional aún sigue lamentablemente incumplido, así se explica la desmesurada
concentración “unitaria” de recursos fiscales en manos del Tesoro Nacional en desmedro
de las Provincias, ya que las transferenciales son discrecionales y arbitrarias, es decir
“premiando” y “castigando” a los gobiernos provinciales según los vaivenes de la política
partidaria
Este proceso de concentración unitaria ha sido tan intenso que hoy se transfiere
automáticamente a las provincias el valor más bajo de los últimos cincuenta años, apenas 26
por ciento de la recaudación total tributaria nacional. Recordemos que en 1988 el Congreso
había establecido el 57,66 por ciento de la recaudación tributaria nacional como
coparticipación automática a favor de las provincias.
La actual concentración de recursos a nivel central no promueve el control en el aumento del
gasto público provincial, ya que hace que el desempeño de los gobiernos provinciales sea
dependiente de las transferencias discrecionales del Tesoro Nacional. No es casualidad que las
provincias que reciben la mayor coparticipación por habitante de los impuestos nacionales
recaudados, sean al mismo tiempo las provincias donde hay más empleados estatales, sin que
esto signifique que los servicios ofrecidos por estos gobiernos provinciales sean satisfactorios o
superiores a los de otras provincias con menos coparticipación por habitante. Es decir se trata
de un empleo estatal redundante y sin servicio a la comunidad.
El nuevo régimen de coparticipación debería fijar una coparticipación automática a favor de las
provincias superior al 50 por ciento, pero sin coeficientes fijos como es ahora, sino con
coeficientes distributivos, periódicamente determinados, que apunten a fortalecer el
cumplimiento por parte de las provincias de las tres importantes responsabilidades directas
que les encomienda nuestra Constitución. Estas tres responsabilidades responden
exactamente a lo que la gente hoy desea recibir de los gobiernos provinciales: Educación,
Salud y Seguridad Ciudadana.
Sería un paso positivo que en el actual debate electoral los candidatos presidenciales
nos aporten su visión sobre esta cuestión, indicando cuales serían las medidas que
impulsaran para terminar con la actual concentración unitaria de los recursos fiscales y
cumplir lo que manda nuestra Constitución. No exageramos si decimos que el nuevo
régimen de coparticipación federal de impuestos debe ser “la madre de todos los
pactos políticos” que deberemos encarar en Argentina.
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