Aspectos nutricionales implicados en la salud de la piel La piel actúa como una barrera entre el compartimento corporal y el exterior, protegiendo al organismo de agresiones mecánicas, sustancias nocivas, infecciones, radiación etc y jugando además un papel primordial en el mantenimiento de la homeostasis por medio de mecanismos que impiden la pérdida de agua y regulan la temperatura corporal. Existen además en ella terminaciones nerviosa que responden ante estímulos de diferentes tipos, y desde hace unos años se le ha considerado además una parte importante del sistema inmunitario. Además de las funciones fisiológicas que desempeña, el aspecto cuidado de la piel dentro del conjunto de la imagen corporal condiciona en gran medida la sensación de bienestar y atractivo físico de la persona de forma que el color, textura, elasticidad etc adquieren una gran importancia como reflejo de salud . Sin embargo, la piel está bajo la influencia de muchos factores agresores tanto externos Radiaciones UV, radicales libres, tóxicos, alergenos, traumatismos etc como internos del tipo de inflamaciones, alteraciones inmunitarias, predisposición genética, desequilibrio hormonal, estrés.. Ante estos mecanismos de agresión se producen alteraciones que van desde el fotoenvejecimiento hasta patologías cutáneas determinadas como psoriasis etc, incluyendo inflamación, alteracion de la respuesta inmunitaria de la homeostasis etc. La fisiología de la piel y su aspecto dependen de una adecuada nutrición.Las alteraciones en el equilibrio nutricional o los déficits de determinados nutrientes quedan reflejados en la piel y existe cada vez más evidencia según los estudios epidemiológicos de la relación inversa entre niveles de ciertos nutrientes protectores en plasma y tejidos y la incidencia de patologías . Este es el caso de la piel en la cual la bio-disponibilidad de carotenoides , vitaminas y ácidos grasos esenciales ha sido demostrada y asociada a un menor riesgo de lesión Si bien en situaciones de déficit de determinado nutriente, la administración del mismo puede restablecer el equilibrio perdido y mejorar la patología , hoy en día se puede ir más allá en tanto que algunos componentes de la dieta han demostrado que juegan un papel protector y de prevención; y que el aporte incrementado de estos nutrientes ,que en su mayoría son esenciales y por lo tanto no sintetizables por el organismo, se acompaña de múltiples beneficios a nivel sistémico y local, siendo la piel una de las estructuras que se beneficia de ello. El desequilibrio nutricional que se da en muchas ocasiones condicionado por factores de diversos tipos, hace que el contenido en nuestra alimentación de estos activos protectores esté francamente disminuido y que por el contrario exista en nuestra dieta una importante cantidad de otros componentes que favorecen la inflamación el desequilibrio hormonal, procesos inmunitarios, deshidratación de la piel.. De entre el gran conjunto de principios activos de origen nutricional, los que ejercen un papel protector más destacado a nivel cutáneo están en gran medida en el reino vegetal , ya que las propiedades antioxidantes de los carotenoides , compuestos fenólicos , vitaminas etc de las plantas nos pueden beneficiar al consumirlas Así por ejemplo el licopeno del tomate, la luteína de espinacas, catequinas del té , isoflavonas de la soja, y las vitaminas del tipo de tocoferoles o el ácido ascórbico han demostrado ser importantes protectores de la piel pudiendo sumarse sus efectos o darse lo que se llama sinergismo de acción Por otro lado, los ácidos grasos esenciales de la familia de los omega 3 y alguno de los omega 6 han visto alterados sus aportes en los últimos años ,y también con respecto de otras grasas que consumimos en exceso Esto lleva consigo una dieta con un carácter marcadamente favorecedor de procesos de tipo inflamatorio, auto-inmune etc que es preciso corregir introduciendo estas grasas en mayor cantidad en nuestra dieta, y ante la dificultad que ello supone en ocasiones recurrrir a la suplementación oral , la cual no es en absoluto excluyente de otros tratamientos como son la vía tópica, sino coadyuvante. Mª Antonia Lizarraga Cesnid ( Universidad de Barcelona)