Mi Camino (de Santiago) Carrión de los Condes - Sahagún Margarita ha abierto el albergue y ya está despidiendo a los peregrinos cuando apenas ha comenzado a amanecer. Esta mujer no descansa. El peregrino espera en un bar de la plaza a que la cafetera alcance la presión suficiente para poder preparar un café. Paciencia porque sino hasta Calzadilla no va a poder tomárselo y no es cosa de caminar 17 kilómetros en lastre. Cumplido el inexcusable rito del cafelito mañanero es el momento de enfrentarse a la etapa del día. La mañana está nublada lo que supone un arma de doble filo: ausencia de calor pero posible lluvia. Puestos a elegir el peregrino prefiere el sol pero será lo que Dios quiera. desconocido lector, piensas hacer este tramo en las horas centrales de un día de verano, ármate de valor y encomiéndate al Apóstol. Por fin, aparece la torre del cementerio de Calzadilla para, en suave descenso, llegar al pueblo a cuya entrada está el albergue. Un poco de charla con el hospitalero, saludos a algunos peregrinos que se quedan en el bar y de nuevo a caminar. El sendero, con buen piso, sigue paralelo a la carretera por la margen izquierda y en algún punto coincide con tramos abandonados de aquella; solamente las edificaciones del antiguo Hospital de las Tiendas distraerán al peregrino hasta que un palomar, en medio del campo, le advierte de la llegada a Lédigos en donde podrá hacer un alto en el bar que tambien dispone de albergue. Por la tierra llana de Palencia se avanza con rapidez así que antes de las dos de la tarde ha llegado a Terradillos; aquí los únicos servicios son los que ofrece el albergue: comidas y alimentos. Demasiado pronto y demasiada tarde por delante como para no pensar en continuar a Sahagún, distante 13 kilómetros. Decide seguir, a pesar de la amenaza de lluvia, y tras pasar por Moratinos, sin ningún tipo de servicio, llega a S. Nicolás, último pueblo de la provincia de Palencia, que dispone de un bar y albergue. De Carrión a Calzadilla el peregrino se tiene que enfrentar a un tramo de 17 kilómetros en el que lo único que va encontrar es el Monasterio de S. Zoilo, a la salida de Carrión, y a la media hora de caminar la antigua abadía de Benevivere; a partir de aquí, un tramo recto y plano que va a poner a prueba la resistencia mental del peregrino. Si tú, Enseguida se divisa Sahagún y tras cruzar el río Valderaduey el Camino entra en la provincia de León. Las flechas señalan al peregrino hacia la derecha por la ermita y aunque no es agradable caminar por el asfalto continúa, recto, por el arcén de la carretera que apenas lleva tráfico desde la entrada en servicio de la autovía. El albergue de Sahagún está ubicado en una antigua iglesia, atendido por funcionarios municipales; aunque es espacioso es poco funcional y, entre otras cosas, adolece de una adecuada iluminación. Sin duda que quien ó quienes lo proyectaron no han hecho una sola etapa del Camino. Antes de que el peregrino pueda proveerse de lo necesario para el día siguiente ha comenzado a llover lo que hace imposible una visita detenida al pueblo. Encontrar un sitio para cenar no es difícil dada la abundancia de establecimientos; lo de siempre: pasta, carne, postre y café que solo impide dormir a quienes no están cansados y no es el caso. Enseguida a la cama que la etapa ha sido larga y la del día siguiente va a ser parecida. 2