Es la vía metabólica por la cual el músculo va a obtener energía (más ATP) para contraerse. Existen tres sistemas energéticos: 1. La vía de los fosfágenos (hidrólisis de la fosfocreatina). 2. La glucólisis (vía anaeróbica) 3. La fosforilación oxidativa (vía aeróbica). FOSFAGENOS GLUCOLISIS FOSFORILACIÓN OXIDATIVA Estos sistemas energéticos representan las vías metabólicas a través de las cuales el organismo obtiene energía para realizar un trabajo. Como se ha visto, en todo esfuerzo físico interviene siempre la molécula fundamental en la producción de energía conocida como ATP Es el sistema que utilizamos para obtener la energía de manera más inmediata en ejercicios de corta duración y de muy alta intensidad. Por ejemplo: la carrera de 100 metros planos, 25 metros en natación, el saque de en suspensión en voleibol o el levantamiento El ATP se descompone mediante un proceso de hidrólisis en una olímpico. molécula ADP (Adenosin bifosfato) y un átomo de fosfato. En el proceso, que requiere agua, se libera energía. Posteriormente, el ADP puede volver a convertirse en ATP a través de una fosforilación, la ganancia de un fosfato. Se necesitan 2 litros de oxígeno para restablecer el fosfágeno agotado por completo como resultado de la actividad desarrollada, y aproximadamente 8 litros, para restituir el glucógeno y el ácido láctico que también están agotados, de manera que totalmente se demandan de 10-12 litros de oxígeno para recuperar dichos sistemas energéticos, y por consiguiente se deduce que el sujeto puede desarrollar una deuda de oxígeno hasta de 10-12 litros, y que el organismo es capaz de pagar (1 hora o quizás mas) después de un período de actividad física agotadora. Esta vía nos permite un suministro de grandes cantidades de energía y se debe a que la producción de ATP es mayor que por la vía aeróbica. Esta vía energética se utiliza en actividades de alta intensidad pero que tienen una duración mayor que los de la vía de los fosfórenos Proceso en el cual las células, en las reacciones enzimáticas que no necesitan oxígeno, descomponen parcialmente la glucosa (azúcar). La glucólisis es uno de los métodos que usan las células para producir energía. El empleo de este sistema como fuente de energía durante el trabajo muscular, está condicionado por la tolerancia de ácido láctico que posee el sujeto en sus músculos y líquidos corporales, recordemos que el ácido láctico produce fatiga extrema, que limita la capacidad de rendimiento, y el empleo continuo del propio sistema para seguir obteniendo energía. El tiempo de restitución del sistema energético glucógeno – ácido láctico entonces depende de la capacidad que tenga el deportista para eliminar el ácido láctico de su cuerpo, por lo general este proceso tiene lugar en un tiempo entre los 20-30 minutos, por lo que deducimos que el sistema no muestra una recuperación total, hasta una hora después de la actividad deportiva en que se empleó a plenitud. La fosforilación oxidativa es el proceso por el que se forma ATP como resultado de la transferencia de electrones desde el NADH o del FADH2 al O2 a través de una serie de transportadores de electrones. En los organismos aeróbicos, esta es la principal fuente de ATP. La respiración celular (fosforilación oxidativa) tiene lugar en las mitocondrias, donde una serie de enzimas catalizan la transferencia de electrones a oxígeno molecular y la generación de adenosina trifosfato (ATP) que almacena energía. La recuperación a largo plazo del sistema metabólico aerobio se desarrolla a partir del glucógeno, quien no solo constituye el sustrato alimenticio por excelencia para restaurar el sistema del mismo nombre (glucógeno), y el ácido láctico, sino que también constituye la base para la cabal recuperación del sistema de energía oxidativa aerobia. El rendimiento que aporta este sistema oxidativo energético aerobio está sobre las 4 horas de ejercicio agotador en sujetos que entrenan. La recuperación del glucógeno muscular es algo complicado pues se necesitan horas, hasta días en lugar de segundos o minutos, por lo que sugerimos efectuar ejercicios exhaustivos con un intervalo de descanso de 24-48 horas entre uno y el otro, incluso la recomendación se apropia a las justa deportiva agotadoras y las competencias. La vuelta a la calma es una reducción paulatina del trabajo realizado, con el objetivo de normalizar variables fisiológicas como las pulsaciones, la frecuencia respiratoria, y disminuir el lactato para volver a un metabolismo aeróbico. Es recomendable realizar durante esta etapa ejercicios de estiramientos musculares, para relajar la musculatura sometida a continuas contracciones, y bajar la temperatura corporal. La densidad es un componente o parámetro de la carga externa, que depende del tiempo de ejecución del trabajo, y el tiempo para la recuperación. Los descansos mínimos recomendados para que la recuperación sea efectiva al 100% son: •Para ejercicios aeróbicos: 24 a 36 horas. •Para ejercicios aeróbicos y anaeróbicos: 24 a 28 horas. •Ejercicios anaeróbicos (velocidad y fuerza): 48 o 72 horas. •Ejercicios con efecto anabólico (fuerza máxima): 72 a 84 h. •Ejercicios con efecto sobre el sistema neuromuscular (técnica): 72 h.