Subido por David Augusto Victoria Escobar

EL EGOTISMO - RAS David

Anuncio
EL EGOTISMO
El egotismo se relaciona con el tema de estatus y papel en la sociedad, al aportar a éste el
elemento de una autoestima exagerada que actúa como un lente a través del cual se perciben los
componentes de la posición y del papel. El egotismo es “un sentido exagerado de la importancia
de uno mismo”.
Suponga que usted es maestro de escuela en una población rural. El nivel de analfabetismo es muy
alto en su comunidad y se valoriza mucho la educación. El título de “maestro” proporciona una
posición alta. Con frecuencia los ancianos de la comunidad consultan con usted, debido a que
tienen un alto concepto del papel que representa un maestro en su comunidad.
Supongamos también que usted es una persona socialmente bien adaptada, y aunque el título de
“maestro” es respetado y honrado, no usa ese título para satisfacer sus propios deseos y servir a
sus propios intereses egoístas. Estas condiciones indicarían que su autoestima es la correcta, no es
egotista. Por otra parte, si usted acusa con frecuencia a otros de no respetarlo, de no honrar su
posición y de herirlo, porque considera que no se le presta la atención debida, diríamos que tiene
un problema de egotismo.
Con toda seguridad, usted está familiarizado con la palabra latina ego. Las ciencias sociales usan
esta palabra para hablar del yo. Ha visto combinaciones de palabras, como egocéntrico (centrado
en sí mismo) y egomaníaco (extremadamente centrado en sí mismo). El grado en que una persona
esté centrada en sí misma es un determinante vital del grado en que está dispuesta a adaptarse a
las demandas de una cultura nueva, de manera que su comunicación pueda ser eficaz en ese
nuevo escenario.
Hay una sabia advertencia que dice: “No te identifiques con el estado de cosas”. Esta advertencia
nos recuerda el peligro de que aquel cuyo ego se ha identificado con las circunstancias presentes,
va a considerar toda sugerencia de cambio como un ataque a su persona. El cambio es parte
indispensable de la madurez personal deseable. Quienes rechazan ideas y actitudes de
crecimiento personal hacia la madurez, suelen ser los mismos que encuentran que el cambio es
una amenaza a su integridad personal.
Pensemos, por ejemplo, en el pastor de una pequeña iglesia en los campos de Brasil, que habla
muy mal el portugués. Dirige los cultos en la lengua vernácula local de la región. Un nuevo
proyecto minero recién ha llegado a la región con la presencia normal de trabajadores
procedentes de otras regiones. Muchos de ellos no hablan la lengua local. Cuando estos obreros
visitantes sugieren que por lo menos algunos cultos se hagan en portugués, de manera que
aquellos que no comprenden el dialecto local puedan adorar de una forma más significativa, el
pastor se ofende. Su identificación personal con el estado de cosas hace que interprete esa
solicitud como un ataque a su poco dominio del idioma portugués. Así, rechaza la solicitud,
aunque el nuevo grupo esté dispuesto a que sea él quien continúe presidiendo todas las
reuniones. Los miembros del nuevo grupo terminan reuniéndose fuera de la iglesia, y forman su
propia congregación.
Es necesario que hagamos una explicación más completa del término egotismo.
Supongamos que en el proceso de la vida y de la interacción con los demás, una persona
desarrolla unas actitudes psicológicas de gran sensibilidad personal, que esconde con frecuencia
de la vista del público. Ejemplo de esto sería la actitud que tenía el pastor brasileño respecto a
tener que hablar portugués. Otras actitudes similares podrían ser la posesión de una idea de
superioridad étnica, o un fuerte hábito de dominar o restringir las acciones de los colaboradores
de uno. A veces, el egotismo contiene actitudes de sensibilidad respecto al estatus social en
relación con los demás, o un miedo exagerado de ser hallado en falta, o de cometer un error. La
lista es larga y variada.
He aquí algunas generalizaciones acerca de las actitudes egotistas que causan ruptura en las
comunicaciones:
1. Con frecuencia, cuanto más edad tiene una persona, tanto mayor es su egotismo, porque es
menos flexible ante las ideas nuevas, y más resistente ante las ideas contrarias a las suyas que
cuando era más joven. A medida que va aumentando nuestra edad, tendemos a ver como una
necesidad el proteger las decisiones que tomamos en momentos anteriores de nuestra vida.
Todos queremos constancia en nuestra vida. Muchas personas se aferran a su pasado porque no
se pueden adaptar a las necesidades y circunstancias del presente. Sienten que cambiar su forma
de pensar sería algo incompatible con su pasado, y así, su orgullo domina y se resisten ante la
mejor forma de adaptarse y resolver el problema. Cuanto mayor es nuestra edad, ¡más largo es el
pasado que tenemos que proteger!
2. El egotismo varía notablemente en tamaño y sensibilidad de las actitudes.
3. Sería correcto afirmar que no hay ser humano alguno que se halle totalmente libre del
egotismo, aunque hay algunas personas en las que es mucho menor que en otras.
4. Como norma, la conducta insegura de la gente tiende a dejarse influir más por las actitudes
egotistas que la de gente segura que confía en sí misma.
5. La gente con mucho egotismo es la que tiene menor probabilidad de querer hablar sobre el
tema de las actitudes.
¡Hay algunos testigos transculturales que pierden tanto tiempo protegiendo su egotismo en otra
cultura, que les quedan muy poco tiempo y energías para hacer la obra de Dios!
INDICIOS DE EGOTISMO
He aquí algunas situaciones o estados que son indicio de que un comunicador misionero
transcultural podría estar sufriendo de egotismo:
1. La gente egotista casi nunca es buena para aprender idiomas. Aprender un idioma extranjero,
como el entrar en el reino de Dios, exige que seamos como niños. El aprendizaje de idiomas
castiga mucho el ego. Si la posición social que uno concibe para sí mismo no le permite cometer
errores con facilidad, ¿cómo podrá aprender un idioma?
2. A veces, el egotismo impide que un testigo cristiano aprenda a adorar de verdad en un
escenario extranjero. Con frecuencia, se resiste fuertemente a la liturgia en la que hay influencias
de los idiomas y músicas locales.
3. Señal segura de que se trata de una persona egotista, es el extranjero que se niega a preparar
líderes entre las personas de su país anfitrión. Se le oye hacer declaraciones como: “Esta gente no
es responsable”; “no se les puede dar ninguna autoridad”; “estos obreros nacionales tienen una
débil moralidad y nunca llegan a tiempo”. Los testigos transculturales que insisten en mantener el
dominio año tras año, que debilitan así el proceso de maduración de los nacionales, tienen una
profunda necesidad egotista de imponerse. Con frecuencia, si usted indaga acerca de la vida de
ellos, hallará que tienen poca autoridad o posición en su cultura de origen y que sencillamente
siguen trabajando en el exterior, porque allí pueden ser jefes y dominar a los demás.
La enfermedad del egotismo es el pecado de orgullo. Como suele decir la gente, la única ave o
animal del que se conozca que tiene un “orgullo pecaminoso”, es el pavo real. Así, se ha
convertido en un símbolo del orgullo para los seres humanos. Es probable que usted haya
escuchado y usado la expresión “orgulloso como un pavo real”. Puesto que es sobre todo la larga y
hermosa cola del pavo real la que simboliza ese orgullo, en un sentido humorístico he construido
el término egocola para hablar de la enfermedad del egotismo humano.
EL REMEDIO PARA EL EGOTISMO
Es posible reducir el egotismo. Su remedio es principalmente espiritual. El crecimiento, el
mantenimiento y la protección de una “egocola” bien desarrollada es un proceso largo y complejo.
El antídoto para él comprende con frecuencia un genuino arrepentimiento y una persistente
decisión de cambiar. Esto también exige tiempo, debido a condiciones relacionadas con el
egotismo: como son el vano afán de adquirir categoría social y recibir honores públicos, y el no
estar dispuesto a hacer algo necesario que parezca inferior a la imagen que uno anhela para sí
mismo.
Básicamente, el remedio al egotismo proviene de manera directa de las Escrituras. El mejor
remedio para él se encuentra en las palabras y la conducta de Jesús. He aquí dos ejemplos
sobresalientes de este remedio:
El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el
primero, será siervo de todos. (Marcos 10:43-44)
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies
los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor. (Juan 13:14-16)
Si usted está dispuesto a hacer un esfuerzo sincero por seguir este consejo de Pablo acerca de la
conducta de Jesús, lo ayudará mucho a reducir su egotismo:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo. (Filipenses 2:5-7)
Descargar