Subido por royvasquez03

Derechos Garantías y Gobernanza en tiempos de la covid-19

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Derechos – Garantías y Gobernanza en tiempos de la covid-19
E
l mundo vive una emergencia producto de la Covid-19, es ahora cuando los
sistemas se ven confrontados con su capacidad de contención. Surgen
tendencias que señalan la responsabilidad de los sistemas políticos, en la
falta de herramientas estatales para hacerle frente. Lo cierto es que son muchas las
circunstancias, que dejan en condición de vulnerabilidad frente a la pandemia, y que
no son exclusivas de sistemas autocráticos, democráticos, de izquierda, de derecha,
etc. Aunque si hay dos elementos que parecen un buen capital, para la particular
crisis que se enfrenta, el nivel de educación que alcanzan todos los grupos sociales
y la cobertura de los sistemas de salud pública.
Sin duda una población con mejores niveles educativos y mayor alcance
poblacional, permite una reacción comprensiva y proactiva ante las disposiciones
públicas, destinadas a contener y frenar un avance descontrolado, que pueda llevar
al colapso de los sistemas de salubridad. En esta misma línea resulta evidente la
necesidad de una estructura de salud estatal fuerte, que brinde las condiciones
indispensables para la prevención y atención de los casos. Para esto se cuenta con
lo dispuesto por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y lo que en el
derecho interno se estipule relativo al derecho a la educación y la salud. En lo
concerniente a la salud, el protocolo de San Salvador Artículo 10, incisos 1 y 2
describen este derecho, como el goce del mayor nivel de bienestar posible y no
como un simpe derecho a la salud. Así también entre otros la Declaración Universal
de los Derechos Humanos en su Artículo 26, se refiere al derecho a la educación
como el derecho al pleno desarrollo de la personalidad. Por lo que se entiende que
no se trata de una educación limitada a cierto ámbito, sino a la que permita el
desarrollo del ser, y todo esto dentro del principio de progresividad que acompaña
una interpretación actualizada de todo derecho humano.
Las fortalezas y debilidades se acentúan ante la emergencia, un mismo enemigo
diferentes reacciones. Si bien es cierto es difícil definir con certeza, cuales son las
mejores políticas para enfrentar la pandemia. Si es evidente que algunos estados
han actuado de maneras más represivas unos que otros, sin que eso represente
necesariamente ser más oportunas o tener mejores resultados.
¿Por qué algunos países optan por declarar el estado de emergencia o similares,
mientras otros prefieren ir directamente por el estado de excepción? ¿Acaso
depende esto del avance social, político y jurídico de cada uno? Que tanto bagaje
de otros tiempos de dictaduras o regímenes militares, siguen determinando el
transitar democrático. Es posible que un camino sea más propio de una democracia
y otro, de una que aun lucha con demonios internos con inclinaciones castrenses.
Aunque claro, en la viña del señor de todo hay y se tienen estados de emergencia
que se exceden en sus atribuciones, violentando derechos y el principio de
legalidad, de igual forma las declaratorias de estados de excepción, licitas cuando
sus normas las permiten, de facto cuando los que las desarrollan creen que alcanza
para el desahogo de sus pasiones.
¿Quién dirige el estado? ¿Cuáles son las cualidades y atributos que debe tener un
gobernante? El estado como un complejo corporativo donde sus ejecutivos deben
impulsar el desarrollo no de una, sino de infinidad de empresas de diferentes tipos.
Desde multimillonarios capitales, hasta otras en las que se debe invertir para
sacarlas a flote. Pero estas no son solo de capital público, también lo son de capital
mixto y privado. Los dueños del capital accionario son cada uno de los miembros
de la sociedad.
Cuando se habla de empresas, no solo se hace desde su sentido estricto en relación
a aquellas constituidas jurídicamente como tales, sino también respecto a las
familias y personas particulares y sus proyectos de vida, como componentes
esenciales de la sociedad. En el Artículo 50 de la Constitución Política de la
República de Costa Rica, se consagra la obligación del estado de procurar el mayor
bienestar de todos sus habitantes, estimulando la producción y el adecuado reparto
de la riqueza, en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado (…)
Sin el afán de producir una crítica bacía y pretendiendo más bien, una mirada
retrospectiva que permita un análisis de lo caminado y de lo que se pretende
caminar. Entre el ideal del deber ser de Immanuel Kant y el ser desde nuestra
realidad.
Roy Vásquez Gutiérrez
Máster en Derecho Penal y Procesal Penal por el Instituto de Estudio e Investigación Jurídica INEJ
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