Ficha de Cátedra Psicología del Desarrollo I (Cátedra Dib): Ferdinand Saussure. Curso de Lingüística general Introducción. Cuestiones epistemológicas Antes de Saussure se entendía la lengua como nomenclatura. Esto quiere decir, un repertorio de nombres que correspondían puntualmente a cosas ya dadas Las diferentes lenguas no harían más que repetir variadamente esa idéntica Operación en virtud de la cual un conjunto de ideas preexisten a las palabras y son su referente invariable. Dice Saussure que esta forma de pensar el lenguaje ¨nos hace pensar en Adán dando nombre a las cosas¨ ¿Cuáles son los problemas de esta concepción? 1. El lenguaje sólo sería una nomenclatura de objetos y sabemos que no es la norma que un signo lingüístico corresponda a un objeto definido por los sentidos. 2. Designado el objeto por su nombre, uno y otro conformarían un todo que se transmitiría en el tiempo sin que hubiera distorsiones. Esto es lo contrario a la realidad histórica que muestra alteraciones, no solo del lado del nombre sino también de la idea. Para superar estos obstáculos Saussure postula la arbitrariedad del signo lingüístico, entidad DOBLE y diferencial que integra un sistema, el de la lengua, conjunto de articulaciones y demarcaciones cuyo funcionamiento se revela en el estudio sincrónico de cada uno de sus estados. Canguilhem plantea “La historia de la ciencia no puede ser una simple colección de biografías, ni tampoco un cuadro cronológico al que se agregan algunas anécdotas, sino una HISTORIA de la formación, deformación y rectificación de los conceptos científicos. En la lingüística con Saussure se genera una ruptura epistemológica: “Es falso admitir un solo hecho como definido en sí mismo”, el mismo punto de partida es problemático. Saussure niega que en lingüística haya objetos dados Rechaza las variadas formas del sustancialismo o del vitalismo (el lenguaje concebido como un organismo sometido al ciclo vital) o del idealismo (el lenguaje como creación individual). Saussure impondrá la primacía del punto de vista. El enlace que se establece entre las cosas preexiste a las cosas mismas y sirve para determinarlas. No existiendo nada de sustancial en la lengua, es la tarea del lingüista la que mediante un ajustado trabajo teórico conformará definitivamente el objeto propio de la lingüística. Primera Parte. Principios generales. Cap 1. Naturaleza del signo lingüístico Signo, significado y significante Para algunos la lengua reducida a su principio esencial es una NOMENCLATURA: lista de términos que corresponden a otras tantas cosas. Esta concepción es criticable por muchos aspectos: - supone ideas completamente hechas preexistentes a las palabras, - no nos dice si el nombre es de naturaleza vocal o psíquica, - Hace suponer que el vínculo que une un nombre a una cosa es una operación muy simple, lo cual está lejos de ser verdad. Saussure propone que la unidad lingüística es una cosa doble, hecha con la unión de dos términos Los términos implicados en el signo lingüístico son ambos psíquicos y están unidos en nuestro cerebro por un vínculo de asociación Lo que un signo lingüístico une no es una cosa y un nombre sino un concepto y una imagen acústica. La imagen acústica no es un sonido material, cosa puramente física, sino su huella psíquica, la representación que de él nos dan testimonio nuestros sentidos, esa imagen sensorial, y que si llegamos a llamarla “material” es solamente por oposición de la asociación y el concepto generalmente más abstracto. El carácter psíquico de nuestras imágenes acústicas aparece más claramente cuando observamos nuestra lengua materna Sin mover los labios ni la lengua, podemos hablarnos a nosotros mismos o recitarnos un poema mentalmente. Las palabras de la lengua materna son para nosotros imágenes acústicas. Habría que evitar hablar de los fonemas de que están compuestos. Este término: fonema que implica la idea de acción vocal, no puede convenir más que a las palabras habladas, a la realización de la imagen interior en el discurso. Hablando de sonidos y de sílabas de una palabra evitamos el equívoco, con tal de que nos acordemos de que se trata de una imagen acústica El SIGNO LINGÜÍSTICO es una entidad psíquica de dos caras, que puede representarse de la siguiente manera: CONCEPTO ----> SIGNIFICADO -----------------------------------------------IMAGEN ACÚSTICA -----> SIGNIFICANTE Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente. El signo lingüístico es la combinación del concepto y la imagen acústica pero en el lenguaje corriente este término designa generalmente la imagen acústica sola, por ejemplo una palabra. La idea de la parte sensorial implica la del conjunto La ambigüedad desaparecería si designamos a las tres nociones aquí presentes por medio de nombres que se relacionen recíprocamente al mismo tiempo que se opongan. Proponemos conservar la palabra signo para designar el conjunto y reemplazar concepto por significado e imagen acústica por significante. Estos términos permiten señalar la oposición que los separa entre ellos dos y del total del que forman parte. El signo lingüístico así definido posee dos caracteres primordiales: 1) Primer Principio: arbitrariedad del signo lingüístico. El lazo que une significado y significante es arbitrario. El signo es el total resultante de la asociación de un significante con un significado y dicha asociación es arbitraria. Saussure da el ejemplo de la palabra SUR. La idea de sur no está ligada por relación alguna interior con la secuencia de sonidos S-U-R que le sirve de significante. Podría estar representada tan perfectamente por cualquier otra secuencia de sonidos. Sirvan de prueba las diferencias entre las lenguas y la existencia misma de lenguas diferentes. Este principio domina toda la lingüística y sus consecuencias son innumerables. Todo medio de expresión recibido de una sociedad se apoya en principio en un hábito colectivo, en una CONVENCIÓN SOCIAL. Los signos de cortesía, dotados con frecuencia de cierta expresividad natural no están menos fijados por una regla, esa regla es la que obliga a emplearlos, no su valor intrínseco. Los signos enteramente arbitrarios son los que mejor realizan el ideal del procedimiento semiológico; por eso el más característico de todos es la lengua, el más complejo y extendido de los sistemas de expresión la lingüística según saussure puede erigirse en modelo general de toda semiología. Se ha utilizado la palabra símbolo para designar el signo lingüístico o lo que nosotros llamamos significante Saussure hace una crítica a esto ya que el SÍMBOLO tiene por carácter no ser nunca completamente arbitrario, no está vacío: hay un rudimento de vínculo natural entre significado y significante en el caso del símbolo. Por ejemplo la balanza como símbolo de la justicia no podría ser reemplazado por cualquier otro objeto, por ejemplo un carro. El hecho de que considere arbitrario no significa que el significante depende de la libre elección del hablante, ya que no está en manos del individuo cambiar nada en un signo una vez establecido por un grupo lingüístico, sino que quiere decir que es INMOTIVADO, arbitrario con relación al significado con el cual no guarda ningún lazo natural. El enlace que se establece entre las cosas preexiste, en este dominio a las cosas mismas y sirve para determinarlas. Ni la naturaleza del material acústico ni el carácter del concepto, significado son pertinentes para fijar las demarcaciones de la lengua. Cada término lingüístico es un miembro un artículo donde una idea se fija en un sonido y un sonido pasa a ser el signo de una idea. La elección que requiere tal fragmento acústico para tal idea es perfectamente arbitraria. No hay ninguna relación causal de orden lógico o natural que incida desde el exterior sobre el sistema de la lengua: “el enlace de la idea y el sonido es radicalmente arbitrario. La arbitrariedad radical de Saussure abarca dos planos. La lengua es un conjunto de articulaciones, de límites que introducen discontinuidad en la masa de realizaciones fónicas y en la masa de las significaciones, nada definido estable o fijo preexiste a las operaciones de la lengua: pensamiento y sonido son antes de su mediación, dos masas amorfas. Podrían hacerse dos objeciones dice Saussure: - ONOMATOPEYAS: Pareciera que tiene una relación no arbitraria. Pero no son elementos orgánicos de un sistema lingüístico. Pudieron haber tenido alguna relación con los sonidos que representan pero la cualidad que se les atribuye es resultado fortuito de la evolución fonética, van perdiendo su carácter primero para adquirir el de signo lingüístico, inmotivado. - EXCLAMACIONES: Para la mayor parte de ellas se puede negar que haya un vínculo necesario entre el significado y el significante. Muchas exclamaciones son de importancia secundaria y su origen simbólico es en parte dudoso. 2) Segundo Principio: carácter lineal del significante. El significante por ser de naturaleza auditiva se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los caracteres del tiempo: a) Representa una extensión b) Esa extensión es mensurable en una sola dimensión: una línea. Todo el mecanismo de la lengua depende de ese hecho. Por oposición a los significantes visuales que pueden ofrecer complicaciones simultáneas en varias dimensiones, los significantes acústicos no disponen más que de la línea del tiempo; sus elementos se presentan uno tras otro; forman una cadena. Este carácter se destaca cuando los representamos por medio de la escritura, en donde la sucesión en el tiempo es sustituida por la línea espacial de los signos gráficos. En otros casos no se nos aparece con evidencia. SI por ejemplo acentúo una sílaba, parecería que acumulo en un mismo punto elementos significativos diferentes Pero es una ilusión; la sílaba y su acento no constituyen más que un acto fonatorio; no hay dualidad en el interior de este acto, sino tan sólo oposiciones diversas con lo que está a su lado. El carácter lineal del significante verbal implica que siendo de naturaleza auditiva, se desenvuelve únicamente en el tiempo, sus elementos se presentan sucesivamente formando una cadena. La linealidad del significante está en la base del funcionamiento mismo del sistema. Lengua y Lenguaje El lenguaje es siempre un objeto doble, cuyas dos partes se suponen recíprocamente. Saussure propone un juego de dualidades: - Lo articulatorio y lo acústico - El sonido y el sentido - El individuo y la sociedad - La lengua y el habla - Lo material y lo insustancial - Lo paradigmático y lo sintagmático - La identidad y la oposición - Lo sincrónico y lo diacrónico Cada uno de los términos de estos pares vale por oposición al otro: entidades o niveles relacionales carentes de toda realidad sustancial. El lenguaje y la escritura no se fundan en una relación natural de las cosas, no hay relación alguna entre el sonido sibilante en la forma de la letra “S”. El lenguaje es una institución pura, una institución sin analogía. La teoría Saussureana trata de explicar de qué modo el lenguaje como capacidad, genera una pluralidad de lenguas, cuya variedad histórica remite al principio central de la construcción de Saussure: La arbitrariedad.del signo lingüístico. Saussure produce una ruptura con las concepciones de su época. Plantea que la Lengua es un producto social, lo natural al hombre no es exactamente el lenguaje hablado sino la facultad de constituir una Lengua, es decir un sistema de signos distintos que corresponden a ideas distintas. Saussure toma la lengua como un sistema de puros valores en donde nada está determinado por fuera del estado momentáneo de sus términos, esto quiere decir que es un concepto operatorio, de uso. La lengua no es una función del sujeto hablante sino el producto que el individuo registra pasivamente. El habla es un acto individual de voluntad e inteligencia, una práctica que contribuye a incrementar el tesoro de la lengua (tesoro del significante). El habla es siempre un fenómeno secundario, subordinado a la lengua. Al separar la lengua del habla separamos al mismo tiempo: - Lo social de lo individual - Lo esencial de lo accesorio La lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos. El habla es necesaria para que la lengua se establezca, es el habla la que hace evolucionar a la lengua. Valor del signo lingüístico La Lengua es un sistema de valores puros en el que la identidad de cada unidad sólo deriva de su oposición a las demás unidades del sistema. Cada término del sistema lingüístico asume un valor que se define por las relaciones que mantiene con todos los demás términos. Este valor es diferencial, opositivo, su naturaleza se agota en los caracteres que lo distinguen de los otros valores. El valor lingüístico (valencia) es un concepto central en el que se cifra el carácter sistémico de la lengua. Desde el punto de vista material, lo que importa en la palabra no es el sonido en sí mismo sino las diferencias fónicas que permiten distinguir esa palabra de todas las demás, pues son ellas las que llevan la significación. Arbitrario y diferencial son dos cualidades correlativas. En la lengua no hay más que diferencias, valores, términos positivos. Un sistema lingüístico es una serie de diferencias de ideas. Saussure afirma que no hay ideas dadas de antemano sino valores que emanan del sistema. Estos conceptos son puramente diferenciales definidos no positivamente por su contenido sino negativamente por sus relaciones con los demás términos del sistema. Cada signo tiene la cualidad de ser lo que los otros no son. El concepto está fijado por lo que está fuera de él, delimitándolo, diferenciándolo. En el discurso las palabras contraen entre sí cierto tipo de relaciones llamadas sintagmáticas. El sintagma es una combinación más o menos rígida (formas regulares --->la lengua), más o menos abierta (combinaciones libre ---->el Habla). La conexión sintagmática es in praesentia, es decir expresada. Otro tipo de conexiones son las asociativas o paradigmáticas: cuya sede es el cerebro formando parte del “tesoro interior” que constituye la lengua para cada individuo. La conexión paradigmática es in absentia, pues depende de una serie virtual de limitada por la memoria y la asociación (tanto a partir de la imagen acústica como del significado). Mutabilidad e inmutabilidad del signo linguístico De la arbitrariedad del signo se desprenden dos atributos opuestos de la lengua: su mutabilidad en el curso del tiempo y la estabilidad del sistema en el tiempo. Siendo independiente de toda realidad lógico-natural, la lengua sufre los más profundos cambios. Mientras los significantes y significados se transforman el sistema lingüístico se mantiene. Esto tiene su fundamento en la dimensión profundamente social de la lengua que no respondiendo a ninguna exigencia externa posee como única y sólida base de sustentación el CONSENSO SOCIAL. El hecho de que el signo sea arbitrario en sus dos componentes y en el enlace entre éstos implica que la conformación propia de cada significado y de cada significante sólo depende de que los demás significados y significantes que coexisten con él en el mismo sistema lo delimiten de ese modo y no de otro. El valor del signo depende, a través del sistema, de las contingencias históricas de la sociedad, es fundamentalmente social e histórico. El estudio, la investigación del sistema que le da valor al signo tiene necesariamente un punto de vista historicista y estructural. Para estudiar los sucesivos estados históricos de la lenguas se advirtió que se requería un cuerpo de definiciones un encuadre lógico, una idea precisa de los fundamentos de la lengua--->TEORÍA LINGÜÍSTICA Para alcanzar lo concreto histórico es preciso situar a cada elemento dentro de la red de relaciones que lo determina y por consiguiente estudiar cada estado de lengua en sí mismo, en su momento de equilibrio abstrayéndolo de la dimensión histórica. Saussure hará de esta distinción un principio metodológico básico: la dualidad interna de la disciplina se expresará en el deslindamiento entre: - - Lingüística SINCRÓNICA: que se ocupará de los aspectos estáticos (el sistema en equilibrio). Este abordaje tiene la PRIMACÍA DEL HABLANTE, ya que se encuentra ante un estado y lo evalúa la evolución o sucesión de hechos. Para determinar una realidad lingüística es necesario y suficiente averiguar en qué medida existe ésta en la conciencia de los sujetos hablantes. Lingüística DIACRÓNICA: encargada de estudiar las evoluciones y las fases (alteraciones del sistema). La perspectiva diacrónica es doble: - por un lado prospectiva,es decir que sigue la marcha de los acontecimientos; - por otro lado, retrospectiva, se parte de una forma dada para remontar el curso del tiempo en búsqueda de la forma más antigua que haya podido producir. La historicidad del signo y su arbitrariedad son dos aspectos indisolubles: “por ser signo arbitrario no conoce otra ley que la de la tradición y porque se funda en la tradición puede ser arbitrario”. Sumergida por entero en la historia, que le da vida y la mantiene, la transforma y la conserva la lengua debe ser estudiada, en cada uno de sus estados, como sistema de signos arbitrarios inmotivados y susceptibles de alteración. Guía de Preguntas 1. ¿Por qué Saussure rechaza la concepción de lengua como nomenclatura? 2. Defina el concepto de signo lingüístico. ¿Cuáles son los términos implicados en dicho concepto? Caracterizarlos. 3. ¿Por qué Saussure sostiene que el signo lingüístico es arbitrario? 4. Describa según Saussure el carácter lineal del significante. 5. Diferencie lengua y habla 6. ¿Por qué Saussure define a la lengua como sistema de puros valores? ¿De qué depende el valor de un signo? 7. Diferencie relaciones sintagmáticas de relaciones paradigmáticas. 8. ¿Por qué la lengua es a la vez mutable e inmutable?