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108727942-En-La-Busqueda-de-La-Nocion-de-Sujeto-en-La-Psicologia-Cognitiva

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Institución: Universidad Católica de Pereira
Facultad: Ciencia Sociales y Humanas
Programa: Psicología
Semestre: III
Componente: Fundamentos históricos y epistemológicos de la psicología cognitiva
Presentado por: Mónica Andrea Betancourt
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Cód. 108754937
Angiee Carolina Osorio Betancourt
Cód. 89073161534
Robinsón Ríos Gálviz
Cód. 1088246179
Ensayo presentado a la docente: Laura Clemencia Ruiz el 19 Noviembre 2007
EN BÚSQUEDA DE LA NOCIÓN DE SUJETO EN
LA PSICOLOGÍA COGNITIVA
Para emprender la búsqueda por una definición de sujeto en la psicología cognitiva, es
necesario tener presente algunos aspectos de los paradigmas que la han establecido a lo
largo de su
historia como ciencia, tales como el modelo de procesamiento de
información, los postulados de Jean Piaget y los de Lev Vigotsky, lo cuales, aportaron
desde sus conceptos, a tener una perspectiva amplia en la tarea de explicar cómo un
individuo a partir de su capacidades de aprendizaje se adapta a su entorno y en un
momento dado “en referencia al hombre”, es capas de significarlo y modificarlo.
No obstante, en primera instancia el interés de esta disertación se orientará a
partir del modelo de procesamiento de información, que estableció su teoría basado en
la semejanza de prototipos computacionales con los seres humanos, ya que, intentaba
dar explicaciones sobre el proceso en que la mente humana retransmite de manera
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lógica y coherente la información que le proporciona el contexto, viendo al ser humano
como un sistema de procesamiento de la información. Pero, para no limitarnos a
exponer una posición muy simple de un paradigma que marcó el inicio de una nueva
forma de asumir al hombre, es necesario retomar la génesis de su planteamiento, con el
ánimo de dar cuenta de la perspectiva bajo la cual es asumido el sujeto.
El inicio de esta búsqueda partirá de lo propuesto por el matemático de origen
Húngaro John Von Neumann, en el simposio de Hixon, realizado en California en
septiembre de 1948, quién, estableció una interesante analogía entre la computador, lo
que hasta entonces fuera un proyecto, y el cerebro humano, en relación al proceso de
codificación lógica de la información, influenciado por la propuesta de Alan Turing, “la
maquina simple”, posteriormente denominada máquina de Turing,
Un artefacto capaz de concebir cualquier cálculo razonable, y que sería la
pionera en utilizar códigos binarios, como la estructura base para los sistemas
artificiales de recopilación de información y organización, de tal manera que, sus
procesos eran equiparables a los que se asimilan en los seres humanos, cuando
interactúan en un medio y lo aprenden, algo esencial para la supervivencia. Interesados
así, en los procesos de cognición, en esa estructura que le permite tal procesamiento de
información.
Lo anterior, abría el camino a la concepción de máquinas que pudiesen pensar de
manera similar a como lo hacen los seres humanos, es decir, percibir, conservar y
transmitir información estructurada lógicamente en símbolos que tengan validez
sintáctica, se diría entonces que el lenguaje en representaciones hablado y escrito
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establece la relación entre capacidad de entendimiento lógico, con la codificación de los
símbolos que se presentan en el exterior, es decir la estructura que le moviliza el
procesamiento y codificación de información en los seres humanos es el lenguaje, algo
que los modelos artificiales de computarización de información efectuaron, a partir de
un lenguaje binario de unos y ceros, tal esquema fue acogido en base al modelo de la
maquina de Turing.
Sin embargo, el comparar un sistema mecánico definido por dicho lenguaje,
como lo era la máquina de Turing y a la postre la computadora, con los procesos que
intervenían en el entendimiento humano era osado, puesto que, acarrearía la necesidad
de establecer un modelo, mecánico funcional en el individuo que diera cuenta de
procesos mentales complejos como la imaginación y la creatividad, si bien el sistema de
símbolos lingüísticos manejados por él mismo, podía representar y materializar tales
procesos, dicho aspecto hasta entonces era limitado y complejo para la ciencia.
Dado que las máquinas manipulan los símbolos desde patrones de codificación
inicialmente programados por sus creadores, lo cual no ocurre con los humanos, en este
aspecto la propuesta de Neumann tendría un apoyo importante de la neurología, por
parte, de la propuesta de Warren McColloch, en equiparar las conexiones neuronales,
redes nerviosas, con modelos de funcionamiento lógico, es decir “su propiedad de ser
activados o no activados (“todo o nada”) era comparable a las operaciones de cálculo
preposicional, donde un enunciado es o bien verdadero, o bien falso” (Heims, 1980,
Pág. 211. Citado por Gardner, 1985, Pág. 34).
Esto conlleva a establecer que, la interacción sináptica en las neuronas, se
produce en secuencia, que un estímulo interacciona con otro, y tienen implicación en la
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respuesta, no obstante, esta teoría presenta una dificultad en el campo de la cognición,
que aún en la actualidad no se resuelve, la cual consiste en dar una propiedad funcional
a cada neurona del sistema nervioso que de cuenta de todos los procesos de
entendimiento en el ser humano y así dar cuenta de resultados como la imaginación,
deseos y creencias, que se han convertido en
el punto débil del paradigma
computacional.
Pero al parecer, con el continuo replanteamiento de las propuestas pioneras en el
campo de la ciencia cognitiva, se desplazaron tales aspectos y se dedicaron a explicar
los procesos de aprendizaje, proporcionando las bases para que emergiera una nueva
postura en psicología, resultado de los planteamientos de Kart Lashley, quien tras
esbozar en el simposio de Hixon las deficiencias que presentaba el dogma de la
tradición conductual que había regido dicho campo durante las primeras décadas del
siglo XX daría pie para la germinación de la psicología cognitiva.
Para Lashely devenía ineludible confrontar al conductismo, pues desde allí se
habían dejado relegadas al extravío, temáticas que él consideraba de abordaje
imprescindible al querer dar cuenta de la actividad humana; así, volcó la mirada de
todos sus colegas, a la instancia del olvido, poniendo en el centro de la discusión, un
aspecto tal como el lenguaje.
Añadiendo además, que el modelo estímulo-respuesta no permitía explicar una
conducta ordenada de manera secuencial, así, explica Gardner que esto se debe a que:
“estas secuencias de acciones se desenvuelven con tanta rapidez, que ningún eslabón de
la cadena puede basarse en el precedente” (Gardner, 1985, Pág. 29) Lashley consideró
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entonces que un comportamiento complejo, no emana de estímulos ambientales, pues
hay algo que antecede y es la forma, que va a determinar la conducta; es decir que la
organización, o esa secuencia de acciones que conforman una conducta, no se debe a
imposición de agentes externos, sino que proviene del interior del organismo. De esta
manera, lo que hizo Lashley no fue más que señalar interrogantes sobre la mente
humana y que desde el modelo en ese tiempo concebido, no se podían solventar.
Abonado el terreno de esta forma, la psicología cognitiva se encargaría de
indagar sobre los procesos cognitivos, lo cual conllevaría a un cambio la relación
conducta-aprendizaje, a aprendizaje-conducta, innovando no sólo la concepción de la
relación del sujeto con su entorno en la forma como lo aprehende y repercute en su
conducta, sino, la forma de abordarlo; esto trajo consigo diversas discusiones, referentes
a la forma como la “máquina funcional” del hombre codifica la información y la
retransmite, y el medio por el cual lo hace, ya sea el biológico o cultural, como
ilustración que pretende sustentar tal afirmación.
Gardner plantea la necesidad de hablar de representaciones mentales y
distanciar las explicaciones de orden neurológico a las que se refieren al aspecto
sociocultural y que, a partir de dicha distinción, establecer un nivel de análisis profundo
de ambos aspectos por separado, es decir abordar la “máquina funcional” cerebro y
explicar cómo se almacenan la información, lo que se podría hacer desde el campo de la
neurología sin tomar en cuenta la relación del sujeto con el entorno, y de forma similar
se debe hacer desde un abordaje de los procesos cognitivos del individuo desde su
interacción con el medio socio-cultural desconociendo el factor biológico.
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Ello proporcionaría un abordaje del sujeto desde la psicología cognitiva mas
acorde con lo que los seres humanos perciben y expresan, sin embargo esta distinción
según Riviére es pretenciosa y arriesgada ya que “la idea de una análisis
“completamente independiente” del biológico y sociocultural o irreductible al de la
conciencia y el de las relaciones funcionales entre sucesos y conductas externas”
(Riviére, 1987, Pág. 22 ) caería en el error de querer estudiar el objeto de estudio de la
psicología cognitiva desde dos perspectivas muy diferentes por tradición, y por
consiguiente al ser humano, e intentaría dar cuenta de un aspecto fundamental como lo
es el aprehender, desde la fragmentación de procesos que son integrales en él, lo cual
acontecería poco serio para un campo que aspira a fundarse como ciencia.
Además, porque, si bien la analogía computador-cerebro se justifica en gran
parte por ser estructuras funcionales, tanto hombre como máquina operan de forma
distinta y en condiciones diferentes; es decir, dejar por fuera el aspecto sociocultural es
una grave falencia, puesto que es allí donde el individuo “produce” ideas, y pone en
evidencia la racionalidad al solucionar problemas, sin ser determinados por un
programa, de esta manera se pone en evidencia la improvisación, algo que quizá una
máquina no pueda lograr jamás.
Este aspecto limita aun más la teoría computacional del procesamiento de
información, así, dado que la máquina no interacciona en un contexto se puede plantear
la idea de que no puede ser racional y no tiene conciencia, entonces quizá la analogía
resulte deficiente si se quisiera explicar la codificación de los mensajes provistos de
contenido sentimental o religioso, puede que tal consideración resulte radical al poner
tal paradigma “debajo de ciertas tendencias solipsistas y dualistas, y de la dificultad para
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dar cuenta de la naturaleza paradigmática y adaptativa del conocimiento y de la
funcionalidad de la conciencia”(Riviére, 1987, Pág. 22) sin embargo tales aspectos son
fundamentales si se quiere hablar de fenómenos cognitivos y psicológicos en el ser
humano.
Lo planteado anteriormente, se acentúa en mayor grado si se considera además
que, el sujeto tiene la posibilidad de elegir lo que quiere aprehender, según el grado de
prejuicio que se posea (por ejemplo que tome decisiones frente a qué campos estudiar,
mientras el computador se ve relegado a una codificación específica que le proporciona
el sujeto), tal aspecto interfiere en la mayoría de los procesos de aprendizaje en un
individuo, algo que quizás la psicología cognitiva deba procurar por dar cuenta, de lo
contrario se corre el riesgo de estar hablando de procesos cognitivos basados en una
ciencia que no pretende entender, sino, mas bien imitar.
Lo cual abre la discusión, sobre si, una copia que simula el proceso de
entendimiento, puede definir al ser humano en su esencia, algo que es poco probable
dado que,
un aparato “mecánico-funcional” no puede
generar ideas de manera
autónoma, lo que deja percibir un abismo inmenso entre la naturaleza creativa del
hombre y la capacidad de procesar información, algo que la psicología cognitiva debe
tener muy presente. No obstante y acorde a lo dicho, es necesario considerar que
comprender y entender son dos conceptos muy distintos que convergen en lo que se
denomina inteligencia es por eso que no se debe leer de manera literal en términos de
manipulación de información, sino, tener presente que el ser humano es emocional y
ello sale a relucir en su relación con los demás individuos.
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No obstante en aras de exponer algunas consideraciones finales sobre la visión
del sujeto desde la psicología computacional, se tomará en consideración ciertos
aspectos contextuales que posibilitaron su surgimiento. Las condiciones de la época,
para la cual, además de converger aspectos sociopolíticos que la ciencia no podía
evadir, se encontraban diversos enfoques de la psicología, así, tanto con el enfoque
conductual como con el psicoanálisis se abrían paso con posturas y planteamientos que
se presentaban deficientes para dar cuenta del ser humano.
Ello propiciaría el terreno de despliegue de la propuesta cognitiva, puesto que,
el conductismo como postura epistemológica quedaba con grandes vacíos en la
pretensión de postular explicaciones convincentes sobre los procesos mentales
notándose una
verdadera ausencia de dichos aspectos, puesto que ni siquiera lo
tomaban de su interés, abogando únicamente a entidades observables.
Por otro lado, se encontraba el psicoanálisis que no era considerado como
disciplina científica al construirse teóricamente sobre la base de casos clínicos e
historias personales. Así indica Gardner que: “Entre el credo “duro” de los conductistas
y las conjeturas desenfrenadas de los freudianos, era difícil entrar de una manera
científicamente respetable en el territorio de los procesos del pensamiento humano,”
(Gardner, 1985, Pág. 31)
Además, en medio del conflicto de la segunda guerra mundial, en Estados
Unidos se acrecentaba cada vez más un interés o necesidad de desarrollar armas de
largo alcance para lo que se requería realizar gran cantidad operaciones de cálculo con
números, demandando calculadoras cada vez mejores; precisamente, dentro de este
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panorama, las computadoras dejaron de ser una falacia o un sueño, hasta la instancia de
empezarse a esbozar semejanzas entre tales sistemas y procesos del sistema nervioso del
ser humano -entonces, percibimos que esa visión del sujeto humano esbozada en el
recorrido de este discurso, no nace de un espacio en blanco, es decir, desprovista de un
contexto social que de cierta forma permitiese su surgimiento, ni tampoco desprovista
de una necesidad a nivel de vacíos en el conocimiento-.
El interés resultante fue un acrecentado cometido de establecer comparaciones
entre el cerebro humano y los computadores, así, por ejemplo desde los aportes de
McCulloch y Pitts, se comprobó la posibilidad de representar a través de un modelo
lógico, las operaciones y conexiones de una célula nerviosa con otra, señalando de este
modo que, el cerebro ya era en sí mismo una gran computadora, puesto que sus
operaciones se podían concebir en términos de la lógica.
Por tanto, vamos encontrando que para la psicología cognitiva computacional, el
foco de atención tiene que ver con la pregunta ¿cómo funciona la mente? En vez de una
preocupación dirigida a su constitución; puesto que la mente tiene unos procesos
particulares, que son vistos desde aquí por el sugestivo encanto de los sistemas que
procesan la información del ambiente y le permiten al individuo, dirigir su
comportamiento.
Por diferentes circunstancias, tanto de influencia teórica como por el ritmo y
condiciones del contexto en que fue surgiendo, la psicología cognitiva adoptó desde sus
inicios, una visión computacional, comparando el cerebro del hombre con la máquina
como tal, para pretender explicaciones que permitan dar cuenta de los estados mentales
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del sujeto, y así, desarrollar teorías sobre sus procesos psicológicos. Permitiendo una
comprensión de procesos que se habían dejado a un lado desde la postura conductista,
tales como, memoria, atención, lenguaje, e imaginación; pero, también dejando un
vacío al no poder explicar la conciencia.
De esta manera, se podría afirmar que la visión que se tiene del sujeto, es más
bien bajo la lupa de una concepción mecanicista donde se afirma una similitud en
términos del procesamiento de la información del sujeto con el de la computadora; tal
analogía posibilitada desde la consideración de los procesos neurofisiológicos. Así, por
ejemplo, sirviéndose de la comparación del software y el hardware de la computadora,
con los “estados corporales” y los “estados mentales” del ser humano. Por tanto, desde
acá el sujeto es entendido como un de sistema de procesamiento de la información, que,
percibe, conserva y retransmite de manera lógica y coherente la información que le
proporciona el contexto.
Por el anterior recorrido, comprendemos que la metáfora del sistema de
operación de la computadora en analogía al ser humano, se vuelca en una forma de tener
una visión general sobre el sujeto mismo, para dar cuenta de sus procesos de
pensamiento llevados a cabo por la mente humana, al igual que la computadora se basa
en “sistemas simbólicos”.
Por último nace la urgencia de asumir ciertas reflexiones en torno a la propuesta
otorgada desde tal postura, pues, aunque sea necesario asimilar los presupuestos
teóricos desde la psicología cognitiva computacional puesto que ofrece una visión del
sujeto que en cierta medida se compromete con explicaciones y planteamientos que una
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vez fueron dejados atrás (pensamiento, memoria, lenguaje…), se considera que el sujeto
no puede ser entendido a cabalidad y con sus implicaciones como ser, basados
únicamente en explicaciones que suponen entender al sujeto en términos de la
comparación con el funcionamiento de una máquina; lo que sería en verdad muy
reduccionista, dado que la máquina, está dominada por la voluntad del ser humano, en
el sentido en que, han sido programadas, tienen que hacer lo que hacen (pero si se les
pregunta no pueden dar cuenta del por qué lo hacen), en consecuencia la diferencia es
abismal entre ambos preceptos de inteligencia.
Además, como ya lo habíamos inferido previamente, una máquina no piensa a
voluntad propia, tiene un funcionamiento precisamente mecanicista, que consiste en
términos generales, en la inclusión a su sistema de procesamiento, de unos códigos, a
los cuales responde también de manera sistemática; en cambio, si comparamos esto por
ejemplo con el aprendizaje del lenguaje del ser humano, encontraremos grandes
diferencias.
Un ejemplo que puede servir para mostrar un poco la insuficiencia de este
modelo teórico, es relacionarlo con el uso particular del lenguaje, porque, cómo sería
posible explicar desde este modelo, las diferencias dialectales y los usos particulares del
lenguaje? Así, el sujeto no se le introduce una serie de símbolos y códigos de manera
sistemática o mecánica, esto, mantiene en relación con su contexto, la relación con los
otros, que va a permitir la aprehensión misma del lenguaje. Además, a nosotros no nos
introducen un shift -por decirlo en términos prosaicos-, con el cual quede consagrada
nuestra experiencia, memoria, capacidad, y con el cual se instaure nuestro sistema
significativo.
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Esto acentuado por el hecho que señalaba Saussure, de que, la lengua es a la vez
social y particular, pues, la estructura de la que se sirve, no se la inventa un solo sujeto,
está inscrita en la comunidad de hablantes, y es a la vez particular porque cada usuario
hace uso de esta facultad, también dependiendo a sus experiencias como hablanteoyente. ¿Será que podríamos hablar de esto en el campo de las computadoras? Estas en
cierta forma poseen un lenguaje universal, y podrán basarse en codificaciones
específicas, pero no han de entablar una conversación con un humano, no pueden
improvisar, y crear por ejemplo “neologismos”, ni aprehender por sí mismas idiomas –
sin la intervención del hombre-, su codificación está determinada en términos del
sistema binario.
Otras tantas diferencias se pueden señalar, tales como, que la computadora, no
siente, no expresa emociones entre máquinas, no comunica libremente ideas, no acciona
sobre el mundo, no se interroga sobre este, y se mantiene condicionada a ese sistema de
codificación que el mismo ser humano le introduce.
Entonces se puede decir, que, el modelo de psicología cognitiva
computacional, puede proporcionar cierta luz sobre los estudios del sujeto humano, pero
lo que se debe tener en cuenta al contemplar este paradigma, es la complejidad misma
del sujeto, en específico como sujeto social, lo que pone en juego aspectos como el uso
lingüístico, la improvisación, los errores al momentos de hablar del sujeto y la
particularidad precisamente de los actos de habla de los individuos. Lo anterior, puesto
que, si se pretendiese mirar únicamente al ser humano bajo una perspectiva mecanicista,
en términos de comparación con el funcionamiento de una máquina –computador-
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estaríamos incurriendo en un reduccionismo, que deja de lado, o se queda limitado al
momento de dar explicaciones de aspectos complejos como lo es la conciencia humana.
Este aspecto, de nuevo conlleva a reiterar la idea que un sujeto leído en termos
funcionalistas con una organización cognitiva definida, que le permite procesar
información, aspecto que en cierta medida le permite no requerir de la interacciona en
un contexto, debido a que da la impresión que el paradigma concibe un organismo ya
dado para dicha función, de modo que al desconocer el aspecto del contexto que es
donde el individuo resignifica y se racionaliza por así decirlo, se estaría omitiendo la
conciencia, entonces quizá la analogía resulte deficiente si se quisiera explicar la
codificación de los mensajes provistos de contenido sentimental que en cierta medida
también son producto de un proceso cognitivo que ocurre en dicha relación.
Es decir si un individuo posee la capacidad de procesar información, ésta en
su gran mayoría debe ser aprendida de alguna manera. Presentando una dificultad dado
que en el desarrollo individual de un individuo se entiende que los mecanismos de no
son a priori, es decir no es “definido” y por lo tanto este se debe desarrollar, por ejemplo
en términos análogos lo que para la computadora son los códigos binarios, que le
permiten codificar la información, para el individuo es el lenguaje y se entiende que no
es a priori, esto significa que la computadora en cierta medida trae sus códigos mientras
que un sujeto no y por lo tanto lo tiene que desarrollar, a la luz de aspecto, se abre
apertura para abordar una figura de un hombre que si bien su formación no procedía
propiamente de la psicología su interés por la génesis de la inteligencia desde el orden
biológico lo aria pasar a la historia como el precursor de una nueva psicología.
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Por consiguiente se reseña al suizo Jean Piaget (1896-1980) quien desde su
formación en el campo de la biología se interesó por el desarrollo de la inteligencia del
sujeto humano, sus estudios lo llevaron a acoger los planteamientos de la autonomía
funcional, o sea las formas de organización interna, que emplea el organismo para
adaptarse a su medio y de tal forma, explicar cómo se dan los procesos de aprendizaje y
la inteligencia, denominada constructivismo genético, no se establece en la historia en
una relación directa con la psicología cognitiva, puesto que, a pesar que su propuesta
hacía ya casi dos décadas venia en desarrollo, no se tiene referencia alguna en las
propuestas en consideración en el simposio de Hixon en 1948.
No obstante su planteamiento proponía el dinamismo de sujeto frente a su
entorno, lo cual estableció un nuevo concepto de aprendizaje al interior de la ciencias
cognitiva, puso en énfasis a la estructuralidad y funcionalidad del sistema sensoriomotriz del individuo referida a la relación que establece con el medio, para explicar de
esta manera cómo el individuo desarrolla la capacidad de entender, simbolizar y
resignificar la información del medio.
Así pues lo anterior en relación a la limitación planteada en el modelo
computacional, y el paradigma de procesamiento de información se ve limitado para
explicar cómo un individuo aprehende, porque no explica cómo se construye dicha
capacidad, y, lo que propuso Piaget es que hay algo que antecede esa capacidad de
procesar la información, y son los sentidos en fusión de sensopercepción cuya función
es adaptar al organismo al medio, lo cual va a determinar la conducta; entendida como
el individuo se establece y se relaciona con su entorno, es decir que la organización, o
esa secuencia de acciones que conforman una conducta, no se debe a imposición de
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agentes externos, sino que proviene del interior del organismo y desde sus mecanismos
de adaptación.
Este procedimiento, según Piaget se origina gracias a la inteligencia, la cual
define como facultad, innata, que se perfecciona con la experiencia, ello lo conduce a
explicar la manera que el individuo se construye en la medida como acople sus
capacidades sensorio-motoras al entorno, y a raíz de ello plantea la génesis de la razón
que en principio se denomina inteligencia, por tanto plantea que el organismo (…) “no
seria capaz de adaptarse a las variaciones ambientales sino estuviera ya organizado”
(Piaget, 1954, Pág. 13), el principio de esa ordenación se encuentra en la inteligencia
innata, que da apertura a los procesos de adaptación del aparato sensorio-motriz, por
consiguiente se plantea una instancia anterior a la experiencia, la cual denomina acción.
Así pues, el planteamiento sobre el dinamismo del sujeto frente a su medio
generó diversos cambios conceptuales en la reciente historia de la psicología cognitiva,
debido a que cambia la concepción del sujeto que percibe, almacena y transmite
información, ahora dependiendo de la manera como se piense en su operatividad
cognoscitiva en el medio; en otras palabras, tener la concepción de un sujeto cuya
funcionalidad, se establece en una estructura ya constituida y conservada, como lo hace
el modelo de procesamiento de información, es desconocer la voluntad de lo que se
quiere aprender, porque si se fuera como una computadora, se procesaría toda la
información de nuestro entorno y en cierta medida
allí donde se establece el
constructivismo que propone un dinamismo, una adaptación, que le permite al sujeto
desarrollar su capacidad cognoscitiva progresivamente desde sus facultades sensorio
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motoras, lo cual genera una perspectiva que sitúa al sujeto como constructor del
conocimiento.
Se denota en la propuesta de Piaget la preponderancia que da al papel que
desempeña el organismo en los procesos de adaptación que dan apertura a la cognición,
dando a conocer un sujeto estructurado a partir de su arquitectura funcional, que le
permite adaptarse, lo cual ofrece una noción de las capacidades fisiológicas que trae un
individuo; la cuestión es cómo opera dicha estructura en la construcción del aprendizaje,
esa fue precisamente el gran aporte de Piaget a la psicología cognitiva.
En este punto se percibe la divergencia mas representativa, entre el paradigma
de procesamiento y el estructuralista, en la cual Riviere enfatiza al plantear que “(…)
entre la psicología genética y el modelo de procesamiento de la información el hecho de
que en aquélla la acción precede al pensamiento, mientras que en ésta es el pensamiento
que antecede a la acción” (1987, Pág. 83) dicha distinción parece simple pero tal cambio
representa un paso hacia la complejidad de conceptos tales como el aprendizaje y la
inteligencia, por consiguiente se estable el estructuralismo genético como una
perspectiva innovadora en el campo de las ciencias cognitivas; de esta manera, el
constructivismo muestra un sujeto edificado a partir de la organización lógica de
experiencias del organismo frente a la realidad.
Lo anterior en palabras de Ángel Riviere se define como “un sujeto epistémico”,
que tras la adaptación a su medio potencializa la capacidad de concebir
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significativamente su entorno, permitiéndole, asimilar, crear y
representar la
información que le provee el contexto, desarrollando así su capacidad de razonar y de
relacionarse con el mundo.
En el desarrollo de dicho proceso se crea un equilibrio progresivo entre las
acciones y las percepciones que tiene como fin alcanzar la funcionalidad de la razón,
que a pesar de ser innata se debe desarrollar para lograr que el sujeto genere
conocimiento. Vemos pues, que, la inteligencia deja de ser resultado exclusivamente de
una operacionalidad del organismo, como lo plantea el paradigma computacional, y
pasa a determinarse, según las formas de organización del propio sujeto.
Esto da otro significado al concepto de inteligencia, al que se concibe en
términos de procesamiento de información en el que todo organismo que procesa
información con respecto a su entorno es inteligente, sino que se crea la necesidad de
una interacción del aparato sensomotriz con el entorno para poder adaptarse y utiliza la
información que le ofrece el medio para desarrollarse, lo cual implica anteponer la (…)
“adaptación, para aprender sus relaciones con la vida en general se trata por
consiguiente de precisar qué relación existe entre
el organismo y el medio
ambiente”(Piaget, 1954, Pág. 12), No obstante esta perspectiva en referencia exclusiva
hacia al sujeto humano lleva consigo la explicación de cómo se desarrolla la capacidad
de razonamiento que según Piaget es innata pero requiere desarrollarse para llegar a lo
que él denomina la funcionalidad de la razón que se evidencia en el pensamiento
científico.
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Así pues se permite hablar de manera integral de aspectos tanto mentales como
estructurales, puesto que si ambos aspectos están inmersos en un mismo proceso en
relación con el medio, donde configuran al sujeto humano hacen del mismo un agente
único y dinámico en su asimilación de su realidad. Que a su vez estructura tanto el
aspecto mental como estructural, se corrobora entonces la importancia de los estadios
que propone Piaget para explicar el desarrollo de cómo un individuo se adapta y logra
comprender su entorno esto denominados periodo el sensorio motor, preoperacional,
operacional, y por ultimo la operacionalidad formal, para tener una perspectiva concisa
y acertada a que hace referencia Piaget con su propuesta se recurrirá a la explicación
planteada por Piatelli, quien plantea que si.
“nos atenemos a los hechos de la psicogenesis, comprobaremos en primer lugar
la existencia de estadios que parecen atestiguar una construcción continua. En un
principio un periodo sensorio-motor, anterior al lenguaje en el que se constituye
una lógica de las acciones (relaciones de orden, encajamiento de los esquemas
interacciones puestas en correspondencia, etc.), fértil en descubrimientos incluso
en invenciones (objetos permanentes, organización del espacio, de la casualidad
etc.). D los 2 a los 7 años, se produce una conceptualizacion de las acciones, y
por consiguiente, tiene lugar representaciones con un descubrimiento de
funciones entre las covariaciones de los fenómenos de identidades, etc., pero
todavía sin operaciones reversibles ni conservaciones. Estos dos últimos se
constituyen a nivel de operaciones concretas (7 a10 años) con “agrupaciones”
lógicamente estructuradas, pero todavía vinculada a la manipulación de objetos.
Por ultimo, hacia los 11-12 años, se constituye una lógica preposicional
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hipotética-deductiva, con combinatoria “conjunto de partes” grupos de
cuaternidad” (Piatelli, 1983, Pág. 53)
La anterior referencia nos permite vislumbrar que de esta manera se percibe a
grandes rasgos la propuesta Piagetiana del aprendizaje en cierta medida adaptativo en el
que se opera lógica del lenguaje en otras palabras (…) “el paso de la acción a la
representación se da gracias a la función semiótica” (Pág. 56) Tal función configura las
imágenes mentales que se hacen evidente en la relación del individuo con la realidad, es
decir que la arbitrariedad de la significación, que es la que hace posible aprehender la
realidad, y por consiguiente concebir y comprender lo real, resultado la adaptación del
organismo.
No obstante, este planteamiento no trasciende en las explicaciones que dan
cuenta de la constitución de entidades mentales, tales como los sueños, la imaginación,
las ideas, etc., que se supone, son también producto de procesos de cognición; más aún,
estas forman parte de la inteligencia pues ¿cómo explicar la génesis biológica de la idea
de un científico? dicho paradigma brinda la impresión de pasar por alto el dinamismo
que da apertura a la autonomía funcional del individuo al aprehender en su entorno, es
decir, el conocer y aprender no sólo está determinado en la relación adaptativa con el
medio, sino, de la forma como el individuo establece tal relación.
De manera que al sustentar el aprendizaje en la adaptación del organismo
desde sus inicios es valido pero lo que no se debe pasar por desapercibido es la relación
del sujeto con su contexto, quizá la propuesta Piagetiana se la explicación acertada del
desarrollo cognitivo del individuo y su adaptación al medio lo cual da una noción de la
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evolución de la humanidad y como esta llego a desarrollar la ciencia; no obstante al
igual que el paradigma computacional resulte deficiente si se quisiera explicar la
codificación de los mensajes provistos de contenido sentimental que en cierta medida
también son producto de un proceso cognitivo que ocurre en dicha relación.
Esto concuerda con las opiniones de Riviere y Piatelli, quienes asumen que
Piaget en la búsqueda de el origen de la razón y así sustentarla desde el desarrollo
adaptativo sensorio-motriz, que termina por transformar la mente en un mapa
estructurado lógicamente omite el papel del contexto social, cultural, limitándole su
construcción a si mismo algo que según Riviere hace “perder la psicología del yo”, en
relación a su referencia como individuo y no permite comprender la construcción de
identidad, de manera que preguntarse donde queda la esencia de la inspiración, del amor
o la felicidad que son en si conocimiento individual, son producto de una interacción
no entre el sujeto y los objetos físicos, mas bien en la interacción en su medio
sociocultural que en cierta forma lo adapta, en la medida como esta configurado en su
contexto.
Ahora bien otro especto que despierta interés en la propuesta de Piaget es el
papel del lenguaje, en cuanto a como concebir en un constructismo genético el origen
del mismo para así explicar su importante función en la iteración del individuo con el
medio, más aún si se hace en referencia al sujeto humano puesto que el factor que pone
en evidencia los procesos mentales superiores, por tanto se connota el desconocimiento
del innatismo del lenguaje, sino, como producto de la adaptación sensorio motriz que se
desarrolla las etapas del desarrollo cognitivo ya explicadas por Piatelli, de esta manera
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se asume que el lenguaje es resultado de la adaptación y a su vez se establece como
mecanismo avanzado de la mismo.
Lo que indica que Piaget enmarca a sujeto y su producción de lenguaje, en su
relación empírica con el mundo (experiencia), que lo circunscribe a un proceso, del cual
irá abstrayendo su realidad, para así, desarrollar procesos cognitivos superiores.
Los cuales paradójicamente no se da explicación, dado por su desconocimiento
de la relación sujeto-contexto el cual ya se había hecho alusión, no obstante tanto los
planteamientos que sostienen al paradigma computacional y el constructivismo genético
han desconocido el contexto como factor trascendental en la configuración de procesos
cognitivos superiores del sujeto humano en los puesto que un “sujeto procesador”
información, que, percibe, conserva y retransmite la información que le proporciona
requiere del medio más no del contexto, no se interesa por generar ideas sino imitar la
capacidad de almacenar información.
Por otra parte el “sujeto epistémico” que propone Piaget se basa en que se
preocupa por adaptarse al medio, aprenderlo y llegar a la instancia de superior de
reconfigurar el entorno a través de la razón, pero desconoce como germina una
inspiración, quizá no solo sea una falencia de los paradigmas puestos en consideración,
sino de toda la ciencia cognitiva.
Ahora bien en vista de tal impedimento por lo menos queda la posibilidad de
acercarse por lo menos a un aspecto de esta “subjetividad” la conciencia que se
evidencia en la interacción del sujeto en el contexto, desconocido hasta ahora. Este se
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logra en un acercamiento a la denominada escuela histórico- cultural en la cual emergió
de la mano de un hombre brillante, llamado Lev Vigotsky (1896-1934) psicólogo ruso
quien planteó el lenguaje como el factor que permitiría explicar cómo se origina el
pensamiento y así explicar la conciencia.
Tras discernir sobre la problemática que afrontaba la psicología en principio de
siglo XX y su impedimento para dar cuenta de manera acertada el origen de conceptos
como la conciencia, el pensamiento que se reflejaban en el cambio social que presentaba
Rusia la cual pasó del régimen autoritario de los zares al comunismo marxista de Lenin,
lo cual implicó un cambio significativo en la concepción del sujeto hacia su contexto,
cambio que se evidencio en la psicología rusa, por esos días denominada reflexologia,
basada en los planteamientos de Pavlov, no obstante ésta desconocía la conciencia en el
sujeto humano, lo cual llevó a Vigotsky a interesarse por cómo se genera esta en los
individuos del contexto.
Entonces tras haber enseñado en una escuela provinciana y conocer la dificultad
de socializarse en niños que presentaban problemas para comunicarse con la palabra se
dedicó a ser un análisis entre el pensamiento y la palabra hablada.
buscar la relación entre el pensamiento y el
lenguaje, puesto que
conductista, ni el psicoanálisis lo planteaban de manera
Esto lo llevo a
ni el modelo
explicita, asumió la
problemática de la relación pensamiento y lenguaje, que consistía en la dicotomía sobre
lo independientes o dependientes de ambos factores podían estar en la relación en la
concepción que hace sujeto con la realidad.
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De esta manera, emprendió un estudio basado en la experimentación con niños
que tenían problemas en el lenguaje para llegar a su planteamiento que concibe que
tanto el pensamiento como el lenguaje son aspectos diferentes empero que juntos
interaccionan para constituir el factor que adapta al individuo al contexto social y lo
adecua para interactuar en el mismo, asumiendo que el lenguaje es una actividad
psíquica del pensamiento, es decir
que el pensamiento se estructura de manera
organizada en el lenguaje que a su ves se desarrolla en la interacción con el contexto y
con los demás individuo, de ahí que se conciba que (…) “el pensamiento y la palabra no
están conectados por vínculo primario. La conexión surge, cambia y crece en el curso de
la evolución del pensamiento y el habla” (Vigotsky, 1995. Pág. 197) que se dan en la
relación comunicativa.
En dicha evolución e interacción según Vigotsky tienen origen las conductas
dado que el lenguaje estructura el pensamiento que a su vez,
media la relación
conciente entre el sujeto y su sociedad, dicha relación se establece en las conductas. Se
tiene entonces que el sujeto para Vigotsky se construye por su interacción comunicativa
con el contexto, estableciendo así su concepción de realidad.
No obstante en tal concepción cabe la pregunta ¿Cómo opera el lenguaje en la
construcción de realidad?
Se dice entonces que el pensamiento para Vigotsky se
estructura a partir de la unidad del lenguaje o sea la palabra que no representa un objeto
en particular, sino que hace alusión a un conjunto de similares de ellos, en lo que él
denomina como generalización, éstas por medio del acto verbal se relaciona con el
pensamiento, dando apertura a lo que se concibe como realidad.
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Esta noción de realidad permite establece que el sujeto humano no solo se
constituye por su capacidad genética de adaptarse al medio, si no que las mismas son
resultado del las circunstancias del medio que adapta al sujeto, es decir el individuo no
estructura su racionalidad asimilando objetos y adaptándose a los mismos, o sea del
interior del sujeto hacia su exterior, por el contrario, esta se desarrolla del exterior hacia
su interior por el consenso de la sociedad que es la que establece los parámetros de la
razón.
Entre tanto el anterior aspecto se constituye en la divergencia más relevante
entre los planteamientos de Vigotsky y Piaget; de esta manera se presenta como
resultado de tanto la razón como el lenguaje son resultado de la adaptación psíquica del
organismo al contexto por ende el pensamiento dirigido es social, lo cual quiere decir
que pensamos según nuestro contexto, pero ¿que sucede si no hay tal?
Es el punto donde Piaget pasa a cobrar relevancia para Vigotsky, puesto que al
plantear que los reflejos son la parte innata que adecuan al organismo a adaptarse en su
medio permite hablar de cómo un individuo en sus primeros años de vida aprehende a
relacionarse con su contexto “familiar” y es allí donde se empiezan a estructurar los
pensamientos superiores que en cierta forma son la génesis de los sentimientos, pero
seria especular.
No obstante hasta ahora se comprende que, el lenguaje es fundamental no sólo
para la comunicación sino que también, en la relación con la construcción de la realidad,
por tanto al distinguir tal relación se comprende que (…) “las formas superiores,
específicamente humanas, de comunicación psicológica son posibles porque el hombre
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refleja la realidad a través de conceptos generalizados” (Vigotsky, 1995, Pág. 53) o sea
palabras, estas según Vigotsky son un fenómeno del pensamiento que se materializa con
el habla y esta a partir de su sentido en el contexto, sin embargo es de tener en cuenta
que es una realidad subjetiva y por lo tanto se percibe un dualismo cuando se refiere a
realidad a partir del lenguaje que es donde se refiere a la conciencia que en principio fue
la pretensión de Vigotsky.
Ahora, bien para comprender los planteamientos de Vigotsky remitámonos un
poco a la noción que tiene sobre la relación entre Pensamiento y lenguaje. Frente a esta
relación, va a plantear otra, la que existe entre Pensamiento y palabra. Así, tal como se
había dicho, para Vigotsky, la relación entre pensamiento y palabra no tiene un vínculo
primario, sino que se da a través de la misma evolución de ambos procesos, cuando el
niño está expuesto a los procesos de socialización, por esto mismo, todos los postulados
de Vigotsky rescatan el factor socio-cultural como imprescindible para el desarrollo del
pensamiento.
Empecemos entonces por decir que, desde las consideraciones de Lev Vigotsky,
la interrelación entre pensamiento y habla se presenta como un producto del desarrollo
histórico de la conciencia humana; tal relación, es bastante estrecha, y, no se da en
animales que carecen del habla fonética como el hombre pero también su intelecto.
Entonces, Vigotsky acepta que, existe un período prelingüístico del pensamiento y un
período preintelectual del habla. De esta forma, la conexión surge, cambia y crece en el
curso de la evolución entre pensamiento y habla.
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Para desentrañar el pensamiento como un todo, Vigotsky parte del análisis de
sus unidades más pequeñas, que serían los significados de las palabras, que no pueden
descomponerse más, y representan a su vez, la unión entre pensamiento y palabra. Así,
los significados como unidad de análisis, permitirían dar cuenta de las propiedades del
pensamiento verbal como un todo. Esto se refleja en que, una palabra sin significado
sólo es un sonido vacío, y porque desde la consideración de la psicología, el significado
de una palabra es un concepto; que es innegablemente un acto, o como él lo denomina,
un fenómeno del pensamiento. Pero tal vinculación, se da en la medida en que el
pensamiento se materializa en el habla, y el habla se conecta con el pensamiento y es
iluminada por él.
Vigotsky además, señala la insuficiencia de adoptar una teoría asociacionista, la
cual establece que el vínculo entre la palabra y el significado, se da por la “percepción
repetida y simultánea de cierto sonido y de cierto objeto”. De esta manera, tal teoría
indica que una palabra evoca inmediatamente su objeto, por asociación. De esta forma,
desde la teoría asociacionista, se crea un vínculo inmutable entre pensamiento y palabra;
así, el problema es que esta teoría trata la relación entre palabra y significado como una
asociación entre el sonido de una palabra con su contenido. Pero tal planteamiento se
tambalea cuando se expone la problemática de la evolución de las palabras, que
involucra una nueva realidad reflejada en la palabra, así:
“El desarrollo quedaba reducido a cambios de las conexiones asociativas
entre palabras determinadas y objetos determinados: una palabra podía
denotar al principio un objeto y asociarse después con otro, precisamente
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como un abrigo que cambiara de dueño nos recordaría primero a una
persona y más tarde a otra.” (Vigotsky, 1995, Pp. 199)
De esta forma, la palabra es vista como un acompañamiento externo del
pensamiento, como un revestimiento, que carece de importancia en cuanto a su vida
interna. Es así que, Vigotsky considera insuficiente la teoría asociacionista porque no da
cuenta del suceso de que una misma palabra pueda tener varios significados y de la
evolución de los significados de las palabras, porque al presentarse tal evolución,
también cambia la estructura misma del significado y su naturaleza psicológica; de
modo que, al cambiar el significado, también cambia la forma en que la realidad se
generaliza en una palabra.
Además, Vigotsky deja entrever que esta teoría es inadecuada para explicar el
desarrollo de los significados de las palabras en la niñez, porque, sólo podría explicar,
cambios externos pero no dar cuenta de la estructura fundamental y de los cambios
psicológicos que se presentan en el desarrollo del lenguaje infantil. De lo anterior se
deriva que, para Vigotsky, para relacionar palabra y significado se debe considerar el
desarrollo de ambas. Lo anterior porque, los significados de las palabras no permanecen
estáticos, evolucionan, y si cambia la naturaleza interna de las palabras, también cambia
la relación del pensamiento con la palabra; así, los significados de las palabras son
formaciones dinámicas que cambian con el desarrollo del niño y con las formas en que
funciona el pensamiento.
Entre la consideración principal de Lev Vigotsky figura que la relación entre
pensamiento y palabra es un proceso, que involucra un movimiento continuo, del
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pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento. Pues el pensamiento no sólo
se expresa en palabras sino que llega a existir a través de ellas. Así, en ese proceso entre
pensamiento y palabras, cada pensamiento al llegar a la existencia a través de las
palabras trata de conectar algo con algo, es decir, de establecer relación entre las cosas.
Este flujo de pensamiento, se da como un movimiento interno.
En este orden de ideas Vigotsky señala los dos planos del habla, el interno y el
externo, el primero como el aspecto que engloba lo semántico y el externo como el de la
fonética y exteriorización. Así por ejemplo el niño aprende a dominar primero el habla
externa, para pasar de oraciones simples a unas más complejas, tal que, primero aprende
el todo y luego aprende su fragmentación; mientras que, en cuanto al aspecto interno, la
primera palabra del niño, es una sentencia completa; es por esto, que en cuanto al
significado, el niño parte del todo y luego une las unidades semánticas separadas, yendo
en este aspecto, de la sentencia a la palabra mientras que en el externo va de la palabra a
la sentencia.
Lo que se indica con esto es que, lo vocal y lo semántico se mueven en
direcciones opuestas pero siguen sin ser independientes entre sí. Como anotación, cabría
resaltar que con respecto a la gramática, Vigotsky señala que ésta precede a la lógica, tal
como lo demostró Piaget, al señalar que el niño va a usar oraciones subordinadas
(porque, aunque), antes de comprender como tal, las estructuras de significados.
Entonces, para Vigotsky: “El pensamiento del niño, precisamente porque ha
nacido como un todo confuso y amorfo, debe encontrar expresión en una sola palabra.
Conforme su pensamiento se va haciendo más diferenciado, el niño es menos capaz de
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expresarlo con palabras sueltas y pasa a construir un todo compuesto.” (Vigotsky, 1995,
Pp. 203) Con esto vemos que, las palabras no son una simple prenda del pensamiento,
por el contrario, el pensamiento experimenta variados cambios al convertirse en habla,
encontrando en ésta, no sólo su expresión, sino tal como dice Vigotsky, su forma y su
realidad.
Entre la diferenciación entre habla interna (habla para uno mismo) y habla
externa (habla para los demás) encontramos que Vigotsky considera que el habla
egocéntrica de los niños, deviene como un hablar para ellos mismos, pero que está
conectada con el factor social y ayuda a penetrar de modo íntimo en los pensamientos.
Para Vigotsky este habla egocéntrica se trasforma en habla interna. Y en este descenso
de dejar de comunicar todo, el niño empieza a pensar lo que dice, a pensar las palabras,
ahí se da el habla interna.
Entonces, el habla egocéntrica, deviene como un estadio de desarrollo que
precede al habla interna, que tiene, funciones intelectuales y que va a desaparecer en la
edad escolar cuando el habla interna comienza a desarrollarse. Vigotsky refiere que
“Según Piaget, el niño, con su habla egocéntrica, no se adapta al pensamiento de los
adultos. Su pensamiento permanece completamente egocéntrico; esto hace su charla
incomprensible a los demás. El habla egocéntrica no tiene función en el pensamiento ni
en la actividad realistas del niño; simplemente los acompaña.” (Vigotsky, 1995, Pp.
209).
Mientras que, para Vigotsky, contrario a lo que consideraba Piaget, el habla
egocéntrica hace parte de la actividad social y colectiva que luego va a ser
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“individualizada” y la va a permitir al niño, el desarrollo de funciones psicológicas
superiores; así, contrario a lo que decía Piaget, Vigotsky considera el habla egocéntrica
como un monólogo colectivo, donde el niño cree que los otros lo entienden, y que, va a
ir declinando con el aislamiento progresivo del habla para uno mismo; de esta manera,
el habla interna nace primero como una función social, para luego ser instrumento del
pensamiento individual.
Vigotsky señala entonces que, los niños entre los tres y cinco años, realizan
monólogos colectivos, donde hablan con ellos mismos, encontrándose en grupos, lo
que, aunque es considerado como egocentrismo infantil, devela un compromiso social
pues los niños creen que se están comunicando con los otros niños que los rodean, sólo
que no se preocupan por la elaboración del mensaje. “Creen que sus pensamientos,
incluso los que se expresan pobremente o no se formulan, pertenecen a todos los
participantes.” (Vigotsky, 1995, Pp. 212) De lo que hace parte una ilusión de ser
entendido.
Para Vigotsky, el habla egocéntrica, entonces, se debe a una falta de
diferenciación del habla para los demás y para uno mismo. El habla egocéntrica lo
acerca al habla social: “el habla egocéntrica es una forma que se desarrolla a partir del
habla social y todavía no está separada” (Vigotsky, 1995, Pp. 213) Esta consideración
como ya lo habíamos aludido, se contrapone a la de Piaget para quien el habla
egocéntrica del niño solo tiene la apariencia de ser social, pero realmente no lo es,
porque el niño se habla a sí mismo. Por el contrario para Vigotsky el niño no distingue
entre habla social y hablan interior; y el habla egocéntrica, adviene como una transición
“del habla para los demás al habla para uno mismo”.
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Por otro lado, en relación al habla interna, señala que ésta tiene una sintaxis
particular, puede parecer “inconexa e incompleta”. Entonces, cuando los pensamientos
de los hablantes se conectan y se ponen mutuo cuidado, la expresión verbal se reduce.
Nuestra comunicación no es totalmente formal, por eso podemos hablar por
insinuaciones. Puede haber un entendimiento mutuo, y también hay casos de
malentendido total, cuando los pensamientos van en direcciones contrarias.
Vigotsky también alude algo con respecto al habla escrita, considerando que
ésta, es la forma de habla más elaborada, pues supone el uso de las palabras con mayor
precisión; es, una función en sí misma, que continúa siendo habla y como consecuente:
pensamiento conectado con palabras. Mientras, el habla externa, es la materialización
del pensamiento en palabras. Aunque en ocasiones, no se puede poner el pensamiento
en palabras; así, pensamiento y palabra se interrelacionan pero no son la misma cosa en
cuanto a estructura. Indica de esta forma que: “Toda sentencia que decimos en la vida
real tiene algún tipo de subtexto, un pensamiento oculto tras ella.”, por esto mismo, los
textos, tienen la facultad de ser interpretados para desentrañar el sentido oculto
subyacente en el.
“En la mente el pensamiento completo se presenta simultáneamente, pero en el
habla tiene que ser desarrollado sucesivamente. Un pensamiento se puede comparar con
una nube que descarga un chaparrón de palabras. Precisamente porque el pensamiento
no tiene su equivalente automático en palabras, la transición del pensamiento a la
palabra pasa por el significado.” (Vigotsky, 1995, Pp. 221)
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Para Vigotsky aunque el pensamiento se realice en palabras hay ciertas cosas
que se le escapan a este. De este modo concibe que, el pensamiento está mediado
externamente por signos, pero también lo está internamente por los significados de las
palabras. Como consecuente, concibe Vigotsky que la comunicación entre personas, que
supone transmitir pensamientos de una persona a otra, no se da directamente entre dos
mentes, sino, que pasa primero por la significación, y sólo después por las palabras. Así,
es necesario entender los pensamientos del otro para entender su habla.
Ahora, después de todas las consideraciones señaladas desde Vigotsky sobre la
noción que este tiene en cuanto a la relación pensamiento-lenguaje, cabría hacer una
última anotación, para dar cierre a este recorrido por tres perspectivas que se han
gestado al interior de la noción que tiene la psicología cognitiva. Para Rivière el
concepto que tiene Vigotsky es (…) “escasamente formal, que carece de definición
lógica, gramatical o computacional, y es poco refinada para la “estética explicativa” de
los psicólogos cognitivitas occidentales, estamos acostumbrados a explicar la conducta
en términos de un formalismo (un procedimiento efectivo, un esquema de
conocimiento, una estructura una gramática, un algoritmo) que reconstruye su génesis”
(1987, Pág. 92).
Es por eso que sale del curso que siguen los paradigmas de las ciencias
cognitivas, y sus planteamientos, para la psicología cognitiva, representan un conflicto
puesto ademas de poner en una posición dualista a la psicología cognitiva para explicar
la noción de sujeto, en cuanto a establecer dos realidades basadas en el pensamiento y
sentidos respectivamente, no le proporciona argumentos para explicarse con los
parámetros de la ciencia.
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Sin embargo es indudable que su aporte a dicha disciplina en cuanto a que sus
planteamiento permitió concebir el aprendizaje de una manera mas pertinente en la
pretensión de las ciencias cognitivas, dado que muestra el dinamismo del sujeto que es
en cierta medida lo que le permite tener claridad en la forma como ocurren los procesos
de cognición en un sujeto.
Algo que en cierta medida brinda la posibilidad de concebir un sujeto epistémico
que procesa la información y la concibe de manera dinámica en el contexto que le
permite desarrollar procesos cognitivos superiores que a su vez configura su conducta,
es factible que suene un tanto ecléctico empero deja las puertas abiertas a la ciencias
cognitivas para proporcionar explicaciones que den cuenta
de cómo ocurren los
procesos de cognición y por ende justificar su objeto de estudio.
Con el precedente recorrido, se intentó mostrar, ciertas consideraciones desde
tres diferentes perspectivas de la psicología cognitiva, que a su vez, le han dado matices
importantes a ésta misma, en cuanto a la consideración del sujeto, cada una abordándolo
con connotaciones diferentes, pero encontrándose en la intención por brindar
explicación y luz alguna sobre los procesos cognitivos, y sobre el desarrollo de los
mismos.
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Referencias
Gardner H (1985). La nueva ciencia de la mente, Barcelona, Paidós, Pág. 19-43
Vigotsky L. (1995). Pensamiento y lenguaje, nueva edición a cargo de Alex Kozulin,
Barcelona, Edit. Paidós, Pág. 9 – 204
Piatelli P. (1983). Teorías del lenguaje, teorías del aprendizaje, Barcelona, Edit. Critica.
Pág. 51 - 70
Piaget J. (1954). El nacimiento de la inteligencia en el niño, Barcelona. Edi. Critica,
Pág. 12 – 28
Riviére. A (1987). El sujeto de la psicología cognitiva, Madrid Alianza Editorial, S.A.
Pág. 21-- 98
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