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BOLETÍN • 2013 •
1
SUMARIO
Número 152 • Año XIII • Noviembre 2013.
PEREGRINACIÓN Y
ENCUENTRO
Cango. Dr. Eduardo Chávez S.
4
TODOS LOS SANTOS Y
FIELES DIFUNTOS
María de Guadalupe González P.
25
SANTA CECILIA, EL
LIRIO QUE CANTABA A
DIOS
Lic. Carlos Iván Arcila B.
SOLEMNE PROFESIÓN
DE FE DE LOS LAICOS
5
ENCUENTRO DE LOS INDÍGENAS
EN EL AÑO DE LA FE
9
Pbro. Alberto Medel Ortega
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
2 • BOLETÍN • 2013
EL LAICO EN LA
HISTORIA DEL
SANTUARIO...
Lic. Mercedes Aguilar Lara
28
32
AMOR Y GRATITUD EN
UNIDAD CON EL PAPA Y LA
IGLESIA
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
13
DIRECTORIO
PRESIDENTE DEL BOLETÍN
Cango. Mons. Enrique Glennie Graue
LOS FRUTOS DEL
CONCILIO VATICANO II
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega
Iglesia Cristo Rey
DIRECTOR
Cango. Juan Castillo Hernández
COORDINADORA GENERAL
Lic. María Natividad Correa Beltrán
JEFE DE FORMACIÓN
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
SANTUARIO DE
NUESTRA SEÑORA DE
LA PAZ
Cango. Lic. Juan Castillo H.
BREVES
36
38
EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO
Cinthia Huelgas Moreno
FOTOGRAFÍA
19
JESUCRISTO, KYRIOS,
SEÑOR DE LA IGLESIA
Cango. Dr. Eduardo Chávez S.
21
Departamento de Comunicación
Social Basílica de Guadalupe
DISEÑADOR
Pbro. Omar Sotelo Aguilar
Ricardo Vázquez Hernández
COLABORADORES
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
Cango. Lic. Juan Castillo Hernández
Cango. Dr. Gustavo Watson Marrón
Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega
Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega
Pbro. Salvador González Morales
Lic. Nydia M. Rodríguez Alatorre
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
Lic. Carlos Iván Arcila
Lic. Mercedes Aguilar Lara
María de Guadalupe González Pacheco
Arq. Oscar Jiménez Gerard
Sr. Ricardo Galindo Melchor
FOTÓGRAFOS
Lic. Marcela Vallecillo
Cinthia Huelgas Moreno
11
MODELO Y MAESTRA
DE ESPIRITUALIDAD DE
COMUNIÓN
Mons. Salvador Diez de Sollano y O.
Boletín Guadalupano, revista mensual año XIII número 152,
Noviembre de 2013. Editor Responsable: María Natividad
Correa Beltrán. Número de Certificado de Reserva de Derechos otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de
Autor 04-2004-102812475400-106. ISSN 2007-4603. Número de
Certificado de Licitud de Título y Número de Certificado de
Licitud de Contenido otorgado por la Comisión Calificadora
de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de
Gobernación: 10545, Impresor: Edith Velázquez Martínez, Rinconada de los Juegos, edif. Matatena. No. 204 Col. Pedregal de Carrasco. C.P. 04700. Delegación Coyoacán México
D.F. Domicilio de la Publicación y Distribuidor: Basílica de
Guadalupe A.R., Plaza de las Américas No. 1 Colonia Villa
de Guadalupe, Delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07050
México, D.F. Teléfono 5118-0500. www.virgendeguadalupe.
mx. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o
parcial de los contenidos de imágenes de la publicación sin
previa autorización de Boletín Guadalupano.
BOLETÍN • 2013 •
3
EDITORIAL
E
PEREGRINACIÓN Y
ENCUENTRO
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
n este mes de Noviembre se
realiza uno de los eventos
más importantes: El Congreso Peregrinación-Encuentro.
Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la nueva Evangelización en
el Continente Americano. Y no nos
equivocamos al decir que éste es uno
de los acontecimientos que, sin duda,
dejarán una huella profunda en cada
corazón, ciertamente marcará la historia, y no sólo de este sagrado recinto de la Basílica de Guadalupe, sino
de todo el Continente Americano y
de toda la Iglesia Universal.
No cabe duda que la Virgen de Guadalupe es la primera discípula y misionera del Amor de Dios; Ella es el
modelo de Evangelización perfectamente inculturada; Ella es la Mujer
de rostro mestizo, Madre de todos los
pueblos; Ella es el Arca viviente de la
Alianza; Ella es el primero y más digno santuario de Jesucristo; Ella es la
Madre de la Iglesia; Ella es la primera
peregrina y mensajera del Amor de
Dios; Ella es la Estrella de la primera
y de la nueva Evangelización.
La “Misión Continental” ha sido una
inspiración muy importante para
nuestro Continente y desde nuestro
Continente para el mundo entero. El
Episcopado Latinoamericano siempre ha sido consciente de la vocación
misionera de toda la Iglesia, pues el
Amor es lo único que le da sentido
a nuestra existencia, y la Iglesia está
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enviada por Dios precisamente para
difundir que Jesucristo es el Amor
pleno de Dios nuestro Padre y que
se entrega a nosotros para que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Cf. Jn 10,10). Es por ello, que
la misión surge como una necesidad
intrínseca para dar al mundo lo que
tanto desea y anhela; y es esto lo que
alienta a toda la Iglesia.
Como también lo expresaba gozoso el Papa Benedicto XVI: “En este
sentido, ha sido para mí un motivo
de alegría conocer el deseo de realizar
una «Misión Continental» […] convocando para ello a todas las fuerzas
vivas, de modo que caminando desde Cristo se busque su rostro. (Cfr.
Novo millennio ineunte, 29).”1
Por ello, es muy significativo que este
Magno Evento se lleve a cabo en este
lugar, en este Santuario, en esta Tierra Bendita de Dios, como lo expresó
el amado y recordado Juan Pablo II,
“Aquí, Jesucristo, luz de las gentes
quiso manifestar su presencia salvadora en los albores de la evangelización de América Latina, Por medio
de la Virgen María, su Madre, en la
persona del indio Juan Diego.”2
El primer obispo de México, fray Juan
de Zumárraga, quien recibió la portentosa Imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe, señal con la que se confirmaba su aparición y encuentro, ya
lo había manifestado de una manera
que se torna por demás profética, en
una carta enviada al rey y emperador
Carlos V el humilde fraile-obispo
le decía con una alegría inusitada:
“aquí, desde las Indias […] quizás
quiere y ha ordenado Dios que de
acá, la dicha universal reformación,
se haya de comenzar.”3
Hoy, a cerca de 476 años de distancia
de esta carta y a cerca de 482 años
de las apariciones de Santa María de
Guadalupe, constatamos que esto es
verdad. Que la Virgen de Guadalupe sigue siendo esa misionera incansable que toca nuestro corazón para
realizar una verdadera conversión.
Es Santa María de Guadalupe quien
nos enseña a caminar con Ella, en
esta bendita Iglesia, y transformar el
corazón, petrificado por el odio, en
un corazón de carne lleno de amor
y de misericordia; es Ella quien nos
fortalece para seguir construyendo
esta civilización del amor, cultura de
la vida. Es así, de la mano de Ella,
como realizamos una verdadera peregrinación para encontrarnos con
Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.
Peregrinación y Encuentro con quien
nos ama y nos salva.
1
Benedicto XVI, Documento Conclusivo de
Aparecida, Brasil, Vaticano 29 de Julio 2007.
2 Juan Pablo II, Saludo al iniciar su V Visita
Pastoral en México, 30 julio de 2002.
3 Carta de fray Juan de Zumárraga al
Emperador Carlos V, 1539, en AGI,
Indiferente, 1093.
AÑO DE LA FE
SOLEMNE PROFESIÓN DE
FE DE LOS LAICOS
LAICOS UNIDOS EN LA FE, TESTIGOS DE LA
ESPERANZA, SIGNOS DEL AMOR DE DIOS
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega
Encuentro con los líderes de movimientos y asociaciones laicales:
“Los laicos en la Iglesia a 50 años del Concilio Vaticano II”
L
uego de un arduo trabajo
que emprendió la Comisión
de Pastoral de la Basílica de
Guadalupe, de la mano de la
Comisión de Movimientos Laicales
de la Arquidiócesis de México y del
Apostolado “El Sembrador, Nueva
Evangelización” (ESNE), llegó la
fecha programada para la Solemne
Profesión de Fe de los Laicos, el sábado 5 de octubre de 2013. Fueron
varios meses de reuniones semanales
para preparar este evento que quería
abrazar idealmente a los fieles laicos
de México y de toda América gracias
a la radio y la televisión.
La jornada consistió en dos grandes
momentos. El primero fue dedicado
a los líderes y dirigentes de los movimientos de laicos, y el segundo fue
abierto a la participación general.
Encuentro con los líderes de movimientos y asociaciones laicales:
“Los laicos en la Iglesia a 50 años
del Concilio Vaticano II”
El encuentro matutino inició hacia
las nueve de la mañana. El objetivo
fue que los dirigentes de los grupos
y movimientos laicales tuvieran una
mañana de reflexión con la implementación de algunas conferencias
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y mesas de trabajo para releer el
documento conciliar Apostolicam
Actuositatem, y revisar el camino de
la Iglesia en el involucramiento de
los laicos en su vida y misión a 50
años del Concilio Vaticano II, en
vista a una renovación institucional
y carismática desde la profesión de
fe bautismal.
Luego del registro correspondiente de los participantes, dio inicio el
encuentro con la bienvenida oficial
por parte de la Basílica a cargo del
Canónigo Carlos Ruíz y Alvarado,
Arcipreste y Vicerrector del Santuario. Enseguida inició un panel titulado “Misión y Vocación Laical”, en
el que participaron la Dra. Valentina
Torres con el tema “El papel que ha
tenido el laico a partir del C.V. II, y
el Lic. German Araujo con el tema
“Algunos retos que se presentan
como miembros de la Iglesia llama-
6 • BOLETÍN • 2013
dos a ser ‘sal de la tierra’” (cfr. Lumen
Gentium 33).
Finalizado el panel, la asamblea que
llegó a sumar más de 500 líderes, se
dividió en cinco partes y en igual
número de salones reflexionaron
en temas específicos de apostolado
laical: “Ciudadanía y Política” por
el Lic. Raymundo Mendoza; “Cuidado del Medio Ambiente” a cargo
del Lic. Gerardo Cruz; “El papel de
la Mujer en la Evangelización” por
la Mtra. Yarim; la Lic. Gabriela Pacheco con el tema “Educación y Generación de Cultura”, y el Lic. Jorge
Navarrete con “Laicos y Medios de
Comunicación”. La Jornada de reflexión terminó con el testimonio
de un laico con diversas facetas de
la vocación laical, el Sr. Noel Díaz,
esposo y padre de familia, empresario y fundador de un movimiento
laical al servicio de la Nueva Evan-
gelización a través de los medios de
comunicación (ESNE).
Finalmente, otro movimiento de
Laicos fungió como anfitrión y ofreció a todos los participantes una rica
comida en el comedor de peregrinos,
a cargo de la Archicofradía Universal
de Santa María de Guadalupe. Los
expositores fueron aportados por la
experiencia y la riqueza del Instituto
Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC).
Festival de Testimonios
A las tres de la tarde dio inicio la
actividad que se preparó para los
fieles en general, en el atrio de
América, donde se dispuso un escenario y las sillas para los invitados.
Algunos llegaron a preguntar a los
organizadores que dónde se colocarían a los invitados especiales, y la
respuesta fue siempre la misma: “en
cualquier lugar de los dispuestos,
pues los invitados especiales de la
Basílica son todos los fieles laicos”.
Una hora antes de iniciar el evento,
algunas personas ya habían tomado
su lugar. En punto de las tres de la
tarde, el Apostolado el Sembrador
inició su participación que consistió en un concierto a cargo del grupo “Cristo 3D” venido de la ciudad
de Puebla, por dos predicaciones
a cargo del Sr. Noel Díaz, quien
con su carisma y particular modo
de predicar el Evangelio, tuvo a los
participantes muy reflexivos y metidos en la temática, en la que los
invitó a tener una relación intensa
y personal con Dios y con los hermanos, y a comprometerse con la
misión de la Iglesia.
Eucarística llamada “Una Hora con
Jesús”, en la que fue expuesto el Santísimo Sacramento en una bella custodia que figuraba la flor “nahui olli”
que tiene la imagen de la Santísima
Virgen de Guadalupe a la altura del
vientre, y que significa la divinidad
del niño que lleva en su seno. Entre
cantos y alabanzas el Santísimo Sacramento fue llevado en procesión
entre los fieles los cuales pudieron
acercarse a la custodia y expresar su
amor y adoración al Señor.
Luego de un receso de 15 minutos,
a las 19:15 horas dio inicio el Fes-
tival de Testimonio que fue abierto por la compañía de danza “Xochitlalpan”, la cual, con una bella
estampa, nos llevó de la mano para
recordar la Primera Evangelización:
representaron un sacrificio azteca,
luego la conquista, enseguida la
llegada de los Misioneros coronada
por la presencia de la Evangelizadora: la aparición de nuestra Madre
de Guadalupe, para dar paso a la
entrada del Evangelio cuya llegada
trajo la alegría de la vida, que se significó con los bailes y las banderas
de los países de América que lo rodearon y le hicieron fiesta.
La segunda predicación del Sr. Noel
Díaz terminó con una Adoración
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el mundo, intercalando entre cada
representación el testimonio de 11
laicos que viven su vocación laical
en las más variadas actividades del
mundo y la sociedad.
Luego se hizo recuerdo de los Padre
en la Fe de América, mencionando
los nombres de los primeros evangelizadores del Continente y la invocación de los santos que han sido fruto maduro de la fe de estas tierras.
Luego tomó la palabra el Arcipreste
de Guadalupe, P. Carlos Ruíz, que
dio la bienvenida a todos y así inició
la jornada de testimonios. En cuatro
pequeñas representaciones teatrales,
a cargo de la Compañía “Godspel”
de la Basílica de Guadalupe, se explicó a los fieles lo que es un laico,
cuál es su lugar en la Iglesia y cuál es
su misión en la misma Iglesia y en
Luego llegó la celebración de la fe,
es decir, la Eucaristía, cuando el
reloj marcaba las 21:30 horas, la
cual fue presidida por Mons. Juan
Carlos Guerrero, Vicario Episcopal
para los laicos de la Arquidiócesis de
México. Al finalizar la celebración,
los representantes de diversos movimientos laicales subieron al estrado
y realizaron una proclama que los
comprometía a vivir de la fe y hacerse testigos suyos en las realidades
temporales del mundo y la sociedad,
y luego, invitados por Mons. Guerrero, renovaron y realizaron solemnemente la profesión de fe de su
Bautismo.
Sin duda que esta celebración impulsó a sus participantes, tanto a
los que estaban allí presentes, como
los miles que en todo el continente
americano lo siguieron por la radio
y la televisión ya que se transmitió
íntegramente en vivo y en directo,
para comprometerse con el Señor
y su Iglesia a la Nueva Evangelización. Que la Santísima Virgen de
Guadalupe, ante quien renovaron
su fe y su misión en la Iglesia, haga
que esta reunión de fe tenga muchos frutos para la Iglesia y la Sociedad.
La Basílica de Guadalupe agradece a
todos los movimientos laicales que
apoyaron para que esta actividad
llegara a feliz término, y reconoce la
desinteresada labor de los cientos de
voluntarios que le dispensaron su generosa ayuda y su diligente caridad.
Gracias y felicidades a todos.
8 • BOLETÍN • 2013
AÑO DE LA FE
ENCUENTRO DE
LOS INDÍGENAS
EN EL AÑO DE LA FE
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
E
Seamos capaces de mirar nuestro rostro: Pbro. Jacobo Abarca.
n el Año de la Fe los hermanos de las comunidades indígenas se reunieron también
en la Basílica de Guadalupe,
pues a lo largo del año de se hicieron
presentes los diferentes sectores eclesiales para reflexionar y proclamar su
fe en el Santuario. Y la reunión de la
Pastoral Indígena se realizó el día del
aniversario de la Evangelización de
América, de la Coronación Pontificia de Santa María de Guadalupe y
del 37 aniversario de la Basílica actual, fecha sin duda memorable.
En encuentro de los hermanos indígenas contó con la participación de
hermanos de Cuernavaca, Atlacomulco, Toluca y México, y algunos
de Oaxaca, quienes fueron invitados
por el Padre Jacobo Abarca Pérez,
Secretario Ejecutivo de la Pastoral
Indígena del Santuario, a renovar, celebrar y proclamar la fe, a partir del
encuentro en la confianza y el compartir la experiencia de vida y fe; y pidió la intercesión de Santa María de
Guadalupe para “que seamos capaces
de mirar nuestro rostro” y valorar el
don de la fe y su palabra, subrayó.
Antes de entrar de lleno a este compartir, el Padre Salvador González,
BOLETÍN • 2013 •
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el gran don traido por Jesucristo, que
nace del encuentro con el Dios vivo
que nos revela su amor y en el que
nos podemos apoyar para construir
la vida. La fe se sostiene en la Palabra
de Dios, los sacramentos y en el hermano, dijo. Si no hay fe, no hay luz;
necesitamos la luz que ilumina todos
los aspectos de la vida. Con la luz de
la fe, un hombre y una mujer ven las
cosas de manera diferente.
El Padre Salvador destacó que quien
se ha abierto al amor de Dios no
puede retener este don para si, pues
la luz de Cristo brilla en el rostro de
los cristianos de manera que lo pueden reflejar a otros; es así que la fe se
transmite de persona a persona, sea
por el testimonio o la palabra. “Si la
fe es luz quiere decir que el que tiene
la fe ha sido iluminado, y éste ilumina a los demás”. Qué importante
esto en la vida comunitaria, añadió,
porque es imposible creer cada uno
por su cuenta, la relación con Dios
no es individual y exclusiva.
¿Y tú, en tu
pueblo, en tu casa,
en tu familia,
cómo vives la fe?,
¿Cómo la expresas?
10 • BOLETÍN • 2013
Secretario Ejecutivo de la Pastoral
Profética, expuso sobre la Fe como
puerta y luz, a partir del contenido
y sentido de dos textos sobre la vida
de fe: la Carta Porta Fidei del Papa
Benedicto XVI con la que convocó
al Año de la Fe, y la Encíclica del
Papa Francisco: “La luz de la Fe”.
Señaló que una puerta nos sirve para
entrar o salir de un lugar; abre un camino, y la puerta de la fe está siempre
abierta y entramos a ella cuando escuchamos la Palabra de Dios. La fe es
Luego de la exposición, los hermanos indígenas compartieron fraternalmente momentos de reflexión en
grupo sobre el significado de la fe y
su modo particular de vivirla, desde lo que creen, son y celebran. La
pregunta fue ¿y tú, en tu pueblo, en
tu casa, en tu familia, cómo vives la
fe?, ¿cómo la expresas? Asimismo reflexionaron sobre sus usos y costumbres, señalando que observan cómo
estas se van perdiendo entre los jóvenes y es necesario recuperarlas.
Luego de concluir la jornada de reflexión, los hermanos indígenas se dirigieron a celebrar y proclamar su fe en
la Misa de las Rosas, uniéndose a todo
el pueblo reunido por el memorable
12 de octubre en la Basílica actual.
AÑO DE LA FE
JORNADA MARIANA EN EL AÑO DE LA FE
AMOR Y GRATITUD EN UNIDAD
CON EL PAPA Y LA IGLESIA
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
C
on un rosario de amor y
gratitud, y la consagración
al corazón inmaculado de
María, la Basílica de Guadalupe se unió a la Jornada Mariana
convocada por el Papa Francisco,
para contemplar el testimonio de
fe de Santa María y gozarnos de su
amor materno y de su intercesión,
en este Año de la Fe que concluye
este próximo 24 de noviembre.
gloriosos y presentándole nuestro
rosario de amor y gratitud (…). Los
invito a orar con todo el corazón por
las intenciones del Papa, y a cantar
con todo nuestro corazón por el regalo que nos ha dado en nuestra hermana María, que por la fe el Señor
la hizo nuestra Madre, y que por su
Providencia quiso que se apareciera
en este lugar santo y nos dejara su
bendita imagen”.
“Qué mejor manera de hacerlo que
contemplando con ella los misterios
Así dio inicio el Padre Salvador
González, Secretario Ejecutivo de
la Pastoral Profética, al presentar
la jornada encabezada también
por el Pbro. Alberto Medel, Director de la Pastoral Litúrgica, en
la guía de los Misterios Gloriosos
del Rosario: La Resurrección del
Señor, La Ascensión del Señor al
Cielo; La venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia naciente y reunida en oración; La Asunción de
nuestra Señora la Cielo; La Coronación de la Santísima Virgen
María como Reina y Madre de
todo lo creado.
BOLETÍN • 2013 •
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Una cincuentena de feligreses participaron en el Rosario rezando un
Ave María, y entre los misterios sorprendió la participación de la reconocida hermana Glenda, quien se
encuentra de visita en México. Con
su canto, realzó la Jornada e inspiró a la oración contemplativa a toda
la asamblea reunida en el santuario,
recordando a los feligreses las palabras de Cristo: “ahí tienes a tu madre”, y la actitud de María ante los
acontecimientos: “guardabas todo
en tu corazón, lo bueno, lo bello, lo
santo, lo perfecto, aquello que agrada a Dios”.
En la letanía el pueblo oró a santa
maría de Guadalupe: Felicidad de
México y América; Estrella de la
Nueva Evangelización; Mujer vestida de sol; Portadora de un nuevo
mundo; Aurora de nuestra raza;
Flor y canto de América; Madre del
nuevo milenio; Madre de América y
el mundo; Madre de la civilización
del amor.
12 • BOLETÍN • 2013
Finalmente, toda la asamblea se consagró a la Reina de México y Emperatriz de América, Santa María de
Guadalupe:
Santa María de Guadalupe, con renovada gratitud por tu presencia materna, unimos nuestra voz a aquella
de todas las generaciones que te han
llamado “bienaventurada”.
En ti celebramos las grandes obras de
Dios que nunca se cansa de inclinarse
con misericordia sobre la humanidad,
afligida por el mal y por las heridas del
pecado, para curarla y salvarla.
Acoge con benevolencia de Madre, el
acto de consagración que hoy hacemos
con confianza, delante a esta tu imagen para nosotros tan querida. Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada te
es extraño de todo aquello que tenemos
en el corazón.
Nos dejamos encontrar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora
caricia de tu sonrisa. Custodia nuestra
vida entre tus brazos: bendice y fortifica todo deseo de bondad; reaviva y
alimenta la fe; sostiene e ilumina la
esperanza; suscita y anima la caridad;
guíanos en el camino de la santidad.
Enséñanos tu mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por
los excluidos y por los que sufren, por
los pecadores y por los desorientados:
ponlos a todos bajo tu protección, y a
todos danos a tu amado Hijo, Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
De esta manera la Basílica se unió
al Papa Francisco y a toda la Iglesia esparcida en el mundo, desde el
espíritu y el corazón, en la Jornada
Mariana realizada en este glorioso
Año de la Fe que está por concluir
y que ha sido una primavera para
la Iglesia Católica en el mundo
entero, aún más con la llegada del
Papa americano.
AÑO DE LA FE
LOS FRUTOS DEL
CONCILIO VATICANO II
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega
“María comparte con la Iglesia su misión de Madre y Maestra”.
A
lo largo de este Año de la Fe,
que comenzó en octubre de
2012 y concluirá el próximo día 24 de este mes de
noviembre, laicos, religiosos, obispos
y sacerdotes, de las diferentes diócesis
y movimientos eclesiales en el mundo
entero, hemos sido llamados a proclamar nuestra Fe y a reflexionar un
documento profundamente renovador, que sigue vigente para la Iglesia:
el Concilio Vaticano II, que cumplió
50 años en 2012. He aquí los frutos
que dio para la vida eclesial actual y
que hemos de considerar por supuesto, aún después del Año de la Fe.
El Concilio Vaticano II concluyó sus
trabajos el 8 de diciembre de 1965.
En una misa solemne celebrada en la
Plaza de san Pedro, el Papa Pablo VI,
con el Breve Pontificio “En el Espíritu
Santo”, declaró la clausura del Concilio y la puesta en marcha de todas
sus conclusiones: “El Concilio Vaticano II, reunido en el Espíritu Santo
y bajo la protección de la Bienaventurada Virgen María, que hemos declarado Madre de la Iglesia, y de San
José, su ínclito esposo, y de los santos
Apóstoles Pedro y Pablo, debe, sin
duda, considerarse como uno de los
máximos acontecimientos de la Iglesia. En efecto, fue el más grande por
el número de padres que asistieron de
todas partes, incluso de aquellas donBOLETÍN • 2013 •
13
de la jerarquía ha sido constituida recientemente; el más rico por los temas
que durante cuatro sesiones han sido
tratados cuidadosa y profundamente;
fue, en fin, el más oportuno, porque,
teniendo presentes las necesidades
de la época actual, se enfrentó, sobre
todo, con las necesidades pastorales y,
alimentando la llama de la caridad, se
esforzó grandemente por alcanzar no
sólo a los cristianos todavía separados
de la comunidad de la sede apostólica, sino también a toda la familia
humana. […] mandamos y también
ordenamos que todo cuanto ha sido
establecido sinodalmente sea religiosamente observado por todos los fieles para gloria de Dios, para el decoro
de la Iglesia y para tranquilidad y paz
de todos los hombres. Hemos sancionado y establecido estas cosas, decretando que las presentes letras sean
permanentes y continúen firmes,
válidas y eficaces, que se cumplan y
obtengan plenos, íntegros efectos y
que sean plenamente convalidadas
por aquellos a quienes compete o podrá competer en el futuro. Así se debe
juzgar y definir. Y debe considerarse
nulo y sin valor desde este momento todo cuanto se haga contra estos
acuerdos por cualquier individuo o
cualquier autoridad, conscientemente o por ignorancia”.
14 • BOLETÍN • 2013
Ahora bien ¿cuáles son estos frutos de
los que habla el Papa Pablo VI que
deben tener efecto inmediato? Veamos:
Constituciones
El Concilio Vaticano II emitió cuatro
constituciones que son los documentos conciliares más importantes porque ahí se establecen los principios
fundamentales de renovación, de tal
manera que constituyen el punto de
partida para cualquier cambio, sustitución o modificación en la discipli-
na y en la pastoral de la Iglesia.
1.- Constitución Dogmática sobre
la Iglesia Lumen Gentium (Luz de
las Gentes). Para los especialistas en
los estudios sobre el Concilio Vaticano II, este documento es el más
importante, es como la “columna
vertebral”. Recordemos aquella providencial intervención del Cardenal
Suenens, obispo de Malinas-Bruselas,
el 4 de diciembre de 1962, cuando en
medio de la confusión de los padres
conciliares, al ver el enorme trabajo
que significaba querer hablar de muchas cosas y no tener un orden para
abordar cada punto, propuso un camino muy claro e iluminador: “Sea el
Concilio un Concilio ‘de la Iglesia’ y
tenga dos partes: ‘de la Iglesia hacia
adentro’ y ‘de la Iglesia hacia afuera’.
En primer lugar debe responder a la
pregunta: Iglesia, ‘¿qué dices de ti
misma?’, enseñando en qué consiste
tu misteriosa naturaleza. Dilucidando su ser, trátese de su obrar. La Iglesia ha recibido de Jesús este mandato:
‘Vayan y enseñen a todas las naciones,
bautizándolas en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo’. Al
hilo de este versículo del Evangelio,
señala las tareas evangelizadora, catequética y docente, santificadora y
celebrativa como temas que deberían
tratarse. En segundo lugar, los temas
de la ‘Iglesia hacia afuera’, de la Iglesia en cuanto entabla diálogo con el
mundo”.
En ese sentido, enumera los problemas sobre los cuales el mundo espera
una palabra de la Iglesia: la vida de
la persona humana, la justicia social,
“la evangelización de los pobres”, la
paz internacional y la guerra. Fue así
como la Constitución Dogmática sobre la Iglesia empezó a definirse. En
ocho capítulos fue explicando lo que
la Iglesia dice sobre sí misma: El capítulo primero comenzó por hablar sobre el Misterio de la Iglesia, definiéndola como “Sacramento Universal de
Salvación”, para luego explicar en el
segundo capítulo que la Iglesia es el
Pueblo de Dios, congregado por Jesús
en el Espíritu Santo, como familia y
casa del Padre celestial. En los capítulos tres y cuatro hablará sobre los
dos grandes grupos que componen a
la Iglesia; el capítulo tres hace referencia a la Jerarquía de la Iglesia, en
particular al del Orden de los Obispos, reafirmando su sacramentalidad
y estableciendo una doctrina sólida al
respecto, y en relación a esta Orden,
las otras dos que forman parte de la
Jerarquía pero en colaboración y referencia con el episcopado: las Órdenes
Presbiteral y Diaconal. Y en el capítulo cuatro se referirá a la otra parte
componente de la Iglesia que son los
laicos, definiéndolos como aquellos
fieles cristianos que no son miembros
del orden sagrado o del estado religioso reconocido por la Iglesia, que
tienen como vocación particular el
buscar el Reino de Dios ocupándose
de las realidades temporales y ordenándolas según Dios.
El capítulo quinto recuerda que la
Iglesia toda, Jerarquía y Laicos, tienen
como vocación la santidad, y hacia
ella deben tender en todas sus actividades y en todas las circunstancias
de su vida, realizando en su estado
propio el plan amoroso de Dios para
cada uno y para toda la comunidad.
En el capítulo sexto se recordará que
los religiosos, aquellos hombres y mujeres que viven de manera particular
su bautismo con la profesión de los
Consejos Evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, son para la Iglesia
y para el mundo signo elocuente de la
vida bautismal que estamos llamados
a vivir, vida que se vive en el amor y
que tiene como frutos la vida comunitaria, el desarrollo de un carisma
que se cristaliza en un modo concreto
de evangelizar y que se signa en un
estilo de vida marcado por una regla
o constitución. En el capítulo séptimo, la Iglesia recordará su camino
hacia los bienes definitivos, pues en
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hacia Dios, de iluminar sus realidades y sugerirle caminos nuevos. Esta
Constitución fue toda una novedad,
pues desde sus primeras palabras
quiso dejar en claro que la Iglesia
que camina con los hombres, quiere
compartir con ellos sus gozos y sus
esperanzas, sus tristezas y sus angustias, haciéndolas suyas, pues “no hay
nada verdaderamente humano que
no tenga resonancia en su corazón”.
3.- La Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación Dei Verbum (La Palabra de Dios). Trata
sobre el lugar de la Palabra de Dios
y de la Sagrada Tradición, así como
el papel del Magisterio de la Iglesia
en la interpretación y enseñanza de
la Revelación Divina, de la acogida
de la misma por parte del Pueblo de
Dios y de la custodia que detenta la
Iglesia y que le obliga a preservarla y
enseñarla con fidelidad.
esta tierra es peregrina, y mientras camina está en comunión con aquellos
miembros suyos que han alcanzado la
gloria prometida, es decir, lo santos,
quienes la estimulan intercediendo
por ella y animándola con sus ejemplos para alcanzar su plenitud en el
banquete eterno de la gloria.
Una vez establecido todo lo anterior,
el capítulo octavo de la Constitución
tratará un tema de capital importancia para la vida y la misión de la Iglesia, y es el papel de la Bienaventurada
Virgen María, Madre de Dios, en el
misterio de Cristo y de la Iglesia. Una
conclusión magnífica pues recuerda
que María comparte con la Iglesia
su misión de Madre y Maestra y al
mismo tiempo es su miembro más
excelso al ser la primera entre los hijos de Dios, su figura y su modelo en
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el seguimiento de Cristo, y desde el
día de la Cruz del Señor, su compañía
como auxiliadora, refugio, abogada e
intercesora.
2.- La Constitución Pastoral sobre
la Iglesia en el mundo actual Gaudium et Spes (Los gozos y las esperanzas). En este documento, como
hemos recordado anteriormente, la
Iglesia ha querido responder a la pregunta: “Iglesia, ya que nos has dicho
qué dices de ti misma, ahora ¿qué haces en el mundo? ¿qué tienes que decirle?” Y así nace esta Constitución
que tiene además una calificativo
inédito en la historia de los concilios
ecuménicos, pues nunca a una constitución se le había dado el título de
“Pastoral”, pero con este nombre se
quiso decir su naturaleza, pues sus
relaciones con el mundo son de tipo
pastoral, es decir, tratando de guiarlo
4.- La Constitución sobre la Sagrada y Divina Liturgia Sacrosanctum
Concilium (El Sacrosanto Concilio). Esta Constitución fue el primer
documento del Concilio Vaticano II,
vio la luz el 4 de diciembre de 1963,
y también fue uno de los documentos más esperados, pues su contenido
marcaría el inicio oficial de la renovación litúrgica de la Iglesia. Luego
de establecer en el primer capítulo los
principios generales de la reforma y el
fomento de la sagrada liturgia, y partiendo de la exposición sobre la naturaleza de la liturgia y su importancia
en la vida de la Iglesia, en el capítulo
segundo se hará una exposición sobre
la santísima Eucaristía y las disposiciones sobre la renovación de su rito.
Los capítulos tres y cuatro se encargarán de establecer las normas para la
renovación de los demás sacramentos
y de la Liturgia de las Horas respectivamente. Otro elemento importante
en la vida litúrgica de la Iglesia es el
Año Litúrgico, de su adecuada reforma se encargará el capítulo quinto. Finalmente, los capítulos sexto
y séptimo dirán una palabra sobre
la música sagrada y el arte y demás
objetos sagrados. Hay que decir, que
al ser este el primer documento del
Concilio, su puesta en marcha fue
casi inmediata, no sin serias dificultades que se han ido superando poco a
poco todavía hasta nuestros días.
Decretos
Estos documentos, sin hacer de lado
su fundamentación teológica, apelan
a lo ya expuesto en las Constituciones arriba mencionadas, especialmente a la Lumen Gentium, y hacen
una serie de señalamientos prácticos
sobre diversos puntos de la renovación impulsada por el Concilio. Veamos cuáles son los nueve decretos del
Concilio Vaticano II:
1.- Christus Dominus (Cristo el Señor), sobre la función pastoral de
los obispos en la Iglesia. Este decreto, partiendo del capítulo tres de
Lumen Gentium, orienta a los obispos sobre su misión en el gobierno de
la Iglesia Diocesana, en la comunión
con el colegio episcopal cuya cabeza
es el Papa, y la solicitud que deben
tener con los fieles cristianos en colaboración con los presbíteros y los
diáconos.
2.- Presbyterorum Ordinis (El orden de los presbíteros), sobre el
ministerio y la vida de los presbíteros. Esta reflexión se hizo más intensa sobre todo a la luz de la reflexión
hecha sobre el episcopado, pues son
los presbíteros los primeros colaboradores de los obispos al estar unidos a
ellos por el honor del sacerdocio, y
participando de una manera más estrecha en la presidencia de la comunidad cristiana en las porciones de las
diócesis que se le confían, llamadas
parroquias, y en las demás formas de
apostolado en las que se desdobla la
pastoral de la Iglesia local.
3.- Optatam titius (La deseada –renovación- de toda –la Iglesia), sobre
la formación sacerdotal. Orienta sobre la reforma de la formación de los
futuros sacerdotes en los seminarios
y casas de formación, se ordena la revisión de los estudios y se armonizan
las diversas áreas en las que debe ser
formado el sacerdote: espiritual, humana, pastoral y académica.
4.- Perfectae caritatis (La Caridad
Perfecta), sobre la adecuada renovación de la vida religiosa. En este
documento el Concilio manda a todas las comunidades religiosas, hacer
una renovación de su vida y misión
a partir del regreso a las fuentes originarias de su carisma, por lo mismo
les pide revisar sus reglas de vida o
constituciones y adecuarlas al tiempo
presente, de tal manera que su misión
en la Iglesia resplandezca adecuadamente.
5.- Apostolicam Actuositatem (La
actividad apostólica), sobre el apostolado de los laicos. Es un decreto
que explica, a partir del capítulo cuarto de la Constitución sobre la Iglesia,
cómo los laicos deben colaborar con
el anuncio explícito del evangelio y
con las diversas actividades pastora-
les de la jerarquía. Igualmente indica
sobre cómo los laicos realizan su vocación en las realidades del mundo y
la sociedad.
6.- Orientalem Ecclesiarum (Las
Iglesias Orientales), sobre las iglesia
orientales católicas. Frecuentemente se confunde a las iglesias orientales
católicas con las iglesias ortodoxas.
Ambos grupos tienen en común que
comparten un rico legado litúrgico y
una abundante, venerable y antigua
disciplina eclesiástica, desarrolladas
sobre todo en el oriente cristiano, en
ambiente griego, bizantino, eslavo y
copto-egipcio. Sin embargo, aunque
tienen muchas similitudes, hay algo
que las diferencia notablemente,
en la comunión que guardan con el
Papa, Obispo de Roma. Las que no
están en plena comunión con el Papa
son las Iglesias Orientales Ortodoxas,
y las que sí están en comunión con el
Papa son las Iglesias Orientales Católicas, y es precisamente a estas últimas a las que se dirige el documento.
Dado que gozan de una disciplina
y liturgia muy particular, la Iglesia
las valora y las orienta a buscar una
adecuada renovación sin olvidar sus
raíces, más bien volviendo a ellas. Al
mismo tiempo el texto las ubica en la
comunión de la Iglesia Universal y las
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alienta al fomento de la comunión y
a la promoción del conocimiento de
su tradición y de su riqueza.
7.- Ad gentes (A las gentes), sobre
la actividad misionera de la Iglesia. Con este documento la Iglesia
impulsa su actividad misionera, en
referencia directa a la evangelización
de los pueblos que aún no conocen a
Cristo, pues la Iglesia, a pesar de sus
dos mil años de historia, no ha logrado evangelizar a más de la mitad de
los habitantes de la tierra.
8.- Unitatis redintegratio (La restauración de la unidad), sobre el
ecumenismo. En este texto el Concilio orienta sobre cómo se deben
desarrollar las relaciones de la Iglesia
Católica con las otras Iglesias cristianas, las ortodoxas y las protestantes.
Impulsa el ecumenismo basado en el
respeto recíproco, en el diálogo, en el
reconocimiento del valor mutuo, en
los desafíos que todas las iglesias enfrentan y en la búsqueda del camino
que lleve a la plena unidad de los discípulos de Cristo.
9.- Inter mirifica (Entre los maravillosos –inventos-), sobre los medios
de comunicación social. La Iglesia, en la época del Concilio, estaba
experimentando junto con todo el
mundo, la sorpresa de la magia de los
medios de comunicación social, y ya
desde entonces se fue haciendo consciente de su enorme potencial, sobre
todo como un medio para la difusión
del evangelio. El Concilio, valorando esto, advierte de los peligros de
su mal uso, y alienta un adecuado
cuidado, para el bien de la sociedad
y como una herramienta para la misión de Iglesia.
Declaraciones
Como su nombre lo dice, la naturaleza de este tipo de documentos conciliares, es la de hacer una declaración
conciliar sobre temas específicos con
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los que la Iglesia tiene una especial relación. El Vaticano II promulgó tres
declaraciones:
1.- Dignitatis humanae (La dignidad
humana), sobre la libertad religiosa.
El tema de la libertad religiosa era especialmente sensible para los obispos
de los países que entonces eran comunistas. Mucho se discutió sobre el
nivel que debería adoptar un discurso
del Concilio sobre este tema. Así que,
basándose en la doctrina ya expuesta
en Gaudium et spes se hace esta declaración en la que la Iglesia recuerda la
dignidad humana y los derechos que
de ésta se desprenden, y de entre ellos
el derecho a la libre profesión de la Fe,
como base de una adecuada convivencia social y en el respeto a la libre determinación de la conciencia personal
en armonía con la promoción personal y la búsqueda del bien común y de
los valores humanos.
2.- Gravissimum educationis (La
importancia decisiva de la educación), sobre la educación cristiana.
Una palabra sobre la educación no
podía faltar en el Concilio, precisamente en un tiempo en que muchos
pretenden imponer modas ideológicas sobre la educación de las jóvenes
generaciones. En este documento la
Iglesia orienta a los colegios e instituciones educativas católicas a la revisión de sus programas formativos
en concordancia con el espíritu del
Evangelio y en vistas a la promoción
integral de los educandos.
3.- Nostra aetate (En nuestra época),
sobre las relaciones de la Iglesia con
las religiones no cristianas. En este
documento la Iglesia valora la riqueza de
las demás tradiciones religiosas, especialmente de la religión judía y del islam,
con quienes comparte la fe de Abraham,
orientando el trabajo común que se debe
tener en ellas, en favor del crecimiento
de la sociedad, en el fomento de los derechos humanos y de los valores genuinamente humanos; en el bien común,
en el respeto mutuo y en el fomento de
la fraternidad universal.
Como hemos visto, es muy rica y variada la temática expuesta por el Concilio, por eso, atendiendo al llamado
que nos hiciera el entonces Papa Benedicto XVI al convocar al Año de
la Fe con motivo de los 50 años de
la apertura del Concilio Vaticano II,
démonos la oportunidad de releerlos,
de valorarlos y de ponerlos en práctica según nuestra propia vocación, y
aún después del Año de la Fe.
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
E
JESUCRISTO, KYRIOS,
SEÑOR DE LA IGLESIA
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
l término griego: “Kyrios”
inicialmente significó: el
amo, el dueño, el que posee
una casa, o un sembrado,
o una heredad. Posteriormente, se
utilizó como “Señor”, y éste es un
título honorífico atribuido a Jesucristo para proclamar su gloria y su
soberanía sobre la historia humana
y sobre todo el cosmos. Así que, Jesucristo no es sólo un profeta más
o un sabio más, sino que es el Hijo
de Dios, Señor de la historia y del
universo entero.
Para captar plenamente el alcance
teológico de este título es indispensable tener en cuenta el significado
eminente de la resurrección de Jesucristo. En ella y por ella, el Hijo
de Dios, por su pasión y muerte,
entró en la gloria divina por el poder del Espíritu Santo y fue exaltado por encima de toda criatura
como Mesías y Señor del universo
(cf. Flp 2,6-11; Rom 1,3-5), Señor
y juez de la historia (cf. Hch 2,34.
Jn 5), Señor de la esperanza de salvación para todos los hombres (cf.
Hch 4,12).
Jesucristo como Señor de la Iglesia está presente en varios pasajes
de los evangelistas San Juan y San
Mateo, pero particularmente en
las cartas de San Pablo a los Efesios
y a los Colosenses, donde se le ve
como la Cabeza del Cuerpo que liBOLETÍN • 2013 •
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no, Verdad y Vida; para poner bajo
su Señorío toda la existencia, y esto
no es una confesión de fe abstracta y formal, sino que tiene una
enorme importancia para la vida
histórica, social y política de todo
cristiano.
El Acontecimiento Guadalupano,
que es un ejemplo de Evangelización perfectamente inculturada,
como lo ha definido el amado y
recordado Papa Juan Pablo II; manifiesta a Jesucristo, Hijo de Dios,
mediante el mensaje del Amor de
Dios que la Perfecta Siempre Virgen Santa María de Guadalupe le
comunicó a San Juan Diego, cuando le dio a conocer su venerable
aliento, su venerable palabra; es
decir: su voluntad. La Virgen de
Guadalupe quiere una “casita sagrada” para ahí entregarnos a Él,
a Él que es el “Dueño del cielo y
de la tierra”, a Él que es la mirada
comprensiva, a Él que es nuestro
auxilio, a Él que es el remedio para
todos nuestros males; a Él que es
su Amado Hijo Jesucristo, nuestro
Señor.
bremente distribuye sus dones, vivifica y renueva con su Espíritu. La
Iglesia está bajo el Señorío de Jesucristo, su Cabeza. Este pensamiento fue desarrollado sucesivamente
también por los Santos Padres, especialmente por San Agustín con
su doctrina del Christus totus y por
Santo Tomás de Aquino con su
visión del “cuerpo místico”. Y en
tiempos recientes, estos conceptos
han llegado a su plena formulación
20 • BOLETÍN • 2013
Así nació la Iglesia Católica en
México, con una conversión sin
precedentes, fruto de este encuenen la encíclica Mystici corporis, de tro con el “Kyrios”, Cristo Vivo,
Pío XII (1943), y en la Lumen gen- Resucitado y Glorioso; “el verdatium, del Vaticano II (1964).
derísimo Dios por quien se vive”,
quien por medio de su Madre, loLa tradición teológica cristiana gró derribar el muro del odio que
desde los tiempos de los mártires y separaba tanto a indígenas como a
de las primeras persecuciones has- europeos, llamándolos e invitánta hoy, ha captado la profundidad dolos, a construir juntos la civilidel título que se le da a Jesucristo: zación del amor que tiene como
“Cristo Rey”, manifestando con centro a Jesucristo, Señor de la
ello la radicalidad de su adhesión Creación entera, Señor de la Igletotal a Cristo, como único Cami- sia, Señor de la Historia.
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
LA VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE
MODELO Y MAESTRA
DE ESPIRITUALIDAD
DE COMUNIÓN
PRIMERA PARTE
E
Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega.
l Amor es la fuente inagotable de la Espiritualidad
verdadera, su camino de
realización y su plenitud
infinita. El Amor no tiene límites,
es el que da sentido a la existencia
toda, el que da sentido al ser humano y al cosmos (cfr.1 Cor. 13,).
El Amor es Dios mismo como Comunidad de Amor, como Trinidad
de Personas divinas. Por eso la Espiritualidad que de Ella brota y se
expande se llama Espiritualidad
de Comunión. La Virgen Santa
María de Guadalupe es toda Ella
una imagen preciosa, un símbolo
riquísimo y un modelo verdaderamente pedagógico de la Espiritualidad de Comunión, una obra
perfecta del amor del Padre, de la
gracia del Hijo y de la comunión
del Espíritu Santo.
La Virgen María, como la perfecta
discípula de Jesús, se nos presenta
en su imagen de Guadalupe plena
del Misterio de Comunión trinitaria. «Los discípulos de Jesús están
llamados a vivir en comunión con el
Padre (1 Jn 1,3) y con su Hijo muerto y resucitado, en “la comunión en
el Espíritu Santo” (2 Cor 13,13). El
misterio de la Trinidad es la fuente,
el modelo y la meta del misterio de
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mientos, deseos, actitudes y acciones)
sobre todo hacia el misterio de la
Trinidad que habita en nosotros, y
cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro de los hermanos que
están a nuestro lado. Espiritualidad
de Comunión significa, además, capacidad de sentir al hermano de fe
en la unidad profunda del Cuerpo
místico y, por tanto, como « uno que
me pertenece », para saber compartir
sus alegrías y sus sufrimientos, para
intuir sus deseos y atender a sus necesidades, para ofrecerle una verdadera
y profunda amistad. (ibid. 43).
la Iglesia” (cfr. DA 155). “Si el Concilio Vaticano II, en la Lumen Gentium, presenta a la Iglesia llamada a
ser Misterio de Comunión; es decir,
«como un sacramento, signo e instrumento de la unión íntima con Dios
Trinidad y de la unidad de todo el
género humano», esta realidad mística se configura plenamente en la
Mujer por designio divino es Madre
y modelo de la Iglesia, “plenitud” de
Iglesia”(Ib.151).
El Amor es Dios
mismo como
Comunidad
de Amor, como
Trinidad de
Personas Divinas.
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Santa María de Guadalupe desea,
en su mensaje central del Nican
Mopohua, que la Iglesia se construya como LA CASA Y LA ESCUELA DE LA COMUNIÓN.
“Hace falta promover una Espiritualidad de Comunión, proponiéndola
como principio educativo en todos los
lugares donde se forma el hombre y el
cristiano, donde se educan los ministros del altar, las personas consagradas y los agentes pastorales, donde se
construyen las familias y las comunidades” (JUAN PABLO, “Novo Millenio Ineunte”, 43).
“Espiritualidad Comunión significa
ante todo una mirada del corazón
(de donde brotan todos los pensa-
Y como la Iglesia, la “Casa” que
María quiere que construyamos,
no es el espacio físico ni la construcción material, simplemente un
templo, sino el Pueblo de Dios, la
construcción espiritual y humana
de la Comunión formada de piedras vivas (Efesios 2:20-22; 1 Pe.
2,4-5; cfr. PAPA FRANCISCO,
“Catequesis” 26/06/2013). (para las
culturas indígenas mesoamericanas
los templos o pirámides eran el símbolo sagrado del Pueblo), es necesario salir de cualquier espacio cerrado
o cercado, sea templo o vivienda a las
periferias, al encuentro de los hombres, a la vida de la sociedad: “Esta
vertiente ético-social” debe proponerse
“como una dimensión imprescindible
de la Espiritualidad de Comunión y
del testimonio cristiano”. Juan Pablo
tiene el coraje de rechazar como “tentación” una “espiritualidad oculta e
individualista”. Su propuesta es una
Espiritualidad de Comunión, una
espiritualidad que tiene en cuenta la
dimensión social del hombre. La otra,
individualista y oculta, “poco tiene
que ver con las exigencias de la Caridad, con la lógica de la Encarnación
y con la tensión escatológica del cristianismo”. (PAPA FRANCISCO:
DSI, Espiritualidad de comunión y
de trabajo, mayo 09, 2013).
“Es verdad que la esperanza del cielo nos hace conscientes “del carácter
relativo de la historia”. Pero esto “no
nos exime en ningún modo del deber
de construirla”. Es muy actual a este
respecto la enseñanza del Concilio
Vaticano II: “El mensaje cristiano,
no aparta a los hombres de la tarea
de la construcción del mundo, ni los
impulsa a despreocuparse del bien
de sus semejantes, sino que los obliga más a llevar a cabo esto como un
deber” (ib. JP II). La Espiritualidad
de Comunión no es una evasión,
tampoco una pura devoción y menos un sentimentalismo, no es una
de tantas espiritualidades, sino La
Espiritualidad Esencial de la que
brotan los verdaderos carismas de
las espiritualidades; es la profunda
y plena inserción en Dios Trinidad,
en la Iglesia, en la humanidad de la
que formamos parte y en el universo entero; por eso mismo es también esencialmente Misión.
Santa María de Guadalupe es
educadora de la Espiritualidad de
Comunión al llamar, en la persona
de Juan Diego, al pobre, a desplazado, al que se siente no ser capaz
y despreciado, para ser protagonista en comunión con la Jerarquía
Eclesiástica en la construcción de
la Iglesia. Educadora de la Iglesia: “también de la capacidad de ver
ante todo lo que hay de positivo en el
otro, para acogerlo y valorarlo como
regalo de Dios, un “don para mí”.
La Espiritualidad de Comunión
nos exige “llevar la carga de los
otros” (en griego bastázō: “cargar”/
báros: “carga”) (Gálatas 6,2). Esta
expresión de JUAN PABLO II (cfr.
NMI 43) es de San Pablo, y éste la
emplea cuando le pide a los gálatas
que «se ayuden mutuamente a llevar
las cargas, y así cumplirán la ley de
Cristo»; expresión de una auténtica
Espiritualidad de Comunión. Santa
María de Guadalupe se hace simbólicamente Ayate de Juan Diego,
ayate que servía, entre otros usos,
sobre todo para cargar, y así Ella
lleva maternalmente nuestras penas y trabajos, nos lleva a nosotros.
“Llevar las cargas del otro” es un
acto “materno”: la madre “carga”
o “lleva” a su hijo en su seno, procurándole vida y crecimiento (Lc
11,27, el mismo verbo que Gál 6,2),
y por lo mismo, mira a la gestación
de la vida, imitando así el acto creador del Padre celestial. Ella nos lleva
en su abrazo maternal, en el cruce de
sus brazos, en el pliegue de su manto
(cfr. NM 119-123).
Que la Iglesia se
construya como la
casa y la escuela
de la comunión.
El deseo de la Virgen de Guadalupe,
proyecto de Evangelio, es “comunicar y compartir bienes (materiales
y espirituales, no por la fuerza sino
por amor, para que la abundancia
de unos remedie las necesidades de
otros (cfr. 2 Co 8, 1-15)”. (CIC, N°
2833). Esta comunión consiste en
BOLETÍN • 2013 •
23
“una relación extraordinaria de interioridad recíproca, al modo de la
Trinidad Santísima: “el prójimo en
mí y yo en él”. (cfr. JUAN PABLO
II, 08.11.2000). Y Santa María
de Guadalupe nos da el ejemplo
de estar abiertos a la diversidad:
comunión no es igual a homogeneidad: “El misterio de la Trinidad
nos invita a vivir una comunidad de
iguales en la diversidad” (DA 451).
La Virgen de Guadalupe nos educa en la Comunión de Iglesia.“No
nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de poco servirán los
instrumentos externos de la comunión. Se convertirán en medios sin
alma, máscaras de comunión, más
que modos de expresión y crecimiento” (Ib. NMI 43); “seríamos un club
más, una ONG filantrópica más, y
la Iglesia no es eso” (PAPA FRANCISCO, en varias homilías). Santa
María de Guadalupe, educa a Juan
Diego y a nosotros en la comunión
eclesial. “La vocación al discipulado misionero es con-vocación a
la Comunión en su Iglesia. No hay
discipulado sin comunión. Ante la
tentación, muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia
y las nuevas búsquedas espirituales
individualistas, afirmamos que la fe
en Jesucristo nos llegó a través de la
comunidad eclesial y ella “nos da una
familia, la familia universal de Dios
en la Iglesia católica. La fe nos libera
del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión”. Esto significa que
una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia
a una comunidad concreta, en la que
podamos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los Apóstoles
y con el Papa» (DA 155-156).
24 • BOLETÍN • 2013
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
A
TODOS LOS SANTOS
Y FIELES DIFUNTOS
María de Guadalupe González Pacheco
principios de noviembre, la Iglesia celebra la
solemnidad de Todos los
Santos (1 de noviembre)
y la conmemoración de Todos los
Fieles Difuntos (2 de noviembre),
uniendo así, en especial cercanía el
recordatorio de nuestro fin último,
de nuestro propósito en la tierra y
de que nuestra vida actual es sólo un
peregrinaje y una prueba que nos
permite demostrarle nuestro amor a
Dios de manera desinteresada.
En el Nuevo Testamento se menciona varias veces cómo nuestras obras
y nuestra fe han de ser retribuidas
después de la muerte: parábola del
pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22) palabras
de Jesús en la Cruz al buen ladrón
(cf. Lc 23, 43), y otros textos (cf. 2
Co 5,8; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23)
que hablan de que el destino último
del alma será acorde a nuestras obras
en la Tierra (cf. Mt 16, 26). Múltiples documentos de la Iglesia lo
corroboran (cf. Concilio de Lyon II;
Concilio de Florencia; Concilio de
Trento, Juan XXII; Benedicto XII).
Todas las almas que estén purificadas después de la muerte están en
el Cielo y ven la divina esencia con
una visión intuitiva y cara a cara, sin
mediación de ninguna criatura. Es
decir, gozan de la vida y unión perfecta con la Santísima Trinidad, y de
la comunión de vida con Dios y con
la Virgen María, los ángeles y todos
los bienaventurados (cf. Cat.Ig.C.
1024). Estas almas, que están en el
Cielo, son a quienes celebramos el
día de Todos los Santos. Ellas han
llegado ya al fin para el cual fueron
creadas y a la plenitud de todos sus
deseos y aspiraciones, en una dicha
total y absoluta, pues, como dice
San Pablo: “Ni el ojo vio, ni el oído
oyó, ni al corazón del hombre llegó,
lo que Dios preparó para los que lo
aman” (1 Co 2, 9).
Sin embargo, hay que recordar que
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25
En el Nuevo
Testamento se
menciona varias
veces cómo
nuestras obras y
nuestra fe han de
ser retribuidas
después de la
muerte.
26 • BOLETÍN • 2013
es necesario estar perfectamente purificado para unirse a Cristo, que
es la Santidad misma y para poder
verlo cara a cara (cf. 1 Co 13, 12;
Ap 22, 4), “tal cual es” (1 Jn 3, 2).
Sabemos que el pecado grave, al privarnos de la comunión con Dios,
nos incapacita para la vida eterna y
nos conduce al infierno. Y que, por
otra parte, el pecado venial conlleva
un desordenado apego a las criaturas, que hay que purificar, ya sea en
la tierra, ya sea en el purgatorio (cf.
Cat.Ig.C. 1472), pues nada impuro
puede entrar en el Cielo (cf. Apoc
21, 27).
A esto es a lo que hace alusión la
conmemoración del día de los Fieles
Difuntos. En este día se hace especial
oración por todas aquellas almas que
no han expiado totalmente sus pecados, aun habiéndolos confesado. Un
poco como cuando se perfora un
trozo de madera y se extrae el clavo
(el pecado), pero el agujero permanece y es necesario repararlo. En esta
vida la purificación puede hacerse
por la oración, las buenas obras, las
mortificaciones, la aceptación de las
penas de la vida. Pero si no se ha hecho a la hora de la muerte, se realiza
entonces en el purgatorio, el cual es
un estado de purificación temporal
que lleva a satisfacer por nuestras
transgresiones hasta llegar a ser capaces y dignos de encontrarnos ante
la visión beatífica de Dios.
El sufrimiento de las almas del purgatorio puede ser aliviado por los
sufragios y oraciones de los fieles,
principalmente por la celebración
del Santo Sacrificio de la Misa, aunque también por otras oraciones y
buenas obras ofrecidas por su intención. Como dice San Juan Crisóstomo, “no dudemos, pues, en socorrer
a los que han partido y en ofrecer
nuestras plegarias por ellos”, ya que,
como lo dice la tradición en la voz
de varios Padres de la Iglesia, el menor sufrimiento del purgatorio es
mayor que el mayor sufrimiento de
esta Tierra (S. Agustín, S. Isidoro, S.
Buenaventura, S. Roberto Belarmino).
De manera que, por una parte, este
2 de noviembre, no descuidemos
nuestro deber para con las almas de
los fieles difuntos, ayudándolos a
apresurar su entrada al Cielo y agradezcámosle a Dios el hecho de que,
en su infinita misericordia para con
nosotros, nos haya ofrecido un medio de purificación que nos permite
—en el caso de que no hayamos vivido con absoluta fidelidad al amor
en esta tierra— llegar a vivir su misma vida y alcanzar una unión plena
y total con Él. Y, por otra, el 1 de
noviembre, regocijémonos con los
bienaventurados que ya han llega-
do al Cielo, démosle gracias a Dios
porque ellos ya han alcanzado su
objetivo final y no perdamos de vista esa meta gloriosa que nos espera,
para poner nuestro empeño, en todo
momento, enfocando todas nuestras
acciones, para alcanzarla. Para ello
recordemos lo que nos dice San Juan
de la Cruz: “A la tarde de la vida te
examinarán en el amor”. Todo momento que ocupemos en otra cosa
que no sea eso, es un momento
perdido para la eternidad pues somos seres creados para el amor. Y
tengamos en cuenta que, como dice
San Ambrosio: “La vida es estar con
Cristo; donde está Cristo, allí está la
vida, allí está el Reino”. Tenemos,
pues, la dicha de poder empezar a
vivir la vida del Cielo, ya desde ahora, por la fe, siempre que nuestras
acciones estén orientadas al amor y
al cumplimiento de la Voluntad de
Dios.
En esta vida
la purificación
puede hacerse por
la oración, las
buenas obras, las
mortificaciones, la
aceptación de las
penas de la vida.
BOLETÍN • 2013 •
27
CULTURA
SANTA CECILIA,
EL LIRIO QUE CANTABA A DIOS
C
Lic. Carlos Iván Arcila Berzunza
uando el Papa Gregorio
XIII canonizó a Santa Cecilia, en 1594, no sólo la
elevó a los altares, sino que
también la convirtió en una de las
mártires romanas más populares al
proclamarla patrona de la música y
la poesía, a la manera de las musas
griegas, y no obstante que sus orígenes fueran inciertos y se basaran en
numerosas leyendas entrecruzadas a
lo largo del tiempo, su historia inspiró la imaginación y creatividad de
numerosos artistas. El Museo de la
Basílica de Guadalupe conserva una
obra anónima del siglo XVIII, que
la representa. Se trata de un óleo sobre tela.
Entre los documentos más antiguos,
en los cuales se le menciona, están
el llamado Martirologio Jerónimo así
como las Actas de santa Cecilia, que
algunos especialistas consideran que
datan del siglo IV, lo que hace suponer que su culto se remontaba a
tiempo atrás. Con posterioridad, en
el siglo XIII, Santiago de la Vorágine
incluiría su hagiografía en La leyenda
dorada. De esta forma, se relata que
nació en el año 177 en Roma en el
seno de una familia patricia de abolengo y que, desde su tierna infancia, le fue inculcada la fe cristiana,
cuando ese credo aún era perseguido
por las autoridades imperiales.
El alma de la joven Cecilia, nombre
que en castellano significa lirio del
cielo1, abrazó el cristianismo con es-
28 • BOLETÍN • 2013
pecial devoción y decidió consagrarle su virginidad a Dios; sin embargo,
sus padres le concertaron un buen
matrimonio con el descendiente de
una familia noble, su nombre era Valeriano. El día de la boda, mientras
el cortejo la acompañaba a su nueva
casa y los músicos interpretaban melodías alegres, Cecilia sólo pensaba
en cómo confesarle a su marido el
voto de castidad que había jurado,
lo cual fue posible en la noche de
bodas.
Entonces, ella le explicó que un ángel guardián le acompañaba siempre
y preservaba su virtud, pero que Valeriano no podía verlo, puesto que
no era cristiano y la única forma de
logarlo era a través de su conversión.
De aquella manera y con las indicaciones de su esposa, Valeriano acu-
dió a entrevistarse con san Urbano,
quien lo instruyó en la fe y lo bautizó. Luego, regresó a la ciudad y a su
casa; y al entrar en la cámara nupcial,
halló a Cecilia en conversación con
un ángel que tenía en sus manos dos
coronas tejidas con rosas y azucenas.
El ángel, al ver a entrar a Valeriano,
ofrecióle una de las coronas mientras
ofrecía la otra a Cecilia.2
Creyente y fervoroso seguidor de su
nueva fe, Valeriano convenció a su
hermano Tiburcio de abrazar el cristianismo. A partir de aquel momento, la vida de ambos se transformó y
se entregaron a la tarea de enterrar
a los numerosos mártires que eran
ejecutados por permanecer fieles a
Jesús y a los evangelios, obra de misericordia que estaba prohibida por
las autoridades romanas. Por dicha
transgresión a las leyes del imperio,
ellos mismos fueron condenados y
sacrificados. Con inmensa tristeza,
pero con el consuelo de que habían
alcanzado la gloria eterna, Cecilia
dio sepultura a su esposo y a su cuñado. Debido a ello, fue llamada a
comparecer ante el prefecto Almaquio, quien en consideración a la
elevada alcurnia de la doncella, le
ofreció el perdón a cambio de realizar ofrendas a los dioses paganos.
Ella se negó en forma terminante,
por lo cual fue condenada a morir
ahogada por el vapor en un caldario
(caldarium: sala para tomar baños de
En el siglo
XVI, durante
el proceso de
canonización, el
féretro fue abierto
y se descubrió el
cuerpo incorrupto
de Santa Cecilia.
BOLETÍN • 2013 •
29
vapor) sobrecalentado, pero un rocío
celestial la refrescó3, por lo que su
vida fue preservada de forma asombrosa.
En la ciudad de
México, la Plaza
dedicada a Santa
Cecilia y la cual
lleva su nombre,
es uno de los sitios
emblemáticos
del folklore y
la tradición
nacionales.
30 • BOLETÍN • 2013
Furioso ante la milagrosa salvación
de la joven, Almaquio ordenó que
Cecilia fuera martirizada, en su propia casa, mediante decapitación. El
verdugo procedió y asestó tres cortes en el cuello de la santa, la cabeza
quedó semidesprendida, pero ella
no murió. La legislación romana establecía que no se podían descargar
más tajos contra la víctima, así que
la inocente virgen permaneció moribunda durante tres días, lapso en el
cual, se dice que por su mediación
y plegarias se logró la conversión al
cristianismo de numerosas almas.
Al final, suplicó el auxilio espiritual
del Papa Urbano, en cuyos brazos y
consolada expiró.
Varios siglos después, en el año 821,
el Papa Pascual I trasladó los restos
de Cecilia, junto con los de Valeriano y Tiburcio, desde las catacumbas
de San Calixto al sitio donde estaba
el domicilio familiar de los mártires,
una antigua residencia imperial, en
la cual había fallecido ella, ubicada
en el barrio romano de Trastévere,
lugar donde se construyó una iglesia
en el siglo V, templo que ha experimentado diversas transformaciones
estructurales hasta llegar a la basílica
actual, donde se conservan destacadas y valiosas obras de arte inspiradas en la vida y suplicio de la santa.
En el siglo XVI, durante el proceso
de canonización, el féretro fue abierto y se descubrió el cuerpo incorrupto de Santa Cecilia, recostado sobre
su flanco derecho, por lo que el Papa
Clemente VIII le encargó al joven
escultor Stefano Maderno que realizara una obra que la representara
en similar posición a la que tenía el
cadáver. Dicha estatua, de impresionante realismo y gran belleza, se localiza bajo el altar mayor de la iglesia
consagrada a la mártir romana, en la
capital italiana.
Luego de su nombramiento como
Patrona de la Música y la Poesía, numerosos e importantes artistas como
Purcell, Handel, Scarlatti, Gounod,
Britten, dentro del ramo de los compositores, o pintores como Rafael,
Rubens, el Domenichino, Poussin,
Guido Reni, Artemisia Gentileschi y Max Ernst, la eligieron como
inspiración, modelo, protagonista y
musa de sus obras.
En un principio, la iconografía de
Santa Cecilia se confundía y utilizaba elementos comunes a la de otros
mártires de su época, ya que no incluía ningún símbolo característico
o especial que la distinguiera, pero
a finales del siglo XV recibió como
atributo un instrumento musical4,
aunque no uno en particular, ya que
en sus representaciones se incluían
distintos instrumentos, pudiendo
tratarse de un órgano, una lira, un
laúd, un clavicordio, un violín o un
arpa, sólo por citar algunos. Cecilia
también es patrona de los poetas y
los invidentes, además, en ocasiones
se le muestra con las heridas en el
cuello producidas por la espada en el
momento de su inmolación.
En la pintura de autor anónimo
que resguarda el Museo de la Basílica de Guadalupe, la célebre mártir
romana aparece sentada, ataviada
con vestimenta de la época imperial, con largos cabellos castaños
enmarcando la belleza de su clásico
rostro, que arrobado por el amor
divino dirige hacia las alturas, junto con una mirada profunda y melancólica que parece cautivada al
escuchar una melodía gloriosa, la
cual proviene del haz luminoso que
anuncia la presencia omnipotente
del Todopoderoso.
mariachi. Dicho lugar también es
conocido popularmente como Garibaldi. Ahí, cada 22 de noviembre,
se realiza una extraordinaria reunión
de músicos y visitantes, quienes a
temprana hora llegan con especial
cariño y devoción para entonar las
tradicionales “mañanitas” a su patrona, Santa Cecilia, la angelical
doncella que llevaba la canción de
Dios en su corazón.
1
En referencia al nombre de Cecilia, algunos
investigadores lo hacen derivar del latín Coelililia, que en castellano sería Lirio del Cielo, pero
también lo relacionan con otras interpretaciones
etimológicas, una de ellas se traduciría como
la pequeña ciega; debido a esto, santa Cecilia
comparte con santa Lucía el patronazgo de los
ciegos o invidentes.
2 Vorágine, Santiago de la, La Leyenda dorada,
Vol. 2, Madrid, Alianza Editorial, 1997, p. 747.
3 Réau, Louis, Iconografía del arte cristiano.
Iconografía de los santos. De la A a la F. Tomo
2/Volumen 3, Barcelona, Ediciones del Serbal,
2000, p. 291.
4 Ibid, p. 293
En esta pieza, Santa Cecilia sostiene, con su mano izquierda, una
especie de arpa de cajón, con semejanza a una lira, cuya caja de resonancia se observa abajo, mientras
con la diestra empuña un plecto
de doble punta, con el cual se pulsa el instrumento musical. El dedo
índice, sin embargo, se dirige hacia
las cuerdas, como si la dulce mártir
frenara un intempestivo deseo de
tocarlas, sin necesidad de recurrir
a tal aditamento. La atmósfera es
de embeleso y éxtasis sereno ante
la música celestial que nos conecta
con la divinidad.
En nuestro país, y particularmente
en la ciudad de México, la Plaza dedicada a Santa Cecilia y la cual lleva
su nombre, es uno de los sitios emblemáticos del folklore y la tradición
nacionales, estrechamente relacionado con el conjunto musical más
representativo de México, que es el
BOLETÍN • 2013 •
31
CULTURA
EL LAICO EN LA HISTORIA DEL SANTUARIO
DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE.
PRIMERA PARTE
ANTES: CORTE DE DAMAS CONGREGANTES
DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE
AHORA: CORTE DE DAMAS DE AMOR Y HONOR
DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE1
Lic. Mercedes Aguilar Lara
A
l culminar el Año de la Fe
es necesario y enriquecedor hablar un poco de la
actividad de los laicos dentro del Santuario de Guadalupe.
¿Quiénes son los laicos? Es propiamente laico todo lo que pertenece al pueblo de Dios (del griego
laós “pueblo”). “Laicado” designa,
32 • BOLETÍN • 2013
o la condición de los laicos, es decir, de los miembros de la Iglesia
en general tomados por oposición
a los que tienen un ministerio
particular, o a su conjunto2. Podríamos decir que todos los bautizados que participan del culto y
que no han optado por el sacerdocio o la vida consagrada son los
laicos.
La historia de los laicos en el desarrollo del culto a Santa María de Guadalupe en su templo es muy amplia y
diversa. Desde los orígenes de dicho
culto, los laicos han participado estableciendo obras pías, organizándose
para cooperar para las fiestas a través
de mayordomías y formando cofradías. Esto principalmente durante el
Virreinato.
Durante la época independiente
con los graves problemas económicos que en todos los grupos de la
sociedad se dieron, fue difícil que
florecieran nuevas formas de participación. Aunque en la segunda mitad
del siglo XIX se distinguió la Sociedad Católica que impulsó la iniciativa de El Centavo de Guadalupe, no
fue una asociación que surgiera en la
Colegiata de Guadalupe.
Es en el Porfiriato cuando surgen
grupos de laicos que van a desarrollar una actividad bien reglamentada
y comprometida en esta Iglesia. En
este artículo conoceremos un poco
a dos de esos grupos de laicos, no
son los únicos grupos en esta época
pero son de los que han sobrevivido y tienen en la actualidad una representación activa en la Basílica de
Guadalupe. Aparecen en una época
de relativa paz social, pero con constantes ataques a través de la prensa a
la Iglesia Católica. Viven la llegada
de grupos protestantes y de filosofías
antirreligiosas que hacen que dentro
de la Iglesia surja la idea de defensa de la religión y la de protección y
cuidado de sus templos.
po de México de entre los Señores
Capitulares, Canónigos de Guadalupe. Podían pertenecer a ella
señoras y señoritas de la zona del
Santuario, de la Capital y de otras
poblaciones.
Desde sus orígenes su distintivo es
una medalla de la Virgen de Guadalupe pendiente de un listón color
rosa y azul. Por el reverso, la medalla
tiene la imagen de la Santísima Trinidad para que pudieran disfrutar
de las indulgencias concedidas por
su Santidad Pio X.
Es en el Porfiriato
cuando surgen
grupos de laicos que
van a desarrollar
una actividad bien
reglamentada y
comprometida en
esta Iglesia.
Son las mujeres las primeras en
aparecer dispuestas a cooperar y
servir. A iniciativa del Canónigo
Licenciado Manuel García Coraíl
se forma la Asociación de la Corte de Damas Congregantes el 2
de febrero de 1887. Su objetivo
es servir a la Virgen de Guadalupe espiritual y materialmente,
cooperando a la esplendidez de
su culto y al decoro de su Palacio.
Tienen estatutos desde 1914.3 Se
proyectaban como todo un organismo laical-eclesial ya que tenían
su Mesa Directiva y un Director
Espiritual elegido por el ArzobisBOLETÍN • 2013 •
33
La Asociación de la Corte de Damas
Congregantes pagaba 4 funciones
solemnes al año y todos los días 9 de
cada mes tenían una misa rezada por
la mañana, y por la tarde un ejercicio solemne con procesión.
Sirven con
humildad y respeto
en la Basílica de
Guadalupe. Son
laicas comprometidas
y dispuestas a
trabajar con mucho
honor y amor.
34 • BOLETÍN • 2013
Ellas reunían las limosnas para los
gastos de las Siete Palabras y el Pésame del Viernes Santo. Se impusieron la obligación de hacer el aseo
de los altares, presbiterio y criptas,
los lunes de cada semana. Asistían a
las procesiones de Corpus con su estandarte. Organizaban los ejercicios
del mes de María, buscaban quienes
costearan los gastos y vigilaban el
buen orden en el ofrecimiento de
flores que hacían las niñas.
Según doña María Estela Robles Gutiérrez, de 91 años, la más antigua
de la Corte de Damas Congregantes, asistió por primera vez en 1927
cuando tenía 5 años a ofrecer flores a
la Virgen. Dice doña Estelita, como
le dicen de cariño, que tenían que
venir con un vestido blanco largo y
con velo a ofrecer flores a la Virgen
y que antes de hacer el ofrecimiento
rezaban un rosario. Tiene recuerdos
del Padre Garibay, luminaria del siglo XX, quien las recibía y quien,
dice Estelita, era muy enérgico.
Doña Estelita recibió el distintivo
de Vanguardia de la Asociación de
Damas Congregantes a los 7 años
y a los 15 le otorgaron el distintivo
grande, del cual dice que es igual al
que se impone ahora. Recuerda que
la misa de los días 9, que siguen realizando, de cada mes se las oficiaba,
regularmente, don Feliciano Cortes,
Abad de Guadalupe.
1
Como ya lo mencioné, las actividades de la Asociación incluían el aseo
del Altar Mayor, lo que les permitía
estar muy cerca de la Sagrada Imagen. Doña Estelita recuerda haber
tenido la oportunidad de limpiar en
3 ocasiones el grandioso cuadro pero
comenta que en general había hombres que ayudaban al señor Abad a
hacerlo porque ellas no alcanzaban.
Su gran devoción le hizo hacer relicarios de los trapitos que utilizaron para
esas limpiezas y aún los conserva. En
la actualidad las Damas ya no pueden
realizar la limpieza del Altar, por los
tiempos del culto, por los horarios en
que se realiza y porque hay empleados
dedicados a eso; pero siguen asiéndose cargo de la limpieza y cuidado del
candelabro doblado, conocido como
Cristo del Atentado.
que demuestran que el amor nunca
muere, el amor de Dios, o que tiene como base a Dios, nunca muere. Después de tantos años siguen y
quieren renovarse, seguir participando, servir y ayudar. La Corte de Damas de Amor y Honor de Santa María de Guadalupe, está agregada a la
Archicofradía de Nuestra Señora de
Guadalupe que se erigió por decreto del papa León XIII en 1890. Esta
agregada a la Archicofradía como
muchísimos grupos, asociaciones,
congregaciones, cofradías, etcétera,
en el país. Sirven con humildad y
respeto en la Basílica de Guadalupe. Son laicas comprometidas y dispuestas a trabajar con mucho honor
y amor.
En la actualidad está conformada por:
Adelina López de 68 años, Anabel Pereda de
59 años, Braulia Cervantes de 64 años, Estela
Botello de 40 años, Gloria Corona de 65 años,
Gloria Hernández de 78 años, Juanita Alanís
de 93 años, María Cristina Alanís de 82 años,
María Elena Alanís de 75 años, María Elena
Soriano de 57 años, María Feliz Neri de 68 años,
Margarita Albarán actual Presidenta de 83 años,
Martha Mosqueda de 85 años, Martha Sánchez
de 68 años, Hermila Rodríguez de 86 años,
Rosita Franco de 55 años, Susana Reguera de
70 años, Verónica Sánchez Albarán de 54 años,
Socorro Vásquez de 65 años, María Eugenia
Campos de 47 años, Eleazar Escamilla de 77
años, Mercedes Prisma de 55 años, Estelita
Robles de 91 años, Esperanza de 50 años, Laura
Constante de 53 y Rufi Villagomez Delgado de
96 años.
2 L. Bouyer, Diccionario de Teología, Barcelona,
Herder, 1968, p. 393
3 Reglamento de la Asociación de la Corte
de Damas Congregantes de Santa María de
Guadalupe, México, Imprenta de Juan Reyes
Velasco, 1915.
Doña Hermila Rodríguez Vda. De
Ciceño, conocida como Milita, es
miembro activo de la Asociación
desde 1950 y actual Presidenta Honoraria. Nos cuenta que una de las
actividades que han realizado desde
hace mucho tiempo es la conservación y limpieza de ese Cristo al cual le
mandaron fabricar un cojín especial
para colocarlo de acuerdo a la forma
que tomó después del atentado y del
color correspondiente a la liturgia.
Dice Milita que en la actualidad asisten todos los sábados a misa y los días
9 a la que se ofrece en Honor de San
Juan Diego en el Altar Mayor.
Es mucho el amor, la fe, el compromiso de las Damas de Nuestra Señora de Guadalupe, tal vez por eso
decidieron agregar al nombre de su
Asociación los adjetivos de amor y
honor.
Sólo he podido presentar parte pequeña de dos grandes testimonios
BOLETÍN • 2013 •
35
CULTURA
SANTUARIO DE NUESTRA
SEÑORA DE LA PAZ
Cango. Lic. Juan Castillo Hernández
lugares y países de todo el orbe.
Nuestra Señora de la paz, como le
nombran en el Salvador, un pequeño país de Centroamérica, donde
le rinden homenaje, día a día, pero
principalmente el 21 de noviembre,
ya que según un antigua tradición
ella quiso quedarse en un pueblo llamado San Miguel en el año 1682,
actual ciudad de San Miguel, ubicada en la zona oriental del Salvador,
por eso llamada la “perla de oriente”,
cerca del volcán que lleva el mismo
nombre de la población o Chaparrastique.
U
no de los anhelos más
profundos del ser humano es vivir la experiencia
de la paz, sentirse tranquilo en nuestro interior y en nuestro
entorno, por eso, anhelamos paz en
el corazón, en la familia, en nuestra
sociedad y en nuestras naciones. Este
es un deseo que se ha experimentado
en todas las épocas de nuestra historia, muchos escritos del pasado así lo
manifiestan. En el pueblo de Israel
cuando una persona saludaba a otra,
lo primero que deseaba era la paz
“Shalom”, pues, durante todas las
etapas de su caminar como pueblo,
la amenaza de la guerra, de la violencia, de las confrontaciones internas
estuvo latente, así como en nuestros
días. La fe católica que profesamos
y por la Revelación de Dios, nos ha
36 • BOLETÍN • 2013
transmitido que la paz es un don de
Dios, el Señor creó al hombre para
vivir en armonía, en paz con toda
la creación, pero el pecado rompió
ese estado primigenio y nos llevó a
una ruptura con Dios, con nosotros mismos, con nuestro prójimo
y con nuestra creación; de ahí que
la promesa mesiánica presenta a un
“Príncipe de la paz” que restaura la
armonía original en el ser humano y
saciará su anhelos de trascendencia.
La presencia de Cristo en la vida del
hombre es la única que puede transmitir la verdadera paz que nadie
puede destruir porque Él llena en
plenitud el corazón humano.
María, su santa Madre, asociada al
misterio de Cristo, también ha sido
llamada Madre de la paz en muchos
Según la narración unos mercaderes
encontraron una caja bien sellada
que fue imposible abrir, a tal grado
que un primer grupo prefirió dejarla
abandonada, hasta que otros hombres la trasladaron a San Miguel en
un asno, el cual se detuvo frente a
la actual catedral dedicada al Santo
Patrono del pueblo. Al abrir la caja,
encontraron una bella imagen de la
Virgen María con un niño en brazos. Algunos piensan que piratas
ingleses, quienes constantemente
merodeaban las costas del Océano
Pacifico, abandonaron la caja al no
poder abrirla. Se dice que varios
grupos de habitantes del lugar estaban en constantes pugnas y guerrillas
y al enterarse del hallazgo cesaron
sus conflictos, por eso le llamaron la
Virgen de la Paz. Desde entonces la
imagen ha permanecido en ese lugar. Es una estatua de altura media-
na, seguramente de origen europeo,
del tipo de las imágenes españolas,
tallada en madera, con una gran belleza que cautiva a sus devotos. En la
actualidad esta vestida con elegantes
ropajes que tienen bordado el escudo nacional de la Republica del Salvador y otros escudos de personajes
importantes de la ciudad y del Papa,
en su mano derecha tiene una palma
que recuerda el milagro que la Reina
del Cielo hizo en 1787, cuando el
volcán antes mencionado hizo erupción y amenazó con destruir la población, al invocar a su Santa Madre,
la lava se fue por otro lado y no toco
para nada al pueblo. Una nube que
salía del cráter simulaba una palma y
los devotos sintieron que era el signo
de la protección de la Virgen. Durante una guerra civil en el Salvador
en 1833, el general Narciso Benítez
logró el triunfo de sus ejércitos y al
entrar en la ciudad prometió ante la
Virgen esforzarse por mantener la
paz en la región. La estatua ha sido
restaurada, ya que el jueves 25 de
junio de 1903, un rayo cayó sobre
la iglesia y ennegreció la imagen, sin
embargo, a ella no le pasó nada; al
salir de su santuario cubierta con
una sabana se llevó a cabo una gran
manifestación de fe por parte de sus
hijos amados, jolgorio que se sigue
expresando todos los años en el mes
de noviembre, cuando vuelve a salir
la venerada imagen; ahora también
se lleva a cabo un vistoso carnaval,
famoso en toda la región.
construcción duró exactamente 100
años. Es una de las más bellas y altas
de ese país, tipo barroco y ecléctico,
debido al tiempo que duró su construcción, realizada con materiales de
roca extraídos del volcán cercano,
popularmente llamados “corruncha”, los detalles fueron traídos de
diferentes países del mundo, una estructura metálica del techo proviene
de Bélgica, las campanas de Alema-
La edificación de la Catedral, Basílica-santuario fue iniciada en 1862
por iniciativa del general Gerardo
Barrios, presidente del Salvador
en esa época, sobre la antigua iglesia parroquial realizada en el siglo
XVI, junto a un convento de franciscanos y otro de mercedarios, y su
BOLETÍN • 2013 •
37
mente a la Virgen de la Paz, Patrona
de la República del Salvador. El santuario tiene capacidad para albergar
a 2000 fieles y es de los más visitados
por los salvadoreños.
Contemplando la imagen de Nuestra Señora de la Paz en su bello Santuario, el cristiano católico respira la
paz que ella transmite, pongámonos
bajo su manto protector e imploremos que en nuestros pueblos reine
la tranquilidad, la justicia, la solidaridad, que tanto promovió un gran
obispo del Salvador, Don Oscar Arnulfo Romero, martirizado por defender a su pueblo y que fue párroco por un tiempo en este venerable
santuario.
El 10 de octubre
de 1966, el Papa
Pablo VI, declaró
solemnemente a
la Virgen de la
Paz, Patrona de
la República del
Salvador.
nia, los vitrales con representaciones
de pasajes bíblicos de México y el
altar principal de mármol de Italia.
El primer ingeniero encargado de la
construcción fue el inglés William
Kirk y posteriormente fueron otros
los diseñadores, en el siglo pasado
muchas piezas fueron ensambladas
por el ingeniero Alberto Gheraldo,
quien también diseño las torres de
57 metros. El Papa San Pio X le
dio el título de catedral en 1913.
En 1921 por autorización del Papa
Benedicto XV, la imagen fue coronada pontificiamente por el primer
obispo de la diócesis de San Miguel,
Mons. Juan Antonio Dueñas y Argumedo. El 10 de octubre de 1966,
el Papa Pablo VI, declaró solemne-
Es una estatua de altura mediana, seguramente de origen europeo,
del tipo de las imágenes españolas, tallada en madera, con una
gran belleza que cautiva a sus devotos.
38 • BOLETÍN • 2013
BREVES
EL ARCHIVO HISTÓRICO DE LA BASÍLICA
COMPARTE SU EXPERIENCIA A SACERDOTES
E
n el marco del cuarto taller
efectuado durante la gestión
de Mons. Carlos Briseño
Arch, Coordinador de la
Dimensión de Cuidado de bienes
eclesiásticos y Arte Sacro, de la Conferencia del Episcopado Mexicano
(CEM), los participantes llevaron a
cabo una visita al Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe, en
donde el M.I.Sr. Cango. Dr. Gustavo Watson Marrón, Director del Archivo Histórico del Santuario y de la
Arquidiócesis de México, compartió
la experiencia de trabajo en las instancias a su cargo, a los representantes en la materia de las diferentes
diócesis.
El objetivo del taller, dijo Mons. Carlos Briseño, es “que todos tomemos
conciencia, desde los obispos hasta el
último laico, y que eduquemos, en el
valor que tienen los bienes culturales
eclesiásticos y también que promo-
vamos la creación (…). El archivo es
la primera vez que lo tocamos (…)
el bagaje de estos libros tenemos que
cuidarlo, potenciarlo, protegerlo. Si
hay poca cultura a todos los niveles,
si hay laicos, obispos, sacerdotes que
se preocupan pero no es algo común
entonces hay que ir motivando esto.
Estamos felices porque si está aumentando la participación y a todos
nos va a servir para ir levantando
esta vida cultural eclesial en nuestro
país”.
El Dr. Watson comentó a los asistentes la experiencia del trabajo que
ha habido desde 1999 en el Archivo
Histórico del Arzobispado de México, y desde el 2003 en el Archivo
Histórico de la Basílica de Guadalupe, así como la labor desarrollada en
la Biblioteca Lorenzo Bouturini del
Santuario, con el propósito de iluminar a los participantes en aspectos
como la digitalización, la restaura-
ción de documentos, la publicación,
el apoyo de servicio social en la clasificación, y la búsqueda de apoyos de
otras instituciones para la restauración de documentos y la realización
de proyectos.
“Fue una experiencia muy bonita
porque es la primera vez que sacerdotes encargados de cultura de las
distintas diócesis, vienen a la Basílica (…)”, puntualizó.
El Padre Samuel Gasca Reyes, responsable de Arte Sacro de la I Vicaría de la Arquidiócesis de México,
dijo que el taller en general es una
forma de conocer más de Arte Sacro
y sobre todo del manejo del archivo
que se debe tener en todas las parroquias. Indicó que saber del archivo
de la Basílica es muy importante,
pues es una forma para que también apoyemos para dar a conocer
la devoción a la Santísima Virgen de
Guadalupe.
BOLETÍN • 2013 •
39
BREVES
LA EPARQUÍA MARONITA LLAMA A ORAR POR
LOS CRISTIANOS EN MEDIO ORIENTE
L
a Eparquía Nuestra Señora
de los Mártires del Líbano,
de la Iglesia Católica Maronita, fundada por San Marón y de rito oriental, presidida en
México por Mons. George Saad Abi
Younes, cumplió diez años de realizar su peregrinación a la Basílica de
Guadalupe.
Antes de iniciar la Celebración Eucarística, Monseñor George Saad expuso a la asamblea que la Iglesia Católica
Maronita es muy antigua pues cuenta
con más de mil 600 años, y está en
plena comunión con el Papa, también
son católicos apostólicos; el dogma, la
filosofía, la teología de la Iglesia Católica, la devoción mariana, es igual
para ellos, su diferencia está en el rito
oriental, la manera de celebrar los sacramentos como la Eucaristía.
Con toda paciencia explicó a los feligreses que se encontraban en la Ba-
40 • BOLETÍN • 2013
sílica, la disposición de los diferentes
momentos de la misa de rito oriental:
Entrada, Gloria, Himno especial a la
Virgen María, las lecturas, la homilía,
el ofertorio pero con oraciones diferentes; la paz (antes de la consagración; en el rito latino es antes de la
comunión), el Santo, la Consagración
que sigue siendo en idioma arameo;
la Oración Universal por el Papa, los
obispos, los sacerdotes, los fieles difuntos y los vivos; el Padrenuestro, la
Comunión y la Bendición.
También destacó la historia de los
cristianos en Medio Oriente. Dijo
que la Palabra de los apóstoles llegó a todo este territorio pero con la
invasión árabe la situación cambió
porque muchos se convirtieron al
Islam por el miedo a morir. Después
quedó una minoría de cristianos y
hoy son más perseguidos por el fanatismo musulmán. En Irak, dijo,
de dos millones y medio de cristia-
nos, actualmente son 500 mil. Lo
mismo está pasando en Siria porque
los fanáticos musulmanes están destruyendo las iglesias, mucha gente
cristiana está saliendo de la zona por
ese motivo. En Egipto, agregó, hace
poco más de dos meses destruyeron
95 iglesias y mataron a sacerdotes y
al pueblo copto.
Por eso, invitó a los fieles a orar y
pedir mucho por los cristianos para
que el pueblo siga fuerte con su fe,
con su devoción, y que los pueblos
que aún no conocen a Jesucristo
puedan conocer su Salvación.
La Eparquía de Nuestra Señora de
los Mártires de Líbano es una jurisdicción eclesial creada por el Papa
Juan Pablo II el 6 de noviembre de
1995. En México existen siete templos maronitas, Chihuahua, Guadalajara, Pachuca, Puebla, Saltillo y en
el Distrito Federal.
BREVES
V
MASIVAS PEREGRINACIONES LLEGARON
EN OCTUBRE
arias fueron las peregrinación a pie que llegaron a la
Basílica de Guadalupe en
el pasado mes de octubre,
procedentes de las diócesis del país:
la femenil de Zitácuaro, las peregrinaciones varoniles de Irapuato, de
la Arquidiócesis de Morelia y de la
Diócesis de Celaya, y la peregrinación a pie de de Atlacomulco, que
pernocta en el Santuario.
Cientos de peregrinos visitaron de
madrugada a la Reina de México y
Emperatriz de América, y a decir de
ellos, alimentaron su corazón con el
amor de nuestra Madre Santa María
de Guadalupe, fortaleciendo su fe y
su devoción.
S
De acuerdo a los datos dados a conocer por los responsables de peregrinación, tan sólo los peregrinos de
la Diócesis de Irapuato ofrecieron
cuatro mil 633 comuniones durante su caminar, en tanto los peregrinos de Morelia en este Año de la Fe
ofrecieron un tesoro espiritual por
la novena asamblea diocesana de
pastoral: 92 mil 768 misas, 84 mil
273 comuniones, 284 mil 50 rosarios, 27 mil 237 visitas al Santísimo,
y otras actividades.
SINDICATOS Y TRABAJADORES VENERAN
A SANTA MARÍA DE GUADALUPE
indicatos gubernamentales y
trabajadores pertenecientes
a éstos, así como empleados
y obreros de otras empresas,
manifestaron su devoción a Santa
María de Guadalupe, agradeciendo
su intercesión ante Dios, por la vida,
la salud, el trabajo y los bienes recibidos en este año.
Así, visitaron el santuario la sección
10, 28 y 31, del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno
del Distrito Federal; Sindicato de
Trabajadores de la empresa Merck;
Sindicato de Hubard y Bourlon;
Trabajadores de Nacional de Conductores Eléctricos, Mineros de Hidalgo, Trabajadores de Cydsa y de
Yale de México.
BOLETÍN • 2013 •
41
BREVES
GRANDES MOTIVOS DE CELEBRACIÓN
EN LA BASÍLICA
E
l 12 de octubre el santuario
celebró el 118° Aniversario
de la Coronación Pontificia
de Nuestra Señora de Guadalupe y el 521° Aniversario del inicio
de la Evangelización de América.
“El 12 de octubre de cada año nos
reunimos en la casita de Santa María
de Guadalupe para recordar acontecimientos de especial trascendencia”,
indicó el Arzobispo de México, el
Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, al invitar a la asamblea reunida, a vivir la celebración con especial gratitud a Dios Nuestro Padre.
Agregó que en este Año de la Fe hemos tenido la gracia de profundizar
y fortalecer este gran don de parte de
Dios. En ese sentido destacó además
que una de estas gracias para continuar profundizando en la fe, es el
Congreso Continental que se realizará
en la Basílica del 16 al 19 de noviembre próximo, organizado por la Pontificia Comisión de América Latina,
los Caballeros de Colón y el Instituto
Superior de Estudios Guadalupanos.
Jesucristo es quien viene a nuestro
encuentro en nuestra historia para
salvarnos de todo aquello que nos destruye, señaló, por ello es importante
entender que el único camino para
nuestra salvación es el amor, un amor
que llena nuestro corazón y el cual tiene como su fuente al mismo Dios y
Señor. “El verdadero amor es el darse
totalmente por los demás como Jesús
lo hizo y lo sigue haciendo, con un corazón misericordioso que sabe palpitar
en el corazón del otro”.
42 • BOLETÍN • 2013
De esta manera, afirmó el Arzobispo
que la coronación de nuestra vida es
la coronación con las espinas de la
entrega. Y éste es el verdadero descubrimiento, el descubrir la “Nueva Tierra” de un nuevo corazón que
con la fe en el verdadero Dios, es capaz también de amar con ese mismo
amor de Dios; “es el descubrimiento
de un corazón joven y lleno de vida
que sabe entender y compartir lo
que es y lo que se tiene en las manos
benditas de Jesús”.
Antes de concluir la celebración,
fue narrado un texto del Nican
Mopohua, donde se describe el
Acontecimiento Guadalupano y se
manifiesta el significado de las rosas entregadas por Santa María de
Guadalupe a San Juan Diego: la
prueba donde se manifestó el de-
seo de Santa María de construir un
templo para en él dar a conocer su
amor y el de su Hijo. Enseguida,
el Arzobispo bendijo las rosas que
fueron entregadas después al pueblo
reunido en esta celebración: “Dios
nuestro que hiciste que de nuestra
tierra brotara esta diversidad de
flores para que en ellas reconociéramos tu presencia anunciada por
María, la Madre del Verdadero Dios
por quien se vive, bendice estas rosas que tu pueblo hoy te presenta y
concédenos que la devoción a Santa
Maria de Guadalupe, Madre de tu
Hijo, se traduzca en una verdadera
actitud evangélica de amor y servicio a nuestros hermanos, para que
así, como estas flores agradan a los
sentidos, así nosotros te agrademos
a Ti y a nuestro prójimo, por Jesucristo Nuestro Señor”.
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SOLEMNE FIESTA
DE NUESTRA SEÑORA
DE GUADALUPE
DOZAVARIO 2013
De la Fe profesada a la Alabanza comprometida:
El Cántico de María (Lc. 1, 46-55)
Horario del 1 al 11 de diciembre:
8:30 Laudes
9:00 Eucaristía Solemne del Venerable
Cabildo Colegial de Guadalupe
17:00 Rosario
6 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe nos enseña
a fiarnos de la fuerza de Dios:
Él hace proezas con su brazo: dispersa a
los soberbios de corazón…
1 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe visita
nuestra tierra.
María se encaminó presurosa a un
pueblo…
7 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe modelo de
humildad evangélica
…derriba del trono a los poderosos y
enaltece a los humildes…
2 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe: mujer,
creyente, madre.
Bendita tú entre las mujeres… la madre
de mi Señor.
8 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe y la opción
preferencial por los pobres
…a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
3 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe, un
camino, bienaventurado, de fe.
Dichosa tú, que has creído, porque lo
que te ha dicho el Señor se cumplirá.
9 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe participa
de la acción misericodiosa de Dios
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose
de su misericordia…
4 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe contempla
a Dios en su historia personal:
Proclama mi alma la grandeza del
Señor,...ha mirado la humildad de su
sierva.
10 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe,
anunciadora del cumplimiento de las
promesas de Dios
Como había prometido a nuestros padres...
5 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe lee su
pobreza dichosa a la luz de Dios:
Desde ahora me llamarán
Bienaventurada todas las
generaciones…
44 • BOLETÍN • 2013
11 DE DICIEMBRE:
Santa María de Guadalupe, profecía
de la humanidad redimida
…en favor de Abraham y de su
descendencia por siempre.
17:00 Primeras Vísperas
18:00 Homenaje de los Empleados y
Sacerdotes de la Basílica
18:30 Serenata Popular Guadalupana
23:00 Vigilia de Oración: Santo Rosario
12 DE DICIEMBRE:
Solemnidad de Santa María de
Guadalupe.
Santa María de Guadalupe, presencia
permanente del amor
materno de Dios
María se quedó con Isabel uno tres
meses...
00:00 Solemne Celebración Eucarística
Presidida por:
Mons. Enrique Glennie Graue
Rector de la Insigne y Nacional Basílica
de Guadalupe
02:00 Misa de Concheros
07:00 Misa de los miembros de la Vida
Consagrada
11:00 Oficio de Lecturas y Hora
Intermedia
12:00 Solemne Celebración
Eucarística “de las Rosas”
Presidida por el:
Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
Misa cada hora desde las 5:00 hrs.
hasta las 20:00 hrs.
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