La regla de oro: "los cubiertos se utilizan de fuera hacia adentro, primero los más alejados del plato y así en orden hasta utilizarlos todos". Desdoblar la servilleta. La servilleta solo la debemos colocar en nuestro regazo cuando se va a empezar a comer. No hay que hacerlo antes, pues no es nada elegante ni correcto, estar con la servilleta en su regazo cuando no hay comida sobre la mesa. Los cubiertos solo se utilizan cuando nos sirvan algo de comida en el plato. Un cubierto es un objeto diseñado para tomar ciertos alimentos, no para jugar, incordiar o utilizarlos para otras funciones distintas a las suyas -hay quien lo utiliza como destornillador, como mondadientes, etc.-. No hay que olvidar que la pieza de pan siempre es la que está en lado izquierdo. No le quitemos el pan a nuestro compañero de mesa que se sienta a nuestra derecha. Hablando del pan, no se corta con el cuchillo. El pan se trocea "pellizcando" ligeramente la pieza de pan. Una sopa, crema o similar se toma con cuchara, pero no se inclina el plato para acabar su contenido. Hay que recordar que el plato, mejor, no se toca. Otra cuestión importante; si está muy caliente no se sopla para enfriarlo, debemos dejar que enfríe su contenido de forma natural. Salvo en ambientes familiares o de mucha confianza, no se intercambia comida entre los platos, ni tampoco debemos "meter" nuestro cubierto en otro plato que no sea el nuestro. No se deben llenar la copas hasta los bordes -se llenan sobre un tercio de su capacidad cuando es un vino y algo más de la mitad de la copa si es agua o un zumo o refresco para los niños-; tampoco debemos beber el contenido de una copa de un solo trago sino a pequeños sorbos. Si es un brindis y se sirve poca cantidad, si es correcto tomarlo de un solo trago. Ni pequeños ni mayores se deben levantar de la mesa hasta que no haya finalizado el almuerzo o la cena. Solo por alguna razón importante se deben pedir excusas y se solicita el permiso para poderse levantar de la mesa. Aunque depende de mucho del sitio que haya para poder pasar entre los invitados, por regla general, se sirve por la izquierda y se retira por la derecha. La bebida se sirve por la derecha. En una mesa familiar el criterio de "ordenación" más utilizado es el de la edad. Hay que olvidarse de todo tipo de jerarquías que en casa no son "efectivas". En una mesa de Navidad en casa un ministro, un gerente de una compañía, un alcalde, una directora general, etc. son simplemente Carlos, Francisco, Jesús, Patricia... No hay una precedencia "oficial" sino familiar. Si la reunión convoca a muchos familiares y amigos, siempre habrá un "alma caritativa" que se ofrezca a los anfitriones para echarles una mano. Hay que dejarse de tópicos y machismos y no dejar todo el trabajo a las mujeres de la casa. Incluso, sería un bonito detalle darles un descanso y que los hombres de la casa se ocupasen de todo, o de casi todo. Confianza, familiaridad... no son sinónimos de todo vale. Es un día para disfrutar y no para polemizar -además el alcohol puede ser un aliado estupendo para perder los nervios-. Además de los temas típicos que pueden causar desavenencias como algunos deportes, la política, la religión... tampoco deben salir a "escena" temas familiares como herencias, cuidado de los mayores, favores denegados, etc. Si hay niños pequeños, mejor, al lado de sus padres -aunque haya que variar el orden de situación de los invitados en la mesa-. Es la mejor forma de "controlarlos" y de atender cualquier necesidad que tengan -cortarles un trozo de carne, darles algo a la boca, evitar que se levanten de la mesa, etc.-. Tanto el inicio de una comida como el final lo marcan los anfitriones o los que hacen sus veces. Es decir, hasta que no comienzan a comer los anfitriones o los mayores de la casa que presiden la mesa, por ejemplo los abuelos, no se empieza a comer. Lo mismo al terminar de comer. Si alguien quiere levantarse de la mesa, antes debe pedir el correspondiente permiso. Si la modalidad de cena escogida es sentados, no intente imitar a la reina de Inglaterra alargando la mesa hasta el infinito. A partir de un número de invitados poner dos mesas en vez de una puede ser más agradable. Sirva el aperitivo de pie, colocando bandejas por la sala y que solo se sirva sentados el primero y el segundo plato. Esto facilitará el servicio. Y evitará, en muchos casos, que se convierta en una carrera continua hacia la cocina. La decoración puede ser temática, pero, quitando que tenga usted experiencia en la factoría Disney, lo sencillo triunfa. Recuerde, aquí el menos es más. Un mantel blanco con vajilla en el mismo tono y con algún detalle en plata u oro es una apuesta segura. Si opta por un color determinado para transformar la mesa, apueste por incluir algún detalle a tono. No olvide introducir alguna flor o planta, evitando los centros tipo boda. Mejor pequeños bouquets repartidos por la mesa y la estancia. Lo más seguro es centrarse en un solo color. El blanco siempre funciona. Por ejemplo, realice pequeños ramos con dos o tres hortensias y colóquelas en sencillos jarrones blancos Y si quiere un sobresaliente como anfitrión, no olvide el cuarto de baño. Ponga alguna flor, una vela con olor y pequeñas toallas de hilo. Para matrícula de honor, un agua de colonia gigante y una crema de manos. Y, media hora antes de recibir a los invitados, tenga las velas encendidas, música sonando, la cocina recogida... Hay dos reglas muy importantes que deberían tener en cuenta los anfitriones que organizan o contratan un aperitivo: Los alimentos a servir deben ser ligeros y de tamaño reducido, que se puedan tomar de un solo bocado. 2. Los aperitivos que se ofrezcan a los invitados no deberían estar en el menú que se vaya a servir con posterioridad. Repetir alimentos o recetas no es muy adecuado. Cumplidas estas dos premisas básicas es posible ofrecer aperitivos fríos y calientes, salados y dulces -estos últimos están de moda aunque haya restauradores que solo aconsejan aperitivos saladosLa bebidas a servir, de lo más variado. Zumos, refrescos y bebidas alcohólicas, mejor de baja graduación, como vinos tintos y blanco, jerez, cerveza, vermouth -vermut o vermú-, etc. El invitado debe tomar la copa con la mano izquierda para dejar la mano derecha libre para poder tomar los aperitivos, saludar y tomar cualquier otro elemento que necesite. Antes de saludar, no se olvide limpiarse la mano con la servilleta. El lugar idóneo para servir un aperitivo es un salón cercano al lugar donde vaya a tener lugar la comida principal. En casa en una sala cercana al comedor. En establecimiento de hostelería, en un salón próximo al comedor. El aperitivo se empieza a servir cuando han llegado un número de invitados considerable, al menos un tercio de los invitados. No se debe servir al llegar los primeros invitados. La duración, no más de treinta minutos, aproximadamente. ¿Cómo proceder con ciertos alimentos 1. El pan siempre se parte con la mano, nunca con el cuchillo. 2. La carne, por otra parte, requiere un cuchillo y tenedor especiales. 3.En algunos lugares de América se acostumbra a cortar toda la carne y luego proceder a comerla usando solamente el tenedor, sin embargo, esto no resulta de buen gusto en Europa y en la mayor parte de los países de América. Lo más correcto es cortar un pedacito de carne a la vez, proceder a introducirlo en la boca con el tenedor y, luego, cortar el próximo pedacito. . Los pedazos que se introducen en la boca deben ser lo suficientemente pequeños como para no causar que la persona, al masticar, se vea obligada a hacer muecas o ademanes excesivos. 5. No se deben hacer ruidos al masticar o ingerir alimentos, ni tampoco deben hacerse chillar los cubiertos contra el plato, pues todos estos sonidos pueden resultar desagradables, y hasta insoportables, para algunos de los presentes en la mesa. Está totalmente prohibido utilizar, bajo ningún concepto, cubiertos de plástico o madera. Ni en comidas con amigos o familiares; salvedad, alguna comida en el campo o finca, y aún así, si podemos evitarlo, mucho mejor. 6. El cuchillo y el tenedor no deben sostenerse como se hace con un lápiz, sino que la mano debe quedar siempre por encima del mango del implemento. En nuestra cubertería deberíamos contar al menos con: cucharas, tenedores, cuchillos y cubiertos de postre. Algún cucharón y cacillo para servir. Si queremos tener algo más sofisticado, o necesitamos tenerlo por los compromisos que acuden a nuestra casa, sería bueno contar con: cubiertos para pescado, cucharillas para helado o sorbete, cuchara salsera (para acompañar a la salsera) y alguna otra pieza. El cuchillo se coloca a la derecha del plato, con el filo hacia adentro. La cuchara se coloca a la derecha del cuchillo con la concavidad hacia arriba. Y el tenedor se coloca a la izquierda del plato, con las puntas hacia arriba. La utilización es muy sencilla: se empieza utilizando los cubiertos más alejados del plato (de fuera hacia adentro). Los cubiertos de postre se colocan en la parte superior del plato, y en otras ocasiones solo se ponen en el momento de servir los postres. Los cubiertos se colocan a 3 ó 4 centímetros de distancia a cada lado del plato.