Subido por Jesus Garcia romero

Unidad 1Teoría cuántica

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Ingeniería Química
Química Inorgánica
Docente: Ing. Arturo Velazco Bernal
ANTOLOGIA DE QUIMICA INORGANICA
Grupo: IF-102
1er Semestre
Unidad 1Teoría cuántica, estructura atómica y periodicidad.
1.1. Base experimental de la teoría cuántica.
1.1.1 Radiación del cuerpo negro y teoría de Planck.
1.1.2. Efecto fotoeléctrico.
1.1.3. Espectros de emisión y series espectrales.
1.2. Teoría atómica de Bohr.
1.3. Ampliación de la teoría de Bohr, Teoría atómica de Sommerfeld.
1.4. Estructura atómica.
1.4.1. Principio de dualidad del electrón (onda-partícula). Postulado de De Broglie.
1.4.2. Principio de incertidumbre de Heissenberg.
1.4.3. Ecuación de onda de Schrödinger.
1.4.3.1. Significado de la densidad de probabilidad (Ψ2).
1.4.3.2. Solución de la ecuación de onda y su significado físico. Orbitales s,p, d, f.
1.5. Teoría cuántica y configuración electrónica.
1.5.1. Niveles de energía de los orbitales.
1.5.2. Principio de exclusión de Pauli.
1.5.3. Principio de Aufbau o de construcción.
1.5.4. Principio de máxima multiplicidad de Hund.
1.5.5. Configuración electrónica de los elementos.
1.6 Periodicidad y propiedades
1.1.
Base experimental de la teoría cuántica.
Los primeros intentos de los físicos del siglo XIX para comprender el
comportamiento de los átomos y de las moléculas no fueron exitosos del todo. La
nueva era de la física comenzó en 1900 con el físico alemán Max Planck. Al
examinar los datos de la radiación que emitían los sólidos calentados a diferentes
temperaturas, Planck descubrió que los átomos y las moléculas emiten energía sólo
en cantidades discretas o cuantos. Los físicos siempre habían asumido que la
energía es un proceso continuo y que en el proceso de radiación se podía liberar
cualquier cantidad de energía. La teoría cuántica de Planck revolucionó la física.
ENERGÍA RADIANTE.
Además de la luz visible, como la que emite el sol o una bombilla incandescente,
hay otras formas de energía radiante, los rayos gamma, la radiación ultravioleta y la
radiación infrarroja. Cuando la luz blanca de una lámpara incandescente (una
bombilla de luz ordinaria) se hace pasar a través de un prisma, se descompone en
un espectro continuo o arcoíris de colores. Cuando la luz solar pasa a través de una
gota de lluvia, ocurre el mismo fenómeno. Los diferentes colores de la luz
representan distintas cantidades de energía radiante.
Todos los tipos de energía radiante, también llamada radiación electromagnética,
se mueven a través del vacío a una velocidad de 3.00x108 m/s. La radiación
electromagnética viaja en ondas, la distancia entre crestas de ondas consecutivas
se conoce como longitud de onda, que se representa mediante la letra griega λ
(lambda). Al número de crestas que pasan por un punto en particular en 1 segundo
se le llama frecuencia, y se representa con la letra griega ν (nu).
Longitud de onda.
Para que la onda tenga frecuencia alta deberá tener una longitud de onda corta y
viceversa.
El producto de la frecuencia por la longitud de onda, es igual a la velocidad de la
luz (c).
λν=c
Espectro electromagnético.
La frecuencia se expresa en ciclos por segundo, unidad también llamada Hertz.
En general los ciclos se sobren entienden, así que las unidades son “por segundo” y se
indica por s-1 o /s. La unidad de longitud seleccionada para expresar la longitud de onda
depende del tipo de radiación (véase la tabla 1).
El color violeta de la luz visible tiene la frecuencia más elevada y el color rojo tiene
la longitud de onda más larga.
1.1.1 Radiación del cuerpo negro y teoría de Planck.
Cuando un cuerpo es calentado emite radiación electromagnética en un amplio
rango de frecuencias.
El cuerpo negro (ideal) es aquel que además absorbe toda la radiación que llega
a él sin reflejarla, de tal forma que sólo emite la correspondiente a su temperatura.
A fines del siglo XIX fue posible medir la radiación de un cuerpo negro con mucha
precisión. La intensidad de esta radiación puede en principio ser calculada utilizando
las leyes del electromagnetismo. El problema de principios del siglo XX consistía en
que si bien el espectro teórico y los resultados experimentales coincidían para bajas
frecuencias (infrarrojo), estos diferían radicalmente a altas frecuencias. Este
problema era conocido con el provocativo nombre de “la catástrofe ultravioleta”,
ya que la predicción teórica diverge a infinito en ese límite.
Quien logró explicar este fenómeno fue Max Planck, en 1900, que debió para ello
sacrificar los conceptos básicos de la concepción ondulatoria de la radiación
electromagnética.
Para resolver la catástrofe era necesario aceptar que la radiación no es emitida de
manera continua sino en cuantos de energía discreta, a los que llamamos fotones.
La energía de estos fotones es:
E (fotón) = h.ν
ν : Frecuencia de la radiación electromagnética (s-1)
h : constante de Planck
h = 6,62.10-27 erg.s
h = 6,62.10-34 J.s
Cuando la frecuencia de la radiación es baja el efecto de la discretización se vuelve
despreciable debido al minúsculo valor de la constante de Planck, y es
perfectamente posible pensar al sistema como continuo, tal como lo hace el
electromagnetismo clásico. Sin embargo, a frecuencias altas el efecto se vuelve
notable.
1.1.2. Efecto fotoeléctrico.
Este efecto, se trata de otro fenómeno que, al igual que la radiación de cuerpo negro,
también involucra la interacción entre la radiación y la materia. Pero esta vez se
trata de absorción de radiación de metales.
Heinrich Hertz (1857-1894), científico alemán, fue el primero en observar el efecto
fotoeléctrico, en 1887, mientras trabajaba en la generación de ondas de radio.
Informó esta observación, pero no se dedicó a explicarla.
Al incidir luz ultravioleta sobre el cátodo metálico (fotocátodo) se detecta el paso de
una corriente eléctrica. Se trata de electrones que abandonan el cátodo (colector) y
se dirigen al ánodo a través del vacío dentro del tubo.
Los electrodos se hallan conectados a una diferencia de potencial de sólo unos
pocos voltios.
La teoría electromagnética clásica considera que la radiación de mayor intensidad
(o brillo, si es visible), que corresponde a ondas de mayor amplitud, transporta
mayor energía.
Esta energía se halla distribuida uniformemente a lo largo del frente de onda. La
intensidad es igual a la energía que incide, cada unidad de tiempo, en una unidad
de superficie.
Con radiación ultravioleta de diferentes intensidades, los electrones salen del metal
con la misma velocidad. La radiación más intensa arranca mayor número de
electrones. Esta observación también resultaba inexplicable.
1.1.3. Espectros de emisión y series espectrales.
Espectros de emisión: Son aquellos que se obtienen al descomponer las
radiaciones emitidas por un cuerpo previamente excitado.
Los espectros de emisión continuos se obtienen al pasar las radiaciones de
cualquier sólido incandescente por un prisma. Todos los sólidos a la misma
Temperatura producen espectros de emisión iguales.
La luz blanca produce al descomponerla lo que llamamos un espectro continuo, que
contiene el conjunto de colores que corresponde a la gama de longitudes de onda
que la integran. Los elementos químicos en estado gaseoso y sometido a
temperaturas elevadas producen espectros discontinuos en los que se aprecia un
conjunto de líneas que corresponden a emisiones de sólo algunas longitudes de
onda.
Los espectros de emisión discontinuos se obtienen al pasar la luz de vapor o gas
excitado. Las radiaciones emitidas son características de los átomos excitados.
Series espectrales.
Las diferentes líneas que aparecieron en el espectro del hidrógeno se podían
agrupan en diferentes series cuya longitud de onda es más parecida:
Serie Lyman: Zona ultravioleta del espectro.
Serie Balmer: Zona visible del espectro.
Serie Paschen: Zona infrarroja del espectro.
Serie Bracket: Zona infrarroja del espectro.
Serie Pfund: Zona infrarroja del espectro.
Serie Pfund: Zona infrarroja del espectro.
Espectros de Absorción
Así como muchos importantes descubrimientos científicos, las observaciones de
Fraunhofer sobre las líneas espectrales del sol fue completamente accidental.
Fraunhofer no estaba observando nada de ese tipo; simplemente estaba probando
algunos modernos prismas que él había hecho. Cuando la luz del sol pasó por una
pequeña hendidura y luego a través del prisma, formó un espectro con los colores
del arco iris, tal como Fraunhofer esperaba, pero para su sorpresa, el espectro
contenía una serie de líneas oscuras.
1.2.
Teoría atómica de Bohr.
Niels Bohr demostró que los electrones de los átomos existen sólo en órbitas
(niveles de energía) esféricas. Para un electrón, su energía total (tanto potencial
como cinética) cambia conforme se mueve de un nivel a otro dentro de un átomo.
Al absorber un fotón o cuanto de energía, el electrón alcanza un nivel de energía
más elevado o un estado excitado. Cuando después el electrón cae a niveles más
bajos, se desprende energía en cuantos específicos. En un átomo de hidrógeno, el
electrón suele encontrarse en el primer nivel de energía. Los átomos que tienen
todos sus electrones en los niveles de energía más bajos se encuentran en el estado
basal. Un átomo excitado emite energía (luz) cuando los electrones saltan de
regreso a un nivel inferior.
∆E = h ν = RH(
1
1
− 2)
2
𝑛𝑖
𝑛𝑓
1. Primer Postulado: Estabilidad del Electrón.
Un electrón en un átomo se mueve en una órbita circular alrededor del núcleo bajo
la influencia de la atracción coulómbica entre el electrón y el núcleo, obedeciendo
las leyes de la mecánica clásica.
Las únicas fuerzas que actúan sobre el electrón son las fuerzas de atracción
eléctrica (Fa) y la fuerza centrípeta (Fc), que es exactamente igual a la fuerza
centrífuga.
2. Segundo Postulado: Orbitas o niveles permitidos
En lugar de la infinidad de órbitas posibles en la mecánica clásica, para un electrón
solo es posible moverse en una órbita para la cual el momento angular L es un
múltiplo entero de la constante de Planck h.
3. Tercer Postulado: Niveles Estacionarios de Energía
Un electrón que se mueva en una de esas órbitas permitidas no irradia energía
electromagnética, aunque está siendo acelerado constantemente por las fuerzas
atractivas al núcleo. Por ello, su energía total E permanece constante.
4. Cuarto Postulado: Emisión y Absorción de Energía
Si un electrón que inicialmente se mueve en una órbita de energía Ei cambia
discontinuamente su movimiento de forma que pasa a otra órbita de energía Ef se
emite o absorbe energía electromagnética para compensar el cambio de la energía
total. La frecuencia ν de la radiación es igual a la cantidad (Ei – Ef) dividida por la
constante de Planck h.
1.3.
Ampliación de la teoría de Bohr, Teoría atómica de Sommerfeld.
En 1916, el físico alemán Arnold Sommerfeld modificó el modelo de Bohr en el
sentido que las órbitas permitidas para los electrones debían ser elípticas más que
circulares.
El modelo de Bohr - Sommerfeld es un buen ejemplo de un tipo de evolución de las
teorías científicas: un modelo antiguo es modificado para incorporar y explicar datos
nuevos. El modelo mecánico cuántico. La teoría de Bohr - Sommerfeld fue una pieza
maestra de simplicidad, que explicó satisfactoriamente el espectro del hidrógeno.
Sin embargo, tenía una contradicción fatal: funcionaba sólo con átomos de
hidrógeno e iones que contenían sólo un electrón.
El átomo contiene órbitas circulares y elípticas.
Bohr hizo una contribución, significativa para la comprensión de los átomos y su
sugerencia que la energía de un electrón en un átomo está cuantiada permanece
inalterada. Pero su teoría no proporciona una descripción completa del
comportamiento electrónico en los átomos. Cuando los científicos se dieron cuenta
de esto, empezaron a buscar una ecuación fundamental que pudiera describir el
comportamiento y la energía de partículas submicroscópicas, la ecuación de
Schrödinger. Es importante destacar que esta ecuación incorpora ambos
comportamientos, en términos de masa m, y ondulatorio, en términos de una función
de onda Ψ (psi) que depende de la posición del sistema en el espacio (como la de
un electrón en un átomo).
1.4.
En
Estructura atómica.
el
átomo
distinguimos
dos
partes:
el
núcleo
y
la
corteza.
- El núcleo es la parte central del átomo y contiene partículas con carga positiva, los
protones, y partículas que no poseen carga eléctrica, es decir son neutras, los
neutrones. La masa de un protón es aproximadamente igual a la de un neutrón.
Todos los átomos de un elemento químico tienen en el núcleo el mismo número de
protones. Este número, que caracteriza a cada elemento y lo distingue de los
demás,
es
el
número
atómico
y
se
representa
con
la
letra
Z.
- La corteza es la parte exterior del átomo. En ella se encuentran los electrones, con
carga negativa. Éstos, ordenados en distintos niveles, giran alrededor del núcleo.
La masa de un electrón es unas 2000 veces menor que la de un protón.
Los átomos son eléctricamente neutros, debido a que tienen igual número de
protones que de electrones. Así, el número atómico también coincide con el número
de electrones.
1.4.1. Principio de dualidad del electrón (onda-partícula). Postulado de De
Broglie.
Louis de Broglie, era un aristócrata francés que ganó el premio Nobel de Física de
1929 por una tesis que elucidaba las propiedades ondulatorias de los orbitantes
electrones. Se trató de un trabajo que ayudó a resolver una antigua paradoja al
mostrar que los electrones pueden ser descritos ya sea como partículas o como
ondas, según las circunstancias.
El punto de partida que tuvo Broglie para desarrollar su tesis fue la inquietante
dualidad en el comportamiento de la luz, que en ciertos fenómenos se manifiesta
como onda, en otros como partícula.
El principio de la dualidad descansa sobre el efecto fotoeléctrico, el cual plantea que
la luz puede comportarse de dos maneras según las circunstancias:
1.- Luz como una Onda: Esta es usada en la física clásica, sobre todo en óptica,
donde los lentes y los espectros visibles requieres de su estudio a través de las
propiedades de las ondas.
2.- Luz como Partícula: Usada sobre todo en física cuántica, según los estudios de
Planck sobre la radiación del cuerpo negro, la materia absorbe energía
electromagnética y luego la libera en forma de pequeños paquetes llamados
fotones, estos cuantos, de luz, tienen de igual manera una frecuencia, pero gracias
a éstos, se pueden estudiar las propiedades del átomo.
Planck realizó varios experimentos para probar su teoría, con los cuales logro
estableces que la energía de estos cuantos o fotones es directamente proporcional
a la frecuencia de la radiación que los emite, estableciendo así la fórmula que decía
que la energía (E) es igual a la constante de Planck(h) por la frecuencia de la
radiación(f).
E=h.f
Por último, dio el valor para dicha constante que quedo establecido con el siguiente
valor:
h = 6.63 x 10−34 J.s
La dualidad onda-partícula tiene consecuencias importantes a nivel subatómico,
pero también sirve para explicar ciertos comportamientos experimentales de la luz
y otras radiaciones, como la difracción y los fenómenos de interferencia.
La teoría de los “cuantos” fue revolucionaria para su época. Incluso el mismo Planck
no creyó en la existencia real de los fotones en un principio y su aplicación al análisis
de la radiación del cuerpo negro fue casi un juego mental.
Experimentos en los que la luz y los electrones se comportaban como partículas
condujeron al francés Louis De Broglie en 1924 a enunciar su famosa hipótesis de
La dualidad onda corpúsculo, también llamada onda partícula, resolvió una aparente
paradoja, demostrando que la luz y la materia pueden, a la vez, poseer propiedades
de partícula y propiedades ondulatorias.
Una partícula ocupa un lugar en el espacio y tiene masa mientras que una onda se
extiende en el espacio caracterizándose por tener una velocidad definida y masa
nula. Actualmente se considera que la dualidad onda.
1.4.2. Principio de incertidumbre de Heissenberg.
El hecho de que cada partícula lleva asociada consigo una onda, impone
restricciones en la capacidad para determinar al mismo tiempo su posición y su
velocidad. Este principio fué enunciado por W. Heisenberg en 1927.

Es natural pensar que si una partícula esta localizada, debemos poder
asociar con ésta un paquete de ondas mas o menos bien localizado.
Un paquete de ondas se construye mediante la superposición de un número infinito
de ondas armónicas de diferentes frecuencias. En un instante de tiempo dado, la
función de onda asociada con un paquete de ondas esta dado por
donde k representa el número de onda
y donde la integral representa la suma de ondas con frecuencias (o número de
ondas) que varian desde cero a mas infinito ponderadas mediante el factor g(k).
El momento de la partícula y el número de ondas estan relacionados ya que
de lo cual se deduce que

Queda claro que para localizar una partícula es necesario sumar todas las
contribuciones de las ondas cuyo número de onda varía entre cero e infinito
y por lo tanto el momento
tambien varía entre cero e infinito. Es decir
que está completamente indeterminado.

Para ilustrar lo anterior hemos indicado en la siguiente figura diferentes tipos
de paquetes de onda y su transformada de Fourier que nos dice como están
distribuidas las contribuciones de las ondas con número de ondas k dentro
del paquete.

En el primer caso vemos que un paquete de ondas bien localizado en el
espacio x, tiene contribuciones practicamente iguales de todas las ondas con
número de ondas k.

En el segundo caso vemos que si relajamos un poco la posición del paquete
de ondas, también es posible definir el número de ondas (o el momento) de
la partícula.

En el último caso vemos que para definir bien el momento
de la
partícula, entonces su posición queda completamente indefinida.

Es posible determinar el ancho, o la incertidumbre, del paquete de ondas
tanto en el espacio normal
como en el espacio de momentos
.
El principio de incertidumbre nos dice que hay un límite en la precisión con el cual
podemos determinar al mismo tiempo la posición y el momento de una partícula.

La expresión matemática que describe el principio de incertidumbre de
Heisenberg es

Si queremos determinar con total precisión la posición:

De la desigualdad para el principio de incertidumbre verificamos entonces
que
Es decir, que la incertidumbre en el momento es infinita.
1.4.3. Ecuación de onda de Schrödinger.
En1926 Erwin Schrödinger formula la ecuación de onda de Schrödinger, que
describe el comportamiento y la energía de las partículas submicroscópicas. Es una
función análoga a las leyes de Newton para los sólidos macroscópicos que
incorpora tanto el carácter de partícula (en función de la masa) como el carácter de
onda en términos de una función de onda Ψ ( psi).
1.4.3.1. Significado de la densidad de probabilidad (Ψ2).
Indica la probabilidad de encontrar al electrón en cierta región del espacio cuando
se eleva al cuadrado ψ2.
Esto significa que ψ2 define la distribución de la densidad electrónica alrededor del
núcleo en el espacio tridimensional; una alta densidad representa una probabilidad
alta de localizar al electrón y viceversa.
El orbital atómico o REEMPE, se puede considerar como la función de onda del
electrón de un átomo.
APLICACIONES:
1.- Especifica los posibles estados energéticos que el electrón del átomo de
hidrógeno puede ocupar e identifica las correspondientes funciones de onda ψ, por
medio de un conjunto de números cuánticos, con los cuales se puede construir un
modelo comprensible del átomo de hidrógeno.
2.- No funciona para átomos que tengan más de un electrón, pero el problema se
resuelve usando métodos de aproximación para átomos polielectrónicos.
Premio Nóbel 1933, autor de la teoría de la Mecánica Ondulatoria o Cuántica, con
las aportaciones de Heisenberg; sentaron las bases de la Teoría Cuántica Moderna.
La ecuación de Schrödinger para una partícula libre describe la evolución temporal
de la onda asociada a la partícula (una onda de probabilidad según la regla de Born):
1.4.3.2 Solución de la ecuación de onda y su significado físico. Orbitales s, p,
d, f.
En el año 1927, E.Schrödinger ( Premio Nobel de Física 1933), apoyándose en el
concepto de dualidad onda-corpúsculo enunciado por L.de Broglie (Premio Nobel
de Física 1929), formula la Mecánica Ondulatoria, y W. Heisenberg ( Premio Nobel
de Física 1932) la Mecánica de Matrices. Ambas mecánicas inician un nuevo
camino en el conocimiento de la estructura atómica, y ampliadas por Born, Jordan,
Dirac y otros han dado lugar a lo que actualmente se denomina Mecánica Cuántica.
Frente al determinismo de la mecánica clásica, la mecánica cuántica, es
esencialmente probabilística y utiliza un aparato matemático más complicado que
la mecánica clásica. Actualmente, el modelo atómico que se admite es el modelo
propuesto por la mecánica cuántica (modelo de Schrödinger).
El modelo de Bohr es un modelo unidimensional que utiliza un número cuántico (n)
para describir la distribución de electrones en el átomo. El modelo de Schrödinger
permite que el electrón ocupe un espacio tridimensional. Por lo tanto, requiere tres
números cuánticos para describir los orbitales en los que se puede encontrar al
electrón. La descripción del átomo mediante la mecánica ondulatoria está basada
en el cálculo de las soluciones de la ecuación de Schrödinger (Figura 1); está es
una ecuación diferencial que permite obtener los números cuánticos de los
electrones.
En esta ecuación:

ψ es la llamada función de onda. Contiene la información sobre la posición
del electrón. También se denomina orbital, por analogía con las órbitas de
los modelos atómicos clásicos.

El cuadrado de la función de onda ||2 es la llamada densidad de probabilidad
relativa del electrón y representa la probabilidad de encontrar al electrón en
un punto del espacio (x, y, z).

E s el valor de la energía total del electrón.

V representa la energía potencial del electrón un punto (x, y, z). Por tanto, EV es el valor de la energía cinética cuando el electrón está en el punto (x, y,
z).
Las soluciones, o funciones de onda, ψ , son funciones matemáticas que dependen
de unas variables que sólo pueden tomar valores enteros. Estas variables de las
funciones de onda se denominan números cuánticos: número cuántico principal, (n),
angular (l) y número cuántico magnético (ml). Estos números describen el tamaño,
la forma y la orientación en el espacio de los orbitales en un átomo.

El número cuántico principal (n) describe el tamaño del orbital, por ejemplo:
los orbitales para los cuales n=2 son más grandes que aquellos para los
cuales n=1. Puede tomar cualquier valor entero empezando desde 1: n=1, 2,
3, 4, etc.

El número cuántico del momento angular orbital (l) describe la forma del
orbital atómico. Puede tomar valores naturales desde 0 hasta n-1 (siendo n
el valor del número cuántico principal). Por ejemplo si n=5, los valores de l
pueden ser: l= 0, 1 ,2, 3, 4. Siguiendo la antigua terminología de los
espectroscopistas, se designa a los orbitales atómicos en función del valor
del número cuántico secundario, l, como:
l=0
orbital s (sharp)
l=1
orbital p (principal)
l=2
orbital d (diffuse)
l=3
orbital f (fundamental)

El número cuántico magnético (ml), determina la orientación espacial del
orbital. Se denomina magnético porque esta orientación espacial se
acostumbra a definir en relación a un campo magnético externo. Puede tomar
valores enteros desde -l hasta +l. Por ejemplo, si l=2, los valores posibles
para m son: ml=-2, -1, 0, 1, 2.

El número cuántico de espín (s), sólo puede tomar dos valores: +1/2 y -1/2.
Forma y tamaños de los orbitales
La imagen de los orbitales empleada habitualmente por los químicos consiste en
una representación del orbital mediante superficies límite que engloban una zona
del espacio donde la probabilidad de encontrar al electrón es del 99%. La extensión
de estas zonas depende básicamente del número cuántico principal, n, mientras
que su forma viene determinada por el número cuántico secundario, l.

Los orbitales s (l=0) tienen forma esférica. La extensión de este orbital
depende del valor del número cuántico principal, asi un orbital 3s tiene la
misma forma pero es mayor que un orbital 2s.

Los orbitales p (l=1) están formados por dos lóbulos idénticos que se
proyectan a lo largo de un eje. La zona de unión de ambos lóbulos coincide
con el núcleo atómico. Hay tres orbitales p (m=-1, m=0 y m=+1) de idéntica
forma, que difieren sólo en su orientación a lo largo de los ejes x, y o z.
Los orbitales d (l=2) también están formados por lóbulos. Hay cinco tipos de
orbitales d (que corresponden a m=-2, -1, 0, 1, 2).
Los orbitales f (l=3) también tienen un aspecto multilobular. Existen siete tipos de
orbitales f (que corresponden a m=-3, -2, -1, 0, +1, +2, +3).
Una vez descritos los cuatro número cuánticos, podemos utilizarlos para describir
la estructura electrónica del átomo de hidrógeno:
El electrón de un átomo de hidrógeno en el estado fundamental se encuentra en el
nivel de energía más bajo, es decir, n=1, y dado que la primera capa principal
contiene sólo un orbital s, el número cuántico orbital es l=0. El único valor posible
para el número cuántico magnético es ml=0. Cualquiera de los dos estados de spin
son posibles para el electrón. Así podríamos decir que el electrón de un átomo de
hidrógeno en el estado fundamental está en el orbital 1s, o que es un electrón 1s, y
se representa mediante la notación:
1s1
en donde el superíndice 1 indica un electrón en el orbital 1s. Ambos estados de
espín están permitidos, pero no designamos el estado de espín en esta notación.
1.5. Teoría cuántica y configuración electrónica.
¿Cómo pueden encontrarse los electrones en los átomos de forma que absorban y
emitan energía como cuantos? Para resolver esta pregunta, Bohr sugirió que los
electrones deben hallarse en órbitas de cierto tamaño, moviéndose a cierta
velocidad. Entonces, los electrones deben tener cierta energía. Si el electrón
absorbe energía, se moverá en un orbital de mayor energía y más alejada del
núcleo. Si pierde energía, el electrón se moverá en otra órbita más cercana al
núcleo. La teoría cuántica indujo la idea de que los electrones en las orbitas, tienen
una cantidad de energía (se dice que los electrones se encuentran en ciertos niveles
de energía). Bohr aplico estas ideas al átomo de hidrógeno y calculo
matemáticamente cual sería la frecuencia de la radiación emitida por el hidrógeno,
desafortunadamente, esa teoría no funciono también con elementos cuyos átomos
son más complejos que los del hidrógeno. Como resultado del trabajo teórico y
experimental, se ha llegado a desarrollar una representación de la estructura
atómica, que explica en forma satisfactoria los fenómenos químicos. Más que
describir al electrón como si se encontrase en un orbital perfectamente definido, la
nueva teoría cuántica sugiere que existen en regiones que se conocen como capas.
Cada capa tiene la capacidad para contener a más de un electrón, aun cuando
existe un límite superior, dependiendo de la capa que sé este considerando. A
diferencia de la órbita, una capa tiene una ubicación menos definida alrededor del
núcleo.
La configuración electrónica (o C.E) indica la posición de cada electrón dentro de la
envoltura nuclear, indicando en el nivel energético en el que éste se encuentra y en
que orbital. Cada electrón puede ser identificado específicamente gracias a
sus cuatro números cuánticos, los cuales son:
Número Cuántico principal (n): Corresponde al nivel energético en donde se
encuentra el electrón. Va desde 1 hacia arriba (1, 2, 3...)
Número Cuántico secundario o azimutal (l): Corresponde al orbital en donde se
encuentra el electrón. Se representa por s (0), p (1),d (2) y f (3).
Número Cuántico Magnético (m): Indica la orientación del orbital donde se
encuentra el electrón. Va desde -l hasta l (incluyendo el 0).
Número Cuántico de Spin o Giro (s): Este número cuántico se define
tradicionalmente como el giro que posee el electrón. Dos electrones con el mismo
giro no pueden tener un mismo m (solo se permiten dos electrones por m y deben
tener spines (giros) opuestos). Se identifican tradicionalmente como -1/2 y +1/2 o 1 y +1, en esta página web se utilizará la primera identificación (-1/2 y +1/2).
Para
escribir
la
configuración
electrónica
de
un
átomo
es
necesario:
Saber el número de electrones que el átomo tiene; basta conoce
r el n Ahora para poder seguir avanzando en la configuración electrónica debemos
conocer primero unos ciertos principios que nos ayudarán a comprender mejor
como se desarrolla este tema. Dichos principios son:
Principio de Aufbau o de la menor energía: Este principio nos indica que todos los
electrones partirán "llenando" los orbitales de menor energía posible. Si el de menor
energía está lleno, seguirán con el que le sigue en energía y así sucesivamente.
Principio de Hund o de la máxima multiplicidad: Este principio nos dice que en caso
de que existan orbitales atómicos con la misma energía, los electrones se
distribuirán equitativamente en cada uno y cuando todos tengan un electrón se
empezaran a llenar con los que les falten. Por ejemplo, si se tiene tres orbitales con
la misma energía (denominados orbitales degenerados), los electrones entrarán de
tal manera que los primeros tres electrones entrarán uno en cada orbital, todos con
el mismo spin. Cuando esto ocurre se dice que el orbital (los orbitales en este caso)
se encuentra semi-lleno. Posteriormente, se completarán los orbitales con los
electrones que hagan falta para este efecto. Esto se comprenderá de mejor manera
más adelante, cuando se hagan algunos ejemplos.
Principio de exclusión de Pauli: Este principio nos dice que cada electrón posee una
combinación única de 4 números cuánticos que lo personaliza. No es posible que
existan dos electrones con los 4 números cuánticos iguales. Esto quiere decir, que
sólamente pueden existir dos electrones por orbital, ya que existen dos espines
(+1/2 y -1/2).
1.5.1. Niveles de energía de los orbitales.
En química, la configuración electrónica es la manera en la cual los electrones están
ordenados en un átomo, molécula o en otra estructura física, de acuerdo con la
aproximación orbital en la cual la función de onda del sistema se expresa como un
producto de orbitales antisimetrizado.
Cualquier conjunto de electrones en un mismo estado cuántico deben cumplir el
principio de exclusión de Pauli al ser partículas idénticas. Por ser fermiones
(partículas de espín semientero) el principio de exclusión de Pauli nos dice que la
función de onda total (conjunto de electrones) debe ser antisimétrica. Por lo tanto,
en el momento en que un estado cuántico es ocupado por un electrón, el siguiente
electrón debe ocupar un estado cuántico diferente.
En los átomos, los estados estacionarios de la función de onda de un electrón en
una aproximación no relativista (los estados que son función propia de la ecuación
de Schrödinge
en donde
es el hamiltoniano monoelectrónico correspondiente; para el caso
general hay que recurrir a la ecuación de Dirac de la mecánicá cuántica de campos)
se denominan orbitales atómicos, por analogía con la imagen clásica de los
electrones orbitando alrededor del núcleo. Estos estados, en su expresión msica,
se pueden describir mediante cuatro números cuánticos: n, l, m y ms, y, en resumen,
el principio de exclusión de Pauli implica que no puede haber dos electrones en un
mismo átomo con los cuatro valores de los números cuánticos iguales.
De acuerdo con este modelo, los electrones pueden pasar de un nivel de energía
orbital a otro ya sea emitiendo o absorbiendo un cuanto de energía, en forma de
fotón. Debido al principio de exclusión de Pauli, no más de dos electrones pueden
ocupar el mismo orbital y, por tanto, la transición se produce a un orbital en el cual
hay una vacante.
1.5.2. Principio de exclusión de Pauli.
Este principio establece que: dos electrones en un átomo no pueden tener los
mismos cuatro números cuánticos, en otras palabras, solo dos electrones pueden
existir en el mismo orbital atómico, y estos electrones deben tener espines opuestos.
Los tres primeros número cuánticos, n, l y ml determinan un orbital específico. Dos
electrones, en un átomo, pueden tener estos tres números cuánticos iguales, pero
si es así, deben tener valores diferentes del número cuántico de espín. Podríamos
expresar esto diciendo lo siguiente: en un orbital solamente puede estar ocupado
por dos electrones y estos electrones deben tener espines opuesto:  ↓
1.5.3. Principio de Aufbau o de construcción.
El principio de Aufbau establece: que cuando los protones se agregan al núcleo de
uno para construir los elementos, los electrones se suman de la misma forma a los
orbitales atómicos.
Por lo tanto la configuración electrónica de todos los elementos se representan por
un núcleo de gas noble, el cual muestra entre paréntesis al elemento gas noble
que precede al elemento que se considera. Un ejemplo es el Calcio:
Ca (Z=20)=[Ar]4s2
Consiste en seguir un orden para el llenado de los orbitales, basado en los
diferentes niveles de energía de cada uno de ellos.
Para recordarlo se utiliza el diagrama de Moller o de las diagonales:
1.5.4. Principio de máxima multiplicidad de Hund.
La regla de Hund es un método empírico utilizado para el llenado de orbitales que
posea igual energía. Dicha regla fue acuñada por el físico alemán Friedrich Hund, y
es conocida también bajo el nombre de regla de máxima multiplicidad de Hund.
La regla se basa en el llenado de orbitales atómicos que tengan igual energía, así
podemos decir que existen tres orbitales tipo p, cinco orbitales atómicos tipo d, y
siete tipo f. En ellos se van colocando los electrones con spines paralelos en la
medida de lo posible. La partícula analizada será más estables ( es decir, tendrá
menor energía), cuando los electrones se encuentren en modo desapareado, con
espines colocados paralelamente, en cambio poseerá mayor energía cuando los
electrones se encuentren apareados, es decir los electrones colocados de manera
antiparalela o con espines de tipo opuestos.
Para poder comprender bien la regla de Hund, es necesario saber que todos los
orbitales en una capa deben de encontrarse ocupados al menos por un electrón,
antes de que se añada un segundo electrón. Es decir, los orbitales deben estar
completos y todos los electrones deben encontrarse en paralelo antes de que el
orbital se llene del todo. Cuando el orbital adquiera el segundo electrón, éste debe
encontrarse apareado con el anterior.
De esta manera, los electrones de un átomo van añadiéndose de manera
progresiva, utilizando una configuración ordenada, con la finalidad de tener buenas
condiciones energéticas estables. Así el principio de Aufbau, explica bien las reglas
a seguir para el llenado de orbitales para no utilizar mal la regla de Hund. En
resumen, como existen orbitales equivalentes, primeramente se completa los
electrones al máximo que se pueda y posteriormente se pasa a emparejar.
En cuanto al principio de Aufbau que seguimos para no cometer errores en la regla
de Hund, este se basa en un diagrama de orbitales, en donde si seguimos el orden
de llenado que nos indican las flechas que en el aparecen, llenaremos
correctamente los orbitales. Así, dicho diagrama empieza con el 1s, seguido de 2s,
para después subir al valor 2p y bajar de nuevo a 3s, 3p y seguir por 4s, así
sucesivamente siguiendo el orden de las flechas. También se le conoce como regla
de las diagonales, o del serrucho. Así el orden será: 1s, 2s, 2p, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s,
4d, 5p, 6s, 4f, 5d, 6p, etc.
A menudo se suele representar los orbitales a través de un cuadro rectangular,
usando flechas hacia arriba o hacia abajo, para designar los electrones con números
cuánticos magnéticos de spin con valores +1/2 ó -1/2, respectivamente.
Según la regla de Hund, la cual fue formulada por primera vez en el año 1925, la
configuración más estable es la que los electrones se encuentran ocupando
orbitales distintos, y con spines que estén orientados paralelamente. La ocupación,
u semiocupación de los orbitales se puede comprender de manera sencilla, pues la
repulsión electrostática entre los electrones es ínfima. La preferencia por los spines
paralelos, se pueden ver justificados solamente sobre la base de un tratamiento de
la mecánica ondulatoria.
1.5.5 Configuración electrónica de los elementos
Los Números Cuánticos
Los números cuánticos determinan la región del espacio-energía de mayor
probabilidad para encontrar a un electrón. El desarrollo de la Teoría Cuántica fue
realizado por Plank, Maxwell, Schrödinger, Pauling, Heisenberg, Einstein, De
Broglie y Boltzmann, etc.
Descripción de los Números Cuánticos:
n = Número Cuántico Principal: proporciona el Nivel y la distancia promedio relativa
del electrón al Núcleo. n posee valores de 1, 2, 3,....
l = Número Cuántico Azimutal: proporciona el subnivel. cada orbital de un subnivel
dado es equivalente en energía, en ausencia de un campo magnético. l posee
valores desde 0 hasta n-1.
m = Número Cuántico Magnético: Define la orientación del Orbital. m posee valores
desde -l pasando por 0 hasta +l.
s = Número Cuántico de Spin: Define el giro del Electrón. s posee valores de +1/2 y
-1/2.
Relación entre los números cuánticos y las características de un orbital.
Numero
Se relaciona con
Indica
n
El volumen o energía de un
orbital.
Nivel
l
La forma de un orbital.
Subnivel
m
La orientación de un orbital.
El numero de orbítales
s
La posibilidad de que un orbital Giro del electron
acepte o no un electrón.
Configuraciones electrónicas
Escribir la configuración electrónica de un átomo consiste en indicar cómo se
distribuyen sus electrones entre los diferentes orbitales en las capas principales y
las subcapas. Muchas de las propiedades físicas y químicas de los elementos
pueden relacionarse con las configuraciones electrónicas.
Esta distribución se realiza apoyándonos en tres reglas: energía de los orbitales,
principio de exclusión de Pauli y regla de Hund.
1. Los electrones ocupan los orbitales de forma que se minimice la energía del
átomo. El orden exacto de llenado de los orbitales se estableció experimentalmente,
principalmente mediante estudios espectroscópicos y magnéticos, y es el orden que
debemos seguir al asignar las configuraciones electrónicas a los elementos.
2. El orden de llenado de orbitales es:
1s22s22p63s23p64s23d104p65s24d105p66s24f145d106p67s25f146d107p6
En un determinado átomo los electrones van ocupando, y llenando, los orbitales de
menor energía; cuando se da esta circunstancia el átomo se encuentra en su estado
fundamental. Si el átomo recibe energía, alguno de sus electrones más externos
puede saltar a orbitales de mayor energía, pasando el átomo a un estado excitado.
Ejemplo:
MANGANESO con 25 electrones
En el casillero de la tabla periódica podemos leer: Mn: 2 - 8 - 13 - 2
o bien:
Mn: 1 s2
2 s2
2 p6
En total tenemos: 1° nivel: 2 electrones,
3 s2
3 p6
4 s2
3 d5
2° nivel: 8 electrones
3° nivel: 13 electrones, 4° nivel: 2 electrones
1.6 Periodicidad y propiedades
La periodicidad química o periodicidad de las propiedades químicas es la variación
regular, recurrente y predecible en las propiedades químicas de los elementos
cuando se incrementa el número atómico.
De este modo, la periodicidad química es la base de una clasificación de todos los
elementos químicos fundamentada en sus números atómicos y en sus propiedades
químicas.
La representación visual de la periodicidad química es conocida como tabla
periódica, tabla de Mendeleïev o clasificación periódica de elementos.
En esta se muestran todos los elementos químicos, ordenados en orden creciente
de sus números atómicos y organizados en función de su configuración
electrónica. Su estructura refleja el hecho de que las propiedades de los elementos
químicos son función periódica de su número atómico.
Esta periodicidad ha sido muy útil, puesto que ha permitido predecir algunas
propiedades de elementos que ocuparían lugares vacíos en la tabla antes de que
fueran descubiertos.
La estructura general de la tabla periódica es un arreglo de filas y columnas en el
que los elementos están dispuestos en orden creciente de números atómicos.
Hay un gran número de propiedades periódicas. Entre las más importantes
destacan la carga nuclear efectiva, relacionada con el tamaño atómico y tendencia
a formar iones, y el radio atómico, que influye en la densidad, punto de fusión y
ebullición.
También son propiedades fundamentales el radio iónico (afecta las propiedades
físicas y químicas de un compuesto iónico), el potencial de ionización, la
electronegatividad y la afinidad electrónica, entre otras.
Las 4 propiedades periódicas principales:
Radio atómico:
Se refiere a una medida relacionada con las dimensiones del átomo y corresponde
a la mitad de la distancia que existe entre los centros de dos átomos que se
encuentran haciendo contacto. Al recorrer un grupo de elementos químicos en la
tabla periódica de arriba hacia abajo, los átomos tienden a agrandarse, ya que los
electrones más externos ocupan niveles energéticos más alejados del núcleo.
Por esto se dice que el radio atómico se incrementa con el periodo (desde arriba
hacia abajo).
Por el contrario, al ir de izquierda a derecha en un mismo periodo de la tabla
aumenta el número de protones y electrones, lo que significa que aumenta la carga
eléctrica y, por lo tanto, la fuerza de atracción. Esto hace que tienda a disminuir el
tamaño de los átomos.
Energía de ionización
Se trata de la energía que se necesita para quitar un electrón de un átomo neutro.
Cuando se recorre un grupo de elementos químicos en la tabla periódica de arriba
hacia abajo, los electrones del último nivel estarán atraídos al núcleo por una fuerza
eléctrica cada vez menor puesto, que están siendo más alejados del núcleo que los
atrae. Por eso se dice que la energía de ionización se incrementa con el grupo y
disminuye con el período.
Electronegatividad
Este concepto se refiere a la fuerza con la cual un átomo genera atracción hacia
aquellos electrones que integran un enlace químico. La electronegatividad se
incrementa de izquierda a derecha a través de un período y coincide con la
disminución del carácter metálico. En un grupo la electronegatividad disminuye al
aumentar el número atómico y al aumentar el carácter metálico. Los elementos más
electronegativos se ubican en la parte superior derecha de la tabla periódica, y los
menos electronegativos en la parte inferior izquierda de la tabla.
Afinidad electrónica
La afinidad electrónica corresponde a la energía que se libera en el momento en el
que un átomo neutro toma un electrón con el cual forma un ion negativo.
Esta tendencia a aceptar electrones disminuye de arriba hacia abajo en un grupo, y
llega a incrementarse al desplazarse hacia la derecha de un período.
Organización de los elementos en la tabla periódica
Un elemento se sitúa en la tabla periódica según su número atómico (número de
protones que tiene cada átomo de ese elemento) y el tipo de subnivel en el que se
encuentre ubicado el último electrón.
En las columnas de la tabla se encuentran los grupos o familias de elementos. Estos
tienen propiedades físicas y químicas similares y contienen el mismo número de
electrones en su nivel energético más externo.
Actualmente, la tabla periódica consta de 18 grupos representados cada uno por
una letra (A o B) y un número romano.
A los elementos de los grupos A se les conoce como representativos y a los de los
grupos B se les llama elementos de transición.
Además existen dos conjuntos de 14 elementos: los llamados «tierras raras» o de
transición interna, conocidos también como series lantánida y actínida.
Los periodos están en las filas (líneas horizontales) y son 7. Los elementos en cada
periodo tienen en común el mismo número de orbitales.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en los grupos de la tabla periódica, los
elementos químicos en un mismo periodo no tienen propiedades similares.
Los elementos están agrupados en cuatro conjuntos según el orbital donde se
localice el electrón de mayor energía: s, p, d y f.
Familias o grupos de elementos
Grupo 1 (familia de metales alcalinos)
Todos tienen un electrón en su nivel último de energía. Estos conforman soluciones
alcalinas cuando reaccionan con el agua; de allí su nombre.
Los elementos que conforman este grupo son potasio, sodio, rubidio, litio, francio y
cesio.
Grupo 2 (familia de metales alcalino-térreos)
Contienen dos electrones en el último nivel de energía. A esta familia pertenecen el
magnesio, el berilio, el calcio, el estroncio, el radio y el bario.
Grupos 3 al 12 (familia de metales de transición)
Son átomos pequeños. Son sólidos a temperatura ambiente, excepto el mercurio.
En este grupo destacan el hierro, el cobre, la plata y el oro.
Grupo 13
En este grupo participan los elementos de tipo metálico, no metálico y semimetálico.
Lo integran el galio, el boro, el indio, el talio y el aluminio.
Grupo 14
A este grupo pertenece el carbono, elemento fundamental para la vida. Lo
constituyen elementos semimetálicos, metálicos y no metálicos.
Además del carbono también forman parte de este grupo el estaño, el plomo, el
silicio y el germanio.
Grupo 15
Lo conforma el nitrógeno, que es el gas con mayor presencia en el aire, así como el
arsénico, el fósforo, el bismuto y el antimonio.
Grupo 16
En este grupo se encuentra el oxígeno y también el selenio, el azufre, el polonio y
el telurio.
Grupo 17 (familia de los halógenos, del griego “formador de sales”)
Tienen facilidad de capturar electrones y son no metales. Este grupo está integrado
por el bromo, el astatino, el cloro, el yodo y el flúor.
Grupo 18 (gases nobles)
Se trata de los elementos químicos más estables, ya que son inertes químicamente
puesto que sus átomos tienen repleta la última capa de electrones. Están poco
presentes en la atmósfera terrestre, a excepción del helio.
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