Dolor abdominal crónico en niños: conducta en la

Anuncio
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Dolor abdominal crónico en niños: conducta en la consulta
médica comunitaria
Chronical abdominal pain in children: management in the
Communitary Medical Consultation
Sergio Luis González López1 Armando Alvarez Corcuera1 Zoe Quintero Delgado1 Berta Fonseca Romero1 Carlos
Cabrera Machado1 Lorenzo Pérez Romano1
1
Hospital Pediatrico Paquito González Cueto, Cienfuegos, Cienfuegos, Cuba, CP: 55100
Cómo citar este artículo:
González-López S, Alvarez-Corcuera A, Quintero-Delgado Z, Fonseca-Romero B, Cabrera-Machado C,
Pérez-Romano L. Dolor abdominal crónico en niños: conducta en la consulta médica comunitaria. Medisur
[revista en Internet]. 2007 [citado 2016 Dic 2]; 5(1):[aprox. 9 p.]. Disponible en:
http://www.medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/237
Resumen
Abstract
El término dolor abdominal recurrente se caracteriza
por la presencia de tres o más episodios de dolor
abdominal, durante un período de tres meses,
aunque en la práctica clínica, el término se aplica
también a episodios intermitentes de dolor de más
de un mes de duración. La definición es arbitraria y
ha originado controversias y errores en el
diagnóstico; la que se acepta actualmente es dolor
abdominal crónico, que comprende específicamente
el dolor abdominal constante o intermitente, de
larga duración, funcional u orgánico. En el presente
trabajo se realiza una revisión bibliográfica sobre el
dolor abdominal crónico en edad pediátrica, su
etiología, clasificación actual y diagnóstico; se
realiza un análisis crítico de la evaluación de los
pacientes con estos trastornos, de la conducta a
seguir con ellos en la atención comunitaria, y del
tratamiento no farmacológico y farmacológico de los
pacientes con dolor funcional.
The term recurrent abdominal pain is characterized
by the presence of three or more episodes of
abdominal pain in a three-months period although in
clincal practice, this term is applied to intermittent
episodes of pain in a period of more than one month.
This definition is arbitrary causing debates and
errors in diagnosing the patient. The term chronic
abdominal pain is accepted nowadays which is the
one that comprises the constant or intermittent
abdominal pain of long duration, functional or
organic. In this paper a bibliographical review on
chronic abdominal pain in children is carried out. A
critical analysis of the evaluation of the patient with
this disorders is done as well as the management to
follow with them in the primary attention and, the
pharmachlogical and non pharmachlogical treatment
of the patient with functional pain.
Key words: abdominal pain, child
Palabras clave: dolor abdominal, niño
Aprobado:
Correspondencia: Sergio Luis González López. [email protected]
Medisur
70
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
INTRODUCCIÓN
ambos sexos hay máxima incidencia alrededor
de los 10 años, 11-13 y en general, durante la
adolescencia no hay marcadas diferencias para
uno u otro sexo, mientras que pasada esta edad
es más frecuente en niñas que en varones, en
una proporción de 4:3.12,16
El término de dolor abdominal recurrente fue
introducido por Apley y Naish en 1958. 1 - 3
Inicialmente se definió como un síndrome
caracterizado por la presencia de tres o más
episodios de dolor abdominal, durante un período
de tres meses, capaz de limitar las actividades y
funciones del paciente, con intercrisis
asintomáticas.1-3 En la práctica clínica el término
se aplica también a episodios intermitentes de
dolor de más de un mes de duración. 1 Las
imprecisiones en su definición han originado
controversias y errores en el diagnóstico.1,4 Se ha
utilizado también el término de dolor abdominal
recidivante, que se emplea en las publicaciones
para describir todos aquellos casos sin causa
orgánica.1,5
Etiología
La mayoría de las investigaciones indica que solo
en un pequeño número de pacientes, el DAC es
causado por una enfermedad orgánica específica.
En el 90 % de los niños afectados, no se
encuentra una evidencia demostrable de
condición patológica anatómica, metabólica,
infecciosa, inflamatoria o neoplásica; estos casos
se agrupan bajo el término de DAC funcional.1,13,14
Algunos trabajos reportan enfermedad orgánica
en más del 90 % de los pacientes, y sugieren que
debía insistirse en la búsqueda de las causas en
todo niño con DAC.10,17 Esos resultados se deben
a que incluyen en el estudio pacientes con
características muy específicas, en los que la
probabilidad de hallar una enfermedad orgánica
es elevada .6
En el año 2005, el Subcomité de Dolor Abdominal
Crónico de la Academia Americana de Pediatría
(AAP) y de la Sociedad Norteamericana de
Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y
Nutrición (NASPGHN), recomendó retirar ambos
términos – recurrente y recidivante - y emplear
solo el de dolor abdominal crónico (DAC). 1,6 La
Sociedad Americana de Dolor (APS) y la
Asociación Americana de Medicina Familiar (AAFP)
adoptaron también esta denominación. 7 , 8
Actualmente, se define como dolor abdominal
constante o intermitente, de larga duración,
funcional u orgánico (por enfermedad específica).1,6
Causas de DAC orgánico8-13, 17
1. Enfermedades del tubo digestivo: hernia hiatal,
esofagitis, gastroduodenitis, úlcera péptica,
enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn,
colitis ulcerosa, divertículo de Meckel, síndrome
de Chilaiditis, afecciones recurrentes del
apéndice cecal (vólvulo, bridas congénitas),
parasitismo intestinal, anomalías de la rotación
intestinal, hernias, cuerpos extraños, linfoma
intestinal, tuberculosis intestinal, duplicidad
digestiva, invaginación intestinal recurrente,
síndrome adherencial, constipación, alergia
gastrointestinal.
Es importante comprender que el DAC es una
descripción, no un diagnóstico. No representa
una única enfermedad, sino que agrupa múltiples
problemas clínicos.4,5
DESARROLLO
Epidemiología
2. Enfermedades del hígado: vesícula biliar,
páncreas y bazo: enfermedades que cursan con
hepatomegalia, hepatopatías, tumores hepáticos,
pancreatitis crónica, pancreatitis recidivante,
fibrosis quística del páncreas, pseudoquiste
pancreático, colecistopatías litiásicas o alitiásicas,
anomalías congénitas de las vías biliares,
enfermedades que cursan con esplenomegalia.
A pesar de ser causa común de consulta a los
médicos comunitarios, pediatras, cirujanos
infantiles y gastroenterólogos,9 la prevalencia
exacta del DAC en niños no es bien conocida. 6
Existen estudios que, basados en que
aproximadamente un tercio de los niños sufren
este trastorno, estiman que es el más común de
las afecciones gastrointestinales pediátricas.5,10
En Estados Unidos de América, representa entre
el 2 y 4 % de los motivos de consultas
pediátricas. 6 , 1 1 La población de niños y
adolescentes afectada oscila entre 15 y 34 %.
7,12-15
Es raro antes de los 4 años; en escolares de
Medisur
3. Enfermedades del sistema genitourinario:
litiasis, hidronefrosis, malformaciones,
pielonefritis, enfermedad inflamatoria pélvica,
quiste y tumores de ovario, torsión de testículo
no descendido, hematocolpos, endometriosis,
dismenorrea primaria o secundaria, tumor de
71
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
Wilms.
❍
Migraña abdominal
4. Enfermedades hematológicas: anemia
drepanocítica, púrpura de Schönlein – Henoch.
Fisiopatología del DAC funcional
5. Enfermedades endocrinometabólicas: diabetes
sacarina, hipertiroidismo, hiperparatiroidismo,
insuficiencia suprarrenal.
En el origen del dolor están involucradas
anomalías del sistema nervioso autónomo del
tubo digestivo (SNA), también conocido como el
“cerebro del intestino”. El SNA interactúa con el
sistema nervioso central (SNC) en forma
bidireccional. La afectación de esta comunicación
es fundamental para la patogénesis del DAC
funcional.1,9
Se plantean dos mecanismos fisiopatológicos
para explicar el DAC funcional:
6. Enfermedades musculoesqueléticas: síndrome
de la costilla deslizante, mialgias después de
ejercicios o movimientos anómalos, escoliosis,
hernia discal.
7. Enfermedades neurológicas: mielitis, epilepsia.
8. Otras enfermedades: intoxicación por plomo,
porfiria, fiebre reumática, lupus eritematoso
sistémico, amiloidosis, otros tumores
abdominales: linfomas, neuroblastoma, etc.
1. Hipersensibilidad visceral. Es el mecanismo
más aceptado. Tiene dos formas: hiperalgesia
visceral (respuesta dolorosa más intensa y
prolongada por una disminución del umbral para
el dolor en respuesta a cambios a la presión
intraluminal) y alodinia (sensación de dolor de un
evento fisiológico que previamente no lo causaba,
por ejemplo, el paso del bolo fecal por el
intestino, o el gas generado en la digestión).12,18
Las evidencias disponibles actualmente sugieren
que el DAC está asociado con hiperalgesia
visceral. Un proceso inflamatorio atribuible a
infecciones, alergias, o enfermedad inflamatoria
primaria, puede causar sensibilización de los
nervios aferentes y estar asociado con el
comienzo de la hiperalgesia visceral. Es algo
similar a lo que ocurre después de una
quemadura o una herida, cuando la piel
permanece hipersensible por prolongados
períodos de tiempo y percibe como dolorosos al
contacto, estímulos que normalmente no lo son.
Estudios en adultos aportan resultados que
sugieren un procesamiento anormal en el SNC de
las señales aferentes, que pueden influir en la
fisiopatología del dolor . 1,18 Los estímulos que
inician esta reactividad anormal pueden ser
neurógenos (comida, distensión del intestino,
cambios hormonales), orgánicos (procesos
inflamatorios) o psicológicos (separación de los
padres, ansiedad).
Causas de DAC funcional
En los últimos veinte años se han establecido
grupos de trabajo para el estudio de pacientes
con DAC. El más notable (y quizás el más
difundido) fue el Equipo de Trabajo Multinacional
para desarrollar criterios diagnósticos para los
Trastornos Funcionales Gastrointestinales
(Comité de Roma), encabezado por Drossman.
Publicaron en 1990 los criterios diagnósticos para
la clasificación de los trastornos funcionales
gastrointestinales en pacientes adultos.19 Siete
años después, se realizó en Roma la reunión del
grupo de trabajo para la clasificación de los
trastornos pediátricos. Estas reuniones dan lugar
a la creación de documentos conocidos como
Criterios de Roma, que han proporcionado a los
investigadores un método para estandarizar la
conducta y la definición de dichos trastornos.
Después de su publicación, se han incrementado
las investigaciones clínicas, lo que contribuye a
una mejor comprensión y tratamiento de estas
enfermedades. 13,20,21 Los Criterios de Roma
constituyen un sistema de clasificación de los
trastornos funcionales gastrointestinales (incluye
aquellos asociados con DAC) basado en síntomas.6
En 1999, se publicó una versión actualizada bajo
el nombre de Criterios de Roma II,22 en la que se
establecen cuatro formas clínicas para el DAC
funcional en niños:
❍
Dispepsia funcional
❍
Síndrome del intestino irritable
❍
Dolor abdominal funcional
Medisur
2. Dismotilidad gastrointestinal. Podría ser el
resultado de una disfunción del SNA o vegetativo,
específicamente de su actividad simpática
aferente en el tubo digestivo, lo que origina
calambres por un peristaltismo anómalo y
exacerbado.12 La mayoría de las investigaciones
del dolor visceral en la niñez, durante la década
de los años 80 y 90, se centraron en los
desórdenes de la motilidad y en trastornos
72
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
psiquiátricos. Sin embargo, con auxilio de
recientes técnicas de diagnóstico, se ha
fracasado en identificar anomalías motoras
suficientemente graves, como para explicar los
síntomas de los pacientes. 1 Aunque muchos
adultos con alteraciones funcionales del intestino
tienen un trastorno psíquico, se sugiere que la
presencia de factores psicológicos está más
asociada a la búsqueda de apoyo médico por
parte del paciente y su familia, que a la
búsqueda del origen del dolor.1
❍
❍
El camino a la cronicidad del dolor se caracteriza
por intentos fallidos de ajustarse y enfrentarse a
experiencias adversas. Para que el dolor se haga
crónico, es preciso el concurso de estímulos
estresantes físicos (medicación reciente,
estreñimiento, aerofagia, intolerancia a la lactosa,
etc.) o psíquicos (muerte, divorcio de los padres,
enfermedad, acoso escolar por otros niños, etc.).
Con el transcurso del tiempo, la reiteración de
estas experiencias conducen al paciente a
desarrollar síntomas concomitantes de
incapacidad física crónica, ansiedad, trastornos
del sueño, ausencias escolares y retirada social.
❍
Dispepsia funcional tipo dismotilidad:
predominan las molestias en hemiabdomen
superior, sin dolor, que se incrementan con la
ingestión de alimentos. Esta sensación puede
estar caracterizada por saciedad precoz,
distensión epigástrica postprandial, náuseas y
vómitos.
Dispepsia inespecífica: pacientes cuyos
síntomas no satisfacen los criterios de las dos
formas precedentes.
2. Síndrome del intestino irritable. Niños con
madurez suficiente para asegurar una historia de
12 semanas de evolución, no necesariamente
consecutivas, en los 12 meses previos a la
consulta médica, de dolor o molestia abdominal,
que presenta al menos dos de las siguientes
características: alivio con la defecación, cambios
en la frecuencia y consistencia de las
deposiciones, coincidiendo con el inicio de los
síntomas, y sin evidencia de enfermedad
orgánica que explique los síntomas.
El horario escolar a veces es intenso y con
elevadas exigencias dentro y fuera de la escuela,
como respuesta a un mundo cada vez más
competitivo, que fuerza al niño a cumplir
expectativas paternas excesivas. Los niños
tienden a ser introvertidos, con escasa
autoestima, ansiedad, aislamiento y depresión,
con dificultad para reaccionar adecuadamente al
enfrentarse a problemas rutinarios que no
pueden superar.1,12,16
3. Migraña abdominal. Historia de tres o más
episodios, en los 12 meses previos a la consulta
médica, de dolor abdominal intenso paroxístico,
que oscila entre 2 horas y días de evolución, con
intervalos (semanas a meses) libres de síntomas
y con la presencia al menos de dos de las
siguientes características: cefalea total o
unilateral durante los episodios, fotofobia
durante los episodios, aura (visual , sensorial o
motora ) durante los episodios, historia familiar
de migraña y sin evidencia de enfermedad
orgánica que explique los síntomas.
Cuadro clínico
En el DAC orgánico los síntomas y signos
dependerán de la enfermedad que origine el
dolor.
Los Criterios de Roma II para el DAC funcional
establecen los parámetros siguientes: 1,13,20-22
4. Dolor abdominal funcional. Historia de 12
semanas como mínimo, previas a la consulta
médica, de dolor abdominal continuo, o casi
continuo, en niño en edad escolar o adolescente;
con afectación de la actividad diaria; sin relación
con eventos fisiológicos (comer, defecar,
menstruar) o relación ocasional, ni evidencia de
enfermedad orgánica que explique los síntomas;
criterios insuficientes para las demás
alteraciones funcionales.
1. Dispepsia funcional. Se trata de niños con
madurez suficiente para asegurar una historia de
12 semanas de evolución, no necesariamente
consecutivas, en los 12 meses previos a la
consulta médica, de dolor o molestia recurrente
en epigastrio, sin cambios en la frecuencia, o
forma de las deposiciones, ni alivio del dolor con
la defecación, y sin evidencia de enfermedad
orgánica (incluida endoscopia superior) que
explique los síntomas. La dispepsia funcional
puede manifestarse en las variantes siguientes:
Medisur
Dispepsia funcional tipo ulcerosa: predomina el
dolor localizado en hemiabdomen superior. Los
síntomas son sugestivos de úlcera, pero sin
lesión orgánica demostrada.
El Subcomité de DAC de la Academia Americana
73
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
de Pediatría y de la Sociedad Norteamericana de
Gastroenterología pediátrica, hepatología y
nutrición, ( 1 , 6 ) simplifica estos criterios,
haciéndolos más prácticos para el uso en la
consulta médica:
erupciones, crecimiento, retardo, o comienzo de
la pubertad, interferencia con la actividad diaria,
juegos, relaciones con la familia, dinámica
familiar.
4.Examen físico. Peso, talla, curva de crecimiento,
estadio puberal, presión sanguínea, examen del
abdomen (localización del dolor, presencia de
masas, ascitis, visceromegalia u otros signos),
del ano, recto y pelvis.
1.Dispepsia funcional. Dolor abdominal, o
sensación de molestias en el hemiabdomen
superior.
2.Síndrome del intestino irritable. Dolor
abdominal asociado con alteración de los
movimientos intestinales.
5.Resultados de exámenes complementarios
previos.
3.Migraña abdominal. Dolor abdominal con los
rasgos de una migraña: dolor abdominal
paroxístico asociado con anorexia, náuseas,
vómitos o palidez, así como historia materna de
cefalea migrañosa.
Con frecuencia un interrogatorio preciso y un
correcto examen físico, realizados en un
ambiente adecuado, ofrecen más datos para el
diagnóstico, que varios días cargados de
exámenes complementarios. Debe tenerse
siempre presente el aforismo “escuche a su
paciente y él le dirá el diagnóstico”. Por otra
parte, este esfuerzo inicial favorece la confianza
y seguridad del enfermo y sus familiares, a la vez
que permite una elección más precisa de
pruebas, ahorro de tiempo, recursos y la
reducción de riesgos para el paciente.9
4.Síndrome de dolor abdominal funcional. Dolor
abdominal sin las características de los tres
cuadros precedentes.
Diagnóstico
El DAC pone a prueba la paciencia del entorno
familiar y al médico responsable de la atención
del paciente.9 La evaluación del paciente deberá
realizarse en el contexto de un modelo
biopsicosocial de asistencia.1 Los niños con DAC
y sus familiares están casi siempre más ansiosos
o deprimidos, que los niños sin este síndrome.9
La presencia de ansiedad, depresión, trastornos
de conducta, o eventos negativos de la vida
familiar o personal del niño, no siempre son
datos útiles para distinguir entre DAC orgánico o
funcional, pero son importantes en la evaluación
y tratamiento ulterior.1
Una correcta semiografía del dolor incluye:23
1.Localización. La del dolor funcional con
frecuencia es periumbilical o difusa; la del dolor
orgánico es más precisa, dependiendo del órgano
afectado, o la enfermedad en sí misma.
2.Irradiación.
3.Periodicidad. La del dolor originado en vísceras,
transmitido por vía del SNA, es generalmente
intermitente, mientras que la del dolor de
cualquier origen, trasmitido por vía somática
(nervios espinales) es generalmente de carácter
continuo.
De igual forma, los síntomas descritos en los
Criterios de Roma, no permiten determinar el
origen funcional u orgánico del DAC por sí
mismos.
4.Ritmo, horario. Ritmo diurno: no tiene gran
significado en ausencia de una relación digestiva
evidente. Aparición nocturna: sugiere
enfermedad orgánica.
La confección de una detallada historia clínica se
hará bajo normas metodológicas estrictas:8,9,13
1.Datos generales, antecedentes patológicos
familiares y personales.
5.Relación con la ingestión de alimentos:
postprandial precoz, tardío, o sin relación
prandial aparente.
2.Historia psicosocial y pediátrica.
6.Intensidad.
3.Anamnesis. Hacer énfasis en: semiografía del
dolor, apetito, dieta, saciedad, náuseas, vómitos,
reflujo, patrón defecatorio, consistencia de las
heces, evacuación, pérdida de peso, fiebre,
Medisur
7.Calidad y carácter (cómo sienten el dolor):
quemante o ardoroso, penetrante, lancinante,
constrictivo, sordo o pulsátil; calambre, pesantez,
74
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
etc.
8.Modo de comienzo.
prescripción por médicos más especializados y
probablemente sea necesario hospitalizar al niño
para realizarlos.1,9,13
9.Modo de alivio.
1. Laboratorio clínico.
10.Variación con los cambios de posición.
❍
11.Síntomas asociados.
12.Curso. Regular: generalmente asociados a
afección orgánica. Irregular: más frecuentes en
procesos funcionales.
❍
Existen síntomas de alarma que indican una alta
probabilidad de que el paciente tenga una
enfermedad orgánica, y requieren una
investigación más exhaustiva para su diagnóstico,
aunque en muchos casos el resultado niegue
dicha organicidad:1,13
Química sanguínea: glicemia, transaminasa,
otras enzimas hepáticas, amilasa pancreática,
ceruloplasmina, protoporfirina eritrocitaria,
niveles de plomo y cobre en sangre.
❍
Examen de orina.
❍
Examen de heces fecales.
❍
1.Pérdida de peso involuntaria.
2.Detención o desaceleración del crecimiento.
Hematológicos: hemograma, leucograma con
conteo diferencial de leucocitos,
eritrosedimentación, coagulograma,
electroforesis de hemoglobina.
❍
Examen del líquido duodenal obtenido por
aspiración.
Mediciones del Ph esofágico.
3.Vómitos con características significativas:
biliosos, prolongados, cíclicos; hematemesis.
2.Imaginológicos.
4.Diarrea crónica grave.
5.Dolor persistente lejos del ombligo, o en
cuadrante inferior derecho del abdomen.
6.Fiebre inexplicable.
❍
Ecografía abdominal.
❍
Radiografía simple del abdomen.
❍
7.Alteraciones del sueño.
8.Disuria, hematuria.
9.Hallazgos al examen físico: dolor localizado en
cuadrante inferior derecho del abdomen o lejos
del ombligo, masa palpable en abdomen,
hepatomegalia, esplenomegalia, dolor en el
ángulo costovertebral, o en la columna vertebral;
anomalías perianales.
❍
Tomografía computarizada.
❍
Ganmagrafía abdominal con radioisótopos.
3.Estudios microbiológicos.
❍
10.Historia familiar de enfermedad inflamatoria
del intestino.
❍
Exámenes complementarios
Estarán orientados según las características
individuales de la enfermedad de cada paciente,
y se indicarán progresivamente según su
complejidad. De ninguna manera pueden
constituir una “rutina” de exámenes. Los más
importantes pueden indicarse en la atención
médica comunitaria; otros requieren su
Medisur
Series contrastadas (baritadas) del tubo
digestivo: estómago, duodeno, “tránsito”
intestinal, colon.
Cultivos de orina, heces, bilis, secreciones
genitales.
Pruebas serológicas para Helicobacter pylori y
Endamoeba hystolitica.
4.Estudios endoscópicos.
75
❍
Laparoscopia.
❍
Endoscopia del tubo digestivo superior.
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
❍
ISSN 1727-897X
Es difícil trazar un esquema general de asistencia
para todos los pacientes con DAC, porque la
atención debe ser muy individualizada de
acuerdo a las características particulares de cada
caso. Una guía útil siempre parte de una correcta
anamnesia y examen físico exhaustivo, de
utilidad también para determinar si el paciente
requiere o no hospitalización para continuar su
estudio, si puede evaluarse en una consulta
general, o si debe remitirse a una consulta
especializada. (Gráfico)
Endoscopia del tubo digestivo inferior.
5. Electroencefalograma.
6. Evaluación psicológica mediante pruebas
específicas.
Evaluación y conducta a seguir
Medisur
76
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
Independientemente del origen orgánico o
funcional del DAC, la educación de la familia y
del propio niño es un capítulo importante del
tratamiento.1,13 Si se sospecha DAC funcional, hay
En el DAC orgánico el tratamiento se dirige a la
enfermedad que lo origina.13
Tratamiento no farmacológico
Medisur
77
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
que explicarles de forma sencilla en qué consiste
y que no es una “rareza”, sino algo común, así
como sus manifestaciones y cómo se originan,
asegurándole que no tiene un trastorno serio o
crónico. Puede requerirse la participación de los
servicios de psicología y psiquiatría infantil,
fundamentalmente en pacientes con reacciones
de conversión, ansiedad incontrolable, imitación
del patrón familiar y conflictos familiares.1,9,11-13
❍
❍
❍
Deben modificarse conductas nocivas y eliminar
en lo posible aquellas situaciones que generen
estrés al paciente. Un programa de terapia
cognitiva - conductual y una intervención familiar
similar, han dado muestras de ser eficaces en el
tratamiento del DAC funcional, con disminución
de la intensidad y frecuencia de aparición de los
episodios dolorosos.1,6,13,24,25 Es necesario eliminar
la fuente de las consecuencias negativas
psicosociales del dolor, como las ausencias a la
escuela, así como promover actividades que
incrementen la independencia del niño. El
objetivo es ayudarlo a controlar y tolerar el dolor
por sí mismo, mientras participa plenamente en
las actividades cotidianas. Luego se trabajará
con la familia para eliminar el estrés innecesario
y ayudarlo a sobrellevar mejor aquel que es
inevitable. Muchas veces se requiere involucrar
al personal de la escuela en la terapia.11
❍
❍
❍
❍
Antagonistas de receptores H2 (cimetidina,
ranitidina, famotidina).
❍
Citoprotectores (sucralfato).
❍
No se emplean medicamentos específicos.
En el DAC funcional, es frecuente la reaparición
de los síntomas ante nuevas situaciones de
conflicto desde el punto de vista individual y
social, o si persisten las que los desencadenaron
inicialmente. No obstante, en más del 50 % de
los pacientes hay resolución completa. Su
aparición antes de los 6 años, la duración mayor
de 6 meses antes del diagnóstico y la existencia
de familiares con trastornos funcionales,
empeoran el pronóstico.13
Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina,
imipramina) a bajas dosis. La amitriptilina tiene
efecto anticolinérgico, y sería más útil cuando
predominen los episodios diarreicos. La
imiprimina sería mejor en cuadros de
constipación.
CONCLUSIONES
El dolor abdominal crónico en niños es causa
relativamente frecuente de consulta a los
médicos que laboran en la atención primaria de
Anticolinérgicos (clorhidrato de papaverina,
metilbromuro de homatropina).
Medisur
Propranolol.
Depende de la enfermedad que causa el dolor,
en los casos de etiología orgánica.
2.Síndrome del intestino irritable.
❍
Antagonistas de receptores de serotonina
(pizotifen).
Pronóstico
Inhibidores de la bomba de protones
(omeprazol, lanzoprazol).
Procinéticos (cisaprida, metoclopramida).
Antagonistas de receptores H1
(ciproheptadina).
Hay pocos estudios disponibles en la literatura
biomédica, sobre la efectividad de las
intervenciones terapéuticas farmacológicas y
dietéticas, y proporcionan una evidencia
inconclusa o limitada de esa efectividad.5,6,16,26,27
1.Dispepsia funcional.
❍
Aceite de menta. Se le atribuye un efecto
relajante del músculo liso del tubo digestivo en
niños.
4.Dolor abdominal funcional.
1,6-8,12,13,16,20
❍
Procinéticos (cisaprida, metoclopramida).
3. Migraña abdominal.
Tratamiento farmacológico del DAC funcional
❍
Fibra dietética, laxantes (hidróxido o trisilicato
de magnesio) en casos con constipación.
78
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
salud. La mayoría de los casos no tienen una
enfermedad orgánica que pueda solucionarse
con un tratamiento médico o quirúrgico
específico. Los resultados de la terapia
farmacológica no son siempre satisfactorios. Es
de gran importancia la educación del niño en su
enfermedad, así como involucrar a familiares y
personal escolar en el tratamiento. Un programa
de terapia cognitiva-conductual y una
intervención familiar similar pueden ser eficaces.
Algunos casos requieren ser atendidos en
consultas especializadas hospitalarias, o de la
propia atención comunitaria, si han sido
organizadas con suficiente capacidad resolutiva
en este nivel de asistencia sanitaria.
7. American Pain Society [homepage in Internet].
Chicago: American Pain Society; 1996-2007
[citado el 26 de diciembre de 2005]. Pediatric
chronic pain: a position statement from the
American Pain Society; [aprox. 6 p.]. Available
from:
http://www.ampainsoc.org/advocacy/pediatric.ht
m.
8. Alan M, Lake MD. Chronic abdominal pain in
childhood: diagnosis and management. Am Fam
Physician [serie en Internet] 1999 Apr [citado el
26 de septiembre de 2005];59(7):[aprox. 6 p.].
Available
from:
http://www.aafp.org/afp/990401ap/1823.html.
9. Valoria Villamartín JM, Digiuni Avalís EM. Dolor
abdominal recidivante. Valoria Villamartín JM, ed.
Cirugía pediátrica. Madrid: Editorial Díaz de
Santos, S.A.; 1994. p. 361-3.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Subcommittee on chronic abdominal pain.
American Academy of Pediatrics/ North American
Society for Pediatric Gastroenterology,
Hepatology and Nutrition. Chronic abdominal
pain in children: clinical report. Pediatrics.
2005;115:812-5.
10. Kolts RL, Nelson RS, Park R, Heikenen J.
Exploratory laparoscopy for recurrent right lower
quadrant pain in a pediatric population. Pediatr
Surg Internat. 2006; 17. p.1-3.
11. Beers MH, Porter RS, Jones TV, Kaplan JL,
Berkwits M. Editors. Editors. Recurrent abdominal
pain. The Merck Manual of Diagnosis and Therapy
[monografía en Internet]. New Jersey:
Whitehouse Station; 2005 [citado el 26 de
diciembre de 2005]; [aprox. 6 p.]. Available from:
http://www.merck.com/mmpe/sec02/ch007/ch00
7c.html.
2. American Academy of Pediatrics/. North
American Society for Pediatric Gastroenterology,
Hepatology and Nutrition. Chronic abdominal
pain in children: a technical report. J Pediatr
Gastroenterol Nutr. 2005; 40(3):249-61.
3. Nakayama Y, Horiuchi A, Kumagai T, Kubota S,
Taki Y, Oishi S et al. Psychiatric, somatic,
gastrointestinal disorders and helicobacter pylori
infection among children with recurrent
abdominal pain. Arch Dis Child [serie en
Internet]. 2006 [citado: 3 de mayo de
2006]:[aprox 12 p.]. Available from:
http://adc.bmj.com/cgi/rapidpdf/adc.2005.089847
v1.
12. Uruzuño Tellería P, Bousoño García C,
Cilleruelo Pascual ML. Dolor abdominal. Sociedad
Española de Gastroenterología, Hepatología y
Nutrición Pediátrica. An Esp Pediatr. 2002;
56(5):452-8.
13. De Vivero R. Dolor abdominal recurrente.
Colomb Med [serie en Internet]. 2005 [citado 26
de febrero de 2006]; 36 (2 supl): [aprox. 10 p.].
Available
from:
http://colombiamedica.univalle.edu.co/Vol36No2S
upl1/cm36n2s1a8.htm.
4. Abu Arafeh I. Definition of recurrent abdominal
pain was not applied (carta). BMJ. 1998;317:682.
5. Humphreys PA, Gevirtz RN. Treatment of
recurrent abdominal pain: components analysis
of four treatment protocols. J Pediatr
Gastroenterol Nutr. 2000; 31(1):47-51.
14. Hyams JS. Recurrent abdominal pain and
irritable bowel syndrome in children. J Pediatr
Gastroenterol Nutr. 1997;25(Suppl.1):16-7.
6. National Guideline Clearinghouse [página en
Internet]. Washington: National Guideline
Clearinghouse; c1998-2006 [citado el 26 de
diciembre de 2005]. Chronic abdominal pain in
children; [aprox. 12 p.]. Available from:
http://www.guideline.gov/summary/summary.asp
x?ss=15&doc_id=6630&nbr=4174.
Medisur
15. Konijnenberg AY, De Graeff-Meeder ER,
Kimpen JLL, van der Hoeven J, Buitelaar JK,
Uiterwaal CSPM. The pain of unknown origin in
children study group. Children with unexplained
chronic pain: do pediatricians agree regarding
79
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargado el: 2-12-2016
ISSN 1727-897X
23. Llanio Navarro R, Fernández Mirabal JE, Pérez
Carballás F, Fernández Sacasa JA, Pena Pereiro A,
Rodríguez Rivera L et al. Propedéutica clínica y
semiología. Vol 2. 2ª ed. La Habana: Editorial
Pueblo y Educación; 2004. p. 534-55.
the diagnostic approach and presumed primary
cause?. Pediatrics. 2004;114(5):1220-6.
16. Eccleston C, Maleson P. Managing chronic
pain in children and adolescents (editorial). BMJ.
2003; 326:1408-9.
24. Eccleston C. Managing chronic pain in
children: the challenge of delivering chronic care
in a "modernising" healthcare system. Arch Dis
Childhood. 2005; 90: 332-3.
17. Blanco JA, Casasa JM, Castellvi A, Isnard RM,
López P. La laparoscopia en el dolor abdominal
crónico en la infancia. Cir Pediatr.
2005;18(2):61-4.
25. Eccleston C, Yorke L, Morley S, Williams AC,
Mastroyannopoulou K. Psychological therapies for
the management of chronic and recurrent pain in
children and adolescents [Base de datos en
Internet]. Oxford: Biblioteca Cochrane.
c1999-2007- [citado: 26 de diciembre de 2005].
Available
from:
http://cochrane.bireme.br/cochrane/show.php?db
=reviews&mfn=&id=_ID_CD003968&lang=es&d
blang=.
18. Quera R, Valenzuela J. Hipersensibilidad
visceral: un concepto a nuestro alcance. Rev Med
Chile. [serie en Internet]. 2003 [citado 26 de
febrero de 2005]; 131: [aprox 12 p]. Available
from:
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0034-98872
003000100014&script=sci_arttext&tlng=es.
19. Drossman DA, Thompson WG, Talley NJ, et al.
Identification of subgroups of functional bowel
disorders. Gastroenterol Int. 1990;3:159-172.
26. Huertas ceballos A, Macarthur C, Logan S.
Dietary interventions for recurrent abdominal
pain (RAP) in childhood [Base de datos en
Internet]. Oxford: Biblioteca Cochrane.
c1999-2007- [citado: 26 de diciembre de 2005].
Available
from:
http://cochrane.bireme.br/cochrane/show.php?db
=reviews&mfn=&id=_ID_CD003968&lang=es&d
blang=.
20. Rasquin Webera A, Hymanb PE, Cucchiarac S,
Fleisherd DR, Hyamse JS, Millaf PJ et al. Childhood
functional gastrointestinal disorders. Gut.
1999;45 (2 supl 2): II60-8.
21. Rome Multinational Working Teams:
Drossman DA, Corazziari E, Talley NJ, Thompson
WG, Whitehead WE. Editors. Rome II: The
Functional Gastrointestinal Disorders, 2nd Ed.
The Rome Criteria II. Appendix A: diagnostic
criteria for functional gastrointestinal disorders
[monografía en Internet]. Rome: Degnon
Associates, Inc; 2005 [citado: 26 de diciembre de
2005].
Available
from:
http://www.romecriteria.org/documents/Rome_II_
App_A.pdf.
27. Huertas ceballos A, Macarthur C, Logan S.
Pharmacological interventions for recurrent
abdominal pain (RAP) in childhood [Base de
datos en Internet]. Oxford: Biblioteca Cochrane.
c1999-2007- [citado: 26 de diciembre de 2005].
Available
from:
http://cochrane.bireme.br/cochrane/show.php?db
=reviews&mfn=&id=_ID_CD003968&lang=es&d
blang=.
22. Drossman DA. The functional gastrointestinal
disorders and the Rome II process. Gut
1999;45(2 supl): II1-5.
Medisur
28. Weydert JA, Ball M, Davis MF. Systematic
Review of Treatments for Recurrent Abdominal
Pain. Pediatrics. 2003;111(1):1-11.
80
abril 2007 | Volumen 5 | Numero 1
Descargar