traumatismos del riñon - Revista Argentina de Urología

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TRAUMATISMOS
A PROPOSITO DE 6
DEL
RIÑON
OBSERVACIONES
Por el Doctor JUAN IRAZU
Los traumatismos renales han sido motivo de numerosas e interesantes comunicaciones en esta sociedad y de su lectura se deduce, la uniformidad de cri-;
Lerio para su diagnóstico y tratamiento.
Del estudio de los datos estadísticos de los casos tratados por distinguidos
colegas y de los nuestros (25 publicacione y 8 citados) podemos deducir que
la edad media de los traumatizados oscilaba en los 24 años; que el más joven
fué de 7 años y el mayor de 40 años. El sexo masculino fué el más atacado ( 1 9 )
veces y ( 9 ) en el femenino. El tipo de traumatismo más frecuente fué la contusión directa ( 1 8 ) veces, por caída ( 9 ) , por golpes ( 7 ) , por puntapié o
coz ( 2 ) . Las contusiones indirectas por caída de píe o por aplastamiento fueron ( 3 ) , no habiendo observado ningún caso de rotura renal por contracción
muscular. Las heridas por arma blanca ( 3 ) , complicadas con herida del hígado
(obs. 1 6 ) , de p u l m ó n (obs. 2 1 ) , de p u l m ó n y mediastino (obs. 2 3 ) . Las
regiones más accesibles a los traumatismos fueron el flanco y la región lumbar
( 2 2 ) veces; de éstas ( 1 0 ) fueron derechas y ( 9 ) izquierdas. Las contusiones
anteriores por aplastamiento fueron observadas ( 2 ) veces. Las heridas del lado
izquierdo del abdomen parecen más frecuentes, pues la proximidad del corazón
ofrecería mejor blanco.
De las ( 3 ) heridas por arma blanca, ( 2 ) fueron del lado izquierdo. Las
heridas por arma de fuego fueron ( 2 ) del lado derecho.
La síntonatología de los traumatismos renales varía de acuerdo al grado
de lesión anatómica; éstas son: l 9 rotura subcapsulares; 2<? intersticiales; 3 9 renocaliciales; 4 9 roturas totales; 5Q estallidos; 6 9 roturas de pelvis o uréter;
7" desgarradura total o parcial del pedículo.
De acuerdo a la sintomatología podemos establecer la variedad anátomopatológica de lesión. Las dos primeras variedades n o figuran en nuestra esta-
276
REVISTA
ARGENTINA
DE
UROLOGÍA
dística, pues se trata de lesiones leves. A la tercera variedad pertenecen las observaciones ( 5 ) , ( 1 2 ) y ( 1 9 ) que presentaban como consecuencia del trauma,
hematuria total y dolor que cedieron al tratamiento médico. A la cuarta variedad pertenecen las observaciones (3) al ( 2 6 ) , (8) al ( 1 2 ) , ( 1 4 ) , ( 1 5 ) ,
( 1 8 ) , ( 1 9 ) y ( 2 2 ) ; con roturas completas, incompletas y sección. A la variedad quinta pertenecen las observaciones ( 7 ) , ( 1 3 ) , ( 1 7 ) y ( 2 4 ) . Estas dos
variedades presentan una sintomatología análoga y son considerados traumatismos graves por flexión del órgano. Se manifiestan por hematuria intensa, retención, hematoma perirrenal, shock y anemia aguda. Finalmente, las variedades
sexta y séptima son lesiones raras, gravísimas, generalmente mortales. En ellas
suele faltar la hematuria como en la observación ( 2 0 ) y pueden complicarse de
hemorragia interna.
Las heridas del riñon por armas, son clasificadas como lesiones graves, a
éstas pertenecen las observaciones ( l ) , (2) y ( 2 5 ) . Si se complican de lesiones
de otros órganos, (hígado, bazo, pulmón e intestino) son muy graves o
mortales, a éstas pertenecen las observaciones ( 1 6 ) , ( 2 1 ) y ( 2 3 ) .
Repetimos que la sintomatología es capaz de establecer la variedad de lesión renal y si suponemos que hallamos diagnosticado un estallido, éste requerirá probablemente una nefrectomía. Antes de realizarla debemos investigar si
no se trata de un riñon único, por medio de la pielografía descendente. Este
útil elemento de dignóstico y pronóstico no siempre disponible en la guardia
de hospital, lo creemos indispensable en estos casos. El estado de estos pacientes generalmente shockados, dificulta la investigación de la existencia del n n o n
opuesto por cistoscopia. Por otra parte, esta exploración no basta para saber el
estado funcional de ese riñon, debiéndose en ese caso completar con una cromo
cistoscopia por índigo o sulfofenoftaleína, que requieren generalmente la colaboración del especializado.
•Se ha probado muy bien que la pielografía descendente es un medio innocuo en los casos de traumatismos renales, aun en los niños. Su aplicación es
en realidad reciente e irá tomando incremento a medida que se disponga de
equipos de Rayos X, en las guardias de hospitales. Sólo se la practicó 7 veces
en las observaciones mencionadas.
Si ahora observamos los tratamientos realizados en los casos de nuestra
estadística, ya médico o quirúrgico, deducimos que existe muy amenudo una
absoluta falta de criterio. Sobre 25 casos, la operación fué practicada de inmediato al restablecimiento del shock; sólo en 9 de los casos restantes se prolongó
la intervención con riesgos para el paciente, que debió someterse a la nefrectomía hasta un mes después de transcurrido el accidente. Este criterio abstencio-
277 REVISTA ARGENTINA DE UROLOGÍA
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Cuadro de los traumatismos del rinón. (Casuística general).
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REVISTA
278
ARGENTINA D E
UROLOGÍA
nista, que no sabemos en cuántos casos habrá motivado la muerte del paciente,
creemos no está justificado sino en las lesiones leves, donde falta el hematoma
perirrenal.
La abstención quirúrgica sólo está indicada en los casos leves que comprenden las 3 variedades de traumatismos mencionados. La exploración quirúrgica seguida de nefrorrafia, nefrectomía parcial o nefrectomía total, está indicada en las variedades de traumatismos graves o m u y graves.
En nuestra estadística la abstención dio buen resultado en ( 2 ) casos leves
y en ( 1 ) grave. La nefropexia por hidronefrosis a los dos años de un traumatismo grave no intervenido, se la practicó en la (obs. 9 ) . L a nefrectomía
inmediata o alejada al traumatismo fué practicada en ( 2 2 ) casos. El may t
tiempo de abstención quirúrgic fué de 4 semanas. La nefrectomía combinada con
esplenectomía se practicó en la (obs. 4) . Las complicaciones más frecuentes son
la infección ( 3 ) casos; el hemoneumotorax ( 1 ) caso; el enfisema generalizado ( 1 ) caso, la hematuria a repetición en ( 6 ) casos.
Los resultados alejados en pacientes no intervenidos comprenden las nefritis traumáticas, la atrofia renal por reparación conjuntiva, la hidronefrosis y la
nefralgia. De los operados sólo fallecieron 3, porcentaje exiguo si tenemos en
cuenta los diversos traumatismos tratados. (Ver cuadro de los traumatismos
renales, casuística general).
Porcentajes
sobre
el
estudio
de los traumatismos
renales.
Hematuria
99 %
Hematoma perirrenal
88 %
Shock
88 %
Pielografía
Tratamiento
Resultado
descendente.
32 %
Médico . .
12 %
Quirúrgico
88 %
Curaciones
88 %
Fallecidos
12 %
El porcentaje de las hematurias fué de 96 por ciento, siendo éste el síntoma más constante. El hematoma perirrenal y el shock 88 por ciento, le si-
REVISTA ARGENTINA DE UROLOGÍA
279
guen en orden de frecuencia. La pielografía descendente se llevó a cabo en un
32 por ciento de casos a pesar de su gran valor. El tratamiento médico se puso
en práctica en un 12 por ciento de casos, cifra reducida, si se la compara con
la de Lardennois, quien afirma haber obtenido curaciones por tratamiento médico en un 50 por ciento. El tratamiento quirúrgico 88 por ciento es el más
indicado, pues permite visualizar y reparar las lesiones. Su aplicación oportuna
Figura 1
Obs. 1. —
H e r i d a d e riilón p o r a r m a b l a n c a ;
(a), c a r a a n t e r i o r .
evita las complicaciones ya mencionadas. Los éxitos ocurrieron en u n 88 por
ciento y los decesos en un 12 por ciento, cifra muy baja si tenemos en cuenta
que en ella hay varios casos de heridas del riñon de pronóstico siempre más
grave.
Relatamos a contonuación las ( 6 ) observaciones en enfermos atendidos
en la guardia del Hospital Argerich y en el Servicio del P r o f . A. F. Landívar,
a quien agradecemos su gentil y desinteresada colaboración.
REVISTA
280
Observación
ARGENTINA
1. — A. M . 3 7 años, F.
DE UROLOGÍA 280
1 2 1 , L i b r o 2 ' . Ingresó el 2 de agosto de
1935.
Es t r a í d o de urgencia a la guardia del H o s p i t a l Argerich con una herida penetrante de arma
blanca a nivel del flanco izquierdo. Su semblante está pálido, piel fría y sudorosa, pulso
130'.
temperatura
respi-
ración.
3 6 ' 5 ° axilar. Acusa dolor
Inmediatamente
por
debajo del
en
el flanco izquierdo
reborde
costal
en
la
que se acentúa
línea axilar
con la
posterior
presenta
Figura 2
O b s . 1. —
C o r t e l o n g i t u d i n a l (a) t r a y e c t o , (b) coágulo s a n g u í n e o .
u n a herida sangrante que es p r o f u n d a p o r
su exploración,
El orificio de entrada tiene un u n . de l o n g i t u d ,
orientada
hacia la r e g l o n
siendo el trayecto que lo continua
renal.
oblicuo
de a b a j o a arriba y de adelante hacia atrás. A la palpación de la región lesionada esta defendida y es dolorosa. siendo posible palpar u n a t u m o r a c i ó n
mente
Ante la sospecha de u n a herida no
comprobando
de 10 M m .
una
que ocupa la celda renal
complicada del riñon
franca h e m a t u r i a total con coágulos alargados.
pardal-
se hace orinar al paciente
La
presión
sanguínea
era
N o es posible obtener radiografía.
Operación.
—
Con
eternarcosis, se practica la l u m b a t o m í a
clásica c o m p r o b a n d o q u e la
281 REVISTA
ARGENTINA
DE
UROLOGÍA
celda renal ocupada p o r coágulos está herida, como también el riñon cuyo aspecto y
son también
polo
normales. E n
inferior, existe una
de la cutánea.
transfixión
(Fig.
(3)
la cara anterior de la glándula,
herida
de bordes rectos m u y
próxima
sangrante
tamaño
al borde externo
y de la
misma
y al
extensión
1, 2 y 3 ) . Previo a f r o n t a m i e n t o del p a r é n q u i m a se colocan suturas p o r
p u n t o s de catgut simple, consiguiendo perfecta hemostasia.
Ingresa al Servicio de Cirugía General del P r o f . L a n d í v a r y 8 días después de u n p o s t -
Figura 3
O b s . 1. —
C o r t e l o n g i t u d i n a l del hemi-rifión a n t e r i o r , (a) t r a y e c t o .
operatorio bueno, se repite la bematuría p o r caída del i n f a r t o , con igual intensidad, lo
qué
exige se le practique una nefrectomía sin incidencias, seguidas de completa curación.
Anatomía
Patológica.
—
Riñon
de gran
tamaño,
color pálido anémico,
que
presenta
una herida de bordes irregulares, situada cerca del borde externo de la glándula p r ó x i m a
polo renal inferior Fig.
al
1 ( a ) . E n u n corte longitudinal y mediano se observan los orificios
del trayecto de la herida, Fig. 2
(b)
y
( c ) . E n la Fig. 3 corte l o n g i t u d i n a l del
hemiriñón
anterior puede observarse el trayecto interesando el cáliz inferior. El cáliz superior está ocupado p o r un
coágulo
REVISTA
282
Observación
15-7-39
II.
-
I. L . 25
ARGENTINA
años,
ficha
después de haber sido derribado p o r
D E UROLOGÍA 282
1 2 9 5 1 del Servicio
un
automóvil
directamente sobre el flanco derecho del a b d o m e n . Al querer
de C i r u g í a .
en la vía
Ingreso
pública,
el
golpeando
incorporarse n o p u d o
hacerlo,
siendo a y u d a d o pero cayó desvanecido permaneciendo así p o r espacio de u n a h o r a y luego se
retiró a su domicilio p o r sus p r o p i o s medios. Esa noche t u v o i n s o m n i o y en la
deseos de orinar,
madrugada
observando que lo h i z o con sangre. C m o estas micciones se repiten y esta
p o s t r a d o decide internarse. El estado general es bueno, sus mucosas y piel pal.das, sed intensa,
Figura 4
O b s . 2. —
E s t a l l i d o r e n a l por c o n t u s i ó n d i r e c t a (flexión);
cara anterior.
pulso 8 5 ' . disnea, sin fiebre. A b d o m e n :
Defensa muscular del flanco, doloroso,
no
permite
palpar la glándula en el h e m a t o m a . Existe retención de orinas p o r coágulos con globo vesical
que se aspiran;
ción
16-7-39
y existe en
rojos y 1 3 . 2 5 0
pulso,
1 0 0 ' , temperatura
el flanco e m p a c a m i e n t o .
El
37'5
recuento
a 38V
globular
blancos, la pielografia descendente N> 9 8 1 9
axilar, h a y
da
(extraviada),
tencia del riñon opuesto suficiente. El riñon t r a u m a t i z a d o aparece excluido.
Pevia t r a n s f u s i ó n sanguínea se interviene.
mayor
3 168 0 0 0
postra
glóbulos
denota la exis-
9 REVISTA ARGENTINA DE UROLOGÍA
Figura 5
Obs. 2. —
C a r a posterior.
Figura 6
O b s . 2. —
Seno renal y borde interno.
REVISTA
284
Operación.
—
ARGENTINA
Eternarcosis. l u m b o t o m í a
Anatomía
su cara anterior
El
paciente
Patológica.
—
(Fig. 4 )
salvó de
Riñon
UROLOGÍA
clásica, la celda renal está repleta de coágulos,
que al vaciarla permite ver un estallido renal
nefrectomía usual.
DE
alta
(Figs.
4,
5. 6 ) ,
p o r lo que se practica u n a
curado
a
los
días.
reducido
de t a m a ñ o ,
24
color
r o j o obscuro,
presenta
en
v a n o s t r a z o s de desgarros que interesan la glándula t o t a l m e n t e V
están ocupados p o r coágulos. La cara posterior
hiliar presenta el estallido del seno renal
(Fig.
(Fig. 5)
presenta el m i s m o aspecto. E l borde
6).
Figura 4
O b s . 3.
—
C o n t u s i ó n del r i u ó n con Bección del p a r é n q u i m a
y lesión del p e d í c u l o ; c a r a p o s t e r i o r .
Observación
III.
-
F.
C. 2 5 años. F .
66. L.
Ingresó a la guardia del
Hospital
Argerich el 2 - 1 2 - 3 8. al sufrir u n a caída sobre la región l u m b a r izquierda, m.entras t r a b a j a b a .
Es t r a í d o en grave estado con intenso shock. palidez sudoración. pulso 80', h i p o t e n s . o n M x . 7.
En
hipocondrio
izquierdo hay
lo incitan a o r i n a r .
instituye medicación
defensa y d o l o r e x p o n t á n e o
y p r o v o c a d o irradiados
al
pene
Se palpa en esa región una t u m o r a c i ó n que llega a nivel del ombligo^
usual para
m e j o r a r el shock,
consiguiéndolo
después, en que se n o s l l a m ó para intetvcnrlo. N o h a y h e m a t u r i a .
parcialmente
Se
cuatro horas
285 REVISTA
Operación.
—
Raquianestesia
hemático a gran tensión de la
y
ARGENTINA
Iumbotomía
DE
UROLOGÍA
amplia,
pudiéndose
apreciar
un
celda renal. Evacuados los coágulos que lo ocupan
derrame
se busca
el riñon, c o m p r o b a n d o su sección total en su parte media on retracción de a m b o s segmentos
hacia arrba y abajo, pero u n i d o s parcialemnte al pedículovascular y sección de vías excretoras.
Se ligan los restos del pedículo de a m b o s segmentos glandulares;
pero poco después
sobre-
viene un colapso cardíaco falleciendo el paciente.
Anatomía
irregular
(Fig,
Patológica.
7).
Al
—
corte
a p r o x i m a más al polo superior
R i ñ o n seccionado en su parte media p o r
longitudinal
(Fig.
mediano,
Observación
IV.
—
un t r a z o de
que la línea
rotura
de secciBn
se
8).
Figura
O b s . 3. —
observamos
8
Corte longitudinal mediano.
E. de T . 3 7 años. F . 1 1 4 , L . 4". Ingresó a la guardia del H o s p i t a l
Argerích el 6 - 4 - 4 3 , p o r haber sido herida de arma blanca y de fuego, penetrándole u n o de
los proyectiles en plena
región toráxica posterior, a nivel de la II* vértebra D
p o r fuera de la línea media espinal, sin orificio de salida, la exploración
del
y a 4 cms.
trayecto
orientada de arriba hacia a b a j o , de adentro hacia afuera, y de atrás hacia adelante:
m o d o que p o r la dirección había
interesado el p u l m ó n
y sus envolturas así c o m o
está
de tal
también
el riñon. E n f e r m a pálida disncica, sudorosa, pulso 1 1 0 ' , sin fiebre, presenta a b u n d a n t e h e m o rragia sobre t o d o de las otras heridas que se t r a t a n . Presión sanguínea M x . 9, M n . 7. Acusa
dolor en h i p o c o n d r i o y t ó r a x derecho. Auscultando hayrales y crepitación en la base p u l m o n a r
O b s . 4. —
Figura 9
P e r f o r a c i ó n del polo renal s u p e r i o r p o r a r m a d e f u e g o ;
c a r a a n t e r i o r (a) p e r f o r a c i ó n .
Figura
10
O b s . 4. — C a r a p o s t e r i o r (a) p e r f o r a c i ó n .
287 REVISTA
de ese lado. El a b d o m e n
vesical da orina
ARGENTINA
DE
UROLOGÍA
defendido permite palpar una celda renal ocupada.
francamente h e m a t ú r i c a :
previo
tratamiento
del
shock
El
cateterismo
y sin poder
hacerle
pielografia descendente, se interviene.
Opración.
— Eternarcosis. l u m b o t o m í a habitual. La celda renal está ocupada p o r coágu-
los que se extraen. El riñon de t a m a ñ o normal sangra por presentar u n a perforación del p o l o
superior con estallido
parcial
del órgano.
Se practica
nefrectomía
usual,
d r e n a n d o la
celda
con tubo. El poyectil n o se halló en la región. La enferma complicó su post operatorio con u n
derrame hemático de la pleura, c u r a n d o al mes de su
Anatomía
Patológica.
operación.
— R i ñ o n que presenta en su polo superior una perforación, a c o m -
Figura 1 1
Obs. 4. — C o r t e l o n g i t u d i n a l m e d i a n o (a) p e r f o r a c i ó n .
pañado de varios desgarros pequeños p o r estallido
(Figs. 9 y
vistos por sus caras anterior y
posterior
10).
E n el corte longitudinal
mediano p o d e m o s
observar que la perforación interesa el cáliz
superior. El resto de las vías excretoras están ocupadas p o r coágulos
Observación
V.
—
L.
G.
18 años.
F.
132,
L"
5°.
sanguíneos
(Fig.
Ingresó al Hospital
11).
Argerich
el
1 1 - 4 - 4 3 , p o r haber recibido un p u n t a p i é en la región l u m b a r , quejándose de dolores en la
región renal derecha. E n f e r m o apirético con 7 6 pulsaciones, que n o orinaba desde la m a ñ a n a ,
invitado a hacerlo, emite 5 0 0 c.c. de orina francamente sanguinolenta sin dolores, con coágulos
largos moldeados" tipo ureteral.
Enfermo
ligeramente
shockado,
pálido,
pofo
sudoroso,
mi-
REVISTA ARGENTINA DE UROLOGÍA
288
í (>bs. fi. —
F i g u r a 12
D e s g a r r o de r i ñ ó n por c o n t u s i ó n d i r e c t a ; c a r a p o s t e r i o r ( a ) .
f
Figura 13
O b s . 5. — C o r t e l o n g i t u d i n a l m e d i a n o (a) i n f a r t o s del p a r é n q u i m a .
289 REVISTA
ARGENTINA
diiátíco. Es tenido en reposo en observación
poca cantidad
de sangre. C o n
diagnóstico
DE
UROLOGÍA
y a la hora se practica un sondaje
de r o t u r a
de riñon
se interviene.
extrayendo
No
es posible
se llega a la celda renal
totalmente
hacer pielografía.
Operación.
—
Raquianesteia;
lumbotomía
clásica,
infiltrada de sangre, se busca el riñon y se aprecia u n a herida anfractuosa del p o l o superior
que toma casi t o d o el espesor del mismo p o r lo que se practica u n a
nefrectomía usual,
de-
j a n d o drenaje en la celda. P o s t - o p e r a t o r i o : Hipocloremia, curación a los 12 días y alta.
Anatomía
ríñón,
Fig.
Patológica.
12
(a).
—
integridad del mismo, Fig. 13
Obs. 6.
Observación
—
VI.
R i ñ o n visto p o r su cara posterior que sólo interesa u n
Corte longitudinal
mediano
y derrame
hemático
hemi-
del p a r é n q u i m a
con
(b).
Figura 1 4
S u r c o del riñón por h e r i d a de b a l a ; b o r d e e x t e r n o y c a r a s .
—
S. G. 3 6 años. F.
1 3 5 , L . 5V.
Ingresó a la guardia del
Hospital
Argerich, presentando varias heridas de bala, una de las cuales presentaba orificio de entrada
a nivel del X I 9 espacio intercostal
izquerdo, línea axilar anterior sin orificio de salida.
La
dirección del trayecto se hacía de adelante hacia atrás y de afuera hacía adentro. P o c o después
de ser herido, su estado
es el siguiente:
palidez,
sudoración,
disnea, pulso
95',
con
buena
tensión M x . 12. M n . 10, sin fiebre. A nivel del flanco y t ó r a x izquierdo hay d o l o r e x p o n t á n e o
y provocado con defensa muscular a nivel de la celda renal. A las 3 horas de ingreso el
pulso es de 1 1 0 ' y la presión m á x i m a
10, agravándose el estado general, y c o m o se s u p o n e
la herida del peritoneo se prepara para ser intervenido.
U n sondaje previo de vejiga recoge
2 0 0 c.c. de orinas francamente sanguinolentas. C o n diagnóstico de r o t u r a de riñón se le opera.
REVISTA
290
Operación.
—
Eternarcosis,
ARGENTINA
incisión
DE UROLOGÍA 290
trasversa
de
Bazy
que permite e x p l o r a r
la. celda
renal y la cavidad peritoneal. Abierta la celda se evacúan a b u n d a n t e s coágulos que la ocupan
totalmente,
se observa
el riñon
que presenta
entre ambas caras renales y sangra a b u n d a n t e .
nando
la celda con
tubo.
Después se
una
herida
como
un
surco
que se
extiende
Se practica una nefrectomía sin dificultad, dre-
explora
la cavidad
peritoneal
observándose
h e m a t o m a parietal pequeño y n o siendo posible identificar el sitio de la bala. E l
solo
torio se complica con un enfisema total al 4" d í a que no cedió a la desestr*ngulacion
mediastino y a las punciones, falleciendo el paciente al 15
9
un
post-operadel
día.
Figura 15
Obs. 6. — C o r t e l o n g i t u d i n a l m e d i a n o (a), z o n a
de m o r t i f i c a c i ó n del p a r é n q u i m a ,
Anatomía
Patológica.
—
R i ñ o n visto
p o r su borde externo m o s t r a n d o
fractuoso a nivel de la parte media de la glándula. Fig.
:
con -la-muesca del proyectil
(b)
14 ( a )
y la zona de mortificación
un
surco
Corte longitudinal
( c ) . Fig.
an-
mediano
15.
COMENTARIOS
considerado los traumatismos de la estadística general, lo haremos
ahora en nuestros casos en particular. E n las ( 6 ) observaciones, cabe destacar
la preferencia de las lesiones graves por contusión al segmento medio de la
Hemos
291 REVISTA
ARGENTINA
DE
UROLOGÍA
glándula. Allí existen causas favorecedoras; 1' el sistema vascular; 2 ' el sistema
canalicular, y 3Q el seno renal. Es en esa zona donde el parénquima renal es menos resistente. Ahora bien, los líquidos que contienen estos sistemas sometidos
a una mayor tensión hidráulica- de Kuster que por la compresión se expanden
y rompen el parénquima. A estas fuerzas antagónicas, se suman las que ejercen
los elementos de sostén de la glándula produciendo su flexión.
T a m b i é n es importante recalcar nuestra conducta en el tratamiento. La
abtención quirúrgica nos fracasó en la (obs. 2 ) , El tratamiento quirúrgico conservador parecería haber sido factible en las (obs. 1, 4. 5 y 6) de nuestros
pacientes. Sin embargo, existían los siguientes motivos para no haberlo hecho:
El haber fracasado la nefrorrafia, an un caso; el estado general deficiente de los
enfermos que requieren una interveción rápida; y la fafcilidad con que el parénquima va al esfacelo en las heridas de bala.
Bajo el p u n t o de vista médico legal debe primar la cirugía reparadora, pues
un riñón estirpado, se indemniza con el 50 por ciento, mientras que la reparación sólo con un 30 por ciento.
SINTESIS
Se comentan los resultados de 25 observaciones publicadas y 8 citadas, de
diversos traumatismos renales, de las cuales (6) son casos personales. La sintomatología fué uniformemente observada y sólo la hematuria preocupó en los
casos leves. El hematoma perírrenal de los casos graves fué el índice para la intervención quirúrgica que debe realizarse, aun a título de exploración reparadora
mutiladora. El empleo de la pielografía descendente es de suma utilidad para
conocer la existencia del riñón opuesto y su valor funcional servirá además de
guía y pronóstico en la intervención a realizarse. Las heridas y roturas del segmento medio del riñón, son más graves e irreparables que las de los polos renales. La orientación intervencionista conservadora, debe primar sobre la abstención quirúrgica sistemática, sobre todo por la faz médica legal del trauma.
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La
(3» parte:
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radiológica
renal en los dis-
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Argentina
de
— La respuesta radiológica renal en los distin-
(2* parte:
T r a u m a t i s m o s c o r t a n t e s ) . Revista
Argentina
582.
DISCUSION:
Dr. Astraldi. — Como se trata de un trabajo de conjunto magnífico, es
que hago moción en el sentido de que en la próxima sesión contribuyamos
con
REVISTA
ARGENTINA
DE
UROLOGÍA
el aporte personal que, podamos tener para poseer así en este tema un
cualitativo de conjunto en lo¿ servicios de urología,
293
trabajo
Sr. Presidente Dr. Surra Canard. — Me parece muy bien la indicación
que ha formulado el Dr, 'Astraldi, sobre todo, si tenemos en cuenta que uno
de los temas fijados para el Congreso de Cirugía del año próximo, se refiere a
traumatismos
renales.
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