/ PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN En Madrid » pesetas trimestre. — En Provincias españolas, iO. —Kopúblicas americanas, en la capital 3 pesos trimestre.— Estados, Provincias ó Departamentos, 4 , 5 0 trimestre.— Número suelto, t peseta. ANO X I X . Director: Francisco t Paula Flaper. CONDICIONES UEDACGIÓiV Y ADMINISTRACIÓN O a , I l e d e S a n M:a,iTCos, 3 , b a . j o . Esta ilustración so publica los días 7, 14, 22 y 30, dándose también figurines. — Suscripción adelantada. MADRID 7 DE ENERO DE 1901. NUM. 1. V..Í mimiMMMMim^ MONUMENTO Á CÁNOVAS DEL CASTILLO inaugurado en el día 1." de Enero de 1901. EL ÁLBUM IBEEO-AMEEICANO no desaparece; y lo peor es que existen a l mas candidas que creen ciegamente á esos seres, que se adornan á sí mismos con el don profetice. Esos profetas de principio de siglo propagando la vulgaridad de que habrá grandes acontecimientos, cosa fácil de augurar, tratándose de naciones que siempre procuran promoverlos, han profetizado para España que, después de las grandes dificultades coa que está luchando, volverá á ser grande y poderosa. Para eso no valía la pena do consultar los horóscopos. Una nación como España, que cuenta con gran riqueza en su suelo y m W k ESPAÑOLA Y AMERICANA con el patriotismo de sus ciudadanos, no puede menos de ser, en tiempo no lejano, grande Nuestra publicación. — El siglo XX. — Las nuevas proy poderosa. fecias. — Loa ingleses en Sur-África.— América latina España, que no quiere conquistas, ha de de duelo.— La revolución en Colombia. desarrollar las grandes fuentes de su riqueza. KpMPEZAMOs esta Crónica entre dos cre- Encerrándose en su recinto, encontrará todo i^jj púsculos, entre el ocaso de un siglo y cuanto desee para la satisfacción de sus n e la aurora de otro, ¡Que dicha aurora cesidades, y podrá aportar á otros países sus sea de venturas para España y América es ricos frutos y los adelantos de su industria. lo que ardientemente deseamos! Todo esto ya lo hemos dicho en otras ocaEl programa de nuestra publicación no siones. * varia. Dimosle el nombre de ÁLBUM IBEROAMERICANO, porque en un álbum iinense las No es muy satisfactoria la situación de los firmas y retratos de celebridades con los re- ingleses en el Sur de África. cuerdos de personas queridas con quienes el Los boers están tomando la ofensiva, haafecto nos crea parentesco espiritual. llándose en grave peligro el ejército inglés. Estrechar los lazos fraternales con los pue- De todas partes afluye gente que engruesa blos americanos fué el ideal de nuestra p u - las filas de los que no quieren sucumbir al blicación, y fieles á tal principio continuamos yugo de la Gran Bretaña. y continuaremos, ofreciendo estas páginas á E n la conferencia que el Generalísimo ha los americanos como palenque en donde pue- tenido últimameute con la Reina Victoria, dan presentarse los jóvenes campeones del ya manifestó que esa guerra tiene grandes moderno intelectualismo. dificultades y que no puede prever su fin. El afán de presentar nombres consagrados Como las simpatías de todos los pueblos por la fama no nos obsesiona hasta el punto son para los boers, las últimas noticias, muy de rechazar á los soldados bisónos del ejér- favorables á éstos, han causado general satiscito literario, sólo porque no son conocidos. facción. E n las columnas de nuestro periódico no se Es de esperar que Inglaterra deponga su niega hospitalidad á la juventud. orgullo y sucumba al arbitraje. T o x t o : Crónica española y americana, por Francisco de P . Flaquer. —/í/8íí;/o/íníínísííí, p o r Concepción Gimeno de F l a quer.—¿os $u(ñosrfela Epifanía, p o r Etigonio Selles.—Siglo XX, por Andrés Ovejero.—£/ calendario de la gloria, por Francisco Cobog. — La mujer (continunción), p o r 3?. de l a H u e r t a Posada. — Ciienios breves: El dedal, por Jorge Reg-nal. — JOOO, por Ángel do l a Guardia. — Ya no viene», por José J a c k s o n Veyhn.— Décimns, por Martín Coronado.—Farf'írfacíís. — Xiiesiros grabados, por la Redacción. — Anuncios, O r a b a c l o s : Monumento á Cánovas del Castillo, inaugurado en el dxa I.'* de Enero de ÍOOÍ.— Excmo. Sr. D. Francisco Romero Robledo, iniciador del monumento erigido á Cánovas. — Parejas del minué infantil bailado en caí^a de la Sra. /).* Candelaria Ruin del Árbol. — Mujeres notchles del siglo X/X— Augurando feliz siglo.—Traje para teatro. * * « * Al saludar un nuevo siglo, no impugnemos al que acaba de hundirse en lo infinito de los tiempos; muy al contrario, podemos envanecernos de pertenecer al siglo que ha conquistado para la humanidad grandes ventajas, tanto morales como materiales. E n el siglo xix la libertad ha triunfado en todos los pueblos civilizados; la moral preside todos los actos y la justicia resplandece en todas partes, y el espíritu democrático se infiltra en todos los corazones. E n todos los ramos del saber presenta el siglo XIX grandes triunfos de la ciencia, y no es tan sólo el vapor que se aplica á todos los medios de locomoción, la electricidad á transmitir rápidamente la luz y la noticia, sino que estudiando el cuerpo humano, inventa todo aquello que pueda ser conveniente á su duración, precaviéndole de males que por ignorancia sobrevenían. Al entrar en el nuevo siglo, rindamos un tributo de admiración al fenecido, deseando que el xx aproveche sus grandes inventos procurando engrandecerlos. Los periódicos mexicanos, al publicar el telegrama de Washington en que anuncia que los Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua han alquilado por doscientos años el territorio necesario para la construcción del Canal de Nicaragua, dicen que la América latina debiera estar de duelo. «El oro y la astucia yanquis—exclaman— han triunfado una vez más, tras de lo de Cuba y Puerto Rico, de la dignidad política, del instinto de raza, del amor á la independencia, del patriotismo, en fin, de las dos Repúblicas centro-americanas. Las arteras maquinaciones del Gobierno deMac-Kinley para apoderarse del territorio independiente del Continente americano, si hasta hoy han abortado con respecto al tan codiciado archipiélago de Galápagos, perteneciente al Ecuador, han triunfado en toda la línea en lo que se refiere á las dos Repúblicas centro americanas Nicaragua y Costa Rica. El imperialismo anglo americano, la insaciable codicia yanqui, ha sido admirablemente secundada por los menguados gobiernos de otros países » * »* Con la entrada del nuevo siglo ha tomado más incremento la manía de profetizar. Vemos con pena que la casta de adivinadores * Cuando se esperaba que en Colombia volvía á renacer la paz, siguen los revolucionarios apoderándose de algunos puertos del Atlántico para hacer más difíciles las transacciones mercantes. Las últimas noticias, aunque contradictorias, señalaban el triunfo para las fuerzas leales; pero es lo cierto que los revolucionarios siguen posesionándose de parte del litoral. Repetiremos lo de siempre. Deseamos que la paz sea pronto un hecho. FRANCISCO DE P . FLIQDER. EL SIGLO FEMINISTA ^A hecho más por la mujer el siglo xix que todos los siglos anteriores; es in^f^íjf dudable que será denominado siglo feminista. No es el feminismo, como creen los impugnadores que no le han estudiado, una guerra declarada á los hombres por algunas viragos ó marimachos, Herodes con faldas, ó vírgenes fuertes, como se dice hoy por eufemismo. La evolución feminista es amparo á las esclavas del trabajo, á las mártires de la vida, redención de seres oprimidos, áncora de los inermes, escudo de los débiles. Es la continuación del Cristianismo, la religión nueva que no quiere ver tratado al sexo hermoso como á raza conquistada: el Cristianismo dignificó moralmente á la mujer; el siglo decimonono, enalteciéndola intelectualmente, ha dado el gran paso para su completa rehabilitación. La conciencia es una; no hay razón para que exista distinta moral en los dos sexos. La vida moderna exige ideas igualitarias: si el hombre hace vestidos, corsés, guantes, borda, trenza pasamanería y riza tirabuzones, es justo que la mujer adquiera título de doctora, desempeñe un puesto de telegrafista ó de tenedora de libros. Los Congresos feministas realizados en estos últimos años han sido lógicos: cuando alguien se queja, es porque no está contento; y las mujeres tienen razón al quejarse. Durante siglos y siglos no se ha hecho más que legislar contra la mujer, ó prescindiendo de la mujer: en todas épocas y en todos tonos se le ha dicho casera ó cortesana, y es muy legítimo que la mujer se alce para demostrar que puede ser algo más que zurcidora de calcetines ó hetaira. La mujer había sido en la historia presa del vencedor, propiedad del varón, y como tal, prestada ó vendida; así es que extraña á los misóginos la adquisición de su individualidad. Acostumbrados á verla pasar del mercado al serrallo ó al gineceo, levanta protestas saber que sube á la cátedra. A despecho de los impugnadores del sexo femenino, hubo siempre, aun en tiempos obscurantistas, mujeres que, atropellando rutinas y preocupaciones, dejaron oír en las Universidades su elocuente palabra,como sucedió con Lucía de Medrano, Francisca de Nebrija y la hija del jurisconsulto Irnerio; pero sufrieron mil vejaciones, mientras que el feminismo ha abierto de par en par las puertas de aulas, bibliotecas, museos y laboratorios para la mujer. Tal triunfo es conquista del siglo XIX. Los Congresos han destruido la E L ÁLBUM IBERO-AMERICANO estúpida lej'enda de que la mujer quiere ser hombre rebelándose contra los deberes domésticos, han demostrado lo que ella puede hacer sin abdicar de su feminidad, han hecho que se tome en serio la moderna evolución, que se comprenda que el ideal de la armonía social es incompatible con la opresión de uno de los dos sexos. Cuantos esperaban que en los Congresos feministas se rompiera la campanilla, rodaran los sombreros y hubiera greñas colgando, se han visto defraudados, pues no se ha oído un grito ni una frase inconveniente. Los Congresos trabajaron con el mayor reposo y seriedad, discutiendo problemas importantísimos tales como la protección al trabajo femenino; sus resultados económicos y morales; el régimen de prisiones correccionales; la administración de los bienes de la mujer en el matrimonio; l o s derechos iguales de Jos cónyuges con relación á los hijos; la instrucción de la compañera del hombre; su participación en las profesiones y empleos con igualdad de sueldo; la abolición de la trata de blancas, padrón ignominioso de los pueblos modernos, por ser la más cruel de todas las esclavitudes; las leyes civiles, sociales y económicas en la constitución de la familia; la reforma, enfin,y la supresión del art. 213 del Código civil francés así formulado: ]^l marido debe PBOTEcciÓN á la esposa y la esposa debe OBEDIENCIA al marido. Frase humillante para la mujer, porque la convierte de compañera en esclava. A los Congresos de Londres y París, sancionados oficialmente por los respectivos Gobiernos, han asistido muchos hombres eminentes de distintas nacionalidades, que hacen votos por que triunfe en absoluto la causa de la mujer. Literatos, filósofos, políticos, doctores y periodistas, han emitido en la cátedra, la tribuna, el libro y el periódico, favorable opinión acerca de la mujer moderna, afirmando que merece los derechos sociales y económicos que está conquistando. El estado de ceguera intelectual en que había vivido la mujer de otros tiempos no (m^ E l último Congreso, verificado en París, presidiólo Mme. Pognon, feminista muy caracterizada, dándole con su hábil táctica un tono de prudencia y discreción que rara vez se encuentra en las asambleas políticas de los que se apellidan representantes del sentido común. El informe de Mme. Avril de Saint-Croix, que desenvolvía la escabrosa tesis: Una moral imra los dos sexos, fué elocuentísimo; más que á la conciencia habló al sentimiento, comunicando su calor de expresión á todos los corazones. Los debates terminaron sin la menor exaltación, demostrando todas las congresistas la mayor cordura. En esos Congresos se han dado á conocer las victorias que alcanza la causa femenina en todas las naciones. Sólo en Norte-América existen 4.650 mujeres dedicadas á la Medicina, 208 á la Abogacía, 15.810 á las Bellas Letras, Pintura, Escultura y Arquitectura, 943 á la tipografía, litografía, grabado y fototipia. vencido á los proudhonianos. Los ginecómanos han desautorizado á los misóginos; los detractores del sexo femenino no son ya más que impugnadores vergonzantes. E l desenvolvimiento del espíritu femenil puede seguirse rápidamente dirigiendo una ojeada á las etapas cronológicas y etnológicas que más reverberan en la historia; á la Europa y á la América del siglo de la electricidad corresponderá la gloria de la emancipación intelectual de la compañera del hombre. El siglo XIX, siglo de las aspiraciones generosas, ha preparado el triunfo de la causa de la mujer; el siglo xx coronará la obra de su predecesor. CONCEPCIÓN GTIMENO pE FLAQUEB. Madrid, Pioiembre de IfOO. r -. — " ••mrr ^T-' -^ ——,..... . i,pi| , — .,,•, 1 Los sueños de la [pifanía, NarracicSn para lis soüador». 'jr*""^^' •% ''• 1 ..«tvW LA ESPERA D E LOS RETES »,_.' •^^^^lk;'^BÉ^^^^^^^^^^ . ¿ ^ i 1 EXCMO. SR. D . FRANCISCO ROMERO ROBLEDO Iniciador del monumento á Cánovas del Castillo. honraba á los hombres; si la mujer antigua quería ser frivola para agradarles, ¿qiié podemos pensar de ellos? Aun cuando la misión de la mujer no fuera más que dar hijos sanos á la Patria, la ignorancia la perjudicaría para conservarlos v i gorosos. El siglo decimonono, que lo ha comprendido, ha dado extensión á los estudios femeninos fundando Universidades hasta en Tokio y Constantinopla, á pesar de ser China y Turquía las naciones que se han distinguido por la nulificación de la mujer. E l Clero, que había sido hostil á la ilustración femenina, ha colaborado con los Gobiernos para mejorarla: Monsr. d'Hulst inició la idea de crear en (1 Instituto Católico de París la enseñanza superior para la mujer; Monsr. Pechenard, Rector de aquel centro docente, realizó la idea; Monsr.Waughan y Monsr. Irelam sancionaron la propaganda de los campeones feministas. Es indudable que los sansimonianos han I OS Reyes! ¡Los Reyes! ¡Ya vienen! ¡Por ^ ^ alli! ¡Por allí! — jAy, mamá, m.amá, 3'a están ahí! — exclamó alborozadamente la niña al oir en la calle el estré pito de voces enronquecidas, repique de cencerros y arrastrar de escaleras. Y la niña intentó abrir las vidrieras arreboladas por los resplandores rojizos de las hachas de viento. —No abras: ese airazo va á helarnos. —Pues llévame á la calle; quiero ir á recibirlos; me lo prometiste el año pasado. Mi primo los vio, y me ha dicho que traen mucho oro, y además camellos cargados de juguetes, y muñecos vestidos de raso. Quiero ser la primera niña á quien bese el Rey mago que viene delante, porque es el principal. —No seas loca: iremos por los Reyes, y vendrá.... —¿Qué? —Una pulmonía que te llevará en veinticuatro horas al cielo. ¡Oye, oye, niña, cómo sopla el aire! Además, las niñas decentes no van á recibir á los Reyes; eso es feo. Los Reyes las buscan á ellas cuando están dormidas. —Sí, lo sé, lo sé. Les llenan de dulces las botas y les dejan el aguinaldo en la cabecera de la cama. Pero quiero verlos, y los esperaré despierta. —Y no vendrán entonces; los Reyes solamente se paran delante de los balcones donde ven puestas las botitas, en señal de que las niñas están ya en siete sueños. Porque las 4 E L ÁLBUM IBERO-AMERICANO ¥*ái^ejk^ del n|ir|ué infá,qtil bkilkáo eq ¿á^k de Ik ^i'íi. í)of\a dáT\delkdá. ^ui)'^ del '^i'bol. E N R I Q U E T A Y MANOLO CASANOVA que no están dormidas temprano son malas, y ellos no quieren sino á las buenas. —Pues, mira, mamá; engañaremos á los Reyes. —¿Engañar á los Reyes? ¿cómo, inocente? —Poniendo en el balcón otras botitas, mientras yo estoy calzada con éstas. —¿Y dónde están las otras, hija de mi alma? ¡Si no tienes más que las puestas! La niña calló tristemente, convencida por esta razón. La realidad desnuda se había opuesto á su primera falacia de mujer. Y descalzándose rápidamente, entreabrió con cuidado las maderas del balcón, j de los hierros de su antepecho colgó sus únicas botas. Se acostó. Pero el sueño huía de ella, ahuyentado por el vocerío de los transeúntes, el repiqueteo de los cencerros y el constante grito de ¡Los ReyesT ¡Los Reyes! ¡Por allí! ¡Por allí! E l pobre niño llorón, compañero fiel de la niña, fué desposeído de su mitad de lecho, donde había dormido siempre. ¡Pobre muñeco, arrojado de la cama en aquella noche de viento y nieve! Fortuna tuya es que tus ojos estén huecos; que si tuvieran lacrimales ¡cuánto llorarían! ¡Bendito sea ahora el seco serrín que rellena tu pecho! que si en su lugar tuvieras un corazón de carne y sangre, ¡cuánto sentirías la precoz ingratitud de tu dueño! La niña trató cruelmente á su antiguo amor. Consiguió aquella noche descubrir lo que nunca, por temor de romperte, se había atrevido á escudriñar lo que había dentro de t u mal cosido cuerpecillo de trapo. Te arrancó en jirones la camisa. Te agujereó el costado, y por la herida se escaparon, en chorro de menudas partículas, tus músculos y tu sangre de serrín. Delgado y flojo: caídos tus brazos, patizambas tus piernas; tal te dejó la inconstancia de la niña. Bien se ve que había en ella un alma de mujer. ENCARNACIÓN Y E U S E B I O AGUADO Ya te lo decía la ingratuela cuando así te asesinaba: «¿Para qué te quiero ahora, muñequito mío? Te he vestido todas las m a ñ a nas; te he peinado todos los días; te he dormido conmigo todas las noches; te he besado todo el año; pero ¿para qué te quiero ya si los Reyes Magos han de dejar esta noche en mi cama otro muñeco más rico que tú? No eres feo: tienes los ojos grandes, la boca pequeña y cara de ángel bueno; pero pero ¡qué vestido tan pobre! Falda de percal y camisa de algodón. E l que va á venir ¡qué hermoso será! Como es hijo del Rey, tendrá corona de perlas, vestido de terciopelo, espada de oro; ¡espada, sí; porque será más grande que tú, tan alto como yo!» A cada algazara de la calle, á cada rumor de la alcoba, la niña abría curiosamente los ojos y los asomaba por el embozo de la sábana, esperando sorprender la entrada de los Reyes, ó creyéndolos ya presentes en cada ráfaga del viento que aleteaba en los cristales del balcón. II MARÍA T E R E S A Y J E S Ú S CASANOVA el balcón; cabalgatas de negros jinetes en camellos cargados de oro en grano; muñecos de plata arrojados al lecho; las botas henchidas de dulces de sabor desconocido, como no elaborados por mano humana, sino nacidos en árboles de esmeralda. La niña tomaba un juguete y, apenas tocado, lo trocaba por otro, sin saber cuál elegir. Probaba un dulce, y lo escupía apenas gustado; espalaba con las manos los montones de oro, y se revolcaba en ellos como el labrador en la parva de dorado trigo. Acaricióla el Rey delantero, montándola sobre el erguido lomo de su camello. Pero más que la caricia del Roy, agradeció la niña el beso que dejó en su mejilla el Príncipe de la capa de armiño. E l Príncipe era de su edad, y las edades se atraen, como se mezclan pronto los líquidos de igual densidad. «¡Los Reyes! ¡Los Reyes! ¡Por allí!» seguía gritando la turba. ¡ Ah! Los Reyes estuvieron aquella noche sordos al llamamiento de la turba y á los deseos de la niña. EUGENIO SELLES. E L DORMIR DE LAS NINAS Al fin, agobiados por el sueño, sus párpados se cerraron, para lo que se cierran los párpados inocentes cuando su velo cae entro el mundo y el alma; para 'contemplar las claras hermosuras interiores. El alma que sueña, es como la pupila que mira al mar: ve el agua del color que tiene el fondo. Por eso los ojos llorosos sueñan tristezas; los ojos viejos sueñan temores; los ojos que han visto mucho, sueñan que pronto no han de ver nada: porque el sueño es la mirada que se vuelve hacia dentro de la conciencia. ¡Qué sueños los sueños de la niña en la noche de Reyes! La estrella de Bethleem, iluminando el cuarto con suavísima luz azulada; el incienso y la mirra, embalsamándolo con perfume no exhalado de la tierra; los tres Reyes, con coronas de diamantes, parados bajo (Continuaré.) SIGILO 3LX: li^HÍ está con su doble incógnita la cifra «5 del siglo que comienza. Cerrado á ^ ^ ^ todos los augurios faustos ó infaustos, muéstranos sobre la obscuridad que esconde la solución de dos grandes problemas, el rayo de luz del nuevo día del Año Nuevo. E s la esperanza que alborea. Deja en temeroso litigio al morir el siglo xix dos grandes problemas, que al nuevo siglo le prestan, con sus hereditarios apellidos, sus peculiares obligaciones. E l uno es un problema material ¡ es un problema espiritual el otro. Al siglo que ayer ha concluido no se le alcanzó sino un parcial E L ÁLBUM IBEEO-AMERICANO aspecto del problema urgente. Es menester que las nuevas generaciones acudan al remedio de otras necesidades. El siglo x i x fué el siglo de la ciencia y de la industria. F u é grande por el pensamiento; fué grande por la actividad. Para la transmisión de su pensamiento, pidió á la electricidad vehículo; para la expansión de su actividad, rompió istmos y unió mares. Su obra se llama progreso. Es el progreso del hombre. Al siglo en que ya vi vimos incumbe otra misión, la del progreso de la humanidad. El hombre no es el individuó; el hombre es la sociedad; no es cada uno, somos todos. E l siglo xix fué el siglo de la libertad. ¿Será el siglo de la igualdad el siglo XX? Dentro del mismo siglo que consagró sus ideas á la ciencia y sus energías á la industria hubo pensadores solitarios que dijeron, como Edgard Poe, que el progreso de la industria era inmoral, ó como Brunetiére, hablaron de la bancarrota de la ciencia. Y aunque no lo proclamasen ellos, y con ellos el escepticismo de unos y la nostalgia de otros, ¿no lo dirían á voces, que la Historia hará oir sempiternamente, Polonia descuartizada, humillada Grecia, España vencida, el Transvaal indefenso?.... EL CALENDARIO DE LA GLORIA bras de la indiferencia glacial, de esa que hiela el alma antes que el cuerpo, se agitaban afanosamente, como poseídos de un vértigo, de una locura. ¿Qué buscaban, el uno con una espada ansiosa de pelea; el otro con una lira, presta á verter en los oídos de la humanidad sus armoniosos sones; y el otro, en fin, aprisionando los elementos de la naturaleza en la estrecha cárcel de una retorta, para investigar profundamente el corazón rebosante de vida de sus eternales prisioneros? ¡Ay! lo que buscaban con tanto afán era la conquista de una imagen resplandeciente, semejante en la presencia á una diosa, que pasaba con la rapidez del relámpago delante de ellos, cual una visión de los sueños, en el carro triunfante de la Gloria! viejo Tiempo extendió sus anchas iL.' alas, apoyó los brazos sobre la fuerte guadaña y me dijo tranquilamente: Esas olas de la eternidad que llamáis años, caen, cual estruendosa catarata, de una ánfora celeste, tachonada de brillantes estrellas, que abarca en sí los ámbitos del firmamento. E n su fondo se destaca, coii cegadora luz, la antorcha benéfica y radiante que da la animación y el gozo á la naturaleza y que llamáis el sol. ¡ . Esa catarata trae, con su impulso irresistible, á la tierra, todo el vigor de los seres, y con sus iris atornasolados, los grates celajes De repente empezaron á disiparse las espede la esperanza, que embelesan al hombre; sas tinieblas, y rosadas y halagadoras tintas pero ¡ay! con su empuje colosal todo lo an-as- á teñir el horizonte. E l frío glacial se fué tra consigo: lo mismo la materia que el espí- transformando en tibios efluvios de primaritu, lo mismo el hombre que sus obras, lo vera, y los luceros crepusculares, con su pámismo la iniquidad y la justicia, que las lida, pero poética luz, cual si obedeciesen al aclamaciones de la gloria. reclamo de la atracción universal, se acercaTodo rueda con esas olas tumultuosas á ron hasta tocarse y formaron, entre sí, estos un abismo insondable y allí se deshace veloz- tres nombres: Ahril, Mayo, Junio. ¡Ay, cómo mente; sus elementos se disgregan y evapo- el escenario se engalanaba! Las flores y las Por encima de las fronteras asoman los ca- ran ante un soplo irresistible y eterno; pero luces lo llenaban todo. Entonces fué cuando ñones con sus negras bocas de maldición y de esos elementos vuelven otra vez á conden- apareció en la navecilla de los sueños la gramuerte. ¿Por qué no fundir el bronce en es- sarse en la altura para engrosar de nuevo el ciosa Esperanza, y al surcar tranquilamente tatuas que coronen las plazas y en torno de torrente de los años en su catarata de origen. por sobre las revueltas olas de los años, arrojó las cuales se congregue la muchedumbre en Por eso el ancha ánfora celeste nunca se un cable, de los que elevan al hombre hacia agota; _por eso. la larga sucesión deles siglos- la altura,-á-oada uno de aquellos tres náufralas fiestas del arte, ideal de la vida? La ciencia ha entregado el último de sus será perpetuamente renovada. ¿Quién niega gos de la ambición humana que se debatían descubrimientos á las manos del odio. ¡Quién que es el grande, el soberano Espíritu-Dios, en la obscuridad. El uno lo ató á su espada, había de pensar que á Lavoisier, el^químico á el que sostiene esa obra inmensa en el incon- el otro á su lira, y el otro á su hirviente retorta. Entonces fué cuando pasó de nuevo, quien la Revolución sacrificó, halíía de veu- mensurable espacio de la eternidad? garlela dinamita del anarquismo! F u é menesPues envueltos en esa catarata irresistible, en su carro triunfal, la esplendente Gloria, y ter una i-evolución sangrienta pareé conseguir en el empuje de esas olas luminosas cuyas les dijo con voz sonora: la libertad. Acaso para conseguir Ik.igualdad. •crestas",, coronadas de espuma, surca gracio— ¡Adelante! Seguid y triunfaréis. T ú no sea menester sino una revolución pacífica. samente, en el bajel de los sueños, nuestra conquistarás naciones y serás Emperador. Un orador francés, cuyas palabras- son reco- amada Esperanza, vienen, estación por esta- La historia te llamará Napoleón el Grande. gidas por los trabajadores de la República ción, mes por mes, día por día, hora por hora, T ú serás el ídolo de un siglo y la Fama francesa como un oráculo, dijo últimamente los sufrimientos y las amarguras, las satis- te aclamará con el nombre de Lord Byron. que el socialismo será una obra de educación. facciones y los triunfos de los elegidos por Y tú harás un descubrimiento que asomSi el pronóstico de este pensador fuese cier- la Fama. brará á la humanidad y la humanidad tellato, entonces los sociólogos de hoy serían los Yo vuelvo al vaivén de esas olas, tengo en mará el gran Lavoisier. apóstoles de una renovación moral de los pue- mí la voz de la experiencia y, como todo lo E n seguida, rápidamente, como en exploblos, y las naciones débiles no temerían á las conozco, voy á revelar al mundo las etapas sión de calor y luz, apareció el sol, llenando grandes potencias, y las débiles mujeres no del espíritu en el calendario de la Gloria. con sus rajaos la creación entera, y con los serían consideradas inferiores al hombre fuerEl viejo Tiempo recogió las alas, extendió colores del iris aparecieron en el espacio estos te, y los obreros no sentirían que sus energías la diestra y evocó al Pasado, su hijo predi- tres nombres: Julio, Agosto, Septiemhre. musculares son flojas y débiles para luchar lecto. El guerrero subía ahora por una escala con el capitalismo, robusto y dominador.... E l Pasado acudió prontamente al conjuro, dorada hasta el último peldaño de la ambiEl siglo XIX, el siglo de la ciencia, instru- y por sobre la rugiente catarata de los años ción humana: el poeta llenaba ya con sus yó á las gentes. ¿Educará á las gentes el siglo levantó así como una nube de ceniza y humo. cantos los ámbitos del mundo, y el sabio ha... Y'gésipio ? Si así fuese, entonces, al t e r m i n a j . E n tanto, las estrellitas del cielo, como si una - .. bía descubierto ya, con su pequeña retorta, el último día del siglo que comienza, la hu- mano visible las reuniera, se acercaban y el gran secreto de la vida universal. manidad no sentirá en el segundo milenario unían entre sí con sus rayos luminosos y forLa Gloria volvió á pasar de nuevo y ciñó de su vida terrores angustiosos semejantes á maban en el espacio estos tres nombres: eñ la frente de Napoleón una corona imperial, los que el año 1.000 conturbaron su espíritu. Enero, Febrero, Marzo. - en la inspirada cabeza de Lord Byron una coDe otro modo, si las dos incógnitas que en rona de laurel, y en la del infatigable LavoiLos átomos de ceniza y la? espirales de su cifra encierra el siglo xx no fuesen esclahumo, como si un soplo avasallador los jun- sier la de fuertes ramas de la verde encina. recidas; si los dos problemas, material y esE n tanto un clamoreo colosal y un aplauso tase, fueron condensándose y condensándose piritual, que encuentra el nuevo siglo no fuecada vez más hasta tomar la forma caracte- que resonaba en todo el mundo aclamaba el sen resueltos, entonces los años, que con el rística de personajes históricos; y tal como triunfo del sabio, del poeta y del guerrero. que se inaugura han de constituir la nueva aparecen, por arte de magia, en el escenario Y por todas partes se oía: centuria, no serían de progreso, sino de cadu— ¡ Gloria al genio! del teatro los personajes maravillosos, así cidad de la especie humana. aparecieron también, en el escenario de la ¡Ay! el escenario se deshizio; las flores y las eternidad, las figuras de un guerrero, de un luces desaparecieron; la tormenta sucedió á ¡Oh Dios, que no sea así! Año nuevo, vida poeta y de un sabio. la calma y las olas de los años mugían ensornueva para el hombre. Siglo nuevo, vida Los tres personajes se debatían en la obs- decedoras. ¡Qué triste aparecía entonces todor nueva para la humanidad... curidad, pues aún no había un sol que alum- Al brillo de los relámpagos, entre los negros ANDRÉS OVEJERO. brase sus nombres. Perdidos entre las som- nubarrones, como si estuvieran formados por '"^m •o o P5 O a í O S O « o X 3 O fr— Q (4 g W pq a o N '/4 •< H O -I: O •i os o n < O :z; en u W o m M O ce; 3 ;, « N Q n -«i Oí P t 1^2' 0 í V f£ O o . P •^- %^^ < P •P. oi O 8 E L ÁLBUM IBERO-AMERICANO vanas luces de fuego fatuo, aparecieron estos nombres: Ochibre, Noviembre, Diciembre. Todo se iba envolviendo como un inmenso sudario. La Gloria apareció de nuevo, pero en su carro triunfal sólo llevaba coronas de siemprevivas. E l guerrero, el emperador, el conquistador de extensas naciones, caía exánime en un palmo de tierra prestada por sus enemigos; el poeta, el ídolo de un siglo, caía exánime emponzoñado por los efluvios en un pantano, en lejana región, arrojado cruelmente de su patria; y el sabio subía penosamente los peldaños de la guillotina, donde al golpe de la cuchilla caía, para siempre, su cabeza. Por todas partes resonaba entonces este grito fatídico: «¡La humanidad no quiere conquistadores; la humanidad no quiere poetas; la humanidad no quiere sabios!» ¡Ay! el escenario se deshizo otra vez, y sólo quedó visible el Tiempo, con sus anchas alas extendidas y sus fuertes brazos apoyados sobre la guadaña. A su lado, del ancha ánfora celeste se despeñaban las olas de los años; y yo sentí entonces que, arrastrado por ellas, caía, también, puesta la vista en la esplendente imagen de la Gloria, en el abismo insondable de la Muerte y el Olvido. FRANCISCO Conos. LA MUJER IX. (Continuación.) L A BENDITA (Luisa Enríquez y Lujan), nacida, en Ñapóles, el año 1G04, hija de Don Luis (comendador de Montemolín, caballero de la orden de Santiago, del Consejo de Guerra de Felipe I I I de España y mayordomo mayor de la reina Isabel) y de D.* Catalina (señora de los mayorazgos de Lujan), casó, el 1G22, con su primo D . Manuel Manrique de Lara, conde de Paredes de Nava, unión dichosa, pero de Corta duración, porque éste falleció el 1626. ;. > Elegida, por aquel nqonarca, para el cargo de aya de su hija maydr María Teresa, contribuyó á formar el carácter piadoso y dulcísimo con que se distinguió luego esta infanta, esposa de Luis X I V de Francia. Quiso, el 1648, apartarse del bullicio de la corte y del fausto del palacio real, buscando, en el claustro, un retiro, para terminar sus díasvcon tranquilidad, y tomó el hábito de carmelita descalza en el convento de la villa de Malagón (Ciudad Real), donde profesó, el año 1649, con el nombre de Luim Magdalena de Jesi'is, y fué priora, el 1655, rigiéndole con sumo acierto y consumada 'prudencia hasta 1660, en que ocurrió su fallecimiento. Poseía, con perfección, las lenguas latina, española, francesa é italiana; conocía las obras de los clásicos, y escribió varios Tratados de piedad y Libros de devoción, un Año crintiano ó Meditaciones, para todos los días del año, sobre los misterios de nuestra redención, y numerosas poesías religiosas de bastante mérito, sobresaliendo, entre ellas, el Romance de un pecador arrepentido. 'LÁ TOETISA MÍSTICA (Marcela de San Félix), nacida, en Madrid, el año 1605, hija adulterina de El Fénix de los ingenios Félix Lope de Vega Carpió y de Doña María Lujan, tomó el hábito en el convento de trinitarias descalzas de esta corte, y profesó, con aquel nombre, el 1621, llegando á ser honra y gloria de la orden. Poetisa de vida espiritual y contemplativa, de gran movimiento y anhelo amoroso, heredó algunos destellos del numen poético de su padre, quien no alcanzó un sentimiento tan íntimo y fervoroso, como el que atesoran los romances de su hija, titulados Afecto amoroso, Pecador arrepentido, y Soledad, los cuales se conservan manuscritos en aquel monasterio. tendida por casi todos los jóvenes notables de aquella corte, y después de largas dilaciones, dio su mano á Carlos de Santa Maura, duque de Montausier, quien, días antes del casamiento, la regaló, con el nombre de «Guirnalda de Julia», un precioso y riquísimo álbum, compuesto de flores pintadas por el célebre miniaturista suizo Robert, y madrigales de los mejores poetas franceses, transcritos por el notable calígrafo J a y . Luis X I la nombró &y& de los infantes, y le confió, el 1661, la educación del delfín. R . DE LA H U E R T A P O S A D A . (Continuara.) CUENTOS BREVES L A ENDEMONIADA (Juana Mateus), acusada de hechicera, de cohabitar con el demonio y de baíleteos en el Aquelarre (prado del cabrón), fué condenada por el Santo Oficio y torturada por la justicia secular de Vich (Barcelona) á principios del siglo xvii. LA SEGUNDA MARÍA DE BEESCIA (Ana de Xantona DijonJ, fué dama tan ilustre por su cuna como por sus virtudes, y por el celo con que promovió la educación cristiana de tiernas doncellas, fundando en Dole (Francia) el año 1606, las ursulinas del Franco Condado, cuya institución hab'a sido aprobada, el 1544, por el Pontífice Paulo I I I y erigida en orden religiosa, bajo la regla de San Agustín, el 1572, por GregorixjXliri. L A DEL VELO PÓE GRACIA (Catalina Gudiel de Peralta), hija del licenciado D. Francisco, alcaide de casa y corte, y á la que hizo merced el Consejo de las Ordenes, el año 1606, del velo en las comendadoras de Santiago, de Madrid, figura entre las poetisas del siglo xvii, y existe una composición suya en la «Descripción de la capilla del Sagrario de Toledo», que, dedicada al cardenal D . Bernardo de Sandoval y Rojas (quien se distinguió por la protección que dispensó al inmortal Miguel de Cervantes Saavedra) publicó el licenciado D. Pedro Herrera. L A MUJER FUERTE (Antonia Pons), francesa de principios del siglo xvii, adquirió tal fama de severidad en sus actos y de fiel cumplidora de sus palabras, que no le bastaron amaños ni promesas para hacerla desistir de ninguno de sus propósitos. Más de una vez la llevó su rigorismo al extremo de ver comprometida su fortuna, sin que fuera posible hacerla retroceder del camino que, en mal hora para ella, había einprendido y que recorrió impávida y serena, por no faltar á un ligero compromiso, que impremeditadamente había adquirido. Felipe I V el Grande quiso conocerla, y persuadido de la verdad, de lo que el rumor público aseguraba, le dispensó su protección, que admitió—según decía públicamente— como prueba de que en el sexo débil había más fortaleza que en el que se llama fuerte. L A DAMA MÁS GALANTEADA (Julia Liicina Angennes), nacida, en París, el año 1607 y muerta el 1671, hija de los marqueses de Rambouillet, distinguida por su hermosura, por su talento y por sus virtudes, fué p r e - EL D E D A L *A cesado la nevada, y no pocos habitantes de Amsterdam, aprovechando ^ ^ ( | la circunstancia de haber rasgado el sol la densidad de las nubes, se echan á la calle con objeto de patinar, ejercicio que constituye el mayor placer de los holandeses. Los jóvenes invitan á las muchachas para formar parejas, lo mismo que en los salones se invitan para bailar un vals. Aquel día, durante una tarde del mes de Febrero de 1648, una hermosa joven de 18 años, elegantemente vestida, patinaba sola, deslizándose sobre el hielo con sus diminutos y delicados pies. Sin embargo, no le hubiera faltado compañía en sus evoluciones si lo hubiese deseado, porque era hija única del armador Van der Hasseu, uno de los más ricos de A m s terdam. Había rechazado las invitaciones y patinaba sola en medio de la multitud, evitando los choques con gran habilidad, cuando de pronto se le acercó un joven y la dijo: —¡Buenas tardes, Marcelina! —¡Buenas tardes, Nicolás! Los dos jóvenes se asieron de las manos y echaron á correr juntos con objeto de alejarse de la muchedumbre. Los dos se conocían desde hacía mucho tiempo. Nicolás Van Benshatin era muy cordialmente recibido, casi como si fuera de la familia, en casa de Van der Hassen, á pesar de ser pobre y oficial de platero. —Marcelina—dijo Nicolás con voz emocionada:—te he buscado entre la gente porque tengo necesidad de hablarte. —¿Y qué tienes que decirme? —Que me veo en el triste caso de dejar de verte. —¿Por qué? —Porque comprendo que voy á amarte demasiado y eso constituiría mi desgracia. —¿Me amas poco todavía? —No te burles de mí. Aiin me siento con fuerzas suficientes para alejarme de ti como de un verdadero peligro. Mañana quizás sería tarde. Por eso he querido hablarte, para que lo sepas todo y no me acuses cuando evite tu presencia. —No hay motivo para tomar semejante determinación. —Tu padre querrá casarte con un hombre rico. E L ÁLBUM I B E R O - A M E E I O A N O —Es posible. Pero yo te aseguro que no me casaré contra mi voluntad. Soy hija única, no tengo madre y se hará lo que yo quiera respecto á ese punto. —Medita bien lo que dices, Marcelina, y no hables á la ligera. —Hablo muy seriamente. —¿Qué deseas, pues, que suceda? —¡Ya lo sabes!... II Al cabo de tres meses, la ciudad había cambiado por completo en lo tocante á la temperatura, pues en verano hace allí un calor verdaderamente insoportable. E n la opulenta casa de Van der Hassen reina la más profunda tristeza, pues Marcelina, que antes no cesaba de cantar, está sumida en un mutismo absoluto, y su padre guarda también un silencio jamás interrumpido. Según lo había previsto Nicolás Van Benshatin, su amor no había merecido la aprobación del rico armador. Van der Hassen se mostraba inflexible y había arrojado de su casa á Nicolás, sometiendo á Marcelina á la continua vigilancia de una dueña. L a pobre muchacha no sabía nada de su rendido adorador; mas no por eso flaqueaba su inquebrantable constancia. Marcelina pasaba los días con la frente sobre la tela que bordaba, única distracción que le era permitida. Pero su constante trabajo le fatigaba la vista y le hería los dedos á fuerza de apoyar en ellos la aguja. Un día tuvo que suspender su labor, porque las gotas de sangre manchaban la tela que bordaba. Por casualidad estaba sola en su encierro llorando sus desdichas, cuando de pronto oj'ó un ruido tenaz en el canal, debajo de una de las ventanas de su habitación. Asomóse á ella y vio á Nicolás en una barca. E l enamorado galán le hizo señas de que deseaba entregarle un diminuto paquete que tenía en la mano, y entonces Marcelina le echó una madeja de seda, uno de cuyos extremos conservó entre sus dedos, Nicolás ató el paquete y se alejó precipitadamente, mientras que Marcelina izaba el misterioso regalo. E l paquete contenía una carta y un objeto de plata, que la joven contempló sin adivinar el uso á que estaba destinado. La carta decía lo siguiente: « Adorada Marcelina: Obedece á tu padre y olvídame. No quiero que llores por mi causa, y me despido de ti para no volverte á ver. «Permíteme tan sólo que te regale un recuerdo muy humilde, una cosa que he inventado para ti, un instrumento que te pondrás en el dedo cuando trabajes. »Deesa modo evitarás las heridas que tanto te hacen sufrir, según tengo entendido. Adiós, Marcelina. Salgo de Amsterdam con la esperanza de que tu padre no te prohibirá que utilices mi modesto regalo, que te suplica que aceptes el hombre que no volverá á verte en su vida. Nicolás Van Benshatin.^ AUGURANDO FELIZ SIGLO Al terminar la lectura de la carta, Marcelina empezó á sollozar. — ¡Parte, si quieres! — exclamó: — yo esperaré eternamente t u regreso, porque estoy decidida á no faltar jamás á mi promesa. ni Al cabo de tres años se casó Marcelina con un rico industrial de Sheffield, un hombre cuyos negocios tenían por teatro el mundo entero. Cuando pidió al armador la mano de su hija, fué acogido con gran entusiasmo, tanto por el padre como por Marcelina. Es de advertir que al aceptar ésta por esposo al gran industrial no faltaba á sus sagrados juramentos. Marcelina fué conducida al templo por Nicolás, cuyo admirable invento le había hecho millonario. E l ingenioso platero de Amsterdam se había trasladado á Inglaterra, donde había enseñado su dedal á una persona inteligente, que previo desde luego la suma importancia de un objeto tan útil y conveniente. Formóse una sociedad en comandita, y fué tan grande, tan extraordinario el éxito del dedal, que al cabo de poco tiempo vióse convertido el modesto obrero holandés en un acaudalado capitalista. JoEaE REGNAL. 1 9 O O Anteanoche, en el instante de irse á la cama San Pedro, sonó un fuerte aldabonazo en el portalón del Cielo. —¿Quién es? — preguntó el Apóstol. — Señor, soy un pobre viejo que viene aquí á disfrutar de los placeres eternos. — ¡Adelante! — dijo el Santo; — «hoia veremos tus méritos. Y entró por la portería, con paso inseguro y lento, un anciano venerable, á juzgarle por su aspecto. — ¿Cómo to llamas? —Apenas rae llamo mil novecientos. — Cuidadito con los chistes; porque si vamos á eso, también puedo yo decir que apenas me llamo Pedro. ¿De dónde vienes? — De España. 10 EL ÁLBUM IBEEO-AMEEICANO ULTIMA Hállase encargada de esta sección tapé el sol... MODA L A ELEGANCIA, Jorge Juan, 10, Madrid. —¡Adiós, Casiano! —Entre traíñas y jeitos armé la de San Quintín, y otra armé en el Parlamento con la boda de... — Entendido. — Dando ocasión á Romero para decir... —Cosas fuertes; conozco bien al sujeto y sé que es muy desahogado y aindi mais dicharachero. —¡Santo mío, (u d'X'stil —¿Quiénes forman el Gobierno^ —Ugarte, Toca, Vadillo... —No los conozco. —Son nuevos; Sancho... —¿Panza? —No, Ventura; Linares.. -¿Rivaa? — No, Arsenio; García... — ¿Del Castañar? —No, Alix, el cartagenero; Ramos... —¿Carrión? — No, un marino; al frente del Ministerio está el General Azcárraga. —Algún heroico guerrero? —No, señor; es muy pacífico. —¿Qué plan tiene ese Gobierno? —Por lo que dice la gente, es su plan el de ir viviendo y tirar hasta la boda. —¿Y con tales elementos quieres que los españoles enmienden pasados yerros? ¡Vaya un año fin de siglo! En fin, ¿qué quieres? —Yo quiero que se premien mis virtudes... —¿Tus virtudes? ¡Ya estás fresco! ¡Si no te va^ pronto al Limbo, voy á mandarte al Infierno! ÁNGEL DE LA GUAUDIA. 2 de E n e r o delOOl. YA NO VIENEN TRAJE PARA TEATRO — ¿Y cómo has dejado aquello? — patas arriba, señor; ¿por qué negarlo? — Lo siento; quisiera j o remediar las desgracias de ese pueblo; tengo en él muchos tocayos... — Pues á mí ya me lo dieron hecho cisco. — Bien; veamos cuál fué tu comportamiento. — Cuatro millones de robos, naufragios, quiebras é incendios; una plaga de langosta; dos mil descarrilamientos; varias partidas carlistas... —¡Carlistas! ¿Hablas en serio? ¿Pero aún quedan de esa especie? —Mientras tanto haya banqueros que especulen con la baja, nunca faltarán prosélitos. — Continúa. — También hice alborotarse al comercio y qiie cerrara las tiendas por no pagar los impuestos. — ¿Y se salió con la suya? — Después de varios proyectos, y discursos y amenazas, y hablar de trngarse al Verbo... los pagó hasta con recargo. — Para semejante éxito más le valiera estar duermes; sigue, sigue con tu cuento. — Arrullé al catalanismo; desguacé muchos cruceros; ¡Dejad, turbas insensatas, vuestras necias correrías! ¡Dejad las latas vacías, que estamos hartos de lalast ¡Deja la larga escalera, gallego, y basta de engaño, que no vienen este año los Reyes Magos de fuera! Los Reyes tienen escama, justificada á raí ver, y yo he recibido ayer el siguiente telegrama: «Madrid de Belén. (No lleva fecha, ni hora fijada.) Por la vía Panamá, José Jackson,—Villanueva. »Viento duro: noche fría: quedarse catre prefieren. Avise pueblo no esperen Monarcas guardarropía. »Molesto viaje tren; bombas dinamita, Europa; mucho miedo, poca ropa. Estamos mejor Belén. »Oflcio duro pelar. No llega cuerpo camisa. Espérennos muertos risa: Melchor, Gaspar, Baltasar.» Tira, robusto gallego, esa escalera pesada, que la espera decantada de los Reyes no da juego. 11 EL ÁLBUM IBERO-AMERICANO reos una de sus mejores páginas al muerto inmortal, á Cánovas del Castillo. •üxcmo. Sr. n . Francisco IKonicro Roiileilo, Inicindor del ntoniinicnto erigido ñ Cánovn<a.— En el alma nacional palpitaba ferviente admiración hacia Cánovas; pero con nuestra apatía musulmana, con nuestra proverbial indiferencia, el monumento no se hubiera erigido sin el impulso, sin la iniciativa de Romero Robledo, un español que resume las energías de nuestra raza de las épocas legendarias, un hombre capaz de despertar á España de su letargo. Romero Robledo, campeón del derecho, ídalid de JOSÉ JACKSÜN VEYÁN. la justicia, es uno de los pocos grandes caracteres que nos van quedando. Parejaf) del miniic infantil Itailado en casa de In Sra. D."^ Candelaria ISiiiz del Árbol, - Los preciosos niños que han bailado graciosa y elegantemente el minué á que nos referimos estaban vestidos con lujo y propiedad. Estos niños, que bailan Sobre una tumba olvidada con tanta perfección , poseen grandes méritos inhay un árbol florecido, telectuales. Algunos de ellos hablan ya tres ó cuay sobre el árbol un nido, tro idiomas; son tan inteligentes, que puede leerse y en el nido una pollada en la expresión de sus rostros su actividad de esinquieta y mal emplumada píritu. que, sin respeto á los muertos, medula allí sus conciertos, Alnjercs notablc<^ del sl;;lo X I X . — El siglo y sólo el coro suspende que acaba de expirar ha sido fecundo en glorias fecuando oye un rumor, y tiende meninas. Las mujeres cuyos retratos presentamos los anchos picos abiertos. hoy, figuran entre las más notables de fines del siglo decimonono y principios del vigésimo. Nadie sabe quién reposa Clemencia Royer, francesa, descuella en Filosofía bajo aquel montón de tierra; y Economía política, como las rusas Sofía Kowael olvido, cuando entierra, lewski y Sofía Pereyeslawzewa, en Matemáticas y cava muy honda la fosa. Ciencias naturales. Dorotea Klumke es una señorita Pero una madre dichosa muy joven que desempeña un cargo en el Observasostiene con mucho empeño torio Astronómico de París; Gyp, Etincelle, Severine quo es una novia sin dueño y Mme. Rattazzi, brillan en el periodismo parisiense; que se ha quedado dormida Claudia de Campos es una literata portuguesa muy soñando, y en la otra vida elegante; Rosa Bonhenr y Maximiliana Guyón, cérealiza su último sueño. lebres pintoras; la Duquesa de Uzés y Mme. Syamour, exhiben sus estatuas en exposiciones; María MARTÍN CORONADO. Bufónos Airoi=. Pognon y la Baronesa de Suttmez son elocuentes conferenciantes propagadoras del feminismo; Gabriela Ferrari, inspirada compositora musical que ha tenido la gloria de estrenar con éxito varias ópeVARIEDADES ras; la Condesa de Aberdeen y Miss Maud-Gonne se distinguen por sus sentimientos filantrópicos. — Señora, tengo el honor de pedir á usted !a mano Augurando feliai siglo. — La monomanía del de su hija Enriqueta. momento, es pronosticar venturas sin fin en el — Con mucho gusto se la concederé, si tiene usted nuevo siglo. ¡Lástima que no resulte verdad tanta buen estómago. belleza! — ¿Por qué me dice usted eso? Traje para teatro. — Falda de seda rosa, y —Porque no quisiera que le pasase á usted lo que cuerpo drapeado de la misma seda. Fígaro muy á mi otro yerno, el cual dice siempre que no me corto de terciopelo rojo, con gran cuello y solapas de encaje. Est3 fígaro es muy abierto por delante, puede digerir. dejando ver el cuerpo drapeado y la parte alta del Entre comerciantes: mismo, que es de raso blanco y encaje. Gran capa — Mi negocio no puede ir peor desde hace algún de raso rosa con esclavina y forro de piel. Sombrero tiempo. blanco adornado con plumas rojas. —Pues ¿por qué no lo dejas? L A REDACCIÓN. —Y entonces, ¿de qué voy á vivir? Es inútil esperar; ya no vienen, y hscen bien. Están los tres en Belén, que es donde deben estar. Un pueblo civilizado se burla de rancias leyes. ¡Quien vaya á esperar los Re.ves, ya puede esperar sentado/ ¡Lo antiguo se desterró, y en esta edad venturosa podrá venir cualquier cosa; pero Reyes ¡lagof, no! DÉCIMAS NUESTROS GRABADOS monumento á Cánovas del Castillo inaugurado en el día t." de E n e r o de l » O I . — De un modo muy culto se ha solemnizado en Madrid la entrada del nuevo siglo, inaugurando el monumento consagrado á la imperecedera memoria del eminente estadista, del brillante tribuno, del historiador, del gran patriota Cánovas del Castillo. La cortina que cubría el monumento fué descorrida por manos regias. Homenaje tributado porla Reina Regente al restaurador de la monarquía borbónica. La estatua, erigida por suscripción popular, álzase enla plaza del Senado siendo la parte arquitectónica obra de Grases, autor del palacio de la Equitativa, y el modelado de la estatua y atributos conmemorativos del basamento, trabajo del joven laureado e s cultor Joaquín Bilbao. Felicitamos á los dos aitistas españoles por su acierto. La veneración á la memoria de Cánovas existe en toda Europa y en América: él y Castelar han sido en el siglo decimonono, tan fatal para España, las dos glorias nuestras universalmente respetadas. La Historia de Espaua reserva en sus fastos áu- BANCO DE En su consecuencia, desde el martes 8 del corriente, de diez de la mañana á dos de la tarde, y por el orden que se expresa á continuación, pueden •presentarse los señores accionistas en el Negociado de Acciones de la Secretaría, con los respectivos extractos de inscripción, á fin de percibir en el acto el expresado dividendo: Martes 8 Enero.-Letras del registro dsl extracto A, L, Ll, M, N y las inalienables. Miércoles 9 id. — ídem, id., id., B, C, D, E, O, P, Q y R. Jueves 10 id. — ídem, id., id., F, G, H, I, Y, J, K, S, T , U . V y Z . Desde el viernes 11 en adelante se harán los p a gos indistintamente A todo el que se presente. Los señores accionistas que tienen solicitado el abono de los dividendos en cuenta corriente podrán disponer del importe de los mismos desde el primer día de pago. Se advierte: I.*" Que en cada día de los señalados no se pagarán más dividendos que los correspondientes á las acciones cu\as k t r a s quedan indicadas. 2." Que para el pago de dividendos de acciones inalieuablcs, el Banco podrá exigir la presentación de la fe de vida de los interesados, si no fueran éstos mismos los que efectuaran por sí el cobro. Madrid 2 de Enero de 1901.—El Vicesecretario, G'ihHet ilira'idi. Th^ Fqiiituiíln Llfii Assurance Socicly of the United StaUs. (Ha. Eq."aitatiera) La Compaiiia más poderosa de seguros de vida. SOBR.A.KrTE SOBRE TODAS SUS O B L I G A C I O N E S : IVIás ele OÍ m i l l o n e s d e tlollnr's. Mayor que el deriifiguna otra Coinpaina del inundo. Pagado desde su fundación á los Tenedores de Pólizas: 3 2 3 . 1 9 0 . 7 3 0 dollars. PagaJo por su Sucursal espalóla desae 1882, leclia áe la Real orden de sn aniorizaciÓD: ESPAÑA Más de 21 millones de pesetas. El Consejo de gobierno, con presencia del balance de fin de Diciembre último, ha acordado repartir la cantidad de 6 5 pesetas por acción como complemento de beneficios del año próximo pasado. TOS Dlrecci<!ii general de Espaüa y Portugal: SU PALACIO DE MADRID AIADRID.—Tmp. d e l Asilo d e H u é r f a n o s del S. C. de J e s i f , Junn Bravo,5. POR FUERTE QUE SEA. SE CURA CON L&S PASTILLAS DEL DR.ANDREU Remedio pronto y sc$;iiro. E n las itolienü. Y a sea l a T O S c a t a r r a l ó d e r e s f r i a d o , seca, n e r v i o s a , r o n c a , f a t i g o s a , p o r f u e r t e y c r ó n i c a q u e s e a , se c u r a ó se a l i v i a s i e m p r e c o n e s t a s P A S T I L L A S , s i e n d o s u s efectos t a n s e g u r o s y r á p i d o s , qiie casi s i e m p r e d e s a p a r e c e l a T O S a n t e s d e c o n c l u i r la p r i m e r a caja. A r ^ ^ ii A Alivio ó curación del A o l V I A ó sofocación por medio de los CIGARRILLOS BALSÁMICOS ó los PAPELES AZOADOS que prepara el mismo D r . A N D R E U , c o n l o s c u a l e s l o g r a el a s m á t i c o u n a l i v i o i n s t a n t á n e o y d e s c a n s a d u r a n t e l a n o c h e . P í d a s e el p r o s p e c t o . 12 E L ÁLBUM I B E R O - A M E R I C A N O l5c;5S.'r:ÍES5r5SSE@5a9f5BSH5B5E5B5BaS5BSaSc:iS COMPAÑÍA AUTORA IDE s í n u ''''U^X^S!S^&!i!!!!&&;is;Q(S!S!S&®iL____,^(S^]___MJ¡)t DE LA CoBcepciÓD GiiDCDo de Flaijüer. n u iS)&ií SERVICIOS üliGlllíS DE LA IIÜJIR SU 0*J— Este libro es una historia abreviada de la mujer, n determinando el papel que ha representado en to- Q 5 " n n ¡j u n G! dos los pueblos y épocas. Contiene todos los deta- n n lies de la moderna evolución feminista, dedicando ¡í u importantes capítulos á la América del/Sur y á >: México. TRASATLÁNTICA B.A.HaE2LO]Sr-A. Desde el mes de Noviembre de 1899 quedaron organizados en la siguiente forma: Dos expediciones mensuales á Cuba y Méjico, una del Norte y otra del Mediterráneo. Una expedición mensual á Centro América. Una expedición mensual al Río de la Plata. Una expedición mensual al Brasil con prolongación al P a cífico. Trece expediciones anuales á Filipinas. Una expedición mensual á Canarias. Seis expediciones anuales á Fernando Póo. 156 expediciones anuales entre Cádiz y Tánger con p r o longación á Algeciras y Gribraltar. _ ( Las fechas y escalas se anunciarán oportunamente. Para más informes, acúdase á los Agentes de la Compañía. IBa5B535S5H5H55SS5H5a5a:^S52£H>3S5aSB53Hc!5a5a5>5BS!ii QtSai:^'.•" °"° """T— •^"^f^ -i^^j, ,y.^^^. .|^» e<Sr— LAS DOS PALABRAS t LO MAS SANO FÁBRICA DE CORSÉS H i j a s de J u l i a A . d e Z u g a s t i . para corivalecíentes) señoras recién papilas. C0KSETERA8 DK I,A KEAL CASA E N M A D R I D : E n las p r i n c i pales P e r f u r a e r i a s y P e l u q u e r í a s > y e n l a de P u i g , P r e c i a d o s , 6. . El_ [ ' ^ ÚNICO CHOCOLATE Miidrid.— Escorlnl, premiado en Filadelfia en 1897. Fabrica siempre las mismas excelentes clases de Chocolates, que de tanta predilección gozan entre las personas de buen gusto. Pídanse siempre estos Chocolates, que se encuentran en todos los comercios de Ultramarinos de España. P r e c i o : 3 , 4 y 6 p e s e t a s libra. H a y cnJHS p a r a r e g a l o , de 12 paq u e t e s , á 16,24 y 26 p e s e t a s . Oflcinast I ^ A L I I A , 8 VENANCIO VÁZQUEZ Depósito central: MONTERA, 2S. Despacho: Cuatro Calles Están premiados y ultramarinos y confiterías de España. ÁGUILA t LA CASA MATÍAS LÓPEZ y premiadas en varias Exposiciones. I n v e n t a d o hace años el Corsé-faja de Salud, que lia dado tan buenos r e s u l t a d o s , pueden hoy ofrecer los de otros sistemas m á s modernos, p a r a dism i n u i r el volum e n del cuerpo y tenermásaeiliLAS DOS PALABRAS ¿ a d . Corsés p a r a Oaile Hortaleza, I. contrahechas,variedad en fajasy o o r s é s p a r a n o v i a . Se remiten á provincias y al extranjero. ^^ con 36 Medallas, CAFÉS, TES, DULCES EN EL SALÚN Y EN EL TOCADOR GI{.^N BAZAR DE HOPAS HECHAS SU AUTORA CONCEPCIÓN GiMENO DE FLAQÜER Y GÉNEROS PARA CONFECCIONAR Á LA MEDIDA PRECIO F I J O Preciados, 3, esquina á la de Tetuin. Vida social. —Cortesía. —Arte de ser agradable.—Belleza moral y física,—Elegancia y coquetería.—Modernas fórmulas sociales. Teléfono niimero 661. M arca registrada VIAORIl) IV c.'y>-':íyygyg^?y^'i?y^'cvgggfS'?Kf^ CHOCOLATES Y CAFÉS COUI'AÑÍA COLONIAL TAPIOCA, TES 50 recompensas induatridle» MADRID SUCIIBSAL: M o n t e r a . n ú m . 8 . THOMAS [ l i l i DE POZUELO PERFUnERJA riKA Á PRECIOS REDUCIDOS .lli'iidcz-ili'iíñcx, <!. Objetos para regalos do poco precio. Horquillas y toda clase de adornos (lo cabeza; cada ocho dias se reciben novedades. Articules p a r a c o t i l l o n e s y Carnaval. V é n d e s e finca con ó sin m u e bles V b i c h o s , con h u e r t a v j a r dín cultivados, f r u t a l e s , e s t a n q u e , c e n a d o r , estufa, uundra, cochera y dos luibiíacioncs, e t c . ; todo cercado p o r ijermosa verja de h i e n o . Tiene rerca (ie 16.000 pies y se cederá eii 4.000 duros al cont a d o , ó 5.000 duros á plazos de l.(XJO d u r o s a n u a l e s . Para m á s informes, Xlndrid, lloNnIvs, Mayar, E XJ I ^ O r » -A. Zaragoza. 30.—Thoinas. Este establecimiento está siP a r a g u a s , sombrillas, b a s t o n e s , abanicos á. precios r e d u c i d o s . Composturas de todas clases. Reposición de forros 6. p a r a g u a s y sonibrillae. TIIOniAK.- llnjor, SO. MADRID S. i)(fe|'i I GRAN FONDA tuado en el punto más céntrico de la población. Servicio de carruajes para las estaciones de ferrocarriles. -a») Se publica los dias 7, 14, 22 y 30 de cada mes, dándose además fljíurlnes. En España y Portufíal, O pesetas trimestre; en Francia, 3 5 francos ailo; Keptiblicas americanas, 3 pesos trimestre; Estados, Provincias ó Departamentos, 4 , 5 0 trimestre. Número suelto, 1 peseta. No se devuelven los originales. Administración: San Marcos, 3, bajo.